sábado, 8 de febrero de 2014

Ganaron Afores $24,343 millones por comisiones en 2013: Consar

Ganaron Afores $24,343 millones por comisiones en 2013: Consar

Víctor Cardoso

Ganaron Afores $24,343 millones por comisiones en 2013: Consar

■ Las 4 administradoras más grandes concentraron dos tercios de los recursos cobrados

El manejo de los recursos para la jubilación de los trabajadores mexicanos generó a las 12 administradoras de fondos para el retiro (Afores), en su mayoría propiedad de los grandes bancos que operan en el país, ingresos por comisiones que en 2013 sumaron 24 mil 343 millones de pesos, revelan los últimos datos estadísticos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

Las cuatro Afores más grandes, pertenecientes a Banorte, Banamex, Profuturo y Principal, congregaron más de dos tercios de los recursos derivados del cobro de comisiones (66.4 por ciento), que de manera conjunta se elevaron a 16 mil 163 millones de pesos.

El pasado miércoles la Consar divulgó su actualización mensual de información de recursos y rendimientos del SAR (Sistema de Ahorro para el Retiro). En él se da cuenta de que en el primer mes de 2014 los fondos de pensiones de los trabajadores mexicanos resintieron una caída de 2 mil 455 millones de pesos respecto del cierre del año pasado.

También se informa que al cierre de enero de 2014, los ahorradores en el SAR acumulan 2 billones 48 mil 392 millones de pesos a precio de mercado y aclaró que esa cifra descuenta los retiros realizados en enero por 3 mil 737 millones de pesos.

Según la Consar, al cierre de diciembre pasado, las Afores operaban 50 millones 878 mil 419 cuentas individuales de los trabajadores mexicanos.

Con base en la información de la Consar, se observa que en 2013 las Afores alcanzaron un elevado grado de rentabilidad, es decir, resultaron un buen negocio, ya que sus ingresos por comisiones fueron 127 por ciento superiores a sus costos de operación. Esto es, recibieron comisiones por 13 mil 643.6 millones más de los 10 mil 699.9 millones que gastaron en la administración de los recursos para la jubilación.

Eso no obstante que el año pasado, acicateadas por la Consar, las Afores cobraron las comisiones más bajas de los 16 años que lleva en operación el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). Según los datos oficiales en 2013 la tasa de comisión más baja fue de 0.99 por ciento, mientras que la más alta se ubicó en 1.59 puntos porcentuales.

Sin embargo la reducción de las comisiones no mermó de manera significativa los ingresos por comisiones, toda vez que estos se mantuvieron en un promedio mensual de 2 mil 45 millones de pesos. En las estadísticas de la Consar (sólo se puede consultar el periodo marzo-diciembre) se observa que en el primer trimestre (cierre de marzo) las comisiones generaron ingresos para las Afores por 5 mil 932.6 millones de pesos. A partir de ahí, se añaden al saldo los recursos generados en el mes correspondiente. Así, por ejemplo, en abril se registran 7 mil 993.8 millones de pesos como saldo al cierre; en mayo 10 mil 131.96 millones; en junio, 12 mil 60.1; en julio 14 mil 84.45 millones; en agosto 16 mil 138.7 millones; en septiembre fueron 18 mil 101.69 millones; para octubre se elevaron a 20 mil 193.9 millones; hacia noviembre el nivel llegó a 22 mil 229.22 millones y diciembre cerró con 24 mil 343.55 millones de pesos en comisiones generadas por los recursos destinados a la jubilación.


Consulte www.siclapueblanoticias.blogspot.mx

La PGR consignó ante juez sólo a 490 de 9 mil 582 personas que sometió a arraigo

La PGR consignó ante juez sólo a 490 de 9 mil 582 personas que sometió a arraigo

Gustavo Castillo García

La PGR consignó ante juez sólo a 490 de 9 mil 582 personas que sometió a arraigo

■ Difunde la procuraduría datos sobre esa medida aplicada entre 2008 y 2013

La Procuraduría General de la República (PGR) arraigó del primero de enero de 2008 al 13 de diciembre de 2013 a 9 mil 582 presuntos delincuentes, de los cuales 259 permanecieron hasta 90 días privados legalmente de su libertad, y más de 50 por ciento superaron 40 días. Sin embargo, sólo 490 fueron consignados ante un juez, debido a que en ese número de casos el Ministerio Público logró obtener pruebas de su involucramiento en algún ilícito.

