sábado, 28 de diciembre de 2013

México SA


México SA

Carlos Fernández-Vega

México SA

En el cuento de nunca acabar, la poderosa "reforma" fiscal que haría "pagar más a quienes ganan más" (Videgaray dixit ) registró el tradicional "giro" de última hora –cortesía del inquilino de Los Pinos en turno– para beneficiar más, como siempre, a quienes pagan menos impuestos o de plano no los pagan. ¿Y quiénes son los que apapacha el decreto presidencial que "suaviza" el "reformón" aprobado por el Congreso? Pues los que cada año reporta la Auditoría Superior de la Federación como los favorecidos por, primero, el otorgamiento de créditos fiscales y, enseguida, la cancelación de los mismos, es decir, los grandes corporativos que consolidan fiscalmente y hoy reciben nuevos estímulos.

Resulta que una semana antes de entrar en vigor (primero de enero de 2014) los cambios fiscales propuestos por el inquilino de Los Pinos y aprobados por el Congreso, "el presidente Enrique Peña Nieto rasuró la reforma hacendaria con la que se pretendía aumentar la recaudación fiscal y eliminar los regímenes especiales, a través de un decreto fechado el pasado 23 de diciembre y publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación . Empresas de los sectores minero, aéreo, turístico, que fabrican la llamada comida chatarra y bebidas azucaradas, importadores de turbosina y hasta de chicles y jugos, así como asociaciones donatarias que manejan fideicomisos, serán beneficiadas con estímulos fiscales de hasta de ciento por ciento del impuesto causado y facilidades administrativas que les permitirá cubrir sus obligaciones en abonos. Todo, con la justificación de atenuar el impacto de los nuevos gravámenes y atendiendo las insistentes demandas de los empresarios" ( La Jornada , Susana González, Juan Antonio Zúñiga y Julio Reyna).

De ese tamaño: el gobierno entrante armo el show para que todos creyeran que domaría a los poderosos "hombres de negocios" que controlan México, para que al final de cuentas éstos resulten más beneficiados de lo que ya estaban. ¿Quién fue el brillante estadista que definió a la democracia mexicana como aquella que está al servicio "de, para y por los empresarios"? ¿Fue Vicente Fox o Enrique Peña Nieto? Qué más da, si para el efecto es exactamente lo mismo. ¿Y dónde quedó Luis Videgaray, quien aseguraba que la Secretaría de Hacienda "está preparada para enfrentar los amparos que la iniciativa privada interpondrá" contra la "reforma" fiscal, que "es justa y progresiva"? Pues en el discurso, porque en los hechos, como siempre, se doblan a la primera.

Allá por marzo de 2007, la Auditoría Superior de la Federación documentó y denunció que los créditos fiscales (producto del incumplimiento de los contribuyentes) sumaban alrededor de 500 mil millones de pesos (en su mayoría impuesto sobre la renta), de los que prácticamente nada se recuperaría (el monto rescatado representó menos de una décima de punto porcentual del total). Con Fox en Los Pinos, el saldo se duplicó, y se concentraba en unos cuantos consorcios (bancos, constructoras, mineras, ingenios azucareros, transportistas, empresas de entretenimiento y comunicaciones, de "alimentos", cuatro clubes de futbol, una compañía editorial, dos cadenas de televisión, y hasta un partido político). Por ley, la ASF no puede revelar los nombres de los beneficiarios, pero en este país aficionado a la concentración del poder y la riqueza no es difícil saber quiénes son. Por si fuera poco, todos ellos obtuvieron devoluciones de impuestos.

Destapada la cloaca, el gobierno calderonista de inmediato "arregló" la situación: en abril de ese mismo año la Secretaría de Hacienda publicó un acuerdo (JG-SAT-IE-3-2007) en el Diario Oficial de la Federación , por medio del cual autorizó la "condonación total o parcial de los créditos fiscales consistentes en contribuciones federales cuya administración corresponda al Servicio de Administración Tributaria, cuotas compensatorias, actualizaciones y accesorios de ambas, así como las multas por incumplimiento de las obligaciones fiscales federales distintas a las obligaciones de pago, a que se refiere el artículo séptimo transitorio de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2007".

Para el cierre de 2011, dicho saldo se aproximó a 685 mil millones de pesos, y año tras año, sin importar a qué partido político pertenezca el inquilino de Los Pinos en turno, se repite el ejercicio: se cancelan los créditos fiscales a los grandes corporativos, y la fiesta sigue adelante para los selectos invitados. Eso sí, la autoridad fiscal se niega a informar detalladamente sobre los beneficiarios, porque, dice, "sería ilegal".

Pasa el tiempo, "reformas" van "reformas" vienen, y lejos de corregirse la afectación al erario, el numerito goza de cabal salud. Así, a escasas semanas de su aprobación, la "reforma" fiscal que haría "pagar más a quienes ganan más" es rasurada, suavizada, o como se le quiera llamar para que los consorcios de siempre sean beneficiados "con estímulos fiscales de hasta de ciento por ciento del impuesto causado y facilidades administrativas que les permitirá cubrir sus obligaciones en abonos. Todo, con la justificación de atenuar el impacto de los nuevos gravámenes y atendiendo las insistentes demandas de los empresarios". Eso sí, para los causantes de a pie ni la más mínima consideración. Por el contrario: para ellos, todo el peso del Estado.

Y sobre esto último desde Zacatecas llega la terrorífica noticia (Alfredo Valadez Rodríguez): "la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales autorizó a la empresa Minera Tayahua, filial de Grupo Frisco, de Carlos Slim Helú, explotar a tajo abierto la mina de cobre subterránea que se encuentra en la comunidad de Salaverna, municipio de Mazapil. El proyecto empezará a operar en 2014 e implica la expulsión de 20 familias que durante dos años rehusaron dejar su comunidad. El área de explotación abarca 300 hectáreas e incluye la apertura de un tajo de más de 40 hectáreas y 230 metros de profundidad. La nueva mina de Carlos Slim produciría diariamente 42 toneladas métricas de cobre catódico con pureza de 99.99 por ciento, de alto valor industrial. El 15 de enero de 2013, Minera Tayahua presentó para evaluación de la Semarnat el manifiesto de impacto ambiental de su proyecto. El 3 de octubre siguiente, la dependencia federal autorizó la nueva mina en Mazapil, ubicada a 15 kilómetros de la mina de oro Peñasquito, de la canadiense Goldcorp, también a tajo abierto".

Así de fácil: en esta República concesionada con la mano en la cintura se expulsa a los 320 habitantes de Salaverna, porque sólo importan los negocios.

Las rebanadas del pastel

Un fuerte abrazo para Marianita en su 12 aniversario.

Twitter: @cafevega

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México cierra el año con muy malas calificaciones de la OCDE

México cierra el año con muy malas calificaciones de la OCDE

Roberto Garduño

México cierra el año con muy malas calificaciones de la OCDE
■ En meses recientes ha reprobado las evaluaciones en seguridad, educación e ingresos
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –integrada por un "club" de 34 países productores de 60 por ciento de bienes y servicios a escala global–, de la que México forma parte, ha reprobado en los meses recientes las políticas aplicadas por la administración de Enrique Peña Nieto en los rubros de salud, educación y seguridad.
En mayo pasado la calificación aplicada en el Índice de mejor vida ubicó a México en el penúltimo sitio de los integrantes de la organización, únicamente por delante de Turquía.
En octubre, ese "club" de naciones que se autoproclaman democráticas y desarrolladas consideró al país como su integrante más inseguro, pues a partir de la tasa de delitos y homicidios registrados, el país obtuvo una calificación de cero.
"México es el Estado miembro que tiene la tasa más alta de asesinatos, pero también es el país donde existe la máxima disparidad regional en estos crímenes. La tasa de homicidios de Chihuahua es 56 veces superior a la de Yucatán".
Incluso los índices revelados por la OCDE colocaron a la República Mexicana en el último puesto en cuanto a educación, y en los más bajos sitios en los ingresos por habitante.
Si bien, ese organismo multinacional es presidido por uno de los economistas neoliberales más connotados en el ámbito del poder político del PRI y del PAN, José Ángel Gurría, los resultados que ha obtenido el país no le dejan bien parado.
Los pequeños avances
En mayo pasado se divulgó un estudio elaborado por la organización, donde se ubicó a México en el último lugar de las "dimensiones" de educación y seguridad. No obstante, el análisis abordó temáticas como la salud, vivienda e ingreso.
El organismo reconoce, mediante el contenido de su estudio, que si bien "en la última década se ha hecho un tremendo esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los habitantes, sobre todo en educación, salud y trabajo, en un gran número de las dimensiones estudiadas México se mantiene por debajo de la mayoría de los países miembros".
La paradoja no fue ajena al estudio, porque los mexicanos encuestados y que participaron en el análisis se dijeron satisfechos con su vida, a pesar de los bajos ingresos que obtienen, demostrándose que para los habitantes de este país el dinero no lo es todo.
Hasta hace algunos meses, el ingreso promedio de los mexicanos alcanzaba los 12 mil 182 dólares anuales, mientras el promedio de los habitantes del resto de los países de la OCDE (33 naciones) ascendió a 22 mil 284 dólares.
Las calificaciones más relevantes para México se dieron en los rubros de satisfacción de vida, con 6.7 de un máximo de 10 puntos, y condiciones laborales, con 7.1, mientras que en educación alcanzó 3.3, en ingresos 0.7 y en seguridad.
El nivel en que la OCDE ubica al país en el Índice de mejor vida también le concede una reducción de la tasa de mortalidad infantil. No obstante, en esperanza de vida se coloca en el más bajo, pues el promedio es de 74 años, y en el resto de las naciones se eleva a 80 años.
En México, para las mujeres el promedio de vida es de 77 años, y de 71 para los hombres, frente al promedio de la organización, en que las mujeres viven 83 años y los hombres 77.
Otro tema que atrae la atención de ese "club" de países es el incremento en las tasas de obesidad, que si bien ha aumentado en todos los países integrantes, para promediar 17.8 por ciento de la población, en México se dispara hasta 30 por ciento, sólo por debajo de Estados Unidos. Este fenómeno generará en el futuro notables problemas de salud, como la diabetes, padecimientos cardiovasculares y asma.
Después de que la organización reveló los resultados de las encuestas, apenas en octubre pasado, se expuso que México es el país más inseguro, concediéndole una calificación de cero. De cero a 10 se describió un nivel bajo en el ámbito en la vida laboral y privada, con 3.3; vivienda, 3.6, y salud, 3.7. Y prevaleció como la mejor calificación para los mexicanos la satisfacción personal con la vida, al mantenerse en 6.7.
En fechas recientes la OCDE también presentó el estudio México: Fortaleciendo las políticas públicas de seguridad y justicia, fundadas en la evidencia, con el propósito de formular y aplicar acciones que enfrenten la alta incidencia de la delincuencia y el aumento de los delitos violentos.
En el rubro de la delincuencia, considerada como un fenómeno territorial en casi todos los países integrantes de la OCDE –esto se intensifica en México–, en el país se registra la tasa más alta de asesinatos y se descubre el vínculo entre los actos ilegales y violentos con otras variables socioeconómicas como el desempleo juvenil.
Para enfrentar esto, señala la OCDE, es necesario realizar esfuerzos adicionales para aumentar el volumen de datos comparativos en el ámbito de la justicia.
Para incidir en mejores condiciones de seguridad en México se requieren, insiste la organización, políticas de seguridad y justicia basadas en evidencia, directa, coherente y sistemática.
Este diario publicó en su edición de ayer que la organización considera que México es el único país –de los que la integran– con notable pérdida de bosques y selvas. En el periodo que comprende 2005 a 2010 se perdieron más de 155 mil hectáreas anuales de vegetación, lo que le ubicó en el sitio vigesimoprimero a escala mundial entre los que pierden la llamada cubierta forestal.
Así comenzaron este año los habitantes de Tepenepantla, en Chimalhuacán, estado de México José Carlo González
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México, único país de la OCDE que pierde bosques y selvas

México, único país de la OCDE que pierde bosques y selvas

Angélica Enciso L.

