Información Documental
PLANEACIÓN, MUNICIPALISMO Y REFORMA DEMOCRÁTICA DEL
ESTADO
Luis
Ortega Morales
Investigador
de tiempo completo. BUAP
Vice
rectoría de Investigación y Estudios de Post grado
Mesa 3.
Legislación y Reglamentación de la Planeación urbana y Metropolitana en México:
Instrumentos para UNA gestión sustentable.
I. Introducción
Los
gobiernos municipales y estatales en los asuntos del federalismo llevan la voz
cantante. Los habitantes de los municipios y de la provincia mexicana somos
quienes mantenemos un contacto permanente con las necesidades de la población y
conocemos las deficiencias de la legislación.
México no es, ni ha sido una República Federal, Democrática y
Representativa auténtica, sino más bien una especie de monarquía absoluta y
centralista con ropajes republicanos.
La historia moderna de México ha sido la del presidencialismo, cada vez
más centralista y con facultades meta constitucionales. Es una historia que
registra la construcción sistemática y coherente del centralismo mexicano en
dos grandes vertientes, el partido de estado y su jefe nato, el presidente de
la República, a su vez, jefe del Estado, jefe de gobierno y comandante de las
Fuerzas Armadas Supremas.
EL PUNTO DE PARTIDA
Durante la lucha independentista,
el 22 de octubre de 1814 se emite el primer esbozo de la constitución de
Apatzingán. En ella se estableció que la soberanía residía en el pueblo y en su
representación nacional.
En 1824
se adopta para su gobierno la forma de “república representativa popular
federal”. En las entidades creadas fueron surgiendo congresos locales, con sus
constituciones particulares. En el porfiriato los gobernadores se convirtieron
en caciques regionales, hombres leales a Díaz Este proceso centralizador
terminaría en la Revolución (1900-1910).
Ante las nuevas circunstancias de la alternancia en los gobiernos
estatales y federal en México, se ha venido imponiendo, desde ya casi una
década, un reclamo que tiene su origen en la sociedad civil y en los
movimientos regionales, que conforman un nuevo escenario político e
institucional que obliga a profundas modificaciones en las relaciones entre las
entidades federativas y los municipios con el Poder Ejecutivo; entre los
poderes ejecutivos de los estados con sus municipios y con las juntas
auxiliares.
Los municipios y las entidades federativas han pasado a ser gobernadas
por partidos diferentes al PRI, aumentando la oposición hasta en 200 por ciento
el número de municipios gobernados desde 1994 y el PRI disminuyendo al 50% los municipios
gobernados.
Para el 2007 el PRI gobernaba 541 municipios, el PAN 616 y el PRD 279,
el PT 17, el PVEM 27. Según la AALMAC en 2008 el PRD pasó de 407 a 368
municipios gobernados y a partir de 5 de julio de 2009 solo se gobierna 313,
con una población gobernada de más de 25 millones a 17, 677, 238, incluidas las
13 delegaciones del DF.
El municipalismo es un nivel de gobierno que requiere ser tratado
específicamente, pues no basta el que los presidentes municipales, regidores y
funcionarios cumplan cabalmente con las obligaciones que les marca la Ley y que
además sean honestos, capaces, leales, amables, cercanos a la gente,
participativos, humildes, austeros, sensibles y todo un conjunto de virtudes que deberemos exigir a
cualquier gobierno federal, estatal, delegacional, municipal o de juntas
auxiliares y de cualquier partido, que en muchos casos desearíamos que se
cumpliera lo mínimo.
El municipalismo democrático-popular, que es el que deberíamos enarbolar,
significa una participación de la
población en todos y cada uno de los aspectos de la vida pública, por si misma
y por su esencia. No se trata entonces el que los gobernantes “representen al
pueblo” o a los “intereses populares”, porque ello los separa conceptual y
realmente de su pueblo, sino que sea al pueblo el que gobierne.
El concepto de funcionario público proviene de la visión liberal de la
separación del estado de la sociedad, en donde los gobernantes y su burocracia
como representantes, son los únicos que pueden cumplir con una “función
pública” y que los pobladores solo tienen la función pasiva de rechazarla o
respaldarla con el voto, por ello, erróneamente, a estos se les exige el
respaldo ante los embates de los gobiernos federal y estatal y ahora del
narcotráfico.
El municipalismo democrático-popular parte del municipio libre y
autónomo, que descansa en el poder popular, es decir en el ejercicio de la
soberanía del pueblo que se expresa en todos y cada uno de los actos públicos
acordados por la población y coordinados por el gobierno. De esta forma los
gobernantes obedecen los mandatos populares y “mandan” o ejecutan de la mejor
forma estos acuerdos. El mandar obedeciendo no es un slogan tiene un contenido interesante.
De esta forma, los presidentes municipales, los regidores y los cabildos
deben convertirse en garantes del ejercicio del poder popular, es decir, su
función es que el pueblo gobierne, no gobernar en su representación, en lugar
del pueblo o sin el pueblo. Por eso la participación ciudadana es una fórmula
que pierde sentido cuando se garantiza el poder popular, porque cuando el
pueblo gobierna, está ahí siempre y en todos lados.
Otro de los ámbitos obligatorios tiene que ver con las implicaciones
políticas, sociales y económicas del concepto "municipio libre"; los
límites y alcances de la Reforma Municipal, la federalización del municipio
libre: apertura a nuevas competencias, el recurso de la facultad reglamentaria,
fortalecimiento de la hacienda municipal, la descentralización de la
administración municipal, la coordinación intermunicipal; participación, representación
y gobierno indígena, los nuevos espacios para la representatividad política y
la participación democrática de los grupos indígenas.
De la misma forma se expresan los reclamos de los municipios con sus
gobernadores y de las juntas auxiliares con sus presidentes municipales. En el
caso de los gobiernos estatales panistas, son los de la oposición priísta y
perredista quienes demandan mayores recursos y una plena participación en la
toma de decisiones. Por el contrario son las juntas auxiliares, panistas y
perredistas quienes exigen a los presidentes municipales equidad en el reparto
de las obras, servicios y presupuesto.
2. Problemática
El centralismo
mexicano se explica desde el régimen colonial y el poder de la corona, el cual
es acompañado por otros fenómenos no menos importantes:
1. PATRIMONIALISMO
2. CACIQUISMO
3. CLIENTELISMO. Gestoría
4. CORRUPCIÓN.
5. CAUDILLISMO
6. EL NEO CACIQUISMO
7. CORPORATIVISMO
8. PRESIDENCIALISMO Y CENTRALISMO
9. Ausencia del Estado de Derecho Violación a las
leyes.
