viernes, 5 de junio de 2015

Muere Manuel Camacho Solís de un tumor en el cerebro

Hace 20 años, tres prominentes políticos se batían en duelo como el país mismo. A uno lo mataron, a dos los marcaron las heridas. Los tres sobreviven a la impunidad y el olvido.

¿Padece amnesia, don Manuel?
No.

¿Visiones fantasmagóricas?

Pues de los que las quieren ver.

¿Diría que en pleno uso de sus facultades mentales?

Hasta ahorita.

¿Incluso para la manipulación?

También.

¿Es posible que las personas cambien?

No mucho.

¿Usted ha cambiado?

He aprendido.

"Este Manuel no cambia porque no aprende", ¿eso es verdad?

He aprendido de la derrota.

¿Eso se lo dijo Colosio?

Se lo dijo a quienes no les tenía confianza.

¿Qué ha aprendido de las traiciones?

Poco, procuro no fijarme en ellas.

¿Qué es lo que no le perdonan?

Tener una independencia personal.

¿Qué es lo que no se perdona?

A veces, decir no.

En fin, ¿lo suficientemente grande para que no lo intimiden?

A veces pueden generar alguna preocupación, pero me sobrepongo.

¿Ni Salinas?

Pasado.

¿Salinas le es irrelevante?

Ya no es importante.

¿Los dos son irrelevantes?

Puede que yo sí.

¿Quién miente con mayor veracidad?

Yo no miento…

¿Salinas?

Sí.

¿Salinas con amnesia?

¡Ya lo dije!

¿Parece que recuerda tan bien como para mantenerse resentido?

Creo que él trata de sobrevivir también.

¿Vengativo?

Eso dicen.

¿Peligroso?

No tanto.

¿Qué podría decir Salinas que lo comprometa a usted?

Puede decir lo que quiera…

¿Que le pagaron en especie del erario, don Camacho?

Eso que dice de Santa Fe y esas cosas... Salinas sabe perfectamente que nunca hice un negocio ni recibí nada que no fuera legítimo.

¿Algo de cola tendrá para que le pisen?

Pues sí, no soy perfecto, pero en las cosas importantes me atrevo a seguir siendo combativo.

¿Nos dirá que usted no miente?

No, no me gusta decir mentiras.

¿Ni al amanecer?

Menos.

¿Ni después de comer sapos?

Hay veces que se tiene uno que callar, pero no es necesario mentir.

Parece que al ex presidente le gusta guardar y aumentar expedientes…

A lo mejor tiene una acumulación grande de expedientes, no sé.

¿Eso es propio de un estadista?

No.

¿Salinas lo fue?

Le faltó.

¿Y tiene cuentas por pagar?

¡Conmigo no!

¿Salinas se llevó la partida secreta?

Él tendría que dar una explicación.

De la Madrid también reveló que a los dos se les filtró el crimen organizado…

Se filtró a muchos, por mucho tiempo.

¿Usted por qué le ofreció protección a su familia?

Estaba siendo atacada y la información que tenía me permitía hacer ese ofrecimiento.

¿Qué peligros corrían?

Los peligros de corrupción de Raúl.

En fin, ¿cuáles son los mayores temores de Salinas?

Que los esfuerzos que hizo no le sean reconocidos.

¿Qué tanto se valora, don Manuel?

Pues me respeto a mí mismo.

¿Cree que los mexicanos lo valoremos?

No importa, estoy tranquilo conmigo mismo.

¿Quizá su mayor valor radique en dejar de guardar cosas?

Mi mayor valor es saber escuchar y respetar los acuerdos a los que llegué.

¿Qué le parece si nos va diciendo quién mató a Colosio?

Lo que tendrían que explicar, quienes hicieron investigaciones, es la lógica de todo lo que se hizo… lo que he visto son materiales parciales.

¿Qué imágenes guarda de hace 20 años?

Fuertes, lo que todos los mexicanos recordamos.

Por cierto, qué difícil la mañana del 28 de noviembre de 1993…

¿Cuando se dio el destape?... Sí, fue un momento difícil.

¿El presidente que no fue?

Eso ya no importa.

"Cuánta razón tuvo el PRI de no hacerlo candidato en el 94", le acaban de decir…

Bueno, con esa lógica él tampoco hubiera sido presidente.

¿Los egos andan sueltos?

Pues hay que dominarlos.

¿El PRI era Salinas?

No, el PRI es más que Salinas.

¿Hoy Salinas es el PRI?

No hay que exagerar.

Por cierto, ¿cuando cenó con Colosio, ya intuía que lo iban a asesinar?

No.

¿Qué mirada recuerda de él?

De preocupación por la situación, también de afecto.

¿En esa cena empeñaron su palabra?

En esa cena nos hablamos con sinceridad.

¿Se abrazaron?

Sí.

¿Creyó en el compromiso acordado?

Creí que estaba hablando sinceramente.

¿A qué acuerdos llegaron?

A que íbamos a cerrar bien Chiapas y que nos íbamos a aliar para hacer la transición a la democracia.

¿Sospechaba que lo estaban espiando?

