jueves, 6 de enero de 2011

Movimiento de Reforma Universitaria Democrática. UAP. 1961. Luis Ortega Morales

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Movimiento de Reforma Universitaria Democrática. UAP. 1961

Luis Ortega Morales






Entre los movimientos más importantes de la década de los años '60, encontramos el movimiento de abril de 1961 por la reforma universitaria.  Los estudiantes y un grupo de profesores rompen con la vieja concepción de la Universidad tradicional, propia de eruditos, conservadora de las buenas costumbres sociales de la aristocracia poblana, formadora de buenos padres, buenos hijos, buenas esposas y buenos profesionales.  Reproductora de la moral cristiana, sin ninguna vinculación con los males sociales que traía consigo el desarrollo capitalista, rechazaba la cultura de la "plebe" revolucionaria, tratando de alejar a los universitarios de la problemática de los "sucios obreros revoltosos", de ideas comunistas, y de los campesinos que luchaban por la tierra.
El rompimiento con este modelo de universidad busca a su vez el reencuentro de la educación con los avances científicos de la época; significa el abandono de la toga y el birrete en las graduaciones, en los exámenes profesionales y en las sesiones del Consejo Universitario, que añora el conservadurismo medieval.  Enfrenta a quienes buscan mantener este tipo de Universidad con aquellos que impulsan su transformación científica y cultural adecuando los planes y programas de estudio a las necesidades del desarrollo capitalista del país.  Se buscaba también la modificación de las estructuras de gobierno que frenaban toda expresión democrática e impedían las opiniones críticas de estudiantes y profesores sobre el curso educativo de la UAP en la lucha por la derogación de la ley Orgánica
Como resultado del movimiento por la autonomía universitaria de 1956, el gobierno y la derecha poblana tenían a los universitarios literalmente maniatados y construían una universidad que educara a los jóvenes como defensores de sus intereses y creencias. El gobierno universitario estaba totalmente en manos de la derecha (ver el mes de Agosto de esta agenda).
Dirigido por representantes del sector avanzado del PRI, por grupos mazones y comunistas, el movimiento estudiantil desarrolla su actividad en unidad con las fuerzas democráticas y progresistas; cuenta con el apoyo de la FROC, las secciones 21 del SNTE y del sector juvenil del PRI.




El clero católico, encabezado por el propio arzobispo, arengaba, con la bandera anticomunista, a las fuerzas tradicionalistas y a los universitarios de distintas escuelas, para rescatar los recintos universitarios y construyera una "verdadera universidad católica" de acuerdo con las tradiciones poblanas. 
El ambiente nacional e internacional era un elemento tomado en cuenta para las actividades anticomunistas de éstos grupos.  El movimiento ferrocarrilero de 1958-59, terminado con una fuerte represión oficial y declaraciones hostiles del gobierno, había dejado una estela anticomunista en toda la nación, con la cual se justificaba la represión y el encarcelamiento de los principales dirigentes. También se hacían fuertes campañas publicitarias a través de las que se intentaba demostrar, ideológicamente, los fracasos de la dirección comunista en Cuba. 
El triunfo de la revolución cubana puso a la derecha mexicana en verdadera tensión ante la posibilidad de que se extendiera en México y combatió duramente toda manifestación de apoyo.
En 1960, el general Lázaro Cárdenas convoca a la constitución del Movimiento de Liberación Nacional que pretendía construir un bloque en México para influir políticamente, sobre todo ente el nuevo fenómeno de la Revolución cubana y contrarrestar a la derecha que se manifestaban activamente en toda Latinoamérica. Así se realiza la Conferencia por la soberanía Nacional, la Emancipación y la Paz que se realiza en marzo de 1961, en el marco de la Conferencia Latinoamericana por la Soberanía Nacional, la Emancipación Económica y la Paz, organizando con ese propósito un comité en el que figuraron Julio García Moll, Erasmo Pérez Córdoba, Enrique Cabrera Barroso, Alfonso Yáñez Delgado, Luis Rivera Terrazas e Ignacio Hermoso. En 1962 tal comité participó en el VIII Festival Mundial de las Juventudes por la Paz y la Amistad, que se llevó a cabo en Helsinki, Finlandia, enviando como representantes a Jesús Morales Tapia y Alfonso Yáñez Delgado, quienes por cierto fueron aprehendidos por las autoridades mexicanas a su retorno al país.