Inicialmente la
coincidencia fue plena en torno a la construcción del estado nación.
En estados Unidos de
Norteamérica, primero se pasa de la idea de federación a la de nación (Jorge
Carpizo. La constitución Mexicana de 1917. Ed. Siglo XXI).; en Europa es
primero la idea de Imperio, después la de nación y posteriormente la de
federación. En América primero es la colonia, después la idea de nación y
posteriormente la de federación.
Corporativismo
”El capitalismo está
vinculado necesariamente con el individualismo y junto con la libertad son
elementos intrínsecos del capitalismo. El pensamiento económico neoliberal está
diseñado de tal forma que puede dar cuenta del comportamiento de un individuo
hasta el de una sociedad enorme y compleja como la norteamericana, siempre y
cuando esta sea el resultado del comportamiento agregado de los individuos.
Para el pensamiento neoliberal no puede dar cuenta de sociedades compuestas por
agregados de tipo comunitario, donde los actos de los individuos responden a
patrones de conducta de carácter colectivo, comunitario, gremial, en los cuales
el individuo comparte su responsabilidad con el gremio al que pertenece y su
voluntad está siempre subsumida a la consideración comunitaria. …”Las
corporaciones son un obstáculo para el funcionamiento de la economía de
mercado. Se opone al modelo democrático representativo pues pregona una
democracia orgánica donde el individuo es portador de intereses precisos y
clasificables” (diccionario de Política. T. I. p. 432). [1] El corporativismo tradicional es esencialmente
pluralista y tiende a una difusión del poder, y sus corporaciones se
contraponen al estado. En el fascismo, estas están subordinadas al estado, son
órganos de este.
Las sociedades
latinoamericanas están constituidas por agregados de comunidades abiertas. Los
individuos forman parte de varias de ellas en diferente grado de compromiso y
responsabilidad. Por ello no es muy acertado aplicar fórmulas diseñadas para
sociedades constituidas por agregados de individuos, a sociedades formadas por
agregados de corporaciones, ghettos, mafias, gremios, familias, pueblos,
comunidades, etc., como la nuestra.
El corporativismo, como doctrina que propugna la
organización de la colectividad sobre la base de asociaciones representativas
de los intereses y de las actividades profesionales (corporaciones). Esto
implica una solidaridad orgánica de los intereses concretos y a las fórmulas de
colaboración que se derivan, neutralizando los elementos conflictivos: la
competencia económica, la lucha de clases y la diferenciación ideológica. El
corporativismo ha sido negado por el individualismo capitalista. La comuna
italiana medieval de control productivo y económico normativo de precios y
comercio y a veces como canal de representación política. Presupone la
colaboración interclasista eliminando el conflicto. (Ludovico Incisa.
Diccionario de Política. P. 438)
El corporativismo mexicano ha tomado forma como una
de las disfunciones del sistema representativo, donde la representación
política en las cámaras emana de las corporaciones sindicales y patronales. Son
estos quienes proponen a sus candidatos y ellos emanan de las cúpulas
dirigentes, vinculadas al Partido único mayoritario y proponen al jefe de
estado, de gobierno y del partido a sus candidatos. Así tenemos a los diputados
y senadores de las centrales obreras CTM, FROC, CROM y otras, de los sindicatos
nacionales como ferrocarrileros, electricistas, telefonistas, petroleros,
metalúrgicos y de las organizaciones campesinas como cañeros, CNC y otros. De
la misma forma se encuentran los representantes populares de los empresarios,
los sectores populares, profesionistas y últimamente de mujeres, jóvenes,
deportistas, etc.
CORRUPCIÓN.
Fenómeno por medio del cual un funcionario público
es impulsado a actar de modo distinto de los estándares normativos del sistema
para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa. Corrupto
es,por lo tanto, el comportamiento ilegal de aquel que ocupa un papel en la
estructura estatal.
a) cohecho. El uso de una recompensa para cambiar a
su propio favor el juicio de un funcionario público;
b) Nepotismo. , la concesión de empleos o contratos
públicos sobre la base de relaciones de parentesco en lugar de mérito.
c). Peculado. Por distracción, es decir la asignación
de fondos públicos para uso privado.
Es un asunto legal y no moral. Toma en cuenta la
diferencia entre prácticas sociales y normas legales y evalúa los comportamientos en el sector
privado y en el público. Es una transacción entre quien corrompe y quien se
deja corromper. El caso de amenaza se define como coerción, pero dado que ambas
partes son muy poderosas, o están muy comprometidos, no se puede recurrir a
ella.
Es un modo particular de ejercer influencia;
influencia ilícita, ilegal e ilegítima; dependiendo del funcionamiento del
sistema y su modo de tomar decisiones:
a). La institucionalización de ciertas prácticas.
Un mayor ámbito de institucionalización, implica una mayor corrupción. Por
ejemplo, un ámbito público mayor que el privado y su ritmo de expansión.
b) La cultura de las élites y de las masas.
Corrupción como manera de influir en las decisiones
públicas:
1. en la fase de elaboración de decisiones. (Los
grupos de presión influyen en diputados, comisiones parlamentarias y expertos).
También es una tentativa de tener obtener acceso privilegiado.
2. Cuando las normas son aplicadas por la
administración pública y por sus entes. Obtener una exención o una aplicación
de cualquier manera favorable. Tiene éxito cuando lasa normas son elásticas y vagas.
3. en el momento en que se hacen valer las normas
contra los transgresores. Tiene por objeto evadir las sanciones previstas por
la ley.
Son objetos de corrupción, los parlamentarios, el
gobierno, la burocracia y la magistratura.
La discriminación y la imperfecta representanción
son fuente de corrupción
El grado de seguridad gozado por la élite de conservar o reconquistar el poder con
medios legales o de ser castigada si usa los ilegales.
Cuanto más amenazada se encuentra la élite, más
recurrirá a medio silegales para mantener el poder y a la corrupción.
La corrupción es un medio para la disgregación del
sistema, aunque a veces sea un mal necesario, es decir funcional, y un
paliativo para el mejor funcionamiento, cuando existen normas imperfectas o demasiado
rígidas. (Gianfranco Pasquino. Diccionario de política. Pp. 438-440).
CLIENTELISMO
Las clientelas y los clientes de las sociedades
tradicionales, en la interpretación romana es la relación fuera de la comunidad
familiar, de dependencia económica y política que se establece entre el
patrón y sus clientes a quienes
protegía, los defendía en los juicios, testificaba en su favor, les asignaba
una tierra de su propiedad para el cultivo y un ganado para que lo criaran a
cambio de que lo obedecieran y ayudaran de diversas maneras, aún a nivel
financiero si era necesario. Este tipo de relación swe desarrolla plenamente en
las sociedades cerradas y de autoconsumo y en el campo que creaba un
microcosmos político y autónomo, gobernado y protegido por el patrón que podía
incluir a varias familias y toda una región. Este es el fundamento principal
del caciquismo mexicano, que se establece entre los pueblos de indios y que
posteriormente se desarrollo regionalmente.
Los siervos o libertos en Roma o los peones sin
tierra, no tenían más camino que el de emplearse con un hacendado, buscando
protección de estas personas importantes, principalmetne españoles que poseían
tierras que podían ofrecer protección y tutela a cambio de los servicios de los
peones.
El clientelismo es una realidad política que se
desarrolla entre la tradición y la modernidad en las cuales no ha penetrado el
capitalismo lo suficiente como para trastocar las relaciones tradicionales y el
sistema político preexistente.
Los ejemplos clásicos son los partidos de notables,
en el caso de México de “caudillos” que demandan desde el poder político
central y desde los “políticos de profesión”, que ofrecen a cambio de
legitimación y sostén (consensos
electorales) toda clase de recursos públicos de los que pueden disponer (cargos
y empleos públicos, financiamientos, licencias, etc.) que tiene como resultado
una red de fidelidades personales que pasa a través de un uso personal por
parte de la clase política de los recursos estatales y, partiendo de éstas,
aunque en términos mediatos, a través de la apropiación de recursos “civiles”
autónomos.
El surgimiento complejo de grupos de interés de una
sociedad, al fragmentarse la sociedad civil en sectores (areas sub urbanas,
migrantes, indígenas, etc.), en competencia recíproca, que encuentran en la
disponibilidad de recursos, lo cual no los obliga a una reestructuración en
términos de clase. Y les permite coexistir. Estos recursos que provienen del
sector público o controla públicamente se asigna en términos rigurosamente
clientelares y entrañan formas d3e adquisición de consenso por medio de un
intercambio, y por consiguiente, también de fenómenos de personalidad del poder
evidentes. Por medio de formas de incentivación individualista o corporativa
que sin prever ninguna agragación orgánica de intereses en un marco político,
realizan un intercambio de tipo claramente clientelar entre los consensos
electorales y los recursos que el estado pone a disposición del personal partidístico. (Alfil
Mastropaolo. Diccionario de Política).
CAUDILLISMO
El caudillismo, se observa como un fenómeno
latinoamericano que está implícito al desarrollo político que se expresa de
manera plena y general inmediatamente después de las guerras de independencia y
el surgimiento de los estados nacionales en la segunda mitad del siglo xix. Son
la existencia de “hombres fuertes”. La destrucción de los bienes inmuebles y la
fuga de capitales españoles que resultaron de las guerras de independencia en
los distintos paises latinoamericanos. La apertura del comercio con Inglaterra
permitió reavivar la economía en las zonas menos dañadas y cercanas a los
puertos, sobre todo porque esta relación comercial fue directa y eliminaba el
obligado intermediarismo español, desarrollándose el sector exportador de la
economía y la oligarquía vinculada a este sector. Así se pudo construir un
gobierno fuerte, poderoso y centralizado. Sin embargo en los paises que
dependían principalmente de la producción minera como México y Perú, no
pudieron reactivarse sobre todo por la ausencia de capitales que se requerían
en gran cantidad para lograrlo. Al no desasrrollarse o al haber entrado en
crisis el sector exportador, sus ingresos fiscales se redujeron, favoreciendo
la dispersión con gobiernos débiles, donde difícilmente se imponía la hegemonía
de la oligarquía burguesa y de sus posible gobierno autocrático, reforzando así
los gobiernos regionales. A su vez la importación de productos provenientes
principalmente de Inglaterra, produjo la crisis de la manufactura y artesanal
que se había desarrollado durante la colonia. Así, los sectores exportadores
que procuraban la apertura comercial se enfrentaron a quienes pretendían
proteger la industria, con una posición federalista de las provincias
vinculadas a la producción colonial, y el centralismo que impulsaban las
regiones comerciales, como sucedió en Argentina entre el exportador Buenos
Aires que se enfrentaba a las demás provincias. En México, Lucas Alamán
reactivó la industria textil con el Banco de Avío. Sin embargo, las inversiones
inglesas no fueron suficientes para transformar las estructuras económicas lo
cual mantuvieron intactos los modos de producción coloniales y las estructuras
sociales correspondientes.
Al fin de la colonia los criollos, propietarios
terratenientes se impusieron como el sector dominante y las haciendas
sobrevivieron a la independencia y en algunos casos se expandió.
Por su parte la basta población indígena en países
como México, Bolivia y Perú, continuó ocupándose como peones en las haciendas y
las minas y otra parte ocupó la tierra comunitaria en núcleos autosuficientes.
Los mestizos se dedicaron al comercio y al ejército. Estos últimos fueron
alentados desde los gobiernos centrales sobre todo para contener la presión que
ejercían las capas populares en levantamientos con programas reivindicativos
con contenido social. Por otro lado, los terratenientes, en sus regiones, a su
vez organizaban milicias para defender sus intereses. Entre ambos cuerpos se
desarrollaron rivalidades que no cesaban sobre todo en los casos en los que el
gobierno central era débil y no podía imponer su supremacía sobre aquellos. De
esta forma, los caudillos se arrogaban el poder gubernamental en sus regiones y
lograban imponer y conservar el orden social, declarando en muchos casos la
soberanía y la separación del centro. La fragmentación del área colonial en
múltiples unidades políticas independientes, procuró un entrerramado de
relaciones entre los grupos y clases dominantes y los nuevos países soberanos e
independientes y las metrópolis extranjeras.
Los dirigentes de estos ejércitos se convirtieron
en caudillo regionales que sumieron a los países en prolongadas luchas internas
que en algunos países como Chile fue breve, pero en otros como México, Perú,
ecuador y Bolivia se prolongó hasta mediados del Siglo XIX. Este período
coincide con las fuertes inversiones de capitales ingleses mediante créditos y
la introducción del ferrocarril.