Sabía que…

¿Salió de ahí pensando que lo podría manipular después?

No, salí pensando que podía cerrar bien Chiapas.

¿Le ofreció dinero?

No, no se hubiera atrevido.

¿Le garantizó protección?

No la necesitaba.

¿Lo invitó a su gobierno?

Sí.

¿Colosio traicionó a Salinas?

No creo.

¿Cuál fue su error?

Él hizo lo que pudo.

¿Salinas pudo haber ordenado su asesinato?

No lo creo.

¿Hasta dónde debemos guardar las verdades?

Deberíamos darle a la nación esa respuesta.

¿El Estado es asesino?

En algunos casos.

¿El crimen de Estado es el perfecto?

No hay que sacar implicaciones adicionales a la realidad.

¿Quién lo convenció de saludar la candidatura de Colosio aquel 22 de marzo de 1994?

Nadie… mi instinto político.

Casi 24 horas antes del crimen…

Sí.

Apenas el tiempo para deslindarse...

O sea, si yo hubiera tenido otra idea, no hubiera hecho nada.

Por única vez el reloj político le dio su tiempo exacto…

Tomé la decisión correcta.

¿En política nada es coincidencia?

No, es claro que hay coincidencias y hay circunstancias.

Sería el sospechoso número uno, don Manuel…

Pues a los ojos de quien quiera...

¿Usted lo mandó matar?

Si lo hubiera mandado matar, estaría en el poder…

¿Todos lo matamos?

No, lo mataron quienes lo mataron. Éste es un tema penal, judicial…

¿Todos lo seguimos matando?

No, no. No hay que hacer de una tragedia un melodrama.

¿No se habrá suicidado?

¡Desde luego que no!

A propósito, ¿a usted lo interrogaron?

Claro que sí.

¿Qué les faltó por preguntarle?

Me interrogaron y me echaron al régimen varios años encima, con todo.

¿Qué le faltó a usted por decir?

Dije lo que me preguntaron.

¿Ha ido a ver a Mario Aburto?

No.

¿Ni por curiosidad?

No.

¿Qué le preguntaría?

No tengo nada qué preguntarle.

¿Ha hablado con Córdoba Montoya?

Sí.

¿Dónde está?

No sé, lo he visto dos, tres veces.

¿Él sabe más cosas de lo que calla?

No sé. No conozco tanto a Córdoba.

Insisto, ¿quién mató a Colosio?

Ahí está la explicación del crimen, de la parte política habría que hablar en serio.

¿Se siente atrapado en ese pasado?

Para nada.

¿Cuándo supo que ese crimen jamás se resolvería?

Nunca supe qué iba a pasar porque no supe por qué pasó.

¿Se ha puesto a pensar que de haber sido elegido a usted lo hubieran matado?

Eso sí lo he pensado.

¿Y?

Estoy vivo…

¿Corrían los mismos peligros?

Quizá en algún momento, sí.

¿Iban por él?

No sé.

¿Qué intereses dañó?

No sé, no sé cuáles dañó.

Bueno, no nos diga quién, sino ¿por qué lo hicieron?

No sé… no sé. Sé que le causaron un gran daño a México.

¿Se ha sentido culpable por esa muerte?

No.

¿Ha hablado con los hijos de Colosio?

No.

¿Algo qué advertirles ahora?

Nada.

¿De quién les diría que se cuiden?

No me atrevería a decir una cosa así a nadie.

Tiene a Colosio frente a sí… ¿qué le faltó por decir?

Lo recuerdo con afecto. Finalmente trabajamos juntos.

¿Qué tanto conoció Colosio a Salinas?

Lo conoció muy bien.

¿Qué tanto conoció usted a Colosio?

Lo conocí muy bien.

Parece que el que acabó conociéndolos mejor fue Zedillo, ¿no?

Los conoció a los dos muy bien.

¿Zedillo jugó mejor?

Fueron circunstancias. No, no, no fue cálculo.

¿Ganó?

Fue presidente.

¿Le ganó incluso a Salinas?

Fue presidente.

Es la guerra interna que viene, ¿no?

Es lo que pasó entonces y hoy vivimos otra circunstancia.

¿Usted se uniría a Zedillo?

Puedo hablar con Zedillo.

¿Hacia dónde van los priistas?

Hacia un autoritarismo competitivo.

¿Tendrá Peña temple para no caer en la represión?

Espero que tenga cálculo.

¿Cómo ve a Videgaray?

Un técnico competente.

¿Y a Osorio?

Un jefe de Gobernación dedicado.

¿Le recuerda al 94?

No.

En tanto, Beltrones al acecho…

Beltrones cuida su espacio.

Consulte
www.sicla.com.mx
www.siclapueblanoticias.blogspot.mx
www.livestream.com/siclatv
www.siclapuebla.blogspot.mx

lunes, 1 de junio de 2015

Universidad, conocimiento y educación pública

Universidad, conocimiento y educación pública
Marcos Roitman Rosenmann
L

os estudiantes de casi todo el mundo salen a las calles y protestan contra los programas y planes de estudios. Los parámetros sobre los cuales se mueven las reformas educativas han trasformado la educación en todos sus niveles. Los objetivos transmutan, el estudiante es un cliente y los centros educativos deben generar beneficios. El postulado sobre el cual se construye este nuevo sistema educativo es contundente: la institución educativa es una empresa. Si la actividad educativa acarrea pérdidas, sus opciones son: 1) adecuarse a las demandas del mercado; 2) sucumbir a la competencia; 3) cerrar sus puertas por ineficientes. En otros términos, la enseñanza, en la economía de mercado, transmuta sus fines. No se busca instruir, educar en el bien común, comportamientos éticos o formación ciudadana. En estos momentos transmitir valores democráticos, saberes humanistas y promover el desarrollo de la ciencia básica son obstáculos para implantar la reforma educativa.

Dos son los argumentos utilizados por los gobiernos para apoyar tal iniciativa de cambio educativo. La primera, de orden crematístico, marca la línea roja: rentabilidad. La educación pública no es sostenible, se subraya. Sus universidades son deficitarias, su personal está sobredimensionado y su oferta es inadecuada para los nuevos tiempos. Licenciaturas, maestrías y doctorados obsoletos se unen a una masificación estudiantil, la gratuidad de las matrículas y sueldos desproporcionados para el personal docente. El efecto buscado de estos tópicos tiene un fin: la enseñanza, en todos sus niveles, tal como la practicamos, es un lastre. Regenerarse o morir. El segundo postulado presenta una vertiente de alto riesgo. Orienta a los estudiantes a tomar decisiones, construir su horizonte profesional, renunciando a sus vocaciones intelectuales. Se trata de romper con el sentido vocacional a la hora de tomar una decisión. La vocación es un obstáculo. Estudie algo que sea rentable, tenga salida en el mercado y le permita obtener éxito social. No deje que su conciencia y su pensamiento se interponga en una decisión de orden económico. Nada se resiste a las exigencias y demandas del mercado.

Hoy, las universidades privadas muestran el camino. Elevadas matrículas y titulaciones acorde con las demandas de un sistema que potencia y gratifica el éxito individual y económico. Así, en España, que se apunta a lo peor de las ideas neoliberales, crea un nuevo grado universitario de cuatro años de duración: liderazgo emprendedor e innovación. Según su publicidad, los profesores mutan en entrenadores, coach. Sin apenas clases y aulas itinerantes, coworking, desde el minuto uno el objetivo consiste en crear un proyecto innovador y empresarial y lograr ubicarlo en el mercado. Para aprobar, el estudiante debe facturar un mínimo de 15 mil euros netos en el último curso. Si consigue esta meta, recibe el anhelado diploma universitario.

Dos universidades privadas ya lo han puesto en marcha y con éxito. La Universidad de Mondragón, en el País Vasco, y la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Castilla y León. La primera cobra una matrícula anual de 10 mil euros. Ya tiene mil 500 peticiones para sólo 72 plazas. Su publicidad advierte que el alumno deberá leer, como mínimo, durante sus cuatro años de formación, 20 libros de marketing, liderazgo o economía. Todo un logro. Según sus promotores, la metodología es una copia de la puesta en práctica por el profesor Johanes Partanen, desde hace 20 años en la educación pública finlandesa, para evitar el fracaso escolar o la falta de motivación. Transformado el método para la acción empresarial, ahora se divulga como parte de un proyecto innovador en el que los pilares básicos son: aprender haciendo, construir un equipo, convertirse en su líder y promotor, y realizar viajes de aprendizaje. El efecto es arrollador. En Madrid y Barcelona, tanto como en las grandes capitales, las universidades privadas están desarrollando proyectos similares de grado en liderazgo emprendedor e innovación. En otros términos, empodérese, consiga sus objetivos, no se ponga límites. Autoexplótese y tendrá un prometedor futuro en el mundo empresarial y la economía de mercado. No sea un fracasado.

La oferta de grados como único atractivo de ganar dinero prolifera en universidades privadas. El gancho: garantizar al cabo de cuatro años el puesto de trabajo. Dichas universidades establecen una lógica perversa y falsa. Promover un título donde el comprador ve su futuro resuelto y el vendedor un nicho donde acrecentar las ganancias. Así, emergen universidades virtuales con instalaciones precarias, sin profesores, sólo coach, entrenadores y personal auxiliar. Universidades dependientes de grandes trasnacionales cuyo objetivo es cazar los talentos argumentando, como hace uno de los promotores del título en innovación empresarial: Las empresas buscan historias inmediatas, ya no buscan gente con carrera (...) este mundo necesita personas con altas dosis de iniciativa y liderazgo, porque también las empresas necesitan hacer cosas que nunca antes habían hecho.

Efectivamente, el grado de explotación, sumisión e involución democrática presupone empresarios sin escrúpulos, sin formación humanista, sin sentido ético ni menos aún comprometidos con los derechos humanos y la defensa del planeta tierra. Por esta razón es urgente reivindicar la educación pública de calidad, gratuita y humanista, centrada en las vocaciones y el conocimiento científico y social.


Consulte