Sin embargo, en Puebla, comunistas y priistas, demócratas y progresistas, coincidían en la necesidad de la transformación universitaria y se unificaban en la acción para combatir a las fuerzas reaccionarias. Muchos de los hoy connotados miembros del PRI se identificaban en esta lucha y veían las perspectivas de que las fuerzas de la revolución mexicana dirigieran la UAP. Melitón Morales, Melquiades Morales, Nicandro Juárez, Alfredo Toxqui, Carlos J. Arruti, Rodolfo Pacheco Pulido y Enrique Vargas Ledezma agitaban a los estudiantes universitarios en favor de la democratización universitaria.  Desde la Federación Estudiantil Universitaria Poblana (FEUP), los dirigentes priistas, en unidad de acción con otras fuerzas, dirigían la UAP y preparaban la nueva Ley Orgánica y las consecuentes transformaciones académicas.









1961 representa, en síntesis, la derrota ideológica en el seno universitario de las fuerzas tradicionalistas y el triunfo, en una universidad pública, de las fuerzas gubernamentales que luchaban por el control y la hegemonía de la burocracia política oficial en las instituciones de educación superior.  El triunfo del grupo Carolino, la derrota al Frente Universitario Anticomunista y la derogación de la Ley Orgánica, culminó esta lucha.
Sin embargo, aunque este rompimiento ideológico con la universidad tradicionalista y positivista ponía los cimientos para la transformación universitaria, también significaba un acercamiento a las autoridades federales y al entonces presidente de la República, Lic.  Adolfo López Mateos.
El 17 de abril de 1961, al conocerse la invasión de Cuba por los marinos norteamericanos, los estudiantes de la UAP organizan un mitin de solidaridad con la Revolución cubana en el zócalo de la ciudad de Puebla.  Enrique Cabrera lo describe así: “Al compañero Naval le encomendamos hacer un retrato de Fidel Castro, cosa que hizo en unos costales de cemento.- Yo pinté una manta de apoyo a Cuba. El grupo organizador no pasaba de cinco personas.
“Y en estas pobres condiciones nos presentamos frente al zaguán de la universidad a convocar la manifestación. Una gran multitud de estudiantes nos rodeaban haciendo burla de cuanto hicimos. En ese momento estaban a prueba de fuego los principios que defendíamos en esa forma tan rudimentaria.
“Empezaron a arrojamos globos de agua y cohetes y por momentos naufragamos en el más espantoso de los ridículos. Por fin se reunieron diez gentes y con ellas empezamos a avanzar. Pero solamente fue unos cuantos metros porque el escándalo arreció y nuestros seguidores nos abandonaron en la mitad de la calle. La rechifla y las bromas sangrientas no se hicieron esperar y por momentos sentíamos que aquello era imposible. Sin embargo, lo inesperado sucedió. El presidente de la. Federación, José María Cajica, subió súbitamente al toldo de un automóvil y arengó a la multitud diciéndoles que "el Sr. William Jenkins estaba muy enojado por lo que sucedía en ese momento y que había decidido no dar el dinero para construir la Ciudad Universitaria", "que si los estudiantes apoyaban al comunista Castro él se vería en la necesidad de negar toda clase de ayuda a la universidad".
“Una ola de indignación estalló contra el presidente de la Federación y lo que parecía un fracaso se tomó súbitamente en un fuerte movimiento de apoyo a la Revolución Cubana. Bajaron al presidente de la Federación, y nosotros aprovechamos este momento para arengar a la multitud e invitarla a la manifestación. Pocos minutos después una multitud nos seguía por la avenida Reforma gritando ¡CUBA SI. YANQUIS NO!
“Había nacido la conciencia revolucionaria de los estudiantes poblanos” (AVP)
Durante el acto un grupo de integrantes del FUA, los abuchea y agrede. Posteriormente se dirigen a El Sol de Puebla, periódico perteneciente a la Cadena García Valseca, con el propósito de lapidarlo. Se produce un choque con la policía con un saldo de 15 heridos y estos se refugian en el edificio carolino.