Datos proporcionados por la dependencia en respuesta a una solicitud de información pública presentada por un particular refieren que se investigó a mil 260 personas por terrorismo y acopio de armas, mil 720 por secuestro y 3 mil 71 por delitos contra la salud.

Esa información revela que la cantidad de personas arraigadas y el lapso durante el cual se aplicó la medida cautelar disminuyeron desde diciembre de 2012, cuando se inició la actual administración federal.

De acuerdo con la respuesta de la PGR, en mil 979 casos las personas arraigadas permanecieron bajo esta medida cautelar por delito "no definido".

La información refiere que en 2008 fueron arraigadas con base en autorizaciones del Poder Judicial de la Federación mil 210 personas, en 2009 mil 772, en 2010 mil 982, en 2011 2 mil 385, en 2012 mil 641 y el año pasado 592.

En 2008, el mayor número de casos de arraigo fue en contra de presuntos responsables de delitos contra la salud (572); de secuestro (209); de terrorismo, acopio y tráfico de armas (245), de tráfico de menores, de personas y de órganos (18), y de operaciones con recursos de procedencia ilícita (36), mientras en 122 no se definió el delito por el cual se sometió a arraigo a igual número de personas.

Asimismo se impuso esta medida a un presunto responsable de ilícitos electorales y otro por delitos fiscales y financieros.

En 2009, por delitos contra la salud fueron arraigados 792 presuntos responsables, 301 por secuestro, 188 por terrorismo, acopio y tráfico de armas; 25 por tráfico de menores, de personas y de órganos; 43 por asalto y robo de vehículos y 102 por lavado de dinero, mientras en 324 casos la PGR informó que no tenía definición del delito cometido.

Para 2010 fueron arraigados 692 presuntos responsables por delitos contra la salud, 443 por secuestro, 239 por terrorismo, acopio y tráfico de armas; 101 por tráfico de menores, de personas y de órganos; 95 por asalto y robo de vehículos, 87 por operaciones con recursos de procedencia ilícita y uno por delincuencia organizada.

Asimismo, 92 personas fueron sometidas a esa medida cautelar por una dirección de "control de averiguaciones previas", mientras en 232 casos el delito está considerado "no definido".

En 2011, por delitos contra la salud 737 presuntos responsables fueron sometidos a esa medida; 502 por secuestro; 371 por investigaciones relacionadas con delitos que se consideran "terrorismo, acopio y tráfico de armas"; 95 por tráfico de menores, de personas y de órganos; 133 por asalto y robo de vehículos; 94 por operaciones con recursos de procedencia ilícita, y en 456 casos el ilícito fue "no definido".

Durante 2012 (del cual solamente el mes de diciembre correspondió a la actual administración federal), el Ministerio Público Federal arraigó a 341 presuntos responsables por delitos contra la salud, 165 por secuestro, 135 por terrorismo, acopio y tráfico de armas; 54 por tráfico de menores, de personas y de órganos; 130 por asalto y robo de vehículo, 33 por lavado de dinero, dos por delitos contra derechos de autor y la propiedad industrial, y por ilícito "no definido", 781.

En 2013, ya con la PGR a cargo de Jesús Murillo Karam, quien ha declarado que "el arraigo es una figura de la que se abusó", se mantuvo bajo esta medida cautelar a 131 presuntos responsables para ser investigadas por delitos contra la salud, 100 por secuestro, 82 por terrorismo, acopio y tráfico de armas; 73 por tráfico de menores, de personas y de órganos; 124 por asalto y robo de vehículos; 17 por lavado de dinero, una por "víctimas de maltrato y tráfico de personas" y 64 por un delito "no definido".


Consulte www.siclapueblanoticias.blogspot.mx

jueves, 6 de febrero de 2014

Reforma Móvil : Celebra Zavala sus 105 años


Celebra Zavala sus 105 años

Silvia Isabel Gámez
Ciudad de México, México (6 febrero 2014).- 00:00 AM
Don Silvio Zavala amaneció este día con buen ánimo. El decano de los historiadores mexicanos cumple mañana 105 años de edad sin padecer enfermedades.