México, único país de la OCDE que pierde bosques y selvas
■ En 2005-2010 desaparecieron más de 155 mil hectáreas de vegetación al año
México es el único país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que pierde sus bosques y selvas. En el periodo 2005-2010 se perdieron más de 155 mil hectáreas anuales de vegetación, lo que colocó al país en el lugar 21 mundial entre aquellos que pierden cubierta forestal.
Esto señala el programa sectorial de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) 2013-2018, donde se precisa que esta pérdida de ecosistemas no sólo tiene efectos sobre la biodiversidad, sino también significa la desaparición de oportunidades para aprovechar sustentablemente los recursos naturales y sus servicios ambientales, así como para proporcionar beneficios económicos a sus propietarios.
El capital forestal se ve amenazado por la pérdida y la degradación de las zonas boscosas y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los costos económicos del agotamiento de los recursos forestales, que incluyen las pérdidas por aprovechamiento forestal, deforestación e incendios forestales, en 2011 sumaron 15 mil millones de pesos, es decir, 0.1 por ciento del PIB, indica el documento. Esta cifra es casi tres veces mayor que el valor de la producción maderable nacional en 2011, calculada en 6 mil 369 millones de pesos.
Aun con la riqueza forestal, los volúmenes de producción maderable han permanecido por debajo del potencial de los bosques y con una tendencia a la baja en la última década. Entre 2001 y 2011, agrega, la producción maderable cayó cerca de 30 por ciento, ya que pasó de 8.1 millones a 5.7 millones de metros cúbicos de madera en rollo por año.
En cuanto a conservación, el documento apunta que alrededor de 56 por ciento (98) de las áreas naturales protegidas del país carecen de un programa de manejo publicado y en 25 de ellas hay conflictos por la delimitación de los polígonos con serios procesos de degradación, por lo que es necesaria su revisión para confirmar su estado de protección. Señala también que una parte importante de la riqueza biológica nacional se encuentra en riesgo y detalla que, de acuerdo con la norma oficial mexicana 059, que enlista a la biodiversidad en alguna categoría de riesgo, hay 2 mil 606 especies, muchas de ellas emblemáticas, como el jaguar, el águila real, el quetzal y la vaquita marina. Entre las plantas los grupos con más especies en riesgo son las cactáceas, orquídeas, palmas y agaves.
Precisa que en el caso de la fauna, los grupos con más especies en riesgo son los reptiles, con 54.4 por ciento de las especies conocidas en el país; aves, 33.5; mamíferos, 45.2 por ciento; anfibios, 53.7, y peces, 7.5 por ciento.
"El riesgo en que se encuentran muchas especies de plantas y animales mexicanos se debe principalmente a que no se ha logrado detener la pérdida y degradación de los ecosistemas", indica el documento.
Sumado a esto, agrega, desde la segunda mitad del siglo pasado la superficie de ecosistemas naturales del país se redujo significativamente para transformarse en terrenos agropecuarios, zonas urbanas y obras de infraestructura. Hasta 2011, 28.7 por ciento del territorio nacional había perdido sus ecosistemas naturales y el restante 71.3 los mantenía con diferentes grados de conservación.
Vista de la zona boscosa de Ocuilan, estado de México, devastada por grupos organizados de taladores clandestinos Agencia MVT
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jueves, 26 de diciembre de 2013

Saqueo de mineras, peor que el de España en la Conquista y la Colonia

Saqueo de mineras, peor que el de España en la Conquista y la Colonia

Andrea Becerril

Saqueo de mineras, peor que el de España en la Conquista y la Colonia

■ PRD denuncia que modificaron la reforma energética para incursionar en ese sector

El saqueo de oro, plata y otros minerales del país que realizan las empresas mineras que operan en México, y que en su mayoría son canadienses, es superior al que llevó a cabo España durante la época de la Conquista y la Colonia, y lo peor es que la reforma energética recién aprobada les permite participar también en la explotación de petróleo y gas, advirtieron senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Dolores Padierna y Alejandro Encinas señalaron, en entrevistas por separado, que a las empresas mineras desde la época de Carlos Salinas de Gortari se les permite violar la ley, contaminar regiones, mantener a los trabajadores con bajos salarios y pésimas condiciones de seguridad y llevarse la mayor parte de la riqueza fuera del territorio nacional.

La senadora Padierna expuso que son un buen ejemplo de cómo operan las trasnacionales en México. Las compañías mineras cuentan con un marco jurídico de excepción, que les permite pagar sólo 0.3 por ciento de impuestos directos a la producción, "una cifra ínfima, si se compara con el 71.1 por ciento con que se grava la extracción de hidrocarburos". Sus utilidades por ello, detalló, son de 93.5 por ciento.

Negociaciones de madrugada

Tienen tal poder, recalcó, que lograron a última hora presionar para que se cambiara en su beneficio el dictamen de la reforma energética, en la madrugada del pasado día 10. El texto original, que se aprobó en comisiones, establecía en el artículo octavo transitorio que los títulos de concesión que tienen en la actualidad no les dan derecho a explorar y extraer petróleo y lo demás hidrocarburos, sólidos, líquidos o gaseosos, ni el gas asociado a los yacimientos de carbón.

Recordó que ello quedó en el proyecto de dictamen que se discutió en las comisiones de Puntos Constitucionales, de Energía y de Estudios Legislativos, pero horas después, ya ante el pleno, apareció modificado ese octavo transitorio, para permitirles un doble uso de las concesiones que ya tienen e incursionar en la industria petrolera.

Para lograrlo, los representantes de las mineras acudieron esa misma madrugada del 10 de diciembre pasado a entrevistarse con el presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna, sostuvo.

La senadora Padierna hizo notar que el problema es grave, porque las compañías extranjeras y las pocas empresas nacionales existentes tienen casi un cuarto del territorio nacional concesionado y extraen del subsuelo una riqueza que es de todos los mexicanos, pero con la autorización tácita del gobierno federal la usan sólo en su beneficio.

Por ello, a pesar de la gran riqueza del país en oro, plata, platino, cobre y otros metales, la participación de la minería en el producto interno bruto (PIB) es de apenas de 4 por ciento.

Las empresas canadienses tienen en sus manos 95 por ciento de la producción de oro y plata y 97 por ciento de la de cobre y se quedan con la mayor parte de las ganancias.

La senadora perredista hizo notar que, de acuerdo con un estudio del investigador Carlos Alberto Durand de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de 2005 a 2010, las trasnacionales mineras obtuvieron 552 mil millones de pesos por la explotación de metales, pero sólo pagaron 6 mil 500 millones de pesos de impuestos al Estado mexicano.

Sobre el tema, el senador Encinas resaltó que desde Salinas de Gortari los gobiernos de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) han sido totalmente obsequiosos con las mineras, e incluso en la pasada reforma hacendaria y fiscal el gobierno de Enrique Peña Nieto se opuso a que se incrementaran los bajísimos impuestos que ahora pagan, de menos de medio punto porcentual, al 10 por ciento con que, por ejemplo, se grava la actividad minera en Chile.

En general, dijo, la complacencia del gobierno ha sido tal en las últimas décadas, que se les cobran –en la Ley Federal de Derechos– en función del numero de hectáreas que tienen en concesión y no del valor y volumen de la producción que realicen.

Agregó que la actual ley minera prevé sanciones bajísimas a los empresarios que violentan disposiciones, por lo que Grupo México, de Germán Larrea y las mineras canadienses pueden pasar por encima de los derechos laborales de los trabajadores o quedar impunes frente a accidentes provocados por su irresponsabilidad, como el caso de Pasta de Conchos.

Por separado, la también perredista Iris Vianey Mendoza resaltó que es necesaria una nueva ley minera que mantenga la rectoría del Estado en esa actividad, dé preferencia al pleno respeto a los derechos humanos, a las garantías de las comunidades y pueblos indígenas y a la preservación de los recursos naturales.

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Urgente crítica a la ideología económica

Urgente crítica a la ideología económica

Manuel Pérez Rocha

Urgente crítica a la ideología económica

El saqueo que significa la "reforma energética" se impone por la ambición de poderosos intereses políticos y económicos, la complicidad interesada de gobernantes y legisladores, y el apoyo de una "ideología económica" ad hoc . Al margen de discusiones jurídicas y políticas, el argumento central para imponer la llamada reforma energética es "económico". El discurso tiene varios niveles: para el pueblo en general se ha puesto en marcha una demagógica y avasalladora campaña publicitaria que afirma que con las reformas se abatirá la pobreza, se generarán empleos y se reducirá el costo de electricidad, gas y gasolina. Para los círculos políticos y dirigentes se pregona una argumentación más elaborada: llegarán cuantiosas inversiones, "despegará la economía", crecerá el PIB, se elevarán productividad y "competitividad". Para los actores más influyentes (grandes capitales nacionales y extranjeros y comisionistas) se incluye la promesa de participar en el negocio.