“Los días 18, 19 y 20 circularon profusamente manifiestos, proclamas y volantes en apoyo de Cuba y en contra de los EE. UU. Y de las actividades de los catedráticos tildados de conservadores” (La revista Nuestra República)
El 24 de abril el Frente Universitario Anticomunista (FUA) organiza un mitin en donde se lanzan ataques a la Revolución cubana y a los “agitadores comunistas” enquistados en la UAP “y al terminar este intentaron apoderarse del edificio de la Universidad, pero fueron rechazados por los estudiantes”. El 25 de abril, se realiza una manifestación de apoyo a la Revolución cubana y de repudio a la labor anticomunista que desarrollan el FUA y el clero católico reaccionario de Puebla.  Después del acto, los manifestantes se dirigen al Colegio Benevente -centro de operaciones del FUA- y lo lapidan.  El ejército al mando del comandante de la XXV Zona Militar, general Ramón Rodríguez Familiar, presente en el lugar, permanece a la expectativa a petición de Enrique Cabrera. Los estudiantes solicitan una audiencia con el rector Armando Guerra, con el fin de presentar una denuncia, el cual no los recibe. (entrevista con Zito Vera Márquez 02. 17:48)
Participan, Manuel Máquez, Enrique Cabrera, José Luis Naval, Joel Arriaga, Xicotencatl Romero Parra del INE, Jorge Romero Vargas, profr. Eduardo Arroyo, Salvador Rosales, Francisco Rueda, las reuniones se realizaban en el consultorio del Dr. Manuel Gil Barbosa, Antonio Pérez y Pérez, Ernesto Cruz Quintas, Manuel Guzmán, Ernesto Santillana, .
El 1º.  de mayo de 1961, los estudiantes universitarios toman el edificio Carolino de la UAP, constituyen el Comité estudiantil Poblano, nombrando a Manuel Máquez como su presidente, desconocen al Consejo de Honor y se declaran en huelga, demandando: La derogación de la Ley orgánica y el impulso a una Reforma Universitaria Democrática. Desaparición del Patronato Universitario, Desaparición del Consejo de Honor, y la disolución de Frente Universitario Anticomunista.
Carlos fuentes nos ayuda a entender este movimiento: "Un conflicto interno universitario ha rebasado su marco original para convertirse en el ensayo general de los conservadores mexicanos contra cualquier intento de mejoramiento, económico y progreso cultural del pueblo mexicano. Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla, miembros de una nueva generación consciente de que su deber no consiste ya en prestar homenaje verbal a las conquistas revolucionarias de México, sino en hacerlas efectivas, plantearon desde el mes de abril la necesidad de cumplir dentro de su casa de estudios los requisitos de una educación universitaria moderna. Honradez contra los malos manejos del rector Armando Guerra y sus amigos. Objetividad científica contra la paulatina conversión de la Universidad de Puebla en una cátedra dogmática de la extrema derecha.
Contra estos hechos —la deshonestidad administrativa y la enseñanza confesional— se levantaron, mayoritariamente, los estudiantes universitarios de Puebla. Habían contemplado la formación de un "Consejo de Honor" autofacultado para nombrar y remover rectores, e integrado por miembros o adictos del Partido de Acción Nacional, la Unión Nacional Sinarquista, el Frente Universitario Anticomunista y los Caballeros de Colón. Habían asistido al nombramiento, por el llamado "Consejo de Honor", de directores de facultades afiliados a esos grupos de extrema derecha. Habían sido testigos del hostigamiento de los maestros liberales por miembros del Frente Universitario Anticomunista, introducidos como "estudiantes" en las clases de esos maestros a fin de faltarles sistemáticamente al respeto y obligarlos a renunciar. Habían padecido la sustitución de los maestros liberales por miembros del FUA y profesores religiosos dedicados a denigrar la obra de Juárez y conducir una campaña contra la vigencia del artículo 3º constitucional. Habían soportado la integración de un Consejo Universitario ultra-conservador, la reprobación sistemática en los exámenes de los estudiantes liberales, para impedirles formar parte del Consejo, y las actividades terroristas de los bien pagados miembros del fua dentro de la Universidad. Habían escuchado, de labios de un "consejero universitario", la proposición de sentar a los estudiantes en las aulas en grupos divididos de acuerdo con su posición económica... El movimiento de depuración y libertad universitario fue calificado de "comunista" y los industriales y comerciantes de Puebla declararon que no pagarían impuestos y que cerrarían sus comercios... Ahora, se decidió jugar la última carta: convertirlo en un conflicto religioso. La jerarquía eclesiástica de Puebla intervino para plantear la disyuntiva: con el cristianismo representado por las "fuerzas vivas", el exrector Guerra y los profesores derechistas, o con el comunismo representado por los estudiantes y los profesores liberales.