El pujante capitalismo inglés permitió introducir
la dependencia económica de los paises latinoamericanos de las empresas y
gobiernos europeos, quienes invertían y daban créditos, exportando capitales
para su beneficio, ahora sin el intermediarismo de los españoles. Con ello, se
alentó la creación de los aparatos gubernamentales y consolidaron a las
oligarquías exportadoras quienes en algunos países asumieron totalmente el
control del gobierno, cuando lograron el dominio de la ciudad y en esta se
impusieron a los poderes agrarios del campo. Porfirio Díaz representa así al
caudillo regional que da fin al caudillismo, imponiéndose como gobierno central
y sometiendo a los demás caudillos al orden y el progreso.
Por otro lado, los Estados Unidos a su vez,
interesados en dominar a la región, participaba apoyando a uno u otro caudillo
e iniciaba su participación de capitales en México y América. Así se impulsaban
los seguidores del capitalismo y las inversiones inglesas exportadoras por un
lado y quienes pretendían impulsar la propia fuerza económica nacional apoyando
a las provincias, la industria tradicional y a los indígenas en una franca
resistencia contra los intereses europeos principalmente ingleses.
En las zonas de grandes extensiones dedicadas a la
ganadería, con un régimen de propiedad agraria de grandes haciendas y donde el
ejercicio de la violencia regional se ejercía cotidianamente, como los gauchos
de la pampa argentina o los charros mexicanos.
Los
caudillo, generalmente pertenecía a las clases terratenientes, propietrarias de
grandes extensiones y recibía fuertes apoyos de sus regiones de las capas
propietarias quienes a su vez protegían de esta manera sus propios intereses.
El que se impusiera uno u otro caudillo en el gobierno central, dependía de la
fuerza regional con la que contaba,
de los apoyos de económicos las capas propietarias que recibía y de red
de relaciones con las que contaba. Los caudillos, carismáticos necesariamente
lograron imponer su hegemonía, en la medida que controlaron las fuentes de
ingresos y de recursos económicos fuertes y permanentes, que principalmente
provenían del comercio.
En ningún caso estos caudillo representaban o
defendían los intereses de las capas populares y cuando estas participaban era
como resultado de la manipulación para dirimir algunos conflictos entre los
caudillos. De esta forma se instala una especie de “populismo oligárquico”
definido por Rubén H. Zorrilla, del siglo pasado. Para ello también contó el
tradicionalismo católico-dogmático que provenía desde la colonia española.
El desarrollo del capitalismo en el mundo, estuvo
vinculado desde sus orígenes con el colonialismo como una de sus partes
integrantes, haciendo depender permanentemente con un comercio abierto y
saqueador, de esas potencias, sobre todo en el período colonial con la s
exportaciones mineras y de productos tropicales. Así, el crecimiento del sector
exportador dependió de las relaciones comerciales con las potencias europeas
El caudillismo refleja el nivel de dependencia
económica que existía entre las regiones y una lucha entre los intereses
regionales oligárquicos “que aspiraban al control de los mecanismo necesarios
para dominar la totalidad del sistema” (Antonio F. Mitre)
FEDERALISMO
El federalismo mexicano apareció como resultado del
debilitamiento del centralismo proveniente de la colonia a partir de la guerra
de Independencia. Los liderazgos militares regionales creados, se convirtieron
en enclaves que no pudieron ser derrotados por el ejército realista y que
sobrevivieron por el financiamiento de hacendados que protegían sus intereses.
Los regionalismos a su vez surgen con el mestizaje y este es el resultado de un
largo proceso de gestación que se desarrollan en este período y de concretan
con un líder regional..
La historia de México no se ha escrito, la historia
de las relaciones sociales desde los pueblos y las comunidades.
DEMOCRATIZACIÓN
La democracia mexicana es mucho más distante y
aparece a finales del siglo XX, con sus propias expresiones, a pesar que de
ella se habló siempre y de la misma forma se vivió y asimiló distante.
Pero de todo ello debemos hablar en singular,
necesariamente del federalismo mexicano, del municipio mexicano y de la
democracia mexicana. No en general, como conceptos universales, válidos para
todo el occidente, incluido América. Nuestros pensadores lo intentaron y muchos
de ellos reflejaron sus parciales aprendizajes en nuestras leyes e
instituciones, pero muy lejos estaban de la realidad. Fue un explicar ajeno,
convencer de que era lo mejor que se aplicaba en otros lados y que por ser
universal y con valores también universales -al buen estilo positivista- como
el cristianismo y el catolicismo, tenían que aplicarse para entender la
realidad. Pero cada vez que esto se hacía, que se introducían conceptos,
normas, leyes y hasta constituciones, donde se enfatizaba la democracia y el
federalismo, más se alejaba de ellos.
(en Europa, el municipalismo y las comunas,
así como las ciudades son la
fuente de la democracia, sin su existencia no es posible entender lo otro.)
Teoría del estado federal, como teoría que permite
mantener y hacer funcionar las instituciones políticas, tiene conductas y
características propias, es decir que entraña valores y un tipo de sociedad y
tiene un curso específico en la historia. El federalismo niega la división del
género humano en estados nacionales soberanos. El concepto de nación provocó
intentos de unidad cultural, política y social, tendiendo a homogeneizar todas
las comunidades naturales que existen en su territorio, tratando de imponerles
a todos los ciudadanos la misma lengua y las mismas costumbres. diferenciándolas
de las demás, pero forzando a la población a una unidad e identidad nacional
por encima de sus diferencias reales e históricas, que fue utilizado para
fundamentar su propio poder, su legitimación y sus relaciones con el exterior,
impidiendo así la existencia de otros lazos, convirtiéndolos en grupos
cerrados, centralizados y belicosos. (el PRI intentó definir la historia, la
cultura y a la nación mexicana en una visión patrimonialista y nacionalista. La
fusión del Estado y la nación). Así, los ejércitos basados de manera permanente
en la conscripción obligatoria, la escuela estatal, los grandes ritos
republicanos, la imposición a todas las colectividades territoriales más
pequeñas del mismo sistema administrativo y de la tutela prefectoral. La
difusión de los valores de la democracia, libertad y los símbolos como la
bandera el himno y el escudo, así como la del presidente y con un equilibrio
constitucional y con primacía de esta sobre los demás poderes y le corresponde
a los tribunales, a los que se les confiere el poder de revisión constitucional
de las leyes. (Diccionario de Política)
La elección directa del presidente de la
federación, que reúne los poderes de jefe de estado y jefe de gobierno, le
confiere al ejecutivo los requisitos de fuerza y estabilidad necesarios para
cumplir eficazmente la función equilibradota de la vida social y llevar a cabo
de manera orgánica y coherente el programa de gobierno (actualmente la
planificación), en tanto la atribución de poderes soberanos a los estados
miembros constituye el freno más eficaz al abuso de poder por parte del
gobierno central y la garantía más sólida contra los peligros de la dictadura.
Por ello el Poder Legislativo representa por un
lado a los pueblos de la federación en una medida proporcional al número de
habitantes, en tanto que la otra es elegida por los pueblos de cada uno de los
estados miembros con un número
igual de representantes, independientemente de la diferencias de población.
EL FEDERALISMO MEXICANO
1. Conciliación entre el estado nacional y el tipo
de feudalismo que se desarrolló durante la colonia.
2. Que no se disgregara una organización colonial
unitaria y aparentemente monolítica que tenía en su seno diferencias locales
irreconciliables e inconcertables
3. El juego de fuerzas entre la capital de la
república que pretendía imponer su poder a todo el país, para unificarlo y las
áreas de poder incrustadas en cada región
4. Unir lo que estando realmente desunido en la
práctica y jurídicamente unido con la Colonia, tenía que permanecer unido por
una especie de instinto de conservación. Esa es la razón por la cual vivimos un
federalismo centralista o un centralismo federal, si se quiere. (Ernesto
Andrade)
5. el juego de fuerzas entre la capital de la
república que pretendía imponer su poder a todo el país, para unificarlo y las
áreas de poder incrustadas en cada región
6. Esa es la razón por la cual vivimos un
federalismo centralista o un centralismo federal, si se quiere.
LA REFORMA DEL
ESTADO Y EL PACTO FEDERAL DEMOCRÁTICO
Ante las
nuevas circunstancias de la alternancia en los gobiernos estatales y federal en
México, se ha venido imponiendo, desde ya casi una década, un reclamo que tiene
su origen en la sociedad civil y en los movimientos regionales, que conforman
un nuevo escenario político e institucional que obliga a profundas
modificaciones en las relaciones entre las entidades federativas y los
municipios con el Poder Ejecutivo; entre los poderes ejecutivos de los estados
con sus municipios y con las juntas auxiliares.
Los municipios
y las entidades federativas han pasado a ser gobernadas por partidos diferentes
al PRI, aumentando la oposición hasta en 200 por ciento el número de municipios
gobernados desde 1994 y el PRI disminuyendo
al 50% los municipios gobernados. En relación con los estados, se han venido
incrementando los gobiernos de oposición hasta llegar a 8 gobernados por el
PAN, seis por el PRD y 18 por el PRI en el año 2001, algunos de ellos resultado
de alianzas que han constituido coaliciones electorales entre diversos
partidos, principalmente entre el PAN, PRD, PT, PVEM entre otros.[1]
Al mismo
tiempo que los gobiernos venían concentrando el poder en el Ejecutivo Federal,
se pregonaba oficialmente una política de descentralización administrativa,
pretendiendo hacer más eficiente esta relación.
Pero es
evidente que estas medidas no se aplicaron plenamente y no resolvieron los
problemas de la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias y el desorden administrativo, por lo que
fue evidente que esto requiere ser tratado con una visión que parta por
reconocer que es el fondo del modelo de poder político el que es necesario
transformar y no su expresión administrativa.
La otra visión
tiene que ver con la descentralización y distribución del poder, es decir con
un nuevo reparto de las atribuciones legales de las entidades federativas, de
los municipios y de los poderes ejecutivos de los estados y el Poder Ejecutivo
Federal. En fin, una visión democratizadora que reduzca el centralismo en aras
de ampliar las atribuciones administrativas, financieras y de poder de los
estados y municipios.
El federalismo
es un modo de organizar y ejercer el poder en el Estado de Derecho, respetando
la autonomía y la capacidad de gestión de los gobiernos. Se realiza con base en
una Constitución general que establece la estructura organizacional del Estado.
Los integrantes de la federación deben ser entidades, que por su carácter
electo, democrático y representativo demandan que su personalidad jurídica y
política, así como su autonomía financiera y fiscal sea real y no declarativa,
que cuentan con un gobierno que realiza varias funciones y actividades,
conservando la unidad nacional.
El federalismo
en el sentido de descentralización (de poderes), es decir, su sentido gramatical
original, se convierte así en un proceso donde las entidades (regiones,
municipios, juntas auxiliares y comunidades) interactúan como entes que pueden
desenvolverse como gobiernos autónomos de manera local y con personalidad
jurídica, por lo que provoca reacomodos en la estructura del poder. La
descentralización empieza cuando se rompe el principio de jerarquía y toma
cuerpo y espíritu, cuando se empieza a estructurar una colectividad territorial
que exige de personalidad, autonomía y decisión para sustentarse como un
sistema de gobierno.
Las entidades
pueden y deben participar directamente en la elaboración, conducción y
vigilancia, así como en los diversos niveles de decisiones sobre los Planes
Nacionales de Desarrollo. También son directamente responsables, junto y con un
mismo nivel de participación que estos exigen para con el gobierno federal y
los municipios, para construir verdaderos centros que coadyuven, a través de
políticas públicas efectivas, a promover polos de desarrollo regionales sustentables
para ampliar y fortalecer sus mercados.
En este nuevo
contexto, lo que se ha puesto a discusión es el Federalismo, su contenido
doctrinario y reglamentario y sus formas concretas de ejercicio del poder
político y administrativo, es decir la descentralización.
La
descentralización es transferir directamente a los gobiernos locales (estados,
regiones, municipios, juntas auxiliares y comunidades) atribuciones, recursos,
información y decisiones. Permite que la igualdad jurídica y política que les
da su pertenencia a la federación, sea uno de los sustentos más consistentes
del Estado moderno, con mecanismos institucionales y legales que les permita
jugar el papel de contrapesos reales y efectivos en el régimen político sobre
el predominio de la institución presidencial.
El federalismo
implica necesariamente la distribución del poder, sobre la base de su
descentralización y del reconocimiento de que hay fuerzas regionales activas a
considerar para gobernar mejor. Esto favorece a los gobiernos locales, ya que
por estar directamente vinculados con la base de la sociedad, son el medio por cual el pueblo por sí
mismo, tomando parte activa y constructiva en los asuntos públicos, se procura
los servicios. Es una forma a través de la cual los ciudadanos pueden
participar democráticamente en las diversas esferas de los poderes públicos.
La
descentralización administrativa será tan amplia y profunda como lo sea la
redistribución del poder que alimenta a la descentralización política, consiste
en diversos modos de integrar el poder. La descentralización organiza y
estructura la acción de gobierno, de acuerdo con las condiciones históricas,
sociológicas, políticas, económicas y culturales que las harán posibles.
“Funcionalmente,
cada entidad juega un papel preponderante en la Federación, pero estas tienen
su contexto en los valores, intereses, usos, costumbres y prácticas del poder
que cobran vida mediante patrones culturales y sus respectivas cosmovisiones”.
Una visión
nueva, que incorpora las reformas de tercera generación tiene que ver con la
participación, en este nuevo reparto del poder, de las minorías, especialmente
hablamos de los indios; de la incorporación de atribuciones a la sociedad
civil, la consulta obligada y el diálogo con los grupos sociales a quienes
afectará directamente la legislación como las mujeres, jóvenes, indígenas y con
instrumentos como la iniciativa popular, el referéndum y el plebiscito.
Por el
federalismo, un país se integra como nación, sociedad civil, gobierno y Estado.
Por la descentralización, un país oxigena su unidad política, al dar cabida a
la equidad institucional y material, se fortalece la autonomía y la
personalidad de otros centros de gobierno y se reconoce la pluralidad y
diversidad de la comunidad política.
Es entonces
una necesidad abordar el federalismo en el marco del Estado de Derecho y prever
las dimensiones que debe adoptar el federalismo democrático para la Reforma del
Estado Mexicano, procurando que este se dé en la concepción de un nuevo pacto
federal y que tenga como producto una nueva Constitución. El Federalismo como
base para una Reforma del Estado Mexicano, la división de poderes, el
equilibrio deseable y necesario y el debate de una nueva división político
administrativa y la multiplicación de estructuras de gobierno local que acerca
los instrumentos del Estado a todo tipo de poblaciones.
El Federalismo Democrático tiene que ser
producto de un replanteamiento de las relaciones de poder dadas entre el centro
y los gobiernos estatales y municipales. Tiene que ser producto de la fuerza
creativa de la sociedad civil, correspondiendo al Estado la tarea de coordinar
mediante acciones de gobierno, que los nuevos equilibrios del poder no marginen
o excluyan a grupos, regiones y comunidades.
" No
obstante, en las inéditas condiciones económicas actuales, los gobiernos
locales no pueden limitarse a cumplir con las tareas más elementales, es
necesario que tengan un papel activo y determinante en el desarrollo económico
del territorio a su cargo. De la capacidad para intervenir exitosamente en éste
ámbito dependerá el que diversas regiones alcancen un papel importante en el
mundo de la producción y contribuyan al progreso económico de su país o, por el
contrario, queden al margen de los circuitos económicos y se conviertan en
carga para el resto de la nación".
La
distribución del poder en un país como México es condición de supervivencia
política para acceder a una más amplia y nutrida vida pública. Sin el
Federalismo Democrático que se postula no se llegará a realizar una
descentralización como opción de cambio institucional y como cabeza de los
esfuerzos reformadores para fortalecer la vida política.
Reclamamos el
respeto a la autonomía de las entidades federativas y exigimos que los esquemas
de la Administración Central sean revisados para conseguir una más justa
correlación de fuerzas y una mejor distribución de los beneficios.
Por eso, el
Nuevo Federalismo Democrático es también base para estructurar un sistema de
partidos que pueda institucionalizar la competencia política en su faceta
regional.
El Federalismo
Democrático es una opción de cambio democrático para que la sociedad y el
Estado finquen nuevas bases de relación, consenso y legitimidad. Ha llegado el
tiempo de acabar con la tutela política que anula la autonomía de los gobiernos
estatales y municipales y luchar decididamente por la emancipación
institucional de los gobiernos locales, e instituciones representativas de la
sociedad.
La trilogía
federalismo, municipalismo y democracia son el arquetipo a verter como realidad
institucional para que la estructura del poder sea justa y eficaz.
El binomio
descentralización-federalismo sólo puede realizarse como sistema de gobierno,
siempre y cuando los gobiernos locales y los municipios sean respetados como ámbitos
de autonomía, gestión y realización pública. La República Federal, Democrática
y Representativa es el paradigma a conseguir.
El Federalismo Democrático es una opción de
cambio democrático para que la sociedad y el Estado finquen nuevas bases de relación,
consenso y legitimidad. Ha llegado el tiempo de acabar con la tutela política
que anula la autonomía de los gobiernos estatales y municipales y luchar
decididamente por la emancipación institucional de los gobiernos locales, e
instituciones representativas de la sociedad.
El Federalismo Democrático implica la
reforma del régimen político o si se quiere, la reforma del poder, que implica:
1) el fortalecimiento real y formal del
poder legislativo;
2) el incremento de la representación
política en el órgano legislativo;
3) el reconocimiento real de que los
gobiernos estatales y municipales sean centros con capacidad de decisión
soberana y autonomía;
4) el reconocimiento de que los gobiernos
estatales y municipales tengan autonomía fiscal;
5) que la descentralización política sea
fruto de la redistribución del poder;
6) que se consolide la institucionalidad de
un auténtico sistema de partidos competitivos, nacionales, regionales y
locales, que permita la representación plural plena de las minorías, por medio
de la proporcionalidad y mantenga la representación mayoritaria;
7) por la democratización de la acción
gubernamental en relación con la vida ciudadana;
8) por el fortalecimiento de la autonomía
del poder Judicial;
9) por el diseño y ejecución de políticas
que fomenten el desarrollo regional y
10) por modernizar los sistemas de gestión
pública para facilitar la cooperación interinstitucional entre los diversos
órdenes de gobierno.
El binomio descentralización-federalismo
sólo puede realizarse como sistema de gobierno, siempre y cuando los gobiernos
locales sean respetados como ámbitos de autonomía, gestión y realización
pública. La República Federal, Democrática y Representativa es el paradigma a
conseguir.
El Federalismo Democrático tiene que ser
producto de un replanteamiento de las relaciones de poder dadas entre el centro
y los gobiernos estatales y municipales. Tiene que ser producto de la fuerza
creativa de la sociedad civil, correspondiendo al Estado la tarea de coordinar
mediante acciones de gobierno, que los nuevos equilibrios del poder no marginen
o excluyan a grupos, regiones y comunidades.
La distribución del poder en un país como
México es condición de supervivencia política para acceder a una más amplia y
nutrida vida pública. Sin el Federalismo Democrático que se postula no se
llegará a realizar una descentralización como opción de cambio institucional y
como cabeza de los esfuerzos reformadores para fortalecer la vida política.
El respeto a la autonomía de las entidades
federativas y que los esquemas de la Administración Central sean revisados para
conseguir una más justa correlación de fuerzas y una mejor distribución de los
beneficios.
El Federalismo Democrático es una
opción de cambio democrático para que la sociedad y el Estado finquen nuevas
bases de relación, consenso y legitimidad. Ha llegado el tiempo de acabar con
la tutela política que anula la autonomía de los gobiernos estatales y
municipales y luchar decididamente por la emancipación institucional de los
gobiernos locales, e instituciones representativas de la sociedad.
Esta realidad nos indica que hasta ahora no está presente una
propuesta de Estado y de sistema de relaciones lo suficientemente fuerte como
para que logre verdaderamente ser alternativo a los que hasta ahora están
vigentes. Nos encontramos en un tránsito donde el centralismo autoritario,
definición precisa del presidencialismo, abonado a costa de disminuir las
atribuciones de los estados, ha decidido todos los aspectos de la vida
económica, política, cultural y social de México.
La base para la
planeación democrática es la ampliación de las facultades del Congreso y la
asunción práctica de sus responsabilidades para captar, asignar y fiscalizar
los recursos presupuestales, en consonancia con los requerimientos regionales y
estatales de infraestructura y desarrollo.
La participación de
los sectores productivos en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo El
Poder Legislativo tendrá la facultad de aprobar el Plan Nacional de Desarrollo
y sus programas sectoriales.
LA LIBERTAD POLÍTICA MUNICIPAL
Es fundamental
considerar que cualquier reforma constitucional no debe limitarse sólo al
artículo 115 constitucional sino incluir todos aquellos aspectos que involucran
al municipios, a las relaciones de éste con los poderes estatales y federales y
todos aquellos aspectos que hacen depender económica y políticamente la vida
municipal. Es decir, ampliar las facultades y potestades del municipio en lo
político, en lo financiero y en lo social, un nuevo marco jurídico que
transformen la soberanía popular del ámbito municipal y por tanto dotarlo de
capacidad jurídica para que las ejerza.
La Reforma del
Estado para un Federalismo Democrático implica:
1). La modificación
de las relaciones de los poderes de la Unión con los estados, los municipios y
la sociedad.
2). La modificación
de las relaciones entre el gobierno central con los estados, los municipios y
la sociedad.
3. )Un nuevo vínculo
entre los estados y entre los municipios.
4). Una nueva
relación entre los gobiernos municipales y las juntas auxiliares, las
comunidades, los partidos políticos, las organizaciones sociales y los ciudadanos.
PRESIDENCIALISMO
El presidencialismo no solo es un modo de gobernar,
es un conjunto de normas y de historias que en su conjunto forman un sistema de
pensamiento que organiza y define al sistema político mexicano dominante, de
partido único, hegemónico y mayoritario y a su vez se aplica al partido del
Estado: el PRI. Es una teoría política que se enarbola como explicación a la
estabilidad mexicana. No es solo el referente solo al gobierno o a la
Administración Pública y al Poder Ejecutivo.
El presidencialismo entonces es teoría y método de
gobernar, una práctica desarrollada en todos los niveles, en el Poder Ejecutivo,
en el Legislativo, en el Judicial, en los ayuntamientos, en las organizaciones
sociales y en los gobiernos de las pequeñas comunidades. El presidente, el
Gobernador o el Director, dirigente o jefe, es “El Señor”. Él decide y todos se
someten. Si tiene un jerarca superior se somete, pero a su vez somete a sus
subordinados, hasta llegar al máximo jerarca, al jefe nato del Partido, al jefe
de la Nación: Al Presidente.
En este sistema de gobierno –dice Oscar
Martínez-Peñate- el presidente está investido con la función de jefe del
Ejecutivo o del gobierno, del Estado, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas
y dirige la diplomacia o relaciones internacionales del país.[12]
El presidente puede nombrar de manera
discrecional a los ministros de gobierno o secretarios de Estado; estos últimos
no son responsables políticamente ante la Asamblea; de la misma manera nombra a
cierto personal clave en la administración pública.
El presidente, al igual que los diputados que
conforman la Asamblea Legislativa, son elegidos por el cuerpo electoral del
país, a través del sufragio universal para un período determinado, por lo que
tanto el presidente como la Asamblea Legislativa están investidos con la
representatividad que emana de los ciudadanos y, por lo tanto, sólo responden
de su gestión ante el pueblo.
En la elección de los diputados tiene la
oportunidad de llegar a la Asamblea incluso hasta un sólo diputado que
represente a un partido político pequeño.
En la elección de presidente, el
partido político o coalición que salga victorioso de las elecciones, llega solo
al Ejecutivo, es decir, es "suma cero", el vencedor se lleva todo el
"premio", el cual es indivisible y los perdedores quedan
absolutamente excluidos del Ejecutivo y de la dirección de la administración
pública.
• SEGÚN NUESTRA PERCEPCIÓN, HAY UN PROYECTO ECONÓMICO
EN MARCHA QUE SE APLICA EN EL VALLE METROPOLITANO DE PUEBLA Y TLAXCALA, QUE
SOLO TIENE COMO FIN LA OBTENCIÓN DE JUGOSAS GANANCIAS, A TRAVÉS DEL DESPOJO Y
ESPECULACIÓN DE LA TIERRA, POR ELLO EXISTE UN CRECIMIENTO URBANO DESORDENADO,
CON CLARAS VIOLACIONES A LA NORMATIVIDAD LEGAL, NO SE HAN CONSIDERADO LOS
PROGRAMAS DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL VIGENTES
• EN TODA ESTA ZONA, LOS MUNICIPIOS TAMPOCO RESPETAN
SUS PROPIOS PROGRAMAS DE DESARROLLO URBANO MUNICIPAL, HAY CAMBIOS DE USO DE
SUELO CUANDO SE LES ANTOJA, LAS AUTORIDADES ESTATALES Y MUNICIPALES INCUMPLEN
CON SU OBLIGACIÓN DE ADMINISTRAR EL USO DEL SUELO Y DE LOS RECURSOS NATURALES
RESPETANDO LOS PRINCIPIOS DE DESARROLLO SUSTENTABLE.
• Amenazas y Despojos
• Grupo Sitma (Erick Guerrero de TV Azteca)
• Compras forzadas con pago adelantado cubriendo solo la
mitad
• Calpan. Cercaron, los obligaron a firmar y les dieron
un enganche y no les han vuelto a pagar.
Aeropuerto. Convenio 4
decreto 1974. Expropiación Sta Ana Xalmimilunco, San Pedro Tlaltenango y
Huejotzingo, pero se apropiaron de otras 60 has, más que no son parte de la
afectación y obligaron a los propietarios a firmar convenios. Ahora son
propiedad privada de otras personas. 4 propietarios no firmaron pero los presionan
y amenazan. Cuando los campesinos pretenden cosechar en sus tierras, el
gobierno mete a la policía. El director de tenencia de la tierra Igor Ferrer,
opera en favor de las inmobiliarias como Casas Geo
• Denuncia y red de los actos de amenazas, despojos,
acciones de usucapion, juicios reivindicatorios, despachos dedicados a compra
venta y cambio de uso de la tierra, red de instituciones de servicio y
despachos de litigantes abogados, la Dirección de Tenencia de la Tierrra, el
Registro Público de la Propiedad, el Instituto de Catastro e Intestados, se dedican a investigar y localizar inmuebles intestados que pueden
pasar a la beneficiencia pública y la UAP y promueven juicios de otorgamiento
de escritura con base a contratos, usucapion y compra venta simulada, para lo
cual utilizan a los notarios, invasiones y despojos por parte de grupos
sociales del gobierno y del PRI,
•
Se han desarrollado luchas contra
los decretos de expropiación desde
1960
•
El crecimiento ha continuado
generando una zona conurbada muy amplias con unidades habitacionales, centros
comerciales, universidades privadas, clubes de golf, zonas residenciales
exclusivas, etc Que provocó la
respuesta de las comunidades en contra de la modificación de los usos del
suelo, de los fraccionamientos y la compra silenciosa y agresiva de la tierra.
Todo esto en complicidad, gobiernos federal, estatal y municipales, fedatarios
públicos , con caciques y especuladores
•
Estas resistencia tuvo como
resultado la vida de compañeros Juan y Nazario Parra Xolalpa de Santa María Moyotzingo y José Cruz
Zapotécatl Delgado de Momoxpan, Sebastián Romero Quiroz, de san andrés
Azumiatla. Así mismo han sido encarcelados cientos de activistas y dirigentea
En esta última fase de la lucha, como resultado de los proyectos
carreteros, la respuesta de las comunidades de la zona metropolitana de Puebla,
separadamente, iniciaron la resistencia. Los pueblos de La resurrección,
Aparicio, Tlaltepango y Barranco Honda constituyen el Consejo de Pueblos en
defensa de la tierra de la Malinchio, en contra del libramiento Arco
Norte, Zacatepec, Calpan y demás
pueblos de la zona, por el arco poniente y el Frente de defensa de la tierra de
Azumiatla de San Andrés Azumiatla,
contra el proyecto Puerto aura; el desarrollo del movimiento provoca el
encuentro de todos estos en la marcha del 16 de abril. El Frente de
pueblos en defensa de la Tierra y
el agua Puebla y Tlaxcala, se constituye con la Caravana por el medio ambiente
y la libertad de los presos de Azumiatla.
•
El proceso de industrialización y
crecimiento de la zona metropolitana que data desde los años 60, se inicia con
la construcción de la autopista Puebla-México y de los corredores industriales.
•
Este proceso genera necesidades
para satisfacer servicios municipales como el agua. Además el crecimiento
poblacional desarrolla la expansión de la zona urbana hasta absorver
municipios.
•
Esto provocó el despojo de
tierras, el saqueo del agua, la destrucción de las zonas agrícolas y la pérdida
de la identidad cultural nahuatl.
En respuesta a esto las comunidades se han organizado contra estas
agresiones y han constituido en
defensa del Agua c omo en Santa María Moyotzingo y Xalmimilulco, en 1980,
Xoxtla en 1987, Nealtican y Acuexcómac en 1994, Ocotlán en 1997. en la lucha por la defensa de la tierra
ante la construcción de la autopista Tlalancaleca, Moyotzingo, Xalmimilulco,
Almecatla, entre otros. En 1981 ante la construcción del aeropuerto de
Huejotzingo protestando Zacatepec, Tlaltenango, Huejotzingo y Xalmimilulco. De
la misma firma la construcción de los proyectos Moctezuma, Quetzalcóatl,
Angelópolis , el proyecto Milenium y el periférico.
•
Detener
el crecimiento de la ciudad.
•
No
modificar el uso del suelo.
•
Construcción
de unidades habitacionales populares y ecológicas
•
No
permitir el fraccionamiento de zonas agrícolas
•
Promover
la producción agrícola urbana
•
Captación
y reutilización de agua de lluvia y recarga de mantos acuíferos en parques
industriales, centros comerciales, fraccionamientos y las zonas urbanas.
•
Detener
la perforación de pozos
Azumiatla: Alternativas.
•
Proyecto
integral de y para los campesinos que contemple proyectos productivos,
agrícolas, forestales, pecuarios, turísticos y mineros que generen empleos para
los habitantes.
•
Programa
de desarrollo urbano ordenado, con pleno respeto de los recursos naturales
existentes.
•
Programa
forestal que permita reforestar los bosques para aprovechamiento integral
•
Alternativa
de desarrollo para el Valle de Puebla (Puebla y Tlaxcala)
[1] La política de Vicente fox de impulsar las ONG, como agrupaciones no
clasistas y organizaciones sociales productoras, busca diseñar un modelo
corporativo de convivencia y colaboración entre las clases, provistos de
individualismo coorperativo y la corporación propietaria. (Ver principios de
ONG). Esta puede ser la base para el sindicalismo blanco, católico emanado de
de las encíclicas papales de León XIII Quod
apostolici muneris y la Rerum Novarum
y del pensamiento de los movimientos políticos católicos del interclasismo a
pesar de que acepten la representación democrática, sobre la base de una
representación profesional y de clase. Este ha derivado en el franquismo en el
sindicato mixto de categorías, empleadores, dependientes y expertos. La ONG
Unión Nacional Integradora de Organizaciones solidarias y economía social
(UNIMOSS), constituida el 24 de abril de 2004, con la presencia de 74
organizaciones nacionales y está presidida por Eduardo López Macías, y
Guillermo Velasco Arzac como vicepresidente de asuntos internacionales,
conocido activista del Yunque, a
la cual pertenecen funcionarios de la administración federal de Vicente Fox y
operan principalmente desde FONAES.
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