"Papá dice que son una barbaridad de años", ríe su hija María Eugenia. En las últimas semanas, don Silvio se ha sentido un poco más fatigado. "El médico opina que es por la edad", agrega con buen humor. "La verdad es que tiene una salud privilegiada".

Con la ayuda de su cuidadora, Irene Mariscal, el historiador se levanta todos los días, camina, lee el periódico. Cada noche, padre e hija no se pierden el noticiero francés TV5Monde. El ejercicio y una vida ordenada han contribuido a su longevidad. 

Zavala, miembro fundador de El Colegio Nacional y Premio Príncipe de Asturias 1993, escucha las conversaciones, pero habla poco. "Nunca fue muy platicador", recuerda su hija. "Sólo lo necesario".

A don Silvio le entristece la violencia que existe en el País tanto como la actitud de sus gobernantes, cuenta María Eugenia. En esta época de su vida, disfruta las visitas y llamadas de sus discípulos y amigos. 

"Silvio Zavala advirtió el lugar de América en la historia mundial", subraya uno de sus alumnos, el historiador Andrés Lira. "Se ocupó de la trama ideológica e institucional de ese complicado proceso, ponderando la dimensión económica y social --de ahí su llamado sobre la importancia del trabajo indígena-- en obras monográficas y documentales". 

Salvador Rueda Smithers debe a don Silvio su vocación de historiador. "Su libro de texto de Historia universal --escrito con Ida Appendini-- fue un tesoro en mi paso por la secundaria. Me hizo saber que pertenecía a un momento y a un lugar en el infinito movimiento del planeta".

Su visión sobre la Conquista como empresa, agrega, y las características legales de la mano de obra indígena durante el periodo virreinal, le mostraron la "historia dura" oculta tras la épica y el discurso, mientras que sus ensayos sobre Vasco de Quiroga y la utopía de Tomás Moro le permitieron entender el "peso esperanzador" del cardenismo en Michoacán y otras regiones del País.

Acaba de leer uno más de sus libros: Una etapa en la construcción de la Catedral de México alrededor de 1585. 

"Nuevamente, la organización de los trabajadores, la administración de la fuerza de trabajo --esclava y libre-- hace transparente el fundamento económico de cualquier fábrica humana, más allá de coberturas ideológicas, políticas o estéticas".

Fundador y director del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México (Colmex), institución que también presidió, la obra de Zavala es una referencia en países como Argentina, Bolivia, Uruguay. 

"Yo viajo mucho y siempre me preguntan dónde pueden conseguir los primeros libros de mi papá, que están agotados y habría que reimprimir", señala María Eugenia en referencia a títulos como Las instituciones jurídicas en la conquista de América (1935) y La encomienda indiana(1935).

Demógrafa de profesión, porque según su padre "con un historiador en la familia era suficiente", primogénita de cuatro hermanos, María Eugenia se trasladó en 2010 a la casa familiar de Montes Urales para acompañar a don Silvio, quien enviudó hace dos años de la arqueóloga Huguette Joris.

"Silvio Zavala impulsó y dirigió instituciones para formar investigadores y dar a conocer la obra de historiadores connotados. Anima a esa labor el sentido de la historia como actualidad creciente e inacabada, a cuya comprensión nos llama la lectura de sus páginas y la calidad de su ejemplo", señala Lira, profesor emérito del Colmex.

En el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM se encuentra el Acervo Silvio Zavala, con más de 18 mil títulos. De 1995 a 2011, el historiador yucateco donó a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia del INAH más de 10 mil 400 documentos.

Algo que pone contento a don Silvio, dice su hija, es que de su archivo surjan nuevas obras, como Exilio político y gratitudintelectual, libro que reúne la correspondencia con su profesor, Rafael Altamira, una edición de Andrés Lira publicada en 2012 por el Colmex. 
Celebra Zavala sus 105 años

Fuente: www.reforma.com

Descarga Reforma para iPhone

miércoles, 5 de febrero de 2014

Nuevas células pluripotenciales: ¿La muerte de la clonación?

Nuevas células pluripotenciales: ¿La muerte de la clonación?

Javier Flores

Nuevas células pluripotenciales: ¿La muerte de la clonación?

