miércoles, 9 de mayo de 2012

Morelia. Liberan CU posible excarcelación de estudiante

Miércoles 09 de mayo de 2012
Dalia Martínez / Corresponsal | El Universal
MORELIA

Luego de que el gobierno del estado de Michoacán y los integrantes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) llegaron a un acuerdo, liberaron la mañana del martes las instalaciones de la Universidad Michoacana que tomaron por casi 24 horas, en demanda de que sean puestos en libertad 10 de sus compañeros que participaron en los disturbios del 26 y 27 de abril, y que el domingo les fue dictado auto de formal prisión.

En el transcurso del día y con la Universidad Michoacana operando sólo administrativamente, el propio gobernador del estado, Fausto Vallejo Figueroa, dejó entrever que existía la posibilidad de liberar a los jóvenes presos. “Hay muchos mecanismos [para que los estudiantes sean puestos en libertad] y todos apegados estrictamente al derecho” , enfatizó en entrevista el mandatario.

Más tarde el secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, quien había declarado apenas el domingo que la liberación de los estudiantes no era negociable, apuntó este martes que ya había un acuerdo con los integrantes de la CUL, el cual no podía dar a conocer por el momento, pero no descartó que entre la negociación estuviera implícita la excarcelación de los 10 jóvenes.

Ayer, jóvenes y adultos de Guerrero, Michoacán y Distrito Federal protagonizaron marchas por las calles de sus ciudades exigiendo la liberación pronta de los 10 jóvenes aprehendidos en Morelia. En la capital del país alrededor de 300 jóvenes caminaron del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino.

En Michoacán, el Partido Acción Nacional (PAN), en su conferencia de prensa semanal, advirtió al gobierno estatal que “la ley se debe aplicar por igual a todos los ciudadanos”, y en voz de su dirigente local, Héctor Gómez Trujillo, se manifestó en contra de la liberación de los 10 jóvenes estudiantes.

Acompañado de la bancada de legisladores del PAN, Héctor Gómez Trujillo, indicó que la negociación en esos términos con los estudiantes sería una mala señal para los ciudadanos, y añadió que “sería tanto como seguir tolerando que se cometan delitos impunemente”.

Por su parte, la diputada local del PRD, Mary Telma Guajardo Villarreal, pidió una investigación exhaustiva sobre lo que denominó “represión” a estudiantes universitarios y exigió en tribuna la liberación inmediata de los detenidos.

La coordinadora del grupo parlamentario del PRD en la cámara de diputados, anunció que presentará su exigencia como punto de acuerdo ante la Comisión Permanente.

En Morelia, unos 500 agremiados de la CUL, así como familiares, amigos y estudiantes normalistas de Cherán y de las escuelas normales del estado marcharon de Ciudad Universitaria hacia el centro de la ciudad, frente a Palacio de Gobierno, donde mantienen un plantón que aseguran se mantendrá hasta que sean en definitiva liberados sus 10 compañeros.

Estudiantes de diversas escuelas preparatorias y de licenciatura de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) realizaron una marcha del centro de Chilpancingo a las instalaciones del Palacio de Gobierno, donde demandaron la inmediata libertad de 10 universitarios.

Llama a la civilidad

El rector de la Universidad Michoacana, Salvador Jara Guerrero, hizo un nuevo llamado a los estudiantes a la civilidad y descartó que por ahora el Consejo Universitario vaya a fincar responsabilidades sobre los 13 estudiantes que fueron detenidos como responsables de los disturbios de abril, de los cuales tres fueron puestos en libertad por falta de pruebas.

En esos movimientos en los que los jóvenes quemaron unidades oficiales y causaron daños a inmuebles, los moradores de casas de estudiantes exigieron apoyos económicos y camiones para ir a otros estados a llevar la convocatoria de nuevo ingreso del próximo año.

El Movimiento estudiantil. Universidad de Sonora. Luis Ortega Morales

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Universidad de Sonora
En 1967, el estado de Sonora prepara el proceso electoral para renovar las presidencias municipales, el Congreso del Estado y la gubernatura. El PRI había declarado que el candidato a la gubernatura emergería de las bases. Los grupos dentro del PRI, no se ponen de acuerdo y se dividen entre Fausto Acosta Romo y Faustino Félix Serna. A pesar de que Acosta tiene la simpatía popular, Felix Serna es designado por el CEN del PRI como su candidato. Estudiantes junto a la población atacan comandancias de policías y casas de altos funcionarios priístas. El 26 de febrero los contendientes realizan concentraciones populares en lugares cercanos al campus universitario. Ambos pasan a las agresiones y ante la intervención de la policía, los simpatizantes de Acosta Romo se refugian en la Universidad de Sonora y hasta ahí llega la policía. El saldo es de varios heridos y detenidos. Esto provoca la intervención de la FEUS, protestando por la violación de la autonomía universitaria. El 26 de marzo, Faustino Félix Serna otorgó la protesta de rigor ante los líderes nacionales de su partido. Al mismo tiempo, la FEUS declara la huelga indefinida. El movimiento se extendió a todas las escuelas de jardines de niños, primarias y secundarias oficiales de la entidad. El comercio y la industria realizaron paros. En Hermosillo, Nogales, Navojoa, Cananea, Ures, Santa Ana y otras ciudades, se producían constantes y concurridas manifestaciones. Un total de 139 escuelas de la entidad apoyan al movimiento que exige la desaparición de poderes del Estado de Sonora y la renuncia del gobernador Luis Encinas Jhonson.
El 17 de abril el secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y el 24, el presidente Gustavo Díaz Ordaz recibieron a grupos de estudiantes y ambos afirmaron que no caería el gobernador Encinas ni cambiaría el PRI de candidato y que volvieran a clase.
El 17 de mayo, el Congreso local solicitó la intervención del ejército, la Federación envió al Ejército, la fuerza aérea mexicana y las policías judicial y municipal, un Batallón de paracaidistas con bazucas, ametralladores y a bayoneta calada se lanzó sobre la universidad, desalojando en su interior a 250 estudiantes, que salieron sin oponer resistencia y sólo algunos cantaron el Himno de la Universidad. De inmediato los soldados registraron las aulas  y  oficinas de esta Institución.(“DFS 100-24-18-67/ L6/ F104) y abrieron las escuelas. En Navojoa , a partir de las 15.00 hrs., el Ejército  tomó  posesión de la preparatoria del lugar, habiendo desalojado a los estudiantes  que en número de 150  estaban acantonados ahí, los que abandonaron el local entonando los  himnos  nacional y el Universitario. (DFS100-24-18-67/ L6/ F192). Se hicieron aprehensiones de líderes estudiantiles y populares y se impuso el orden a la fuerza. El primer domingo de julio las elecciones se llevaron al cabo en un ambiente de relativa tranquilidad. (Raúl rodríguez Jiménez, El desarrollo Histórico de la UNIson  http://desinuam.org/autoestudio2004/12.pdf).  (Carlos Moncada Ochoa. La Sucesión Política en Sonora, 1917-1985, http://www.uson.mx/nuestros_universitarios/archivo/48.htm
)




Toma militar de la Universidad de Sonora, 1967.
Los estudiantes sonorenses se sumaron y encabezaron la protesta popular por la imposición de Faustino Félix Serna como candidato del PRI a la gubernatura de la entidad. La protesta de la población, con fuerte influencia panista, llegó a actos como ataques masivos a una comandancia de policía y casas de funcionarios en Hermosillo. Como las escuelas eran el centro de la movilización, la policía las atacó, pero sólo logró que 139 planteles se incorporaran a un paro. Ante ello, el gobernador Encinas Johnson solicitó y obtuvo del Congreso el llamado a la intervención del ejército, que, nuevamente al mando de José Hernández Toledo, el 17 de mayo atacó y tomó la Universidad de Sonora.
Raúl Jardón / REVISTAREBELDIA.ORG
http://www.lafogata.org/003latino/latino2/mex_represion.htm

La represión en México. 1950-1971. Raúl Jardón

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Por Raúl Jardón / REVISTAREBELDIA.ORG
http://www.lafogata.org/003latino/latino2/mex_represion.htm
La represión como respuesta de los gobiernos priístas a todo tipo de movimientos opositores fue una constante que, aunque presente en años anteriores, adquiere a partir de 1950, bajo el gobierno de Miguel Alemán, el carácter de una política permanente de Estado. Si bien esta política se aplicó contra todo tipo de movimientos políticos y sociales, como se puede apreciar en este artículo, ésta se concentró de manera aplastante contra los movimientos caracterizados como de izquierda.
Cabe aclarar que, aunque en el periodo 1950-1971 hubo muchos más actos represivos, a continuación se enlistan sólo los que en su momento causaron fuerte impacto en el país, al margen del tipo de acto represivo o del mayor o menor número de víctimas registradas en cada uno de ellos.

Un antecedente sangriento.

Apenas iba a cumplir diez meses como mandatario, cuando Manuel Ávila Camacho, llamado "el presidente caballero" por sus elegantes maneras y forma de vestir, mostró a los trabajadores que los tiempos del gobierno de Lázaro Cárdenas habían cambiado definitivamente.
Más de 200 obreros de la Cooperativa de Vestuario y Equipo (ubicada en Tacubaya y que era en realidad la fábrica estatal que elaboraba los uniformes del ejército y la policía) se habían puesto en huelga en demanda de mejores salarios y condiciones laborales. Pasaron las semanas y no se resolvían sus peticiones por lo que, el 21 de septiembre de 1941, decidieron dirigirse a la casa del presidente Ávila Camacho para solicitarle que interviniera para resolver el conflicto. La respuesta presidencial fue contundente: ordenó que la tropa abriera fuego contra quienes se habían atrevido a paralizar la confección de los uniformes verdes y azules y, más aún, a molestarlo en su domicilio en la colonia Del Valle (aún no se instalaba en Los Pinos porque estaba "modernizando" la casa). Nueve obreros murieron, entre ellos el secretario general del sindicato (que era comunista), y 20 más quedaron heridos.
Huelga y caravana de mineros de Nueva Rosita, Cloete y Palau, 1951.
El 25 de septiembre de 1950 los mil 300 mineros de Palau, Coahuila, iniciaron una huelga a la que se unieron, el 16 de octubre, los de las minas de la Mexican Zinc en Nueva Rosita y Cloete. El ejército patrulló las calles de Nueva Rosita para tratar de amedrentar. Ante la falta de resolución a sus demandas salariales y de democracia sindical, cinco mil mineros y sus familiares iniciaron, a principios de febrero de 1951, una marcha a pie de mil 500 kilómetros hacia la Ciudad de México. Llegaron el 10 de marzo y tuvieron una recepción masiva y entusiasta que culminó en un gran mitin en el Zócalo, pero el gobierno los confinó en el parque 18 de Marzo, donde la población capitalina los alimentó.
El 20 de marzo el presidente Miguel Alemán se negó a recibirlos, pese a que un grupo numeroso ya estaba en huelga de hambre. El 10 de abril la policía los sitió en su campamento, pero algunos lograron escapar y realizar, apoyados por numerosos contingentes populares, un mitin que fue reprimido con un saldo de numerosos heridos y detenidos. Todas las centrales sindicales les negaron apoyo y fueron obligados a retornar a Coahuila en camiones dentro de jaulas para ganado. La mayoría de los mineros fueron despedidos.
Represión del primero de mayo de 1952.
A pesar del clima de persecución y del charrismo sindical, hasta ese año los contingentes de sindicatos no controlados por el charrismo, vinculados al Partido Comunista (PC) y al Partido Obrero Campesino Mexicano (POCM) podían marchar en la manifestación oficial del primero de mayo. En esa ocasión, sin embargo, sin motivo aparente ni explicación oficial posterior, soldados y policías del servicio secreto atacaron en dos ocasiones a esos contingentes, que marchaban entre la columna de la Alianza de Tranviarios y la de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), destacando entre los agresores el teniente de Guardias Presidenciales, Gómez Tagle. Frente al Palacio de Bellas Artes fue asesinado a tiros el militante de la Juventud Comunista Luis Morales y fueron heridos los obreros Luis Arciniégas y García Diego.
A raíz de esto se detiene y procesa por el delito de "disolución social" a varios dirigentes comunistas y se impide la participación de todo contingente opositor en las marchas del 1 de mayo. Será hasta principios de los ochenta que los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) logren (a costa de enfrentamientos) irrumpir en el desfile oficial.
Aplastamiento de los henriquistas, 1952. 
En los comicios de 1952 se presentó la candidatura presidencial del general Miguel Henríquez Guzmán, disidente del sistema apoyado por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM). En esa Federación participaban personajes tan disímbolos como el constituyente Ignacio Ramos Praslow, el general Celestino Gasca (que en los años sesenta sería acusado de intentar un levantamiento armado), el general Marcelino García Barragán (luego secretario de la defensa de Díaz Ordaz), el ex ministro de Cárdenas, general Francisco J. Múgica, el líder campesino Rubén Jaramillo, etcétera.
La campaña henriquista tuvo un amplio impacto nacional y los resultados de esas elecciones, ganadas oficialmente por Adolfo Ruiz Cortines, del PRI, fueron puestos en duda de la misma forma que los obtenidos en los procesos en que participaron los candidatos opositores José Vasconcelos y Juan Andrew Almazán.
Una semana antes de los comicios, en la Alameda de la Ciudad de México, los henriquistas organizaron un mitin de celebración anticipada de la victoria y contra el fraude electoral, que fue brutalmente reprimido con un saldo nunca aclarado de muertos y heridos y de 524 encarcelados. El local de la FPPM fue asaltado por la policía y sus líderes enviados a prisión.
Asalto militar al internado del Politécnico, 1956. 
El 12 de abril de 1956 los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) iniciaron una huelga demandando la promulgación de una Ley Orgánica, la construcción de La Ciudad Politécnica en Zacatenco y la formación de comisiones mixtas de estudiantes y maestros para revisar los planes de estudios. Lograron huelgas de solidaridad en 150 escuelas de 23 estados de la república y se ligaron al movimiento magisterial que iniciaba Othón Salazar. El mismo día, la policía atacó el Internado del IPN en el Casco de Santo Tomás dejando un saldo indeterminado de heridos.
La huelga se mantuvo hasta el 23 de septiembre, cuando el ejército ocupó el Internado y encarceló, acusándolos del delito de "disolución social" a los líderes de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, encabezados por Nicandro Mendoza, quien estuvo varios años preso a pesar de ser miembro del Partido Popular Socialista, que apoyaba al régimen. Con esta toma se inició la ofensiva gubernamental contra la educación popular que tenía entre sus bases el dar servicios asistenciales, como comedores, internados, etcétera, a los alumnos de escasos recursos.
Represiones contra el movimiento ferrocarrilero de 1958-59.
El movimiento ferrocarrilero, primero por mejoras salariales, e inmediatamente después por democracia sindical, se inició el 2 de mayo de 1958 con la formación de la Gran Comisión Pro Aumento de Salarios, y se consolidó con la proclamación del Plan del Sureste el 12 de junio y el estallido de paros a partir del 26 de ese mes. El 28 de junio su primera gran manifestación en el Distrito Federal (DF) es reprimida al terminar por la policía y los bomberos, muriendo los trabajadores Rafael Alday Sotelo y Andrés Montaño Hernández (este último rematado en una delegación de policía). El ejército ocupó el mismo día todos los locales sindicales.
Siguieron los paros y tomas de locales sindicales por los trabajadores y el 2 de agosto el ejército y la policía intervienen tomando los cuatro locales de las secciones sindicales del DF, lo que motiva el estallido de una huelga por tiempo indefinido. El 4 de agosto se realiza otra manifestación en la capital que es reprimida con un saldo de cuatro muertos, con lo que se desatan paros y huelgas de solidaridad por parte de telegrafistas, maestros y trabajadores petroleros.
Ante la persistencia y ampliación de la lucha, las autoridades laborales tuvieron que aceptar que hubiera elecciones sindicales, mismas que gana por abrumadora mayoría Demetrio Vallejo (militante del POCM), quien toma posesión como secretario general el 27 de agosto de 1958.
El 25 de febrero de 1959 estalla la huelga en los Ferrocarriles Nacionales por la revisión contractual y se logra un acuerdo de aumento salarial. El 25 marzo estalla la huelga en el Ferrocarril del Pacífico y en el Ferrocarril Mexicano demandando un aumento similar, que es declarada inexistente, y un paro de solidaridad de media hora en los Ferrocarriles Nacionales. Al día siguiente el sindicato propone al gobierno levantar los paros a cambio del cese a las violaciones al contrato colectivo, pero el 27 comenzaron los despidos y, cuando aún continuaban las pláticas con el gobierno, se procedió a la detención de Vallejo y los demás líderes sindicales.
El ejército ocupó todos los locales sindicales e instalaciones ferrocarrileras, aprehendió a casi 10 mil trabajadores y luego fueron despedidos casi 9 mil. El 3 de abril se reprimió en el DF una manifestación popular en apoyo a los ferrocarrileros y se detuvo a más de 300 personas.
El paro siguió desorganizadamente hasta el 12 de abril, pero el día 15 el gobierno logró instalar una directiva sindical "charra". La represión prosiguió con el asesinato en Monterrey del ferrocarrilero comunista Román Guerra Montemayor y la detención, el 17 de mayo de 1960, del líder del POCM Valentín Campa. Se mantuvo varios años en prisión a 800 ferrocarrileros, 150 de ellos acusados de comunistas. Vallejo y Campa fueron liberados hasta 1969 y otro dirigente, Santos Bárcena un poco antes.
Respecto a los motivos de la represión final, Lauro Ortega, (prominente político que fue presidente del PRI, gobernador de Morelos, etcétera) confesó a Lázaro Cárdenas el 25 de febrero de 1959 (antes de los hechos) que un alto funcionario del gobierno de Adolfo López Mateos le dijo que "si los ferrocarrileros no realizan la huelga que vienen anunciando, la provocaremos nosotros para lograr el cambio en la directiva del sindicato".
Represión contra el movimiento magisterial de 1956-60.
Desde el 26 de junio de 1956 se inicia el movimiento por democracia sindical y mejoras laborales de los maestros de la sección IX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con un paro de labores y con la fundación, en un mitin realizado en la Secretaria de Educación Pública (SEP) el 3 de julio, del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM).
La lucha se mantuvo con mítines y paros que fueron fortaleciendo el movimiento hasta el 12 de abril de1958, cuando un mitin magisterial y popular frente a la SEP es amenazado por la policía y el contingente se traslada al Zócalo, donde es reprimido. El 21 de abril los maestros realizan otra manifestación del Monumento a la Revolución al Zócalo, entregan un pliego petitorio con demandas salariales directamente a la SEP e instalan, el 30 de abril, una guardia permanente en esa secretaría. Se inicia una feroz campaña de prensa en su contra, logran mantener el apoyo de los padres de familia y consiguen la solidaridad del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de las centrales obreras CROC y CRT, de estudiantes normalistas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del IPN, etcétera.
El 1 de junio el propio presidente Adolfo Ruiz Cortines concede un aumento salarial y los maestros retiran su guardia de la SEP. La directiva del SNTE se ve obligada a convocar a un Congreso de la sección IX para fines de agosto, pero no se admite la entrada de los delegados del MRM, que eran mayoría, y éstos realizan un Congreso paralelo en el que eligen a Othón Salazar como su secretario general. El 6 de septiembre la policía reprimió un mitin magisterial en demanda del reconocimiento de los líderes democráticos y son detenidas 200 personas, entre ellas Othón Salazar y otros 5 dirigentes, que son declarados formalmente presos por el delito de "disolución social".
Así, aunque se logra un fallo del Tribunal de Arbitraje de los Trabajadores del Estado que obliga a una nueva elección de Comité Ejecutivo de la Sección IX, Othón Salazar no puede participar en ella por estar preso. Sin embargo, el MRM gana los comicios con el 97 por ciento de los votos el 30 de octubre y los presos son liberados el 5 de diciembre.
Pero el Comité democrático dura poco en funciones. El 2 de marzo se inicia un paro en la Escuela Nacional de Maestros y la sección IX se solidariza con ellos, pero el ejército ocupa la Normal y cierra su internado el 24 de marzo; el Comité Ejecutivo de la Sección IX es suspendido en sus funciones por los líderes del SNTE y su local es tomado por un grupo de choque armado.
Los maestros responden con un paro indefinido de labores y grandes manifestaciones el 7,19 y 25 de junio y el 7 de julio, pero el 4 de agosto otra manifestación es reprimida con un saldo de más de 500 heridos y numerosos detenidos.
La SEP inició los despidos por el paro, un mitin fue reprimido en el Monumento a la Revolución el 10 de agosto y el 31 de ese mes se levanta el paro con la promesa incumplida del presidente Adolfo López Mateos de reinstalar a los más de 500 despedidos (sólo volvieron después de un tiempo unos 200).
Asesinato de Rubén Jaramillo y su familia, 1962. 
Rubén Jaramillo se incorporó a los 14 años a las fuerzas del general Emiliano Zapata. En 1938 fundó el ingenio de Zacatepec, apoyado por el presidente Lázaro Cárdenas. Entre 1943 y 1944, luego de varios intentos de los caciques de Morelos de asesinarlo, estuvo levantado en armas. En 1945 fundó el Partido Obrero Agrario Morelense, que se ligó al Partido Obrero Campesino Mexicano. Fue candidato a gobernador de Morelos de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano en 1952 y todo ese tiempo encabezó las luchas agrarias en ese estado.
Por sostener esa lucha tuvo que volver a las armas en 1957 con el apoyo del Partido Comunista Mexicano. En 1959 el presidente Adolfo López Mateos le concedió amnistía a él y a su grupo armado, se entrevistó con Jaramillo y le prometió apoyo para un proyecto de aprovechamiento de tierras ociosas. Pero Jaramillo tenía un gran respaldo entre los campesinos morelenses, por lo que el gobierno federal y estatal le temían y el 23 de mayo de 1962, él, su esposa embarazada y tres de sus hijos fueron detenidos en Tlaquiltenango y llevados a la zona arqueológica de Xochicalco, donde fueron asesinados. En el sitio de su muerte se encontraron numerosos casquillos de bala elaborados en la Fábrica Nacional de Armas del ejército.
Entre los criminales estaban el jefe de la policía judicial Heriberto Espinosa y el capitán del ejército José Martínez, quienes aparecieron muertos el 5 de septiembre de 1962 en Guerrero.
Matanzas contra el movimiento cívico en Guerrero, 1960-1962. 
La Asociación Cívica Guerrerense (ACG) surgió a fines de los años 50 organizando a campesinos, estudiantes, copreros y trabajadores en la lucha por sus demandas y contra el régimen autoritario del gobernador Raúl Caballero Aburto. El 30 de diciembre de 1960 realizaba un mitin en el Zócalo de Chilpancingo cuando intervino el ejército para reprimir, dejando como saldo al menos 13 muertos y numerosos heridos.
Pese a esa represión, la ACG continuó encabezando luchas populares y en 1962 apoyó la candidatura del disidente priísta José María Suárez Téllez a la gubernatura del estado. El 30 de diciembre de 1962, al conmemorarse 2 años de la primera matanza, nuevamente se lanzó a la tropa contra un mitin de la ACG en Iguala matando a 39 personas, dejando 119 heridos y deteniendo a un millar de ciudadanos.
A estos actos represivos se sumó, en febrero de 1965, el aplastamiento de un movimiento estudiantil en Chilpancingo, el asesinato de los hijos de dos dirigentes de la ACG en julio de 1966 y el encarcelamiento de su líder principal, Genaro Vázquez, quien se fugó de la cárcel el 22 de abril de 1968 y pasó a formar la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) encabezando su grupo guerrillero. Genaro Vázquez muere en un extraño accidente automovilístico el 2 de febrero de 1972.
Aplastamiento del movimiento de los médicos, 1965. 
El movimiento médico comenzó en noviembre de 1964, cuando los residentes e internos del hospital 20 de noviembre del ISSSTE reclamaron el pago de aguinaldos atrasados y 206 de ellos fueron despedidos. En respuesta a los despidos se formó la Asociación Mexicana de Médicos Residentes e Internos (AMMRI) que comenzó a organizar paros que para el día 26 de ese mes ya abarcaban a 40 hospitales del ISSSTE, Seguro Social y Ferrocarriles. El 10 de diciembre el presidente Gustavo Díaz Ordaz, recién entrado en funciones, prometió estudiar sus peticiones de aumento de sueldos y participación en la elaboración de planes de estudios, con lo que el 15 se levantó el paro.
Sin embargo, se inició una campaña de desprestigio contra el movimiento y el gobierno rompió las pláticas de avenimiento. Ante ello, los médicos titulados respondieron formando la Alianza de Médicos Mexicanos Asociación Civil (AMMAC), que luego absorbió a la AMMRI. La AMMAC inició otro paro el 13 de enero de 1965, formulando ya no sólo demandas de aumento salarial, sino también de carácter laboral más general. Díaz Ordaz prometió nuevamente negociaciones, con lo cual se levantó el paro el 27 de enero.
No obstante, la oferta de retabulación salarial no fue satisfactoria. El 20 de marzo la AMMAC llamó a separarse de los sindicatos controlados por la FSTSE y el 25 propuso la creación de un sindicato de trabajadores de la salud. El 19 de abril estalló otro paro que se mantuvo hasta el 3 de junio y se celebró otra reunión con Díaz Ordaz, que sólo resolvió un aumento mínimo de sueldos pero ninguna otra demanda. Ante ello, los médicos realizaron una manifestación el 20 de abril que fue atacada por grupos de choque de la FSTSE. El 14 de agosto se inicia un paro de residentes y el 23 uno de médicos titulados.
El 26 de agosto hay otra gran manifestación, pero esa noche la policía tomó los hospitales 20 de Noviembre, Rubén Leñero y Colonia, sustituyendo a los paristas con médicos militares. Al día siguiente las enfermeras del 20 de Noviembre fueron secuestradas por los grupos de choque de la FSTSE. Cientos de médicos, los más activos en el movimiento, fueron despedidos y sus líderes encarcelados.
Ocupación militar de la Universidad Nicolaíta, 1966.
Desde 1961 la Universidad de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia, había conquistado una ley orgánica democrática y tenía una influencia importante de la izquierda, además de ligarse a las luchas populares.
El 1 de octubre de 1966 estudiantes y ciudadanos de Morelia coincidieron en un movimiento en contra del alza en las tarifas del transporte público. Al día siguiente efectuaron una gran manifestación que fue atacada por pistoleros del PRI, que robaron un aparato de sonido. Al dirigirse la marcha al local priísta para reclamar el robo, fue recibida a tiros y murió el estudiante Everardo Rodríguez Orbe.
En protesta por esa muerte los estudiantes declararon la huelga el 4 de octubre y el ejército comenzó a patrullar las calles, pese a lo cual se efectúa un gran mitin el 7 de octubre en el centro de Morelia. El 8 de octubre, a petición del Congreso Local, la tropa, mandada por el general José Hernández Toledo, tomó la universidad y detuvo a decenas de estudiantes. Durante 3 años aproximadamente estuvieron presos el líder de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, Rafael Aguilar Talamantes, y el dirigente popular Efrén Capiz.
Toma militar de la Universidad de Sonora, 1967.
Los estudiantes sonorenses se sumaron y encabezaron la protesta popular por la imposición de Faustino Félix Serna como candidato del PRI a la gubernatura de la entidad. La protesta de la población, con fuerte influencia panista, llegó a actos como ataques masivos a una comandancia de policía y casas de funcionarios en Hermosillo. Como las escuelas eran el centro de la movilización, la policía las atacó, pero sólo logró que 139 planteles se incorporaran a un paro. Ante ello, el gobernador Encinas Johnson solicitó y obtuvo del Congreso el llamado a la intervención del ejército, que, nuevamente al mando de José Hernández Toledo, el 17 de mayo atacó y tomó la Universidad de Sonora.
Masacre de copreros en Acapulco, 1967.
Los campesinos cultivadores de copra de Guerrero siempre han sido uno de los sectores más pobres y explotados de la entidad. El 20 de agosto de 1967, 800 delegados de la Unión de Productores de Copra se reunieron en el local de la Confederación Nacional Campesina en Acapulco para discutir las cuotas de sostenimiento de su organización y tratar de elegir una dirección democráticamente. A pesar de estar encabezados por el entonces diputado priísta César del Ángel, los asistentes fueron atacados a tiros por pistoleros del líder espurio de su propia organización, Jesús Flores. Hubo más de 80 campesinos muertos y un número indeterminado de heridos y detenidos, entre los últimos Del Ángel. Gracias al apoyo del gobierno local a Flores, nadie fue encarcelado por la matanza que causó escándalo en el ámbito nacional.
Matanza de Atoyac, 1967.
El maestro Lucio Cabañas, fue egresado de la normal rural de Ayotzinapa, Guerrero, secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas, participante a principios de los años 60 en el Movimiento de Liberación Nacional y en las luchas contra el gobernador guerrerense Raúl Caballero Aburto.
En 1967 era miembro del Partido Comunista Mexicano, daba clases en la primaria de Atoyac de Álvarez y realizaba trabajo político y social entre los campesinos de la zona. En mayo de ese año inició una lucha de los maestros y padres de familia de esa escuela para pedir la destitución de la directora por los malos manejos económicos que ésta realizaba, con el apoyo de las autoridades del municipio. Pero incluso una lucha tan elemental era inadmisible para los caciques de la región y un mitin de protesta organizado por Lucio fue disuelto a balazos por policías judiciales y guardias blancas, dejando un saldo de 5 muertos y varios heridos. El profesor logró escapar y fue perseguido, lo que lo obligó a remontarse a la sierra.
Las consecuencias de este acto represivo fueron más allá de lo que sus autores imaginaron. Cabañas formó primero la Brigada Campesina de Ajusticiamiento como un grupo armado de autodefensa y luego el Partido de los Pobres (cuyo ideario fue dado a conocer el 30 de marzo de 1972), que llegó a tener gran simpatía entre los campesinos de Guerrero como grupo guerrillero que fue combatido con un enorme despliegue de fuerzas militares hasta la muerte de Lucio, en combate, el 2 de diciembre de 1974.

Represiones contra el movimiento estudiantil de 1968.
Salvo el periodo que va del 1º al 26 de agosto de 1968, el movimiento estudiantil de ese año fue objeto de una escalada represiva que culminó el 2 de octubre. Un rasgo distintivo de algunas de las acciones represivas fue el hecho de que encontraron una respuesta de legítima defensa de los estudiantes, aunque éstos nunca iniciaron la violencia.
El 23 de julio los granaderos penetraron a la Vocacional 5 golpeando a maestros y estudiantes con el pretexto de perseguir a pandillas que se habían enfrentado en La Ciudadela. El 26 de julio la policía disolvió los contingentes del Politécnico y de la marcha conmemorativa de la Revolución Cubana sólo porque intentaban dirigirse al Zócalo. Hubo respuesta estudiantil a pedradas. Pero la policía no se limitó a eso, sino que atacó a los alumnos de la Preparatoria 3 que no habían tenido nada que ver con la manifestación, asaltaron el local del Partido Comunista y de su periódico la Voz de México y detuvieron a varios de sus líderes.
El 29 de julio la policía no se contentó con detener un intento de marcha estudiantil al Zócalo, sino que, cuando los alumnos ya se encontraban en sus escuelas del centro de la capital comenzó a atacarlos, suscitando una resistencia que se prolongó de las 5 de la tarde a la una de la madrugada, cuando entró el ejército. Se supone que hubo muertos, pero lo comprobado es que se registraron numerosos heridos de ambas partes. Fueron detenidos más de mil estudiantes.
Frente a estos actos represivos, la huelga estudiantil se extendió por las más de 70 escuelas públicas y varias privadas de la capital, y además en otras de diversos estados de la República, levantando un pliego petitorio de seis puntos que sintetizaban la lucha por las libertades democráticas en el país.
Luego vino el periodo en el que se dejó actuar al movimiento, pensando que éste se iba a desprestigiar a sí mismo (según confesión del jefe del Departamento del DF, Alfonso Corona del Rosal en sus memorias); cosa que no ocurrió.
Frente a ello, el 27 de agosto, el ejército y la policía desalojaron el campamento estudiantil que se había instalado en el Zócalo luego de la manifestación de ese día, registrándose sólo heridos. Al día siguiente, nuevamente el ejército y la policía tuvieron que desalojar a los trabajadores del Estado que habían sido reunidos en el Zócalo para un supuesto acto de desagravio a la bandera, pues esos trabajadores se manifestaron contra el gobierno. A partir de esa fecha comenzaron los ametrallamientos de escuelas, el secuestro de estudiantes y la detención de las brigadas de propaganda, pese a lo cual se realizó la manifestación silenciosa del 13 de septiembre. La vocacional 7 fue atacada al menos tres veces por los granaderos, encontrando una tenaz resistencia de parte de los estudiantes y de los habitantes de Tlatelolco.
El 18 de septiembre el ejército ocupó la Ciudad Universitaria sin hallar resistencia y detuvo a más de mil 500 personas. Del 20 al 22 de septiembre hubo ataques policíacos o ametrallamientos realizados contra la Vocacional 7, Zacatenco, la Vocacional 5 y las Preparatorias 8 y 9.
El 23 de septiembre por la tarde, la policía armada con fusiles comenzó a atacar el Casco de Santo Tomás y la Vocacional 7. El Casco fue tomado por el ejército luego de ocho horas de enfrentamientos con un saldo de al menos tres estudiantes muertos. La Vocacional 7 y Zacatenco cayeron al cesar la resistencia antes, sin que se registraran víctimas.
El 2 de octubre, el ejército rodeó y atacó el mitin estudiantil en Tlatelolco previa desocupación de todas las cárceles y espacios en el Campo Militar Número Uno para recibir a los detenidos. Según las cifras oficiales sólo hubo 996 detenidos, 23 muertos civiles, dos soldados y 36 heridos. El Consejo Nacional de Huelga calculó en su momento en 150 el número de muertos. El entonces prestigiado periodista estadounidense Drew Pearson dijo que fueron 130 muertos y el diario inglés The Guardian habló de 300. En 1995, en el libro Mis Memorias Políticas, de Alfonso Corona del Rosal, se incluyó una carta del general de división Javier Vázquez Félix en el que él afirma haber sido el encargado de hacer el recuento de muertos sobre el terreno y dice que fueron 38 en la plaza, un niño en un departamento y cuatro soldados, o sea 19 fallecidos más de los reconocidos oficialmente.
Pero todavía hubo más víctimas, el 16 de noviembre el estudiante de medicina de la UNAM José Luis González Martínez fue asesinado a tiros en Bolívar y Avenida Central por en agente de tránsito. Julio Martínez Jiménez fue muerto por estar realizando una pinta y, el 27 de noviembre, el estudiante politécnico Eugenio Ramírez Clachar fue asesinado a tiros por "porros" en la preparatoria 5 y dos de sus compañeros resultaron heridos. Ninguno de los responsables de esos crímenes fue detenido. Según la Procuraduría General de la República, durante el movimiento estudiantil hubo 5 mil detenidos.
Ataque de Los Halcones contra la marcha del 10 de junio de 1971.
El Comité Coordinador de Comités de Lucha estudiantiles del Politécnico y de la UNAM organizó la marcha del 10 de junio inicialmente para solidarizarse con los estudiantes de Nuevo León, a los que se quería imponer una Ley Orgánica autoritaria, pero luego, al haberse resuelto aquel conflicto, lanzó la convocatoria con los siguientes planteamientos políticos: contra la reforma educativa burguesa y por la democratización de la enseñanza; por la democracia sindical y contra el charrismo, y por la libertad de todos los presos políticos. La marcha fue encabezada por una manta con la consigna: "Por la unidad obrero-campesino-estudiantil".
La policía cerró los accesos de las calles transversales al recorrido por la Avenida de los Maestros, de modo que la marcha, que partió de la escuela de Ciencias Biológicas del IPN, sólo podía desembocar a Ribera de San Cosme, donde Los Halcones la atacaron saliendo de detrás de las filas de granaderos. Conforme se avanzaba, la vanguardia de la manifestación era disuelta a tiros y golpes de palos de kendo. A pesar de esto y sabiendo lo que le esperaba adelante, cabe destacar que la gente que iba atrás seguía marchando. Los Halcones no se contentaron con disolver así la marcha, sino que atacaron el hospital Rubén Leñero de la Cruz Verde para sacar de él a los heridos.
El Jefe del Departamento del DF, Alfonso Martínez Domínguez, hizo de inmediato declaraciones afirmando que se había tratado de un choque entre estudiantes y negando la existencia del grupo de Los Halcones. Sin embargo, el hecho de que decenas de reporteros y fotógrafos habían sido golpeados o secuestrados por Los Halcones o agentes policíacos vestidos de civil hizo que, por primera vez, toda la prensa, radio y televisión, desmintieran la versión oficial, lo que obligó al presidente Luis Echeverría a usar al Jefe del Departamento del DF como chivo expiatorio: lo destituyó y prometió una investigación que nunca arrojó resultados. Según las cifras oficiales, sólo hubo entre 11 y 17 muertos, pero los estudiantes y algunos diarios hablaron de entre 30 y 42 muertos y más de 200 heridos. 

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