A través de una carta pastoral del arzobispo de Puebla, desde el púlpito diariamente, en los colegios confesionales privados, con magnavoces y volantes, proclamas e inserciones pagadas, en la ciudad de Puebla y en los pueblos aledaños, la jerarquía eclesiástica, en estos momentos, azuza a los fieles, los cita a concentraciones públicas y define claramente el objetivo inmediato: tomar de nuevo la Universidad de Puebla, reducto del "comunismo", y devolverla a sus legítimas autoridades: la UNS, el PAN, el FUA, los industriales y los comerciantes... Las fuerzas están formadas. De un lado, están los estudiantes, los profesores y los profesionistas liberales de Puebla. Frente a ellos, la organización poderosa de la industria, la banca, el comercio, los sinarquistas, el PAN, el Frente Universitario Anticomunista sostenido por la embajada de los eu, y el clero. En el centro, como siempre , un gobierno que quisiera lavarse las manos y dejar que los problemas se resolvieran solos. Pero esta vez, lejos de contentarse con el escudo de la "iniciativa privada", las fuerzas conservadoras se han descarado y han puesto al frente de la batalla a los sinarquistas y al clero. (Tiempo Universitario. Año 6. Núm. 3, Heróica Puebla de Zaragoza a 12 de febrero de 2003) TU. UAP El artículo 3°, divisa de los estudiantes poblanos (Política, vol. II, núm.26, 15 de mayo de 1961, p.5)

El rector de la UAP Lic. Armando Guerra Fernández, convoca a continuar las labores académicas en una casa particular, ubicada en la 3 Poniente No. 725 (sic. 539) en la cual “estableció su rectoría, con 110 profesores y 300 estudiantes con el apoyo económico y de propaganda del Comité de la Iniciativa Privada y de la Cámara de Comercio, así como de todos los sectores conservadores, dirigidos por el Sr. Abelardo Sánchez García, presidente de ambos organismos. La tónica de toda la propaganda –que salía de la imprenta del Sr. Abelardo Sánchez– consintió en calificar de comunistas a los estudiantes y profesores liberales,a  los cuales denominaron “el Grupo Carolino”. (La revista Tiempo 7/8/61) Una parte de ese gigantesco plan de agitación es la desarrollada por elementos comunistas en la uap, tales como Zito Vera, Enrique Cabrera, Erasmo Pérez Córdoba, Arturo Santillana y Santiago de Illiarte Mathus los cuales, después de su viaje de entrenamiento a la república cubana, han venido desarrollando a las mil maravillas el plan que se les había designado para cumplir." (Karol Méndez Polanco. La derecha poblana ante el movimiento de
Reforma Universitaria. Tiempo Universitario. Año 11, número 8. UAP junio 2008)
Desde entonces aparece la división entre carolinos y Fúas,
El 15 de mayo, el arzobispo de Puebla Octaviano Márquez y Toriz, quien participó de forma muy activa en su XV Carta Pastoral que publicó para que fuera leída y explicada por partes en todas las misas que se oficiaran en su arquidiócesis durante los tres domingos siguientes a su recepción. señala: “tenemos argumentos para afirmar que muchas de las cosas que están sucediendo en nuestra patria y últimamente en nuestra ciudad de Puebla, están ligadas a conjuras internacionales, a todo un plan de destrucción de nuestra civilización cristiana, a un titánico esfuerzo de los poderes del mal para adueñarse de nuestra patria”
Para la iglesia católica, el comunismo, el socialismo y el nihilismo fueron considerados siempre como errores de la vida moderna y condenados en diversas encíclicas. A México y en genral a los países latinoamericanos, por sus condiciones de pobreza y gobiernos liberales los consideraron proclives al comunismo. En especial, el cardenismo fue una muestra de la posibilidad de su adopción en el continente. “Al terminar la guerra, la jerarquía católica mexicana atacó de forma sistemática al Partido Comunista Mexicano, a sus militantes y a los funcionarios estatales que, a su parecer, simpatizaban con la Unión Soviética o tenían ideas comunistas. De forma simultánea, enarboló nuevamente su tradicional argumento de la identificación entre catolicismo y mexicanidad, De esa manera, lo que atacara al catolicismo, sin importar su procedencia, la Iglesia lo hacía aparecer como traición a la patria”. (¡CRISTIANISMO SÍ, COMUNISMO NO! ANTICOMUNISMO ECLESIÁSTICO EN MÉXICO María Martha Pacheco.  2006. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas)
La resolución cubana, el viraje de Castro y posteriormente la posición de México ante la iniciátiva de bloqueo a Cuba, ratificaron su posición. Sin embargo los perjuicios que le trajo a los gobiernos mexicanos el retiro de la inversión norteamericano, los hizo cambiar de opinión. De esta forma, modificaron su discurso internacional en la reunión de la OEA en Punta del Este, Uruguay, que tuvo lugar en agosto de 1961 y pasron a combatir a la izquierda, al PCM y a toda manifestación de simpatía y apoyo a la revoución cubana. Fueron detenidos Dionisio Encinas, Alberto Lumbreras, Miguel Aroche Parra, Valentín Campa y Demetrio Vallejo. " La Iglesia católica lanzó una campaña anticomunista en la que tuvieron una actuación muy importante los movimientos laicos católicos. Esta campaña tuvo un éxito considerable: se organizaron concentraciones masivas de repudio al comunismo, en que los oradores se sucedían de forma ininterrumpida para hablar de los horrores de ese sistema; la leyenda "Cristianismo sí, comunismo no" inundaba las calles, las parroquias y las ventanas de casas y automóviles; se publicaron documentos al por mayor de repudio a la doctrina comunista.
Las publicaciones anticomunistas que vieron la luz en esos momentos no se generaron exclusivamente en el episcopado o fueron realizadas por sacerdotes. También los laicos publicaron escritos anticomunistas y utilizaron los órganos de difusión de sus asociaciones para propagarlos… el padre Velázquez daba cuenta de una reunión de directores nacionales de obras de inspiración cristiana en la que se habló sobre el comunismo y se llegó a dos conclusiones: la primera era iniciar una campaña de oración por Cuba y los países comunistas y la segunda "Lanzar por todo el país esta afirmación '¡ CRISTIANISMO SÍ, COMUNISMO NO !' " Esta afirmación, continuaba el padre Velázquez, era sencilla pero encerraba la postura de la Iglesia católica. Para difundir esa estrategia de actuación se pedía que al día siguiente los señores curas la dieran a conocer a sus feligreses durante las misas. A esta carta se le anexaba un esquema para ampliar la información; en este anexo se afirmaba que cerca de mil millones de personas vivían bajo regímenes comunistas y que el comunismo "No es una amenaza lejana, ya se siente victorioso en Cuba y operante en nuestro país, de una manera abierta y descarada". En los dos primeros años de la década de los sesenta el anticomunismo tuvo una fuerza y una coherencia que no se había visto antes. Esta campaña fue más virulenta en la ciudad de México. Manifestaciones de esta virulencia fueron las concentraciones masivas de repudio al comunismo.
El 15 de mayo de 1961 en la Basílica de Guadalupe se llevó a cabo una concentración anticomunista que reunió a miembros de muchas organizaciones de laicos católicos. La "fervorosa multitud" se calculó en más de cincuenta mil personas. El acto, organizado por el Secretariado Social Mexicano, que tenía como objetivo celebrar el aniversario de las encíclicas Rerum novarum y Quadragesimo anno, se convirtió en una manifestación de repudio al comunismo " 'Cristianismo sí, comunismo no' fue el grito insistente del pueblo católico de México [...], constituyó el más vigoroso rechazo a la perversa doctrina del comunismo ateo"...  En esta campaña anticomunista nacional participaron personajes como Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca y presidente en ese momento de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, quien afirmaba que los padres debían de participar en las organizaciones de padres de familia para contrarrestar la acción comunista en las escuelas de sus hijos. También el obispo Samuel Ruiz advirtió a sus feligreses del peligro comunista. Se hace mención de estos dos obispos tanto por su evolución posterior como miembros destacados del clero progresista mexicano, después del Concilio Vaticano II y la CELAM de Medellín, como por su gran activismo en esta campaña. ” (Ibid)
De la actividad anticomunista de 1961 Contacto, órgano oficial del SSM, opina que: "Fue el año de 1961 un año de despertar de la conciencia cristiana del pueblo: en todas las latitudes el aguijón del comunismo puso en efervescencia nuestros medios. El progreso de las organizaciones católicas es testimonio de ello"(Ibid)
“La campaña anticomunista de principios de los sesenta fue una "de las más eficaces que se hayan desarrollado en el país. Hasta la región más apartada llegó con claridad el mensaje de la posible llegada del comunismo".
Esta campaña involucró de tal manera a los diferentes sectores eclesiásticos que se podría pensar que llegó a peligrar el modus vivendi porque el respeto a los ámbitos de influencia tanto de la Iglesia como del Estado podría haberse terminado; sin embargo, se logró superar la coyuntura. La ruptura del modus vivendi era algo que no les convenía a estas instancias, porque ninguna estaba dispuesta a perder lo ganado. Aunque esta situación de convivencia no era del completo agrado ni de la Iglesia ni del Estado habían aprendido a cohabitar de manera más o menos pacífica. En pocas ocasiones hubo enfrentamiento, la mayoría de las veces hubo acuerdo y apoyo.
Por otra parte esta campaña le fue de gran utilidad a la Iglesia porque demostró que su inserción en la sociedad era algo real y que los organismos que utilizó para hacerse presente, en este caso la CON y el SSM, fueron eficaces en su actuación conjunta. (Ibid)

Durante 90 días se mantuvo la huelga en el edificio carolino de la UAP , contando con una gran solidaridad de grupos de trabajadores, padres de familia, maestros, ferrocarrileros Estudiantes de las secundarias, Venustiano Carranza, Flores Magón y el Instituto Normal del Estado se incorporan al movimiento. El 9 de mayo toma posesión rector al Dr. Julio Glockner Lozada como rector de la UAP, quien propone al Lic. Juan Porras Sánchez como secretario general de la UAP. Y al doctor Ignacio Hermoso como jefe del departamento de Prensa y relaciones. Al mismo tiempo propone un programa y el levantamiento de la huelga para el reinicio el 17 de mayo. El 16 de mayo los universitarios salieron en manifestación a brindarle su total apoyo, la cual fue duramente reprimida por la policía estatal, golpeando a muchas mujeres estudiantes.
El gobierno del estado toma algunas medidas que tienen el propósito de apaciguar el conflicto. Promulga reformas a la Ley Orgánica con un contenido avanzado y al mismo tiempo encarcela a los principales dirigentes del movimiento democrático. Sin embargo, a los pocos días de haber introducido las reformas, procede a derogarlas ante la presión de la Iglesia y de los grupos empresariales. (AVP). Por su participación en este movimiento, Enrique Cabrera Barroso fue encarcelado el 14 de junio acusado de adueñarse ilícitamente del edificio de la Universidad, según denuncia presentada por el rector del consejo de Honor, Armando Guerra; posteriormente detienen a Zito Vera y a Manuel Márquez (LOp. 16/6/61) y es liberado hasta el 22 de agosto de 1962. (Tiempo Universitario. Año 5/ No. 20, 24 de octubre de 2002)
El 22 mayo Fernando Rodríguez Concha amenaza con tomar el Congreso del Estado si este insiste en aprobar las reformas a la ey Orgánica de la UAP y el Comité Estudiantil anuncia una huelga nacional de apoyo al movimiento de Reforma (La Opinión 7/7/61)
El 4 de junio, el arzobispo de Puebla y las organizaciones eclesiales y de la iniciativa privada, convocan a una gran concentración que se cxalcula en cerca de cien mil personas para: "primero vino el encarcelamiento de Enrique Cabrera, uno de los dirigentes más visibles de la izquierda, y, en julio, el despliegue derechista obligó la ocupación militar de las calles poblanas. La fuerza demostrada por la jerarquía católica y por los empresarios cobró su factura al gobierno estatal. Además, junto con la presión que provocó la manifestación católica, el boicot comercial y la suspensión del pago de impuestos, la derecha en Puebla consiguió que el gobernador solicitara al Congreso la revisión de la nueva Ley Orgánica, la cual consideraban otorgaba demasiadas concesiones a las corrientes liberales. Un despliegue de fuerzas de esa envergadura fue efectivo para sus intereses.
Los miembros del Movimiento Familiar Cristiano, de los Caballeros de Colón, de la Acción Católica Mexicana, de las Congregaciones Marianas, de la unpf, etc., representan toda una infraestructura digna de tomarse en cuenta y en serio, desde sus espacios de reunión y de captación, sus oficinas de organización y propaganda, sus congresos y relaciones personales con la jerarquía, su gran poder económico y de formación de cuadros mediante la educación, son toda una maquinaria capaz de inclinar la balanza a favor de un grupo en el escenario político nacional. En Puebla, todas estas organizaciones, lideradas en mayor o menor medida por Márquez y Toriz, se opusieron a la Reforma Universitaria, lograron que se revisara la Ley Orgánica que favorecía al grupo carolino y mandaron a la cárcel a sus líderes. Además de armar una campaña de desprestigio hacia el comunismo cargada más de paranoia que de verdades". ( Karol Méndez Polanco. Ibid)
El 6 de julio la secretaría de Hacienda suspende el subsidio al grupo del Lic. Guerra. También se realizó un paro general de labores en solidaridad con los universitarios carolinos por parte de los estudiantes del Instituto Normal del Estado. El 7 de julio  hace lo mismo la secundaria Venustiano Carranza, el 9  el centro escolar Niños Héroes de Chapultepec y el 10 de julio la secundaria Flores Magón. El 7 de julio se realiza una manifestación universitaria convocada por el Comité estudiantil. Para este mismo día han sido convocados  “los padres de los estudiantes de todos los colegios particulares, así como los alumnos, en la arena Puebla” (Ibid)
Con motivo de la manifestación celebrada el 17 de julio por la derecha poblana, el jefe de información del El Sol de Puebla, escribía en su nota de ocho columnas Repudio a las reformas y al comunismo: “El pueblo se pronunció anoche en defensa de la ley, los principios de autoridad y orden, y en una gran manifestación que recorrió las principales calles de la ciudad, repudió nuevamente al comunismo infiltrado en la Universidad autónoma de Puebla y denunció abiertamente la complicidad del Gobernador del Estado , Fausto M. Ortega con los comunistoides al permitir que la ley –asiento y fuerza de todas las instituciones– fuera pisoteada y desconocida en el caso del antiguo colegio de Estado.
Más de diez mil personas recorrieron la ordenada manifestación las calles aledañas al Palacio de Gobierno y varios estudiantes desde un micrófono instalado en un camión lanzaron la excitativa al pueblo para que se uniera en su protesta contra las autoridades gubernamentales por el atentado cometido contra la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Puebla y contra los principios de autoridad y de orden al haber permitido  que los agitadores y comunistas que se posesionaron del edificio universitario prácticamente hubiesen resultado beneficiados en sus pretensiones, al promulgarse una nueva ley y derogarse la legítima” (ESP 27/7/61)
El 17 de julio realizan otra manifestación en la que “gritaron vivas a México, a las autoridades, a la prensa libre, al cristianismo, a la virgen de Guadalupe y alas autoridades legítimas de la Universidad.
Gritaron también mueras al comunismo, a la prensa roja y a los estudiantes fósiles que detentan el edificio carolino”
El 31 de julio los tres poderes del Estado desconocieron a las autoridades de la UAP y nombraron a un Consejo de Gobierno, con el Lic. Arturo Fernández Aguirre como presidente. El comité coordinador de la Iniciativa Privada y la Cámara de comercio iniciaron una campaña en contra del gobierno del Estado y amenazaron con llevar a cabo , como protesta contra las modificaciones a la Ley Orgánica de la UAP, una suspensión total del pago de impuestos a partir del 1o. De agosto y una aserie de cierres paulatinos de todo el comercio, hasta que las autoridades rectifiquen su actitud” (Ibid.) Con esto la derecha poblana se negaba a aceptar su derrota en su larga pugna contra los liberales y progresistas poblanos, que lograron expulsar de la UAP a los miembros del Opus Dei. De los caballeros de Colón y de la asociación  de las Hijas de María (tiempo. 24 de julio), que dominaban el Consejo de Honor.
*Las citas sin llamada pertenecen a El Sol de Puebla. (ESP 27/17/61)
Tomado del libro La Manipulación de la Fe. Fúas contra Carolinos en la Universidad poblana de Alfonso Yáñez Delgado, buap, 1a. Ed., México 1996. p.139.
El ambiente nacional e internacional era un elemento tomado en cuenta para las actividades anticomunistas de éstos grupos.  El movimiento ferrocarrilero de 1958-59, terminado con una fuerte represión oficial y declaraciones hostiles del gobierno, había dejado una estela anticomunista en toda la nación, con la cual se justificaba la represión y el encarcelamiento de los principales dirigentes.  También se hacían fuertes campañas publicitarias a través de las que se intentaba demostrar, ideológicamente, los fracasos de la dirección comunista en Cuba.  Sin embargo, en Puebla, comunistas y priístas, demócratas y progresistas, coincidían en la necesidad de la transformación universitaria y se unificaban en la acción para combatir a las fuerzas reaccionarias.
Muchos de los hoy connotados miembros del PRI se identificaban en esta lucha y veían las perspectivas de que las fuerzas de la revolución mexicana dirigieran la UAP.
Melitón Morales, Melquiades Morales, Nicandro Juárez, Alfredo  Toxqui, Carlos J.  Arruti, Rodolfo Pacheco Pulido y Enrique Vargas Ledezma agitaban a los estudiantes universitarios en favor de la democratización universitaria.  Desde la Federación Estudiantil Universitaria Poblana (FEUP), los dirigentes priístas, en unidad de acción con otras fuerzas, dirigían la UAP y preparaban la nueva Ley Orgánica y las consecuentes transformaciones académicas.
En 1961 representa, en síntesis, la derrota ideológica en el seno universitario de las fuerzas tradicionalistas y el triunfo, en una universidad pública, de las fuerzas gubernamentales que luchaban por el control y la hegemonía de la burocracia política oficial en las instituciones de educación superior.  El triunfo del grupo Carolino, la derrota al Frente Universitario Anticomunista y la derogación de la Ley Orgánica, constituyéndose la culminación de esta lucha.
Sin embargo, aunque este rompimiento ideológico con la universidad tradicionalista y positivista ponía los cimientos para la transformación universitaria, también significaba un acercamiento a las autoridades federales y al entonces presidente de la República, Lic.  Adolfo López Mateos.  Jesús Morales Lechuga, presidente de la Federación de Estudiantes, en un acto de fe por la transformación universitaria, afirma que los estudiantes "trabajaremos unidos en esta misión, teniendo a la Reforma Universitaria como principio y a la soberanía estudiantil como estandarte". *
La manifestación anticomunista del 4 de junio de 1961 (La Nación,vocero del Partido Acción Nacional, número 1026, 11 de junio de 1961, cuarta de forros).
El triunfo ideológico era un hecho, y la organización estudiantil jugaba correctamente su papel junto con las autoridades de la Institución para lograr la transformación universitaria que el Estado y la burguesía emergente exigían para Puebla.  Sin embargo, la realización de esta transformación en la enseñanza permanecía intacta, y la organización estudiantil se mantenía con las estructura suficiente como para hacer el sector un núcleo unificado con una mayor influencia incluso fuera de la universidad.