Sí, sé que es muy temprano para decirse, pero los resultados obtenidos por Haruko Obokata, publicados el pasado miércoles en dos artículos en la revista inglesa Nature tienen implicaciones tremendas para la biología, la medicina regenerativa y en particular para el campo de la clonación terapéutica. El trabajo de la investigadora del centro Rinken de biología del desarrollo, en Kobe, Japón, muestra, por primera vez, que en ratones las células de la sangre sometidas a condiciones de estrés pueden transformarse (reprogramarse) hasta formar diferentes tipos de células y tejidos especializados.

Estas células pluripotenciales surgen luego de someter a condiciones adversas a los leucocitos u otras células sanguíneas (como las células T que son parte también de los mecanismos de defensa). Por ejemplo, la acidificación del medio ambiente celular en el laboratorio (reducción del pH) lleva a la reprogramación de leucocitos, que se transforman en células primordiales (células troncales). Los experimentos de Obokata cubren distintos flancos para no dejar dudas respecto a la naturaleza pluripotencial de las células surgidas de esta forma.

Resulta impresionante observar en el material suplementario del artículo, un video que muestra un cúmulo de células transformadas de la forma descrita, que forman un tejido que se contrae a intervalos que asemejan al latido cardiaco. También, las células transformadas a partir del estrés pueden teñirse con sustancias fluorescentes que al ser inyectadas a embriones en etapas muy iniciales, participan en la formación de prácticamente todos los tejidos en el desarrollo del embrión, incluida una parte del cordón umbilical… Un corazón palpitante teñido de verde.

Lo anterior es posible gracias a que dentro del equipo de Obokata hay figuras de la talla de Teruhiko Wakayama, quien cuenta con amplia experiencia en el campo de la reprogramación genómica y la clonación. Entre los antecedentes importantes de este trabajo se encuentran las llamadas células troncales pluripotenciales inducidas (iPSCc, por sus siglas en inglés), que no son otra cosa que células adultas convertidas en troncales como algunas de la piel (fibroblastos), aunque con una eficiencia mucho menor que las que ahora se comentan.

A diferencia de las iPSCs, las células creadas por sometimiento a estrés de Obokata y su grupo a las que han llamado STAP (siglas en inglés de la "inducción de pluripotencia disparada por estímulos"), tienen una eficiencia mayor pues sobreviven al estrés aproximadamente el 25 por ciento de las células y de ellas el 30 por ciento se convierten en pluripotenciales, mientras que en las iPSCs la eficiencia es de aproximadamente 1 por ciento.

Sobre las implicaciones de los trabajos de Obokata y sus colegas, se tiene que tomar en cuenta, desde luego, que por ahora se trata de estudios realizados en ratones y no es posible trasladar automáticamente estos resultados a los humanos, pero en algunas de sus primeras declaraciones esta autora ha señalado que en su grupo ya han iniciado los primeros estudios en nuestra especie y, en mi opinión, difícilmente hubieran soltado los datos obtenidos en ratones sin tener todo el paquete en la mano.

Como sea, el modelo que han creado estos científicos japoneses, representa un salto muy importante para avanzar en el conocimiento de la biología del desarrollo, uno de los temas (y los desafíos) más apasionantes en las ciencias de la vida. También, aunque hasta ahora es sólo una especulación, representa una promesa para la medicina regenerativa, pues quizás en el futuro bastará con una muestra de sangre para crear a partir de ella células y tejidos de remplazo (sin los problemas del rechazo de órganos) para enfrentar distintas enfermedades hasta ahora incurables… ¡sin recurrir a la clonación!

Y esta es otra de las implicaciones importantes, pues quizá estamos asistiendo a la muerte de la clonación humana con fines terapéuticos, la cual implica el empleo de células embrionarias, tema que especialmente en la primera década de este siglo fue motivo de uno de los más grandes debates éticos en la biología, la medicina y la sociedad.


