-¿Olvidarlos? Jamás, ellos no pueden morir.
-Pero, ¿qué hacer, aparte de ir a Madera, como cada año?
-Bueno, que cada quien haga lo que pueda, desde su trinchera.
Y se fueron fraguando las acciones.
La Fundación Liga Comunista 23 de Septiembre, emitió una convocatoria para elaborar el Madera 59, de manera digital y con un amplio temario que abarca toda la problemática, de todos los tiempos y de todos los territorios.
Desde el Movimiento 23 de Septiembre invitamos a asistir a los eventos especiales que se desarrollarían en Madera, Chihuahua, principalmente. El Comité Primeros Vientos estaba también planeando las presentaciones de la obra póstuma de Carlos Montemayor.
Por mi parte, en los meses de junio y julio trabajé por la reorganización del movimiento campesino en Baja California, hasta llegar a la realización del Congreso Estatal de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), el 1 de agosto, en Tijuana.
Los que resultamos delegados al Congreso Nacional, viajamos a Oaxtepec y allá estuvimos los días 6, 7 y 8 de agosto, al lado de más de dos mil congresistas de casi todos los estados del país.
Me conmovió, casi hasta las lágrimas, que me reconocieran como cuadro importante de la organización y me entregaran un busto del General Emiliano Zapata, en una sesión especial.
-Para José Luis Alonso Vargas, el Chelís, como le decimos fraternalmente y, a través de él, por todos sus méritos en la lucha agraria y proletaria, también para su hermano Julio César, Secretario General del Comité Estatal hasta fines del año pasado, fecha en que se nos fue definitivamente a las páginas de la historia de México.
-Gracias, seguimos en la lucha, hasta la victoria, siempre!
El Comandante en Jefe, Fidel Castro, cumplió 84 años, ya recuperado de sus problemas de salud y en plena actividad periodística, política y diplomática. El viernes 13 de agosto, lo fuimos a festejar a la Embajada de Cuba, en México, que estuvo pletórica de internacionalistas.
Después, bajo la coordinación de mi hermano Eulogio Rodríguez Millares, hice lo necesario para que el Taller de la Alternativa Martiana para Nuestra América (ALMA), convocado para el 6 de septiembre, en el DF, nos permitiera avanzar en la elaboración del Proyecto Histórico Cultural, que nos ha encargado la dirección de los países del ALBA.
El 7 de septiembre me enteré de que mi boleto de avión para volar a Mexicali no tenía ningún valor, pues Mexicana de Aviación ya no existía. Mi líder nacional, en la CIOAC, me patrocinó otro en Aeroméxico y llegué el 8. Era preciso organizar acciones para exigir la liberación de nuestros 5 camaradas cubanos, presos injustamente en los Estados Unidos.
-El Comité por la Libertad de los Cinco, de Mexicali, ya está preparado- me dijeron.
-En Tijuana estamos dispuestos a cumplir con las tareas que nos señalen- contestaron sin vacilaciones.
-Bien, entonces el domingo 12 de septiembre, a las 12 de mediodía, protestaremos en las propias narices del imperio yanqui por los 12 años de cautiverio de nuestros Cinco Héroes Cubanos-. Les contesté a mis paisanos y me sumé a ellos.
Y así fue. Distribuimos volantes, recabamos firmas, y le explicamos a cientos de mexicanos que pretendían cruzar la línea divisoria para entrar a los Estados Unidos, la crueldad de aquel sistema.
El 15 de septiembre, por la tarde, me monté en Mexicali, en un autobús de la línea TAP, con asientos reclinables hasta quedar casi en posición horizontal. No había nada que festejar. Al contrario, estaban masacrando a los hermanos triquis de San Juan Copala y asesinando a algún líder social en algún punto de nuestro agredido país. El sistema había enloquecido, las acciones represivas iban en aumento y estaba derrochando millones de pesos del erario, en sus festejos, para lucirse, para legitimarse, para crear una cortina de humo. No podía caer en su juego ni tantitico así.
El 16, por la mañana, llegué a Empalme, Sonora. Repasé las acciones realizadas el 14 de abril de 1971, encabezadas por Miguel Duarte López y las Fuerzas Armadas de la Nueva Revolución (FANR). Le pedí a mi compa Longoria que primero pasáramos por un cajero automático para ponerle crédito a mi celular. Las calles estaban bloqueadas por el desfile oficial. La gente no tiene memoria histórica, reconocí amargamente. Y nosotros tenemos una enorme responsabilidad en que eso no prospere.
Con Longoria al volante, pasamos a saludar a Roberto Ceceña (FANR) y, después, llegamos a Tesopaco. Limpiamos las tumbas de los camaradas caídos entre el 23 de agosto (Carlos David Armendáriz Ponce, que descansa en Parral) y el 11 de septiembre de 1968, en la sierra de Chihuahua y esta parte de Sonora. También estuvimos en el lugar donde fue asesinado José Luis Guzmán Villa (el 8 de septiembre), señalado por los lugareños con un montículo de piedras y una cruz. Nos prometimos regresar y colocarle una lápida decente, con los datos correspondientes. De ahí pasamos a la lápida blanca, que se encuentra a orillas de la carretera, donde fueron fusilados Oscar González Eguiarte, Arturo Borboa Estrada, Guadalupe Scobell Gaytán y Juan Antonio Gaytán Aguirre (11 de septiembre). Todos ellos del Grupo Popular Guerrillero “Arturo Gámiz”
Al regresar, nos detuvimos en el panteón de Esperanza. Ahí rendimos homenaje a Juan Manuel Rodríguez Moreno “Clark” y a Pablo Reichel. Nuestro compañero Florencio leyó un poema para ellos. Después pasamos al panteón de Obregón, a la tumba de Fernando Salinas Mora “Richard”, donde también recordamos a Jesús Manuel Gámez Rascón “Julio”, y al “Borre”. Todos ellos pilares en la construcción de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Con cansancio y todo llegamos hasta la zona rural de Huatabampo, con Felipe Pacheco (FANR). Saboreamos un exquisito platillo campirano y una plática de viejos camaradas.
Manejé de Huatabampo a Obregón y a medianoche me subí, ahí, en otro TAP, con destino a Mazatlán.
Casi a mediodía, del viernes 17, estaba ya con Eduardo Esquivel devorando unos callos de hacha. Mi ahora diputado suplente estaba superoptimista y dispuesto a ponerse al día:
-Voy a hacer lo posible por ir a Madera, el 23; cuando tomen posesión los presidentes municipales voy a impulsar el viejo proyecto de hermanamiento de Mazatlán con La Habana y Rosario con Guanabacoa; y tenemos que hacer algo para fortalecer los colectivos de los ex del MAS-. Dijo el Güero, con solemnidad.
-Aquí estaré, contigo y con las y los compas, cuando eso se procese-. Le prometí.
Por la tarde, tomé otro TAP hasta el DF. Lo único que ahora me preocupaba era la caravana a Madera, por ser de mi responsabilidad.
El lunes 20 empecé a preguntar sobre el autobús y se reactivó la solicitud que, al parecer estaba archivada.
-Sólo le podemos proporcionar un vehículo de 16 lugares-. Me contestaron, ya muy tarde.
-Pues a ese nos ajustamos-. Les dije, para amarrar.
El martes 21, a las 8 pm, estábamos un grupo de temerarios peregrinos en el número 84 de la calle Benjamín Franklin, esperando el vehículo. Una hora después ya íbamos saliendo de la Ciudad de México por el Periférico. A esa misma hora ya estaba terminando la presentación del libro “Las Mujeres del Alba” de Carlos Montemayor, en Parral, Chihuahua. Con un lleno completo en el Palacio Alvarado, en la tierra del muy querido escritor.
El miércoles 22, a mediodía, llegamos al restauran “El Mezquital”, de mi hermanita Minerva Armendáriz, en la capital de Chihuahua. Saboreamos un pescado zarandeado y otras delicias, mientras afuera caía un feliz aguacero. Antes de terminar de comer, llegaron, de Parral, Salvador y Luz Gaytán, sumándose a la tropa. También comieron ahí Carmen Monares, contemporánea de “Natalia” y nuestro carnal “Chalío”. Luego salimos hacia los panteones para visitar y homenajear a Avelina Gallegos Gallegos “Natalia”, caída en combate el 15 de enero de 1972, en esta ciudad. Le canté su canción, con emoción, nostalgia y esperanza. Cruzamos la calle y entramos al otro panteón, con tan mala fortuna, que no pudimos encontrar las tumbas de Diego Lucero, Juan Gilberto Flores Díaz, Asunción Carrillo y Mario Pérez, pero estuvimos cerca de ellos y escucharon nuestros gritos, antes de que se desatara otra vez la lluvia y saliéramos corriendo, guitarra en ristre. La maleza estaba tupida y no traíamos pala ni azadón. Hasta creímos que los habían sacado y habían utilizado sus espacios para nuevos huéspedes.
-Por aquí corrió ese malandro. Seguro que está escondido en aquellos árboles-. Decían unos polis que habían entrado, con todo y patrullas, hasta la mitad del panteón, pero no se animaban a ir más al fondo, por temor a ser recibidos por una ráfaga de AK. Nosotros, temerarios, pasamos por en medio de ellos.
-¡Bienvenido Médico de la Guerrilla!-. Le dijimos todos a Javier Andrade que llegó justo en ese momento, después de volar desde el DF, para alcanzarnos.
Antes de las 7 pm llegamos todos al Auditorio G. Góngora Pimentel, del Supremo Tribunal de Justicia, y casi fuimos los primeros. Pasaditas de las 7, aquel lugar ya estaba lleno. Después, hasta por los pasillos había público, atento a las intervenciones de los presentadores de la novela máxima de Montemayor y al audio que prepararon los chihuahuenses. Ahí estaba Nacho Cárdenas, el mejor compositor de corridos de los guerrilleros del ´65 y posteriores. Ahí estaban Armando Gaytán, Juan Chávez y Alma Gómez, del MAR. También, Antonio Becerra Gaytán, dirigente estatal del PCM, en aquellos años de pólvora y programa revolucionario.
Casi a medianoche emprendimos el camino hacia Madera, completamente agotados. Me preocupaba el chofer, pues sólo había dormitado y era necesario mantenerlo despierto. Pero su juventud aguanta todo y llegamos con bien, a pesar de que nos perdimos en dos ocasiones y, a pesar de que un oficial, en un retén militar, trató de atemorizarnos. Estábamos a 10 km. de Madera.
-¿Cuál es su nombre?
-José Luis Alonso Vargas.
-¿Cuál es su nombre?
-José Luis Alonso Vargas.
-¿Cuál es su nombre?
-José Luis Alonso Vargas.
-Oiga, ya le ha preguntado tres veces lo mismo y le ha respondido bien. ¿Por qué nos sigue entreteniendo? Venimos muy cansados y queremos llegar a dormir lo más pronto posible-. Le increpó mi buen Toño, el chofer.
Después de ese momento de tensión, el milico cedió y nos dejó ir, sin más problemas. Eran las 4 de la mañana.
En el hotel Alpino, de siempre, ya nos esperaban 4 habitaciones reservadas. Caímos como piedras. El despertador del celular quedó sincronizado.
A las 7 empezamos a arreglarnos. A las 7 y media ya estábamos desayunando. Ahí mismo nos reunimos con los compas de Ciudad Juárez, que llegaron la noche anterior. A las 8 salimos corriendo, atragantándonos. El primer homenaje a los Mártires del 23 de Septiembre del ´65, se dio en la placa colocada por el Ayuntamiento, muy cerca del lugar donde estuvo el cuartel militar. Afortunadamente, se demoraron un poco la banda de guerra, la escolta, los alumnos de una escuela, y los periodistas, que cubrieron el evento.
El maestro Carlos Chávez condujo el programa y a mi me tocó leer la Declaración de Madera 2010, que ahora espera ser suscrita por muchos más camaradas y ciudadanos conscientes de México y el mundo. Para darla a conocer en los eventos conmemorativos del próximo 2 de octubre.
Sin descansar, nos fuimos a la radio local. Salvador Gaytán hizo la historia de aquellos acontecimientos y yo reseñé las acciones de rescate de la memoria histórica, que hemos realizado del 2000 a la fecha. De ahí al panteón, donde hablaron hombres y mujeres identificados con la lucha de los guerrilleros del ´65 y posteriores.
Regresamos al hotel para descansar un poco, pero no lo logramos. Había que cargar las pilas de los celulares y de las cámaras; y había que tomar acuerdos operativos. Así que a las 2 pm ya estábamos rumbo al Pleamar, un viejo edificio que albergó el hospital de Madera hace décadas y hoy es un centro cultural.
Ahí se desarrolló la presentación del libro de Montemayor, con un lleno total en la sala. La emoción se desbordó en el público y en los oradores. Escuchamos de nuevo el audio de la lectura dramatizada de algunos capítulos del libro. Y saboreamos un sotol curado de alguna fruta.
Sin aceptar la comida que ofrecieron los organizadores del Pleamar, salimos quemando llanta hacia el ejido “Arturo Gámiz”. Llegamos a tiempo, pues la barbacoa estaba en su punto, con tortillas y frijoles, en pleno campo, rodeados del bosque y el calor humano.
Para corresponder a tanta amabilidad, nuestro buen Nacho Cárdenas entonó las canciones más sentidas: Los sobrevivientes del asalto y el asalto mismo. Paco Ornelas declamó un poema de un peruano y con eso nos despedimos, pues estábamos en el límite del tiempo.
Llegamos pasadas las 7 pm a la explanada del Ayuntamiento pero aún no comenzaba el programa que tenía como principal oferta la proyección del documental alusivo a Madera ´65.
De pronto, me pidieron que subiera al estrado al lado de los organizadores del Festival Internacional que se estaba desarrollando en todo el estado y me presentaron como cantante, en el primer número del programa. Veamos el informe del Médico de la Guerrilla:
La noche del 23 de septiembre, en Ciudad Madera, se efectuó, con gran éxito, el Estreno Mundial de los Discos "Memorias" del compositor y cantor José Luis Alonso Vargas, conocido mundialmente como Chelís. Noche clara, con fondo de luna llena, el nublado abría por momentos, como reflectores de pasarela hollywoodesca. En la plaza de la ciudad, se armó un toldo amplio en toda la calle. El fondo, con un templete de escenario, enmarcado con grandes bocinas y múltiples reflectores de colores. Abajo, una mesa con controles electrónicos que manejaban bien los técnicos de luz y sonido. El director de escena anuncia al cantaautor, que se presenta brevemente e inicia su actuación. Al frente tenía un auditorio de pueblo, abundando los y las jóvenes que de inmediato centraron su atención en las canciones, con su acompañamiento en coros y orquesta, logrando el entusiasmo del respetable. Chelís, impávido actuaba con naturalidad, sin guitarra, las dos manos libres y, con gesticulaciones, completaba la entonación de la música; las luces le cambiaban el color a su figura, que a cada momento se movía; con frecuencia empuñó la mano izquierda y a cada término de pieza musical venía la ovación. Fueron pocas las canciones entonadas, pero quedó, en el ánimo de todos, la aprobación de la actuación, entre ellos la de un profesional: Nacho Cárdenas. Así, Madera lleva ahora también el Honor de haber sido sede de este Estreno Mundial.
En efecto, hacía semanas que los organizadores me habían invitado a cantar en este evento. Me dijeron que hasta 4 canciones y las escogí: Che, Al Proletariado, Antes de dormir y Genaro Vázquez. Tenía las pistas, pero como apenas estaba saliendo de una gripa, preferí poner el play back. Presenté brevemente cada una de las canciones. Quien tenga mi libro de Memorias, leerá ahí los datos principales de cada canción. La del Che, les dije, ha sido realmente un himno para homenajear a todos los caídos en la lucha guerrillera socialista de nuestro continente. En ese momento, estaba pensando, más concretamente, en el Comandante Jorge Briceño, el Mono Jojoy. Por eso, y por miles de nuestros muertos que llevo en la memoria, la canté indignado y levanté una y otra vez el puño izquierdo, como bien recuerda el Médico de la Guerrilla. Las demás, igual, se las brindé a mis camaradas y hermanos, caídos en combate.
Enseguida, en más o menos hora y media, fuimos los afortunados espectadores de un documental, que también fue un “estreno mundial”. Toda la historia de la lucha política, agraria y guerrillera, en la región, pasó por nuestros ojos. Muy buen trabajo. En breve lo socializaremos en todo el país.
Al final, expuse mis CDs y vendí algunos. Con lo recaudado, voy echando, como dicen los cubanos. Con lo recaudado y con la solidaridad, a veces poca, pero a veces mucha. Y el apoyo moral, invaluable y más útil que las frías monedas.
En la Ciudad de México estaba concluyendo también un gran programa, el de la presentación del N° 59 del periódico Madera, en su versión digital. El informe de Luz (con pequeñas correcciones) dice lo siguiente:
Breve informe del evento en Coyoacán, el 23 de septiembre.
En el Foro Hugo Argüelles, de la Delegación Coyoacán, se presentó el número 59 del Periódico “Madera” que hasta el número 58 fue el órgano de difusión de la Liga Comunista 23 de Septiembre y ahora pretende ser un medio para fomentar el análisis y espacio de debate de lo que ha sucedido en estos últimos 30 años y de la situación nacional, abierto a todas las expresiones políticas desde la izquierda.
A la presentación acudieron exmilitantes de esa organización y de otras organizaciones guerrilleras, hijos de exmilitantes y desaparecidos, alumnos de diversas escuelas, periodistas, investigadores y público en general que llenó el auditorio en esa tarde lluviosa.
La presentación estuvo a cargo de Jaime Laguna, Director editorial del proyecto. José Reveles y Raúl Alvarez Garín, finalizaron con la presentación de la página Web pues el formato del Madera ahora será digital, lo que le permitirá llegar a 6 millones de usuarios de la red a través de correo electrónico y su link. Mencionaron que recibieron alrededor de 200 colaboraciones, entre artículos y saludos y que ya se encuentran en la página www.periodicomadera.com
De repente unos personajes tomaron la tribuna, uno vigilaba los movimientos de los asistentes que los miraban con estupor, cubierto con una gorra, lentes oscuros, gabardina larga y la mano izquierda bajo la gabardina llegaba a la cintura. El otro informaba sobre el periódico Madera y sus objetivos; y jovencitas, con una gorra de Tania la Guerrillera, repartían a los asistentes el Periódico Madera 58.
Entre los asistentes conocidos estuvieron además de los mencionados: Mauricio Laguna, Laura Castellanos, Alejandro Jiménez, Luis Gómez, La Nacha, Manuel Anzaldo, José Luis Moreno Borbolla, Alberto López Limón, Eladio Torres, Sabás, Luis Tuñón, El Guaymas, Francisco Valenzuela, Froylán Rascón y otros conocidos que no recuerdo ahora su nombre.
Y, también en Guadalajara, estaba concluyendo el programa “La Liga: los libros de la guerrilla en México”. Todos estos eventos fueron exitosos. Misión cumplida. Un fuerte, fraternal y camaraderil abrazo a todas y todos los participantes.
Hasta la victoria, siempre!
Venceremos!
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