El insistente discurso económico tiene eficacia propagandística porque éste es un campo colmado de vaguedades, eufemismos (por ejemplo, a la especulación se le llama "mercados"), tecnicismos y engaños que se usan al gusto. De entrada, la palabra economía se usa con propósitos políticos en expresiones como "nuestra economía" o la "economía mexicana", para cuyo "crecimiento" son necesarias las reformas estructurales. ¿Nuestra? ¿Mexicana? y, ante todo ¿qué se entiende aquí por "economía"?

"Economía" es una de las palabras que aparecen con más frecuencia en noticiarios de radio y televisión, prensa, en los discursos de candidatos y políticos de los partidos, incluso asoma asidua en los sermones de las iglesias. Por tanto, con esta palabra (y los múltiples significados que genera) la población construye parte sustantiva de su imagen de la realidad, de su visión del mundo, y con ella determina su actuar. Véase el efecto apaciguador de la expresión "crisis económica" (hasta quien tiene el peor empleo vive pacientemente agradecido por poder sortear esta especie de fenómeno natural inevitable). Llamarle "crisis del capital" o "crisis de los negocios" tendría un efecto distinto.

Por sus múltiples significados, la palabra "economía" es una herramienta eficaz de manipulación y engaño. Las previsiones de "crecimiento de nuestra economía" (identificado con el crecimiento del PIB), hechas por cualquier organismo o experto, son noticia de primera plana; a páginas interiores se mandan noticias como los movimientos sociales o los fraudes electorales. Hace unas semanas tal previsión bajó una décima de punto porcentual y fue la noticia más importante de la semana en prensa, radio y tv, no obstante que eso nada significa, pues el famoso PIB es en sí mismo un engaño. Cualquier estudiante de primer año de "economía" sabe que este indicador no significa lo que se quiere que signifique, y que este engaño fue advertido por su inventor, Simon Kuznets. ¿No lo sabrán Peña, Carstens, Videgaray, el PAN y el PRD?

En la descripción del mundo contemporáneo se han impuesto expresiones como economías "emergentes", "subdesarrolladas", "desarrolladas", "economía mundial", degradando a países y pueblos a la categoría de un objeto de valor monetario llamado "economía". Pero ¿qué es "una economía"? En inglés se usa economy para referirse "eso" que crece o no crece, que está o no en crisis, que es "desarrollada" o "no desarrollada", o "subdesarrollada", o "en vías de desarrollo"; y en ese idioma se usa la palabra economics para referirse a la ciencia que estudia a "eso", la economy . Son interminables los debates acerca de lo que es o debe ser la economics . En castellano, para hacer más confusas las cosas, llamamos "economía" a la ciencia que estudia… "la economía".

"Economía es un apoyo cariñoso para el capital", dice Hans Magnus Enzensberger refiriéndose a "la cosa" en un lúcido y ameno ensayo que debe ser leído por todo "economista". Con base en un concepto abstracto, resbaloso –la "economía", en su doble sentido de "ciencia" y de "cosa indefinida estudiada por esa ciencia"– se han construido enormes castillos; secretarías y ministerios, escuelas, facultades e institutos universitarios, consultorías y think tanks de derecha y de izquierda, y organismos gremiales que hermanan a gran variedad de "economistas", a pesar de que entre ellos mismos se confiesan convicciones políticas y filosóficas antagónicas que debieran conducir a conceptos y teorías de economía irreconciliables. Evidentemente, sacudir los cimientos "conceptuales" de dichos castillos es una tarea peligrosa, casi un suicidio.

El término "economía" debe ser desdoblado o descompuesto en sus múltiples significados, cargados de contenido político y ético, entre los cuales se encuentran capital, negocios, comercio, producción de bienes, y sobre todo uno olvidado desde hace años: patrimonio nacional, central para la discusión de la reforma energética. Sin duda la reforma energética va a desarrollar grandes negocios, que tramposamente se identifican con "nuestra economía", pero significa el robo de una parte sustancial de lo que más justamente debe identificarse como "nuestra economía": el patrimonio nacional.

Hace más de 2 mil 300 años Aristóteles advirtió las graves consecuencias que tendría confundir economía con crematística. Reléase, parece haber sido escrito ayer. Hoy, a sabiendas de que los análisis "económicos" convencionales son una ficción, se ha inventado un curioso concepto: "economía real". Es necesario encontrar el nombre justo de las cosas y llamarlas por su nombre. ¿Qué nombres merece la "economía" que no es real?

Lograr que sectores amplios de la población participen organizadamente en la defensa de "nuestra economía" y el rechazo a las "reformas estructurales" implica construir un lenguaje y un discurso claros y precisos que permitan distinguir entre el saqueo y "el desarrollo de nuestra economía". Tarea en la que la academia (particularmente "economistas" y filósofos) y "los medios" críticos tienen una deuda urgente de saldar. La semana próxima habrán pasado 20 años de que Salinas prometió que con el TLC México se convertiría en una "economía de primer mundo". Hoy, la "economía" de 60 millones de mexicanos es la pobreza.


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miércoles, 25 de diciembre de 2013

De la muerte y otras coartadas


De la muerte y otras coartadas

De la muerte y otras coartadas

Diciembre del 2013.

"Uno sabe que ha muerto cuando las cosas que lo rodean han dejado de morir." Elías Contreras. Profesión: Comisión de Investigación del EZLN. Estado Civil: Difunto. Edad: 521 años y contando.

Es madrugada, y si a mí me preguntaran, que no lo han hecho, diría que el problema con los muertos son los vivos.

Porque luego suele aparecer esa disputa absurda, ociosa e indignante por su ausencia.

El " yo los conocí-vi-me dijeron " es sólo una coartada que oculta el " yo soy el administrador de esa vida porque administro su muerte ".

Algo así como el " copyright " de la muerte, entonces convertida en mercancía que se posee, se intercambia, circula y es consumida.  Vaya, hasta hay establecimientos para ello: libros de historiografía, biografías, museos, efemérides, tesis, periódicos, revistas y coloquios.

Y está esa trampa de la edición de la historia propia para limar errores.

Se usan entonces a los muertos para sobre de ellos levantarse un monumento.

Pero, según mi humilde opinión, el problema con los muertos es sobrevivirlos.

O se muere uno con ellos, un poco o un mucho cada vez.

O se adjudica uno mismo el título de vocero de ellos.  Al fin y al cabo no pueden hablar, y no es su historia, la de ellos, la que se cuenta, sino que se justifica la propia.

O se puede también usarlos para pontificar con el aburrido " yo a tu/su edad ".  Cuando la única forma honesta de completar ese chantaje barato y nada original (casi siempre dirigido a jóvenes e infantes), sería rematar con un " había cometido más errores que tú/usted ".

Y, detrás del secuestro de esos muertos, está el culto por la historiografía, tan de arriba, tan incoherente, tan inútil.  Eso de que la historia que vale y cuenta es la que está en un libro, una tesis, un museo, un monumento, y en los equivalentes actuales y futuros, que no son sino una forma pueril de domesticar la historia de abajo.

Porque están quienes viven a costa de la muerte de otros, y sobre su ausencia construyen tesis, ensayos, escritos, libros, películas, corridos, canciones, y otras formas más o menos estilizadas de justificar la inacción propia… o la acción estéril.

El "no has muerto" puede no ser más que una consigna, si nadie sigue caminando.  Porque en nuestro modesto y no académico punto de vista, lo que importa es el camino no el caminante.

Y, aprovechando que estoy rebobinando esta cinta de días, meses, años, décadas ya, pregunto, por ejemplo:

Del SubPedro, del señor Ik, de la comandanta Ramona ¿valen sus árboles genealógicos? ¿Sus ADN? ¿Sus actas de nacimiento con nombre y apellidos?

¿O lo que vale es el camino que con los sin nombre y sin rostro –es decir, sin linaje familiar y/o escudo heráldico- anduvieron?

De SubPedro ¿vale su nombre real, su rostro, su modo, recogidos en una tesis, una biografía –es decir, en una mentira documentada a conveniencia-?

¿O vale la memoria que de él hay en los pueblos que organizó?  Seguro que los fanáticos de la religión lo hubieran acusado, juzgado y condenado por ser ateo, y los fanáticos de la raza también, pero por ser mestizo y no tener la piel del color de la tierra, en ese racismo inverso que se pretende "indígena".

Pero la decisión de luchar de SubPedro, del Comandante Hugo, de la Comandanta Ramona, de los insurgentes Álvaro, Fredy, Rafael, ¿vale porque alguien le pone nombre, calendario, geografía?  ¿O porque esa decisión es colectiva y hay quien sigue?

Cuando alguien vive y muere luchando, ¿nos dice en su ausencia "recuérdenme", "hónrenme", "cárguenme"?  ¿O nos impone "sigan", "no se rindan", "no claudiquen", "no se vendan"?

Quiero decir, yo siento (y hablando con otros compas sé que no es sólo mi sentimiento) que la cuenta que tengo que darle a nuestros muertos es qué se ha hecho, qué falta y qué se está haciendo para completar lo que motivó esa lucha.

Probablemente esté equivocado, y alguien me diga que el sentido de toda lucha es perdurar en la historiografía, la historia escrita o hablada, porque es el ejemplo de los muertos, su biografía administrada, la que motiva a los pueblos a luchar, y no las condiciones de injusticia, de esclavitud (que es el nombre real para la falta de libertad), de autoritarismo.

He platicado con algunas compañeras, compañeros, zapatistas del EZLN.  Cierto, no con tod@s, pero sí con quienes todavía puedo ver, con quienes puedo estar.

Hubo tabaco, café, palabras, silencios, acuerdos.

No fue el ansia de perdurar, sino el sentido del deber lo que nos colocó aquí, para bien o para mal.  La necesidad de algo hacer frente a la injusticia milenaria, esa indignación que sentimos como la característica más contundente de "humanidad".  No pretendemos lugar alguno en museos, tesis, biografías, libros.

Así que, en el aliento postrero, una zapatista, un zapatista, nos preguntamos "¿ me recordarán?" O nos preguntamos " ¿se dio un paso en el camino? ", " ¿hay quién lo sigue andando? "

Nosotras, nosotros, cuando vamos a la tumba de Pedro, ¿le decimos lo que hemos hecho para que lo recuerden o le contamos lo que se ha hecho en la lucha, lo que hace falta (siempre falta lo que falta), lo pequeños que somos aún?

¿Le damos buenas cuentas si tomamos el "Poder" y si le levantamos una estatua?

¿O si le podemos decir " Oí Pedrín, aquí seguimos, no nos vendimos, no claudicamos, no nos rendimos"?

Y, bueno, ya en esto de cuestionar…

Esto de tomar otro nombre y ocultar el rostro, ¿es para escondernos del enemigo o para desafiar su escalafón de mausoleo, su nomenclatura jerárquica, sus ofertas de compra-venta así sea disfrazadas de puestos burocráticos, premios, loas y alabanzas, clubes grandes o pequeños de seguidores?

/ sí mi buen, los tiempos cambian, antes al maestro o maestra –o al equivalente de mandarín del conocimiento- se le cortejaba cargándole los libros, lisonjeando sus palabras, mirándol@ con arrobamiento.  Ahora se postea en sus escritos, se dan "likes" en sus páginas web, se suma en el número de seguidores que trinan desordenados …/

Quiero decir, ¿nos importa quiénes somos?  ¿O nos importa lo que hacemos?

La evaluación que nos interesa y afecta, ¿es la de afuera o la de la realidad?

¿La medida de nuestro éxito o fracaso está en lo que de nosotros aparezca en los medios de paga, en las tesis, en los comentarios, en los "pulgares arriba", en los libros de historia, en los museos?

¿O en lo logrado, lo fallado, lo acertado, lo pendiente?

Y rebobinando más…

De la Chapis, ¿importa que era creyente y una cristiana consecuente, o importa que vivió y luchó, con y en su ser cristiana, por quienes nunca la conocieron?   Seguro que los fanáticos del ateísmo la hubieran acusado, juzgado y condenado por no profesar la religión de los ismos que pretende monopolizar la explicación y dirección de todas las luchas.

Alguna vez, después de leer "El Evangelio según Jesucristo" de José Saramago, la Chapis buscó al literato y compañero para decirle no sólo que no le gustaba su libro, también que ella iba a escribir su propia versión del tema.  ¿Importa si llegó a encontrarse con Saramago, si le dijo eso, si escribió su versión?  ¿O importa su decisión de hacerlo?

Y del Tata Don Juan, ¿vale sólo por sus apellidos "Chávez Alonso", su sangre purépecha, el sombrero que más lo cubría y lo mostraba, como si un pasamontañas portara?  ¿O vale también por los caminos que se honraron con su paso originario en varios continentes?

Las niñas y los niños asesinados en la Guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, México, que apenas alcanzaron unas letras de biografía, ¿valen por las líneas y minutos que alcanzaron en los medios de comunicación?  ¿O valen por la sangre que sangre y vida les dio, y ahora se empeña en una digna terquedad que busca justicia?  Porque esos niños y niñas valen también ahora, aunque ausentes, por los padres y madres que con su muerte parieron.

Porque la justicia, amigos y enemigos, es también evitar que se repita la injusticia, o que cambie de nombre, de rostro, de bandera, de coartada ideológica, política, racial, de género.

-*-

Quiero decir, nosotros (y otr@s como nosotros, muchos, muchas, tod@s) luchamos por ser mejores, y aceptamos cuando la realidad nos dice que no lo hemos logrado, pero no por eso dejamos de seguir luchando.

Porque no es que acá no honremos a nuestros muertos.  Lo hacemos, sí.  Pero es que luchando lo hacemos.  Todos los días, a todas horas.  Y así hasta que miremos el suelo, primero al mismo nivel, luego hacia arriba, cubriéndonos con el paso compañero.

-*-

En fin, se alargan las cuartillas y con ellas crece también la certeza de que todo esto no le importa a nadie, que no es trascendente, que no es lo que la-Nación-el-momento-histórico-la-coyuntura demanda, que es mejor contar un cuento… o hacer una biografía… o levantar un monumento.

Y de las 3 cosas, estoy firmemente convencido de que la única que vale la pena es la primera.

Así que les contaré, tal y como me la refirió Durito, la historia del Gato-Perro (ojo: ahora sí leer "rebobinar 3").

Vale.  Salud y, de los muertos, mirad sobre todo el camino que su paso anduvo, que aún necesita pasos que lo caminen.

El Sup acomodándose el pasamontañas con macabra coquetería.

P.D. QUE TOMA PARTIDO EN UN DEBATE REALMENTE DE ACTUALIDAD.- "Los videojuegos son la continuación de la guerra por otros medios", sentencia Durito.  Y agrega: "En la milenaria lucha entre los fanáticos del PS y el Xbox sólo puede haber un perdedor: el usuario".  No me atreví a preguntarle a qué venía eso, pero supongo que más de un@ entenderá.

P.D. DEMASIADO EXTENSA PARA CABER EN UN " TUIT" (debe ser por lo abultado de la factura).- El autodenominado "gobernador" de Chiapas, México, ha declarado solemnemente que su administración "se ha apretado el cinturón" con un programa de austeridad.  Como muestra de su decisión, se ha gastado más de 10 millones de dólares en una campaña publicitaria nacional que no por masiva y costosa es menos ridícula… e ilegal.  Pero como algunos medios se llevan su tajada, el "imberbe", "inexperto" e "inmaduro" empleado de un negocio que ni es partido, ni es verde, ni es ecologista, ni es de México (bueno, ni él es gobernador, así que para qué detenerse en detalles) es ahora, en las páginas y segmentos de la misma prensa que lo atacaba por "niñato", un "hombre de Estado" que no gasta en su promoción personal, sino "en atraer turismo a Chiapas".  Sí mi buen, ya las agencias turísticas lanzan el turipaquete " Conozca al Güero Velasco ", en plan " all included " que viene con un " kit " con anteojeras para no ver a los grupos paramilitares, ni la miseria y el crimen que pululan en las principales ciudades chiapanecas (Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Comitán, Tapachula, Palenque), en una entidad donde se supone que los indígenas sean los pobres, no los mestizos.  Si el gran ladrón, Juan Sabines Guerrero, pagó millonadas a los medios para simular gobierno donde sólo hubo despojo, el actual "junior" de la política local paga más porque ha aprendido, del actual titular del Ejecutivo Federal (creo que se llama Enrique Manlio Emilio… ¿no? ¿ya ven lo malo de no tener cuenta en tuiter ?), que se puede pasar de una averiguación judicial a una lista de candidatos presidenciales para el 2018, con sólo algunas decenas de millones de dólares, un buen Photoshop y una telenovela rosa.

P.D. DE COYUNTURA REITERADA.-  Permítame usted, dama, caballero, señor, señora, señorita, niño, niña, otroa .  Permítame que, impertinente al fin, no le deje cerrar la puerta y quedarse solo, sola, rumiando su frustración y buscándole responsables, que es así como rabian quienes tienen un altar fijo y un ídolo cambiante.  Y si no pongo el pie para evitar que cierre usted la puerta y quede a salvo en su castillo de dogmas, y, en cambio, meto las narices donde no me toca, acháquelo usted a mi nariz, ya de por sí impertinente en tamaño y forma.  Ande, permita que interrumpa su odio amortiguado, seco, estéril, inútil.

Venga, sosiéguese, tome asiento, respire hondo.  Sea fuerte y compórtese con estudiada sensatez, como esas parejas que se separan "como personas maduras" aunque se mueran de ganas por romperle la cabeza al susodicho… o susodicha (no olvidar la equidad de género).

¿De modo que, cuando ustedes obtienen algo es por su solo esfuerzo?  Ah, pero cuando cosechan una derrota, ahí sí democratizan la responsabilidad… y se autoexcluyen.  "Los foros son una farsa", sentenciaron.  "No se aceptan encapuchados", decretaron (y ni pensar en poner una reclamación en la CONAPRED por discriminar la forma de vestir).  "Sólo nosotros solos triunfaremos y la Nación nos estará eternamente agradecida, estarán nuestros nombres en libros de texto, congresos, estatuas, museos", se alegraron de antemano.

Luego pasó lo que pasó y, como antes, ahora voltean a ver a quién culpar del fracaso de esa lucha arriba.  "Faltó la unidad", dicen, pero piensan "faltó que se subordinaran a nuestra dirección".

El despojo disfrazado de reforma constitucional no inició en este gobierno.  Empezó a formalizarse con Carlos Salinas de Gortari y su reforma al artículo 27.  El despojo agrario fue entonces "cubierto" por las mismas mentiras que ahora envuelven las mal llamadas reformas: ahora el campo mexicano está completamente destrozado, como si un paquete de bombas atómicas lo hubiera arrasado.  Y pasa ya con el total de las reformas.  La gasolina, la energía eléctrica, la educación, la justicia, todo será más caro, de peor calidad, más escaso.

Antes de eso y aún antes de las actuales reformas, los pueblos originarios eran y son despojados de sus territorios, que lo son también de la Nación.  El oro líquido moderno, el agua y no el petróleo, ha sido hurtado sin que eso llame la atención de los grandes medios.  El hurto del subsuelo, tan claramente denunciado en la cátedra Tata Juan Chávez Alonso por el Congreso Nacional Indígena, apenas recibió unas cuantas líneas desganadas en la prensa de paga que hoy lamenta que EL PUEBLO, esa entelequia tan a modo político mediático, no haga nada para frenar el robo legal e ilegítimo que se titula "reforma energética".  El despojo es todos los días y en todas partes.  Pero es hasta ahora que se dice que la Patria fue traicionada.

Y ahora usted, que fue sordo, se indigna porque no lo escuchan ni siguen.

Y dice que no se hace nada porque no ve nada.  Dice y se dice: "vale lo que YO hago o lo que bajo mi tutela, en mi calendario y en mi geografía se hace.  Lo demás, no existe porque no lo veo".

¿Y cómo podría ver algo si usa las anteojeras que el Poder le regala?

¿Ahora descubre que el Estado no sólo renuncia a ser un amortiguador en el vendaval de despojos que es el Neoliberalismo, sino que, además, acude presuroso a disputarse las migajas que el verdadero Poder le arroja?

Mire usted, lo que pasa es que el mundo es redondo, da vueltas, cambia.  Y de poco o nada le puede servir ese catálogo de evidencias duales: izquierda y derecha, reaccionario y progresista, antiguo y moderno, y sinónimos y antónimos tan de moda en la política de arriba.

Mire, lo que ocurre es, simple y sencillamente, que su pensamiento está decrépito.

Y empezó a vencerse en el momento mismo en que decidió abrazar al de arriba (usando el viejo truco –que ahora se les revierte- de derecha-izquierda-progresista-reaccionario, inventándose coartadas y vistiéndolas de las mismas palabras que hoy le entrampan), olvidando que los de arriba no aceptan abrazos sino genuflexiones.

No, no es que usted no tenga ideas y banderas.  Es sólo que están desvencijadas.  No importa cuánta modernidad las vista, ni cuántas palabras altisonantes se digan en torno a ellas, ni cuántos tuits las repitan, ni cuántos " likes " y comentarios convoquen.

Usted, que esperaba una proclama, la sangre anónima derramada, el clarín con su bélico acento, las ocho columnas, las imágenes con sangre ofrendada en el altar de la Patria que, faltaba más, ustedes, y sólo ustedes, habrán de redimir.

/ No mi buen, si le digo que el zapatismo ya no es lo que era antes, ¿se acuerda cómo hace casi 20 años nos emocionábamos con las imágenes de los muertos tan anónimos que ni rostro ni nombre alcanzaban, tan lejanos, tan indígenas, tan chiapanecos? / Por cierto, ¿Ocosingo queda en Medio Oriente? / Ah, y sus iniciativas, tan brillantes cuando había un templete para nosotr@s. / Por otro lado, ¿quién puede tomar en serio a quien declina inscribirse en la movilización o movimiento (ojo: no es lo mismo, ya aprendan a diferenciar) de moda?  ¿O a analizarla, clasificarla, juzgarla, archivarla? / Lo dicho, están acabados, ya ni a la prensa invitan a sus celebraciones, ¿qué pueden celebrar como no sea nuestra absolución o condena? / Ah, pero lo que nunca les perdonaremos a estos zapatones, no es sólo que no se hayan muerto todos –y con ello nos hubieran negado el derecho a administrar sus muertes en el largo laberinto de los mausoleos, los corridos, los "no has muerto camarada, tu muerte será administrada"-, sino que también a sus muertes las hayan hecho tan… tan… tan rebeldes /.

Y nada, que en lugar de eso… ¡posdatas!

Ya sé que no le importa, pero para las encapuchadas y encapuchados de acá, la lucha que vale no es la que se ha ganado o perdido.  Es la que sigue, y para ella se preparan los calendarios y las geografías.

No hay batallas definitivas, ni para vencedores ni para vencidos.  La lucha seguirá, y quienes ahora se regodean en el triunfo verán derrumbarse su mundo.

Por lo demás, no se preocupe.  Usted no ha perdido nada porque por nada ha luchado realmente.  Lo único que ha hecho es delegar en otro el conseguirle el monopolio de una victoria que no llegará.

El de arriba caerá, sin duda.  Pero su derrumbe no será producto de una lucha monopolizada, excluyente y fanática de sí misma.

Si gusta, siga usted tirando de arriba, celebrará cada pequeño movimiento del monolito, pero la cuerda se reventará una y otra vez.

Las estatuas y los autoritarismos se tumban desde abajo, de modo que no quede el basamento para que un nuevo busto supla al anterior.

Mientras tanto, y es mi humilde opinión, lo único que vale la pena hacer allá arriba es lo que hacen las aves: cagarse.

Vale de helado de nuez, manque haga frío.

El Sup preparándose para…


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lunes, 23 de diciembre de 2013

"México se merece" un análisis más profundo de la reforma energética: Cepal




"México se merece" un análisis más profundo de la reforma energética: Cepal

Carlos Acosta Córdova
11 de December del 2013

MÉXICO, D.F. (apro).- Hasta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) –organismo regional de la ONU– tiene dudas sobre la reforma energética que esta mañana aprobó el Senado de la República:

En principio, "no queda claro cuál va a ser el nuevo régimen fiscal de Pemex. Si se va a dar el retiro paulatino de Pemex del esquema fiscal actual, tenemos que ver cuál es la propuesta en su lugar. Es decir, si ya las ganancias del petróleo no se van a ir al erario por la vía fiscal como se iban antes, no está claro cómo se va a hacer ahora.

"Es decir, con esta nueva propuesta qué es lo que se pretende, cuál va a ser el uso y la distribución de estas ganancias de productividad en este esquema".

Así lo expresó esta mañana la mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, luego de presentar la edición 2013 del Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, documento que cada año difunde el organismo, en el que habitualmente da a conocer sus pronósticos de crecimiento económico de la región y de cada país, para el año en curso y el siguiente.

Pasadas las 9 de la mañana de este miércoles –pocos minutos antes de que en el Senado se declarara aprobada, en lo general y en lo particular, la reforma energética–, Alicia Bárcena, en conferencia de prensa desde Santiago de Chile, sede de la Cepal, a pregunta expresa planteó sus dudas sobre la reforma energética que se discute en el Congreso mexicano.

"Es necesaria más discusión. Yo sé que está en este momento en una fase previa de aprobación, pero yo creo que la sociedad mexicana merece una discusión más profunda, merece una total transparencia y acceso a todos los debates antes de que esta reforma sea aprobada", dijo.

Bárcena afirmó que en la Cepal se está revisando la reforma energética que se discute en México, pero reconoció que no han concluido el análisis a detalle.

Sin embargo, expuso que "nadie duda de la necesidad urgente de reformar la política energética en México, y de garantizar una oferta suficiente y diversificada de fuentes seguras y sostenibles de abastecimiento energético, y que además haya un uso eficiente en todas las fases, desde la producción hasta el consumo, y que se maximice el impacto del aprovechamiento del petróleo, del gas y de otras fuentes de energía.

"El objetivo de la reforma nadie lo pone en cuestión", concretó.

Pero, agregó, "lo que requiere mayor clarificación es cómo se puede lograr el fortalecimiento de Pemex. Ese es el camino que la sociedad mexicana tiene que abordar con mayor profundidad, porque Pemex es una empresa que no es vista por los mexicanos como una empresa cualquiera.

"Es una empresa que tiene un significado político, un significado muy profundo, y que proviene justamente de una historia política en la región, y por lo tanto el rol de una empresa como Pemex, como rectora de la política energética de México, tiene que ser mucho más profunda de lo que –me parece a mí– nos está ofreciendo la propuesta (de reforma energética) que tenemos frente a nosotros".

La funcionaria internacional puso en duda, inclusive, las reformas que se proponen a la Constitución mexicana, que –a su juicio– abren la puerta a un cambio en la propiedad de Pemex.

"Lo que está en cuestión es cuál es la verdadera necesidad de una reforma constitucional. Porque aquí no necesariamente se está hablando de la política energética que requiere el país, sino se está hablando de la propiedad de la empresa que debe ser el rector de la política energética.

"Entonces, a veces pienso yo, estamos poniendo la carreta enfrente de los bueyes", dijo, y explicó: porque, en realidad, por qué se requiere una reforma constitucional del (artículo) 27 y del 28, (sino) es para cambiar la propiedad de la empresa rectora y ver cómo se va a normar la participación privada.

"Entonces, en ese sentido yo creo que los alcances y la modalidad de la iniciativa deben ofrecer mayor argumentación, si se va a llevar adelante una transformación del régimen de propiedad y del régimen de distribución de la renta petrolera."

La secretaria general del organismo señaló que "en la Cepal estamos trabajando en el tema de gobernanza de los recursos naturales, justamente de la propiedad, la apropiación y la distribución de las ganancias de productividad. Creo que es precisamente un tema de gobernanza, no solamente de eficiencia productiva. También tiene que ver, y muy a fondo, con cómo se va a distribuir la renta petrolera."

Calificó de positiva la incorporación, en la reforma energética, de una iniciativa de Ley de Ingresos sobre los hidrocarburos que incluye el cambio de régimen fiscal de Pemex.

Pero reiteró la duda de cuál va a ser exactamente el nuevo régimen fiscal de Pemex y cómo se va a distribuir la renta petrolera.

  

  
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domingo, 22 de diciembre de 2013

Fwd: LA REALIDAD


Inicio del mensaje reenviado:

De: Adolfo Gonzalez <laingos@hotmail.com>
Fecha: 19 de diciembre de 2013 12:21:14 GMT-6
Asunto: LA REALIDAD



Apoteosis geopolítica de EE.UU. con los hidrocarburos de México



Estados Unidos se encuentra atribulado en el gran Medio Oriente y se escenifica una fractura geopolítica en el Mar Negro –con las vacilaciones de sus aliados Turquía y Ucrania–, mientras Obama arranca una apoteosis energética con la captura de los hidrocarburos de México, principalmente en las aguas profundas del Golfo de México –a ser rebautizado como Golfo de Estados Unidos– y con el polémico cuan tóxico shale gas (gas esquisto/lutitas).

Así, Obama puede contener tanto el retorno triunfal de Rusia al escenario internacional como el pacífico ascenso armónico de China.

La apoteosis es de Estados Unidos, a nivel de país; la derrota es de México, como país –no a nivel personal fiduciario de Peña/Videgaray/Aspe–, que es prácticamente anexado al esquema geopolítico de Washington (ver Bajo la Lupa, 15/12/13) para formar próximamente parte del Comando Norte.

No deseo conjeturar sobre la insólita cuan asimétrica visita del vicepresidente Joe Biden al secretario de Hacienda, previa a la incrustación del "México neoliberal itamita" a la seguridad energética de Norteamérica, pero las suculentas ganancias serán para las trasnacionales anglosajonas, mientras Pemex muere de agonía lenta y a la CFE le propinan el último clavo en su féretro.

Estamos ya en el esquema de seguridad energética de Norteamérica, donde los mexicanos serán maltratados por el nuevo apartheid energético anglosajón.

México –amén de su extinción como Estado libre, independiente y soberano, y su suicidio nacional– obtendrá solamente migajas, según el reporte de JP Morgan (28/11/2013): las trasnacionales de Estados Unidos invertirán 15 mil millones de dólares al año, lo cual redundará en un máximo de 0.5 por ciento en el PIB. ¡Todo por casi nada!

El reporte CRS (Congressional Research Service, 18/11/13) calculó, 25 días antes de la reforma suicida Peña/Videgaray/Aspe, sus implicaciones para Estados Unidos y su seguridad energética. ¿Dónde quedó la seguridad energética de México?

Las oportunidades de inversiones para las empresas de Estados Unidos serán significativas y su interés radica en los pletóricos yacimientos de aguas profundas y del shale gas.

La Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos se habían adelantado a la captura de las aguas profundas de Pemex mediante el acuerdo transfronterizo de hidrocarburos de EU/México de 2012 (H.R. 1613 y S. 812) que facilita el desarrollo conjunto de petróleo y gas natural en la parte mexicana del Golfo de México.

La reforma suicida de Peña/Videgaray/Aspe llega muy a tiempo: 19 días antes de la expiración de la moratoria unilateral de Estados Unidos para iniciar la exploración de hidrocarburos en la transfrontera.

El reporte señala otra legislación que trata con los procesos de aprobación con Estados Unidos para la infraestructura (¡supersic!) de la energía de Norteamérica, que incluye oleo/gasoductos (H.R. 3301). ¡Desmantelamiento total de Pemex!

Hoy la mayor parte de las exportaciones de petróleo de México a Estados Unidos se realiza con tankers y requiere de conexiones internacionales de oleoductos que serán suplidas por las trasnacionales de Estados Unidos.

Viene lo interesante: El TLCAN excluía inversiones privadas en el sector energético de México, pero estos temas serán abordados durante las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP).

El "México neoliberal itamita" está en estado de sitio desde el TLCAN, pasando por el acuerdo transfronterizo de hidrocarburos hasta el ATP (que engloba a la neoliberal Alianza del Pacífico de México, Chile, Perú y Colombia).

El reporte admite que las oportunidades para las trasnacionales de Estados Unidos y sus inversionistas son mayúsculas tanto en el sector de los hidrocarburos como de su infraestructura (¡supersic!) y otros servicios en los campos petroleros ( v. gr. refinerías). ¡Negocio redondo!

Una de las áreas donde las trasnacionales de Estados Unidos se despacharán con la cuchara grande, después de las aguas profundas del Golfo de México, es con el shale gas del noreste mexicano: La cuenca Eagle Ford de Texas se puede extender hasta México. ¡Uf!

Llama la atención que la expansión de los cárteles de estupefacientes en esa región haya coincidido con la geología de shale gas, lo que avizora que su violencia se evanescerá mágicamente.

El reporte reconoce que las trasnacionales de Estados Unidos y las empresas privadas de México ganarán más de la reforma energética que el pueblo (¡supersic!) de México y coincide con Bajo la Lupa en que sus dos principales áreas de interés son las aguas profundas del Golfo de México y el shale gas.

El reporte no toma en cuenta la toxicidad del fracking y pareciera que las cada vez mayores protestas ciudadanas en Estados Unidos pueden ser paliadas con el traslado de sus trasnacionales al lado mexicano, que será el conejillo ambiental de Indias de las experimentaciones extractivas del polémico shale gas.

Lo que no se han llevado las trasnacionales de Estados Unidos a través del TLCAN lo harán mediante la próxima incrustación del "México neoliberal itamita" al ATP que jerarquizará la tecnología de la que carecen tanto Pemex como México. Lo que queda de Pemex, totalmente desmantelado por la reforma suicida de Peña/Videgaray/Aspe, será liquidado mediante el ATP.

Sin contar el levantamiento de las sanciones a Irán, el reporte pronostica que el precio del barril disminuirá, lo cual, a mi juicio, conviene a Estados Unidos, pero perjudica al México eterno que carece de experiencia en materia de regulación.

México desaparece energéticamente y cede su lugar a la poderosa metarregión geoeconómica/geopolítica de Norteamérica, donde advendrá un diluvio debido a la inundación de hidrocarburos, según Bloomberg (16/12/13), que se extralimita en sus cuentas alegres.

ExxonMobil, cuyas acciones se dispararon con la reforma, predice que la producción de Norteamérica superará a todos los miembros de la OPEP con excepción de Arabia Saudita.

Según los pronósticos anuales de Exxon presentados en el muy influyente think tank CSIS,) el mismo día de la entrega de los hidrocarburos de México al esquema de Norteamérica, contempla que en 2040 (¡supersic!) solamente Europa y la región de Asia-Pacífico serán importadores de crudo.

A mi juicio, la captura energética es la continuación de la guerra por otros medios y Estados Unidos usa el arma energética de Norteamérica para someter a sus rivales geoeconómicos: Europa y China.

Una cosa son las ganancias de Estados Unidos y otra las pérdidas de México en la integridad energética. La extracción de hidrocarburos por Estados Unidos en la parte mexicana (hoy su tercer abastecedor, con 12 por ciento) pronto desplazará a Arabia Saudita del segundo lugar (17 por ciento); Canadá es el primero (23 por ciento).

Las implicaciones geopolíticas son enormes: Estados Unidos, con las reservas de hidrocarburos de Canadá y México bajo su control mediante la seguridad energética de Norteamérica, domina(rá) una de las mayores reservas de hidrocarburos del mundo, que lo hace menos dependiente de la OPEP en general, y de Arabia Saudita en particular.

Se trata de un " game changer": de una jugada energética de profundas implicaciones geopolíticas donde el gran vencedor darwiniano es Estados Unidos y el gran perdedor es México.

Fwd: La destrucción de la Constitución de 1917: Gilly. La Constitución desfigurada: Valadés. La energía de la Constitución. Réquiem al nacionalismo. Jefferson: Parte por parte. Días infaustos. ¿Y el diablo?


Inicio del mensaje reenviado:

De: "Forumenlinea" <forum@forumenlinea.com>
Fecha: 21 de diciembre de 2013 14:23:39 GMT-6
Para: <Undisclosed-Recipient:;>
Asunto: La destrucci?n de la Constituci?n de 1917: Gilly. La Constituci?n desfigurada: Valad?s. La energ?a de la Constituci?n. R?quiem al nacionalismo. Jefferson: Parte por parte. D?as infaustos. ?Y el diablo?

 
 
 

Forum en Línea 280

                                                                                                                                                              Del 16 al 31 de diciembre de 2013. X aniversario.

 

 

 

Cartón de Luy. http://forumenlinea.com/portal/images/stories/carton/luy_mexico.jpg

 

 

 

La destrucción de la Constitución de 1917

 

Adolfo Gilly / La Jornada

forum@forumenlinea.com

 

México ingresa en un cambio geopolítico histórico. La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, sancionada en Querétaro en 1917, ha sido desmantelada por el Congreso de la Unión. Estamos ante una concesión de hecho del subsuelo territorial de la nación a la potencia mundial vecina, Estados Unidos.

Es un proceso destructivo del régimen constitucional que comenzó en noviembre de 1991, cuando se reformó el artículo 27 para abrir la puerta al despojo y la privatización de las tierras ejidales, y culmina en diciembre de 2013, cuando una contrarreforma aún más radical acaba de destruir ese artículo pilar de la Constitución, como ya han sido desmantelados en los hechos los originarios artículos 3º, relativo a la educación, y artículo 123, sobre los derechos y garantías de los trabajadores. Este proceso, por otra parte, ya había comenzado antes en las políticas del PRI: charrismo en el sindicato, despilfarro y corrupción en la administración de Pemex.

La Constitución de 1917 ha sido destruida en sus esencias. Tenemos en México muchas leyes. Pero hoy México es un país sin ley, que ha desprotegido a los trabajadores del campo y de la ciudad, así como a sus grandes riquezas naturales, frente a la voracidad del capital trasnacional y las ambiciones de dominación del vecino del norte y sus socios locales.

El desmantelamiento de los artículos 27 y 28 Constitucionales sólo puede compararse en la historia nacional con el fracasado proyecto del Tratado McLane-Ocampo, sin que ninguna situación extrema como fue la intervención francesa le conceda siquiera una sombra de justificación. Esta es la dimensión de lo resuelto por el Congreso de la Unión en este diciembre de 2013.

No se trata ahora de detenerse a imprecar o denostar a quienes así lo decidieron. Se trata de organizar con empeño, tenacidad y paciencia las fuerzas materiales, humanas y territoriales para restablecer en este país la ley de la nación, eso que en Estados Unidos llaman the law of the land y consideran supremo valor a respetar en su territorio y a violar en naciones ajenas: Puerto Rico, Honduras, Venezuela, Panamá, Colombia. Incluida la ocupación de Guantánamo, este listado no tiene fin.

* * *

Destruidos en su esencia los pilares de la Constitución de 1917 –el artículo 27 y su corolario, el artículo 28; el artículo 3º y el artículo 123– se abren las compuertas para que México se vea atraído como país satélite de Estados Unidos. No exagero: no abren así su territorio y sus leyes Francia ante Alemania, Italia frente a Francia, Gran Bretaña frente a Estados Unidos o la India frente a China.

Tómense los ejemplos que se quiera, pero lo cierto es que el proceso de integración y subordinación desencadenado desde la presidencia de Miguel de la Madrid ha pasado una frontera que no tendrá retorno sin un gran sobresalto humano, material y espiritual de la nación entera.

Enumero las consecuencias que en este momento aciago alcanzo a ver:

I. Rendición de soberanía

1. Integración subordinada: Por primera vez en su historia, México se subordina a la nación vecina, Estados Unidos, e integra su soberanía de hecho en la plataforma continental de esa nación.

2. Subordinación financiera a un centro extranjero: Wall Street.

3. Subordinación productiva: ya estipulada en el Tratado de Libre Comercio y consolidada con la derogación de la sustancia de los artículos 27 y 28.

4. Subordinación territorial y militar al Pentágono y sus servicios de inteligencia, ya establecida bajo Calderón y García Luna.

5. Subordinación política a Washington, DC, como corolario necesario de lo anterior.

Son todos rasgos, hasta cuesta escribirlo, de un gran Estado satélite, como antes Polonia con la Unión Soviética o la Nicaragua de Somoza con Estados Unidos.

II. El Suchiate, virtual frontera sur de Estados Unidos

1. Migrantes: el Estado mexicano actúa como control y garante de las fronteras de Estados Unidos contra los migrantes de Centro y Suramérica. Lo que vivimos en nuestro territorio nacional es una masacre metódica y cotidiana subordinada a los intereses y necesidades de Washington, llevada a cabo por armas mexicanas y por responsables del Instituto Nacional de Migración.

2. Guerra sucia: en Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Michoacán, Zacatecas y otros estados de la república se vive, como ya lo anotó Luis Hernández Navarro en estas páginas, una auténtica guerra sucia, dirigida a desorganizar por el terror y a despojar a las poblaciones de sus bienes, sus derechos, sus organizaciones y sus vidas. Esta violencia cotidiana pesa como una fuerza de desorganización para intimidar, desmoralizar, paralizar y disolver resistencias y respuestas. Las policías comunitarias, reprimidas por el Estado o por el narco, son legítimas reacciones de autodefensa ante la desprotección y el terror y testimonios del grado de desintegración de la relación estatal entre gobernantes y gobernados.

3. Narcotráfico: rama poderosa de la economía y la política estrechamente ligada a los canales financieros de México y Estados Unidos y a poderes de ambos países.

4. Presencia permanente y actividad reconocida y pactada del Ejército y los cuerpos policiales y de seguridad del país vecino en el territorio de la nación mexicana.

5. Consolidación y despliegue del mecanismo de subordinación y cesión de soberanía denominado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

III. Cambio epocal

Esta situación límite, antes desconocida en la historia de México y de América Latina, tiene lugar en el contexto de un cambio epocal de las relaciones de dominación entre las naciones, de sus relaciones políticas y económicas y de las relaciones sociales entre capital y trabajo, ciudad y campo, sociedad y recursos naturales, dentro de cada contexto nacional tal como lo vivimos en este siglo XXI.

En este universo epocal subordinar la soberanía, la economía, los derechos, los salarios y los ingresos, el territorio, la naturaleza y la nación mexicana a los intereses y necesidades de la nación vecina, Estados Unidos, y de sus centros financieros y militares, constituye un vuelco de dimensiones históricas aún difícilmente imaginables. Se trata de un golpe de mano llevado a cabo sin discusión ni consulta, que no responde ante la nación y su pueblo sino a los intereses de los beneficiarios actuales de esas políticas y sus aliados y clientes locales. Tampoco se trata de los intereses del pueblo de Estados Unidos, sino de los de Wall Street y el Pentágono.

Es una emergencia en nuestra historia. Es preciso unirse y organizarse en libertad y democracia, más allá de cualquier otro interés o diferencia en el presente, más allá de cualquier resquemor o distancia en el pasado, organizarse en todos los terrenos y con todos los medios y formas –todos– que prevé y autoriza la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con toda la libertad y la protección que desde su artículo 1º dicha Constitución garantiza.

 

 

 

La Constitución desfigurada

 

Diego Valadés / Reforma

Twitter: @dvalades

 

La Constitución está siendo desfigurada en una dimensión que hasta ahora era inimaginable. El proyecto de reformas sobre energéticos contiene contradicciones y errores que asombran.

A pesar de los defectos acumulados a lo largo de décadas, la Constitución había conservado cierta dignidad. Las reformas previas, hechas a veces con precipitación y sin el rigor necesario, nunca incurrieron en los desaciertos actuales.

Al margen de coincidir o no con el contenido de la reforma en trámite, es imposible dejar de reaccionar ante la deformación constitucional que implica. No recuerdo otro caso, en México, en el que se haya procedido con tanto desdén por las palabras de la ley.

Mencionaré sólo lo más ilustrativo. La iniciativa presidencial, con mayor coherencia técnica, planteó la supresión del petróleo y del gas como parte de las áreas estratégicas a las que refiere el artículo 28. En virtud de que las críticas fueron muy intensas, ahora se opta por dejar esas áreas como están, para servir de fachada nominal. Se mantiene formalmente el principio de que la exploración y explotación de petróleo y de gas no constituyen un monopolio aun cuando el Estado las "ejerza de manera exclusiva". También se sostiene la prohibición constitucional vigente, del artículo 27, en el sentido de que en cuanto a hidrocarburos "no se otorgarán concesiones".

Sin embargo en las líneas que se pretende adicionar al 27 se admiten contratos con particulares para "exploración y extracción", y una ambigua figura denominada "asignaciones", que servirá para todo lo que se desee. Luego, a través de los transitorios, se va más lejos porque se precisa que esos contratos pueden ser de servicios, de utilidad y de producción compartida, y de "licencia". En pocas palabras, en una parte de la Constitución se negarán las concesiones con ese nombre y en otra se otorgarán con denominaciones equivalentes.

En los transitorios se incluye asimismo el derecho de las empresas extranjeras para reportar en sus estados financieros el petróleo mexicano. Será muy llamativo que los inversores se den por satisfechos con lo que aparezca en unas disposiciones transitorias, o sea, efímeras, y que no figurarán en el texto de ninguna edición de la Constitución. Si los autores del proyecto consideran que con esos transitorios darán seguridad jurídica a los inversores internacionales es porque tal vez cuenten con otro recurso, al que no se hace alusión en el dictamen ni ha surgido en los debates: el Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos.

Cuando entren en vigor estas reformas, las reservas en cuanto a petróleo y gas contenidas en el TLC quedarán sin sustento y las controversias que surjan no serán sometidas a la jurisdicción mexicana sino al arbitraje internacional, o se solucionarán de acuerdo con las reglas del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, del Banco Mundial. Esta circunstancia ofrecerá ventajas procesales a quienes en el futuro litiguen contra México con motivo del nuevo régimen contractual.

Las disposiciones transitorias tienen, como su nombre indica, una eficacia perentoria. Su objeto se agota en el tiempo. En México no se habían utilizado los transitorios como técnica de engaño y de ocultamiento, como se hace en el caso de esta reforma. De los 21 transitorios, 11 contienen disposiciones permanentes que deberían formar parte del cuerpo constitucional.

Para que el lector se haga una idea de las características del proyecto, de las 6,900 palabras que lo componen, más de 6,000 corresponden a los transitorios. En estos transitorios se otorgan al presidente facultades extraordinarias para legislar, alterando lo dispuesto por el artículo 49 de la Constitución; se confieren a la Cámara de Diputados atribuciones para modificar una reforma constitucional, contraviniendo el artículo 135, y se contradice o altera de manera permanente lo que por otra parte se propone introducir en los artículos 25, 27 y 28.

Entre los aspectos encubiertos aparece una disposición que augura la extinción paulatina de Pemex. Para no hacer ostensibles esta y otras decisiones difíciles de explicar, se optó por la invención de reglas seudotransitorias.

Es probable que las contradicciones y las equivocaciones de la Constitución transitoria tengan por objeto confundir a la opinión pública. La confusión está en otra parte. Desfigurar la Constitución tiene un costo que no es previsible pero que habrá que pagar.

 

 

 

La energía de la Constitución

 

Raúl Carrancá / El agua del molino / OEM

Twitter:@RaulCarranca   www.facebook.com/despacho.raulcarranca

 

La reforma energética se debe someter a la energía de la Constitución en sus artículos 27 y 28. Dicen que reiterar es insistir en el convencimiento propio, y so riesgo de ser reiterativo insisto en mi absoluto convencimiento, junto al de millones de mexicanos, de que la energía constitucional (eficacia, poder de la norma suprema) es muy clara y manifiesta en los artículos 27 y 28, especialmente en el párrafo sexto del primero que reza así: "Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva".

Lo que pasa es que ésta estuvo a punto de ser arbitrariamente alterada por el presidente Felipe Calderón al inicio de su gestión, quien promovió una reforma para permitir que participaran empresas privadas con Pemex. Incluso Calderón anunció que su propuesta consistía en "establecer un nuevo régimen especial en materia de contrataciones, adquisiciones de obras públicas que sea distinto al del resto del gobierno, lo cual le permitirá a la empresa ser muchísimo más eficiente". Con lo que manifestaba públicamente su voluntad de ignorar, violándolo, el párrafo sexto del artículo 27 constitucional. Es de observar al respecto que al no atreverse a alterar el artículo 27 optó, en cambio, por la alteración de la Ley Reglamentaria del mismo para lograr su propósito, siendo que una ley reglamentaria reglamenta pero sin substituir al mandato constitucional. A lo que en su momento me opuse abiertamente al ser convocado, junto con otros juristas, por el Senado de la República para opinar sobre el particular.

Ahora bien, el presidente Peña Nieto ha dicho que se propone acabar con el monopolio de Pemex en el sector de los hidrocarburos, favoreciendo los llamados contratos de riesgo, cancelados en 1958 por el entonces presidente Ruiz Cortines, para atraer la inversión privada y, particularmente, la extranjera hasta el corazón mismo de la industria petrolera.

Como apostilla al margen es de señalar que los contratos de riesgo permitirían las garantías jurídicas que ofreció el propio Peña Nieto a los inversionistas extranjeros, según sostuvo en dos recientes entrevistas publicadas en el diario británico Financial Times y en la agencia mundial de información económica Bloomberg. No se desconoce al efecto que Pemex no tiene la capacidad de perforación en aguas profundas. Sin embargo esto no justifica la alteración, verdadera violación de su espíritu normativo, del artículo 27 constitucional, en compañía del 25 (rectoría del Estado en el desarrollo nacional) y del 28 (prohibición de los monopolios, que no de las funciones que el Estado ejerce en áreas estratégicas).

Lo que sí cabría, a nivel de barbaridad mayúscula, es el cambio total del espíritu normativo histórico, político, económico e incluso culturaldel artículo 27. Pero se andan por las ramas a través de subterfugios y sofismas disfrazados de concertaciones, acuerdos y convocatorias a la unidad. La gran pregunta, aparte de politiquerías y discursos a favor de un progreso muy dudoso, es si México necesita, para progresar, de la reforma energética del actual gobierno.

Habría que ir en consecuencia al fondo del problema que, a mi juicio, es el de la prohibición de concesiones y contratos, no importa de qué clase sean. Ahora se trata de los contratos de riesgo, que son aquellos con los que las empresas reciben un porcentaje de la producción petrolera, o gasera, en pago por su participación en la exploración y explotación de los hidrocarburos. No hay que devanarse mucho los sesos para saber del enorme riesgo que conllevan esos contratos u otros. Por ello, el artículo 27 de la Constitución los prohíbe. Y no se crea que estamos condicionados por una especie de prejuicio o tabú histórico, el de respetar a toda costa aquel artículo. No es así porque en su defensa va de por medio la soberanía de México en el manejo y explotación de su riqueza. ¡Nada menos!

 

 

 

Réquiem al nacionalismo

 

Héctor Barragán Valencia

hector_barragan@hotmail.com

 

A mi madre, en su cumpleaños.

 

La reforma energética no privatiza a Pemex, pero parece augurar su defenestración: descapitalizado, exprimido por el gobierno, ahogado por la corrupción y el sindicato mafioso y sometido a la competencia de las grandes petroleras, su futuro es incierto. La supervivencia implicaría quitarle lastre, lo cual involucraría que deje de financiar el gasto público, se aumenten más los impuestos para sufragar al gobierno y se elimine a gran parte de su burocracia, amén de que se supriman los privilegios de los petroleros, todo lo cual se antoja políticamente inviable. Ahora bien, más allá de la polémica sobre la privatización o no de Pemex, el impacto de la reforma será profundo, toda vez que las modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución (que a juicio de Diego Valadés hace de la Carta Magna un galimatías –y que la reforma electoral agranda el lío– trastocan las raíces del nacionalismo mexicano.

La expropiación petrolera en 1938 fue un acto fundacional y de identidad nacional (el mayor símbolo nacionalista laico, que rivalizó y a su vez se imbricó, con el otro gran símbolo de identificación nacional: el guadalupanismo) y una acción reivindicativa frente a las potencias extranjeras que explotaban a su arbitrio los recursos energéticos. Con la reforma a la Constitución ese entramado simbólico se desarticula. Así, México está nuevamente en busca de una identidad propia, que cohesione a los mexicanos y facilite la colaboración entre las clases sociales. Esta reforma, que cimbra el viejo nacionalismo, acaece en el momento que se eclipsa el entusiasmo por la democracia –efecto de la crisis de legitimidad de los políticos y de sus partidos–, que podría haber renovado y asentado sobre nuevas bases la identidad nacional.

También converge con una reforma electoral que, aunque tiene algunos méritos propios, reavivará la pugna de las elites políticas por la trasmisión del poder. Además, estos cambios trascendentes suceden en una hora de incertidumbre económica, de agudización de la pobreza y de la desigualdad, que se mezcla con el malestar ocasionado por el incremento a los impuestos y a diversos servicios básicos, así como con la ineficiencia del gobierno para salvaguardar la integridad física y patrimonial de los mexicanos. Por último, el orden global está inmerso en una crisis sistémica. Visto de este modo el escenario sociopolítico, económico y geopolítico, México se asemeja a un navío a la deriva: sin identidad ni rumbo, cuyos ocupantes están en vía de colisión, y en medio de aguas turbulentas. Es preocupante porque la historia de las reformas en México está correlacionada con grandes sismos sociales y globales.

 

 

 

Jefferson: Parte por parte

 

Jesús Delgado Guerrero / Milenio Estado de México

jesdeg@prodigy.net.mx

 

Thomas Jefferson, uno de los progenitores de Estados Unidos, ya tenía puesta la mirada en su vecino país del sur desde 1786 cuando atisbó "arrebatárselos parte por parte" a los españoles con base en la explosión demográfica.

Lo que sucedió después no fue precisamente así, pero la misión jeffersoniana se cumplió con casi la mitad del territorio nacional y no sólo gracias a su "Alteza Serenísima", López de Santa Anna.

Otros tiempos, otra forma de articular estrategias de expansión, ya no es necesario andar arrebatando predios poco aprovechados por "perezosos" y holgazanes, diría Marx en el caso de California.

Ahora, con el control de la economía y de los gobiernos es más que suficiente. No hay más que ver el contenido de la recientemente aprobada reforma energética que, por más bondades que se canten, esconden un cúmulo de saqueos históricos al amparo de reglas estilo don Porfirio Díaz y su cohorte de "científicos".

En serio: ¿Se ha modificado el espíritu depredador de los recursos nacionales que siempre han sido apetecidos por las potencias extranjeras y sus compañías?

Uno quisiera pensar que, en efecto, las voluntades dibujadas por el pensamiento capitalista no han sido producto de un fenómeno sinestésico (ver música o escuchar colores, lo que en este caso sería ver honestidad en los mercados especuladores) y que todo el latrocinio pasado es un episodio nacional enterrado, casi una anécdota de trastupijes que hoy no sería posible, pero…

Algunas de las grandes compañías a las que se les están abriendo las puertas para la explotación de los hidrocarburos arrastran una estela de saqueo al amparo de supuestos beneficios, como Exxon con la explotación del cobre en Chile durante 24 años, por ejemplo, declarando pérdidas para no pagar impuestos.

El remoquete de Cártel de las Siete Hermanas de las grandes compañías petroleras no es casual ni gratuito. Condensan el despojo y usufructo de los recursos naturales de los países.

En descargo, hay que decir que su actuación no ha sido por enviar comandos de asaltos ni legiones de almas buenas. No. Han contado siempre con gobernantes prestos para el "business", poco escrupulosos.

Así que dos siglos después, la tarea jeffersoniana llegó a un punto culminante. En partes el despojo es mejor y quizás unos se darán cuenta, sólo para poder decir: "Ya nos saquearon; no nos volverán a sacar" (ajá).

 

 

 

Días infaustos

 

Rolando Cordera Campos / La Jornada

rolandocordera@prodigy.net.mx

 

Poderosos caballeros y comedidos caballerangos; inefables senadores que se descubren iconoclastas para acuñar nuevos paradigmas; diputados otrora astutos que se unen a la romería de promesas e ilusiones; testaferros virtuales: todo esto y más nos trajo la más reciente ola reformista prohijada y coreada por el comentario interesado y la opinión mediática, disfrazada siempre de angustia por este pobre país que se niega a mudar para ser mejor.

Luego de las fiestas de a de veras, allá por el lejano enero, habrá que volver los ojos a los hechos, registrar los desechos y buscar la manera de mirar hacia adelante para encontrar alguna luz al final del túnel. Esperando que no vaya a ser una locomotora en sentido contrario.

Pírrico grand finale, aunque los diputados y senadores de la gran coalición de fin de siglo se declaran siempre listos, como los boy scouts de antaño, para abrir una nueva era, así, del brazo y por la calle. Seguramente están ya a la espera de las novísimas consignas de los encargados de darle la vuelta a lo acontecido, hasta que adquiera un tono rostizado, apetecible para las capas de la opinión pública más cercanas a la oferta y la doctrina convencionales que se guisa todas las noches en la televisión y las cenas de los pudientes.

De lo que sabemos poco o nada es de los términos que finalmente permitieron darle a la gran unción normalizadora un poco de solidez y buen olor, antes de que venga el ¡Arrancan! de la carrera del siglo por contratos, licencias, servicios y representaciones en la que podrá saberse de qué cuero salen más correas: si de lo que quede de Pemex y CFE, o de lo que puedan traer a tiempo los personeros del gran dinero nacional que, como pocas veces, se muestra a modo para obedecer la voz del amo. La traduzcan bien o no, o los loros de la competitividad y la ambición jibarizada que habitan en la Bolsa de Valores.

¿Tuvo sentido todo esto? La premura del presi­dente nunca quedó bien explicada ni documentada, salvo que por ello deba entenderse un ensayito por ahí en alguna revista mensual, una pataleta bien condimentada en algún diario, o la habitual jaculatoria nocturna por radio y televisión que nos asestan los dueños del púlpito electrónico.

Nada de esto, junto o por separado, da el foro necesario para que la ciudadanía se ilustre e informe y tome decisiones que, en este caso, implican cambios fundamentales en su vida y horizontes. Lo que se requería, pero no se hizo, era determinar objetivos mediante la deliberación política más amplia y cultivada para, desde ahí, fijar líneas claras para las políticas que se insiste en llamar públicas, aunque sean las más opacas de la historia. Este es precisamente el chiste de la democracia representativa; la que se reclama y elude.

Lo que a muchos nos queda de estos días infaustos es la sensación y la sospecha de haber asistido a un gran guiñol, una mascarada adelantada del carnaval, que adormeció el ánimo pero que no sirve ni servirá para darle al reformismo que México necesita con urgencia una dirección clara. Al final, queda el sentimiento de una gran humillación perpetrada por los poderes de hecho y orquestada desde el poder constituido, el que se debe a los ciudadanos sin distingos.

Lo que se impone para hoy y para adelante es dejar ya la frenéticareformitis, cuyo despliegue sólo lleva a nuevas frustraciones y a reducir a su mínima expresión el sentido de pertenencia que toda comunidad política reclama para reproducirse y alimentarse. Pero de reformas hay que hablar, porque es vital que, pronto, el panorama se aclare y el razonamiento político se libere de la cárcel de hierro de la simulación y la mistificación en que está recluido.

Las reformas siempre se hacen con la promesa de avanzar, pero no siempre aterrizan bien. ¡Vaya que sabemos de esto! Qué reformar, por qué y cómo hacerlo, forman un triángulo de consistencia y rigor que no puede soslayarse, ni evitarse impunemente. Cada vez que desde el poder se ha pretendido hacerlo, los resultados han sido muy costosos y las pérdidas políticas enormes.

Podríamos incluso decir que de la última aventura reformista por la vía del fast track no sólo no nos hemos podido reponer, sino que todo indica que en vez de salir nos hundimos. Tal es la maldición que se cierne sobre el reformismo mal hecho y concebido.

A eso parecen destinadas las reformas energética y política aprobadas en estos días. La política, perpetrada festivamente pero desde la oscuridad por los partidos, sólo ofrece confusión y no buena política ni elecciones creíbles. Mezquindad de intereses y pobreza de miras, independientemente de lo que dicen querer sus autores.

En el caso del nuevo régimen petrolero y, se dice, energético, propuesto por los partidos que han gobernado México en los últimos 30 años, así como por una pléyade de exfuncionarios y enriquecidos que nunca han dado cuenta de sus responsabilidades, pero sí de su labilidad para cambiar de patrón, sí que hay riqueza, y mucha. Lo que no hay son garantías de que servirá para acabar con la pobreza que nos avergüenza y, a la vez, coadyuvar a abrir un nuevo curso de desarrollo.

Los usos y las manos involucradas en el petróleo van a cambiar radicalmente, mas no hay seguridad de que cambien los abusos. He aquí la gran cuestión para el reformismo de Peña y la hipocresía de sus compañeros de gesta.

El Estado debe hacer lo que no ha hecho y consultar a sus mandantes sobre dichos usos y la forma de asegurar que no resulten en nuevos saqueos, en una nueva riqueza para la grandeza de muy pocos. No es poco lo que se juega y los jugadores deben dejar de jugar a la mentirosa.

No se hace política constitucional bajo la mesa o el escaño. Se hace con y de frente a la gente, la ciudadanía y las comunidades, que reclaman atención y respeto.

 

 

 

¿Y el diablo?

 

Raúl Moreno Wonchee / La nave va

wonchee_r@yahoo.com.mx

 

En estos días aciagos, cualquiera que tenga entre sus preocupaciones el petróleo y sus veneros, ha de haberse preguntado dónde demonios anda el diablo. Porque a pesar de los pregoneros de la derrota nacional que llaman a tirar las armas y a echar a correr en medio de la batalla, Satanás no se pudo meter en la letra y menos en el espíritu de la Constitución. En las reformas constitucionales iniciadas por el presidente Peña y aprobadas por el Congreso de la Unión, no hay nada que permita suponer siquiera que Pemex o la CFE vayan a ser debilitadas y menos aún enajenadas, ni que la nación vaya a perder la propiedad inalienable e imprescriptible del petróleo y de  los hidrocarburos en el subsuelo o que la renta petrolera corra el riesgo de ser expropiada por particulares.

Todo lo contrario: se reafirma la exclusividad del Estado en la exploración y extracción de los hidrocarburos y la prohibición de las concesiones; se admite, en cambio, que el Estado pueda contratar con particulares la realización de esas actividades en los términos de la ley reglamentaria que en todo caso dispondrá, que una vez cubiertos los costos de producción –con la correspondiente retribución a los contratistas–, deberá rescatar íntegramente la renta petrolera para la nación. Pero la obligada suspicacia obliga a buscar al diablo en la letra chiquita, en los transitorios. Porque se ha vuelto (mala) costumbre ensuciar la labor legislativa con transitorios que debían llamarse permanentes como los peinados de las señoras de antes con los que engañaban no a sus maridos sino a sus amantes. El diablo está en los transitorios.

 

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