Consulte www.siclapueblanoticias.blogspot.mx

lunes, 3 de febrero de 2014

Julio Gómez Julio Rosovski El maximato y el PCM IV

SICLA. Sistema de Información Clasificada         
Información Documental





IV
Retorno y despedida

Cincuenta años después, Julio Gómez en México

Reencuentro de una figura pionera con su país y su partido*

Alejandro Miguel

Ucrania es actualmente una de las repúblicas de la URSS. En Odesa, puerto ucraniano del Mar Negro, nació Julio Gómez en 1906; por supuesto, otro era su nombre. En 1921 arribó a México; desde entonces es simplemente, Julio Gómez.
—Yo me puse ese nombre, contesta, cuando en Puebla, hace unos días, le preguntaron con curiosidad y en confianza algunos miembros del PCM acerca de quién le había asignado ese nombre.
La razón de la pregunta anterior se basa en que, por la vida de revolucionario que Julio llevó en México, se cree que el cambio de nombre fue por consigna. También se llegó a pensar que su llegada a México fue parte de los planes de alguna organización revolucionaria. Con toda franqueza le preguntaron a Julio los comunistas poblanos si la Internacional Comunista lo había enviado como agente político a trabajar en México.
—Hubiera sido curioso: un agente de la IC que viaja acompañado de sus padres, responde con su habitual buen humor Julio Gómez.
En efecto, Julio Gómez viajó a México con su familia, porque su padre decidió probar fortuna en América. En México, por cierto, están enterrados los restos de sus padres, pero Julio desconoce el lugar. Un hermano de él probablemente todavía viva en México. Su hermana Esther vivió y murió en Leningrado.
En su ciudad natal, Odesa, cuna de Isaac Babel, Julio asistió al gimnasio, que es una institución escolar equivalente al liceo. Fue condiscípulo de Eduardo Bagritszki y Simeón Kirsanov, quienes llegaron a destacar como excelentes poetas. En el mismo plantel estudiaba Yuri Olesha, el autor de variada obra, entre la que se encuentra el cuento infantil Los tres gordinflones, conocidos en México.
Esos recuerdos de Julio, relacionados con hombres de letras, surgieron cuando se puso a examinar El vampiro de la colonia Roma, de Luis Zapata.
—Creo que no está escrita en serio, ¿verdad?, dice y sonríe con la expresión entre maliciosa e ingenua que le es característica. Habla con facilidad de asuntos literarios:
—Me gusta Pushkin, Chéjov, Tolstoi, Dostoyevski. Prefiero los textos sencillos, claros, comprensibles, para gente que simplemente sabe leer. La primera etapa de Mayacovski, la futurista, despierta poco interés en mí. El poemaLenin, de la segunda y definitiva etapa, es un buen poema.
¿Lees mucha poesía, Julio?
—Cuando estoy fatigado, antes de dormir leo poesía. Vuelvo constantemente a Lermontov y Nekrasov.
Julio se apasiona y entusiasma al recordar el poema Las mujeres rusas, de Nekrasov. "Canta una de las páginas más hermosas de la historia rusa: la conspiración de los decembristas en 1825 contra el zar. Los decembristas eran miembros de la nobleza; en castigo por el atentado se les envió a Siberia y hacia allá los acompañaron voluntaria y abnegadamente las nobles damas. Ellas renunciaron a sus salones para compartir el destierro de los hombres". Julio también declara su preferencia por el poema El demonio, de Lermontov. Se compromete a hacer una versión española de estos poemas.
Julio habla un español claro; lo maneja con soltura. Hasta modismos y expresiones coloquiales emplea. A veces se da el lujo de hablar con acento del DF. Cuando llegó a México en 1924, casi desconocía el idioma español. En tres meses el español pasó a ser el segundo idioma habitual de Julio.
En México vivió cinco años. Primero radicó en el DF y después en Puebla. Ingresó al Partido Comunista. Fundó el Comité Regional de éste en Puebla-Tlaxcala. Volvió al DF como secretario de organización del Comité Central del PCM. Fue compañero de Hernán Laborde, Julio Antonio Mella y Tina Modotti.
¿Qué cualidad recuerdas más de Laborde?
—Llevo la imagen de lo humano y sencillo que fue Laborde. En todas las circunstancias estaba presente el buen camarada, el internacionalista. Laborde no se preocupaba de su bienestar personal; el trabajo del partido era su aire, su vida.
¿Y de Mella qué imagen tienes?
—Era la indomable juventud, como la propia revolución. Tenía una fe inquebrantable en el comunismo. Estaba identificado plenamente con el marxismo leninismo, con la clase del futuro victorioso, con la clase obrera. Siempre sostuvo en alto su gran amor a la patria socialista de los trabajadores. Mella pertenece no solamente al PCM o al Partido Comunista de Cuba: fue un comunista universal.
La perspicacia de Julio Gómez no se hace esperar. Dice: antes que preguntes por Tina Modotti, debo decir que en ella se conjugaba la responsabilidad y la alegría de la militancia partidaria. Cuando estuve preso —continúa Julio— Tina me llevaba alimentos enviados por el Socorro Rojo Internacional; ella aprovechaba esta circunstancia para servir de intermediaria entre Laborde y yo. Así envié a Laborde información, direcciones y nombres que yo había memorizado. De aquella época también recuerdo, entre otras mujeres admirables, a Luz Ardizana, dirigente juvenil.
Julio, en efecto, fue aprehendido por la policía en diciembre de 1929. La policía lo entregó a la comandancia militar con sede en el Palacio Nacional. El gobierno acusó falsamente a Julio Gómez de participación en un complot para asesinar al presidente Portes Gil. Después de un mes de prisión y ante múltiples gestiones y protestas, Julio fue deportado en enero de 1930 por el gobierno mexicano. Partió de Veracruz, en barco, virtualmente prisionero; sin embargo, ante sus protestas, secundadas por los pasajeros, obtuvo libertad plena dentro del barco.
Medio siglo después, Julio Gómez retornó a México, a invitación del CC del PCM y con motivo del LX aniversario de éste.
El 28 de noviembre de 1979 Julio pisó nuevamente tierra mexicana. En el aeropuerto de la ciudad de México lo recibieron Valentín Campa, Eduardo Montes, una comisión del Comité Regional del PCM en Puebla y la Brigada Juvenil Comunista Julio Gómez en pleno. La bienvenida fue muy emotiva; subió de tono con las palabras del brigadista Miguel Ángel Martínez:
"Nunca pensamos que llegara el día de conocerlo personalmente, aunque como jóvenes mexicanos comprometidos a sentir, a pensar y a hacer la revolución socialista, conocemos su obra, obra que es un abrazo entre México y la Unión Soviética. Llevamos su nombre en nuestra bandera porque es usted un hombre limpio, generoso, justo y revolucionario".
Al día siguiente viajó a Puebla, al reencuentro con un paisaje y una historia que Julio vivió y sigue viviendo. Como invitado de la Universidad Autónoma de Puebla, participó en reuniones de investigación sobre la historia del movimiento obrero de la región. Allí volvió a estrechar las manos de antiguos compañeros, como Miguel Ángel Velasco. También allí estaba Rafael Carrillo. Había viejos luchadores, recios luchadores, junto a los jóvenes que a todas horas rodeaban cariñosamente a Julio.
Refiere Julio que fue Carrillo, precisamente, quien le aclaró una duda. Entre los organizadores y fundadores del Partido Comunista de Cuba se encuentra el mexicano Enrique Flores Magón, enviado por el PCM; a partir de este hecho, todo mundo pensaba que se trataba del hermano de Ricardo Flores Magón.
La verdad es otra. En Moscú, Juan de la Cabada dijo a Julio que este Enrique no era hermano de RFM. En Puebla, Carrillo reafirmó la aclaración: no se recuerda el segundo apellido de Enrique Flores, pero, desde luego, no era Magón. Por asociación de nombres pasó por Flores Magón, sin ser familiar de los famosos hermanos30.
Julio Gómez permaneció más de una semana en Puebla. Dio una conferencia. Fue entrevistado. Hizo grabaciones. Visitó varios lugares, donde hace medio siglo actuó: Atlixco, Cholula, etcétera.
En el DF, Julio participó en un pleno del CC del PCM. Visitó lugares aledaños. El 20 de diciembre estuvo en Teotihuacán. Las pirámides lo deslumbraron; subió a ellas, recorrió la Calzada l7 de los Muertos, entró al museo, adquirió una flauta indígena, se retrató con sus acompañantes y bromeó. Esto es tributar vida a la vida.
En Xochimilco, el 21 de diciembre, abordó una trajinera. Comió arroz con pollo y volvió a su eficaz didáctica: el buen humor. Julio sabe sonreír a pesar de los contratiempos: los notorios retardos de Teodoro, el compañero de la camioneta que siempre llega acompañado de familiares, la falta de horario confiable de los dirigentes del partido para asistir a sus oficinas, la ausencