Enviado a la página web de Redes Cristianas
Desde cualquier punto de vista, la reforma constitucional a los artículos 27 y 28 de
nuestra Carta Magna, propuesta por el Ejecutivo Federal, implica la enajenación
de nuestra renta petrolera y recursos energéticos en manos extranjeras, incurre en
los delitos señalados por el srtículo108 párrafo segundo constitucional y por el
artículo 123 fracción primera del Código Penal Federal, compromete nuestra
soberanía, pone en riesgo nuestro desarrollo como país libre e independiente, y
constituye un hecho aún más grave de lo que fue la entrega de Texas en el Siglo
XIX.
Es un momento decisivo para el país. Está en riesgo el futuro de las
nuevas generaciones. Ante la gravísima amenaza de ser despojado de sus
recursos, el Congreso de la Unión tiene la altísima responsabilidad de representar
los intereses del pueblo y sus comunidades.
Los exhortamos a conducirse con sentido patriótico y a no dar la espalda a la
historia, a la Constitución y a los intereses de la nación.
México, DF, 25 de octubre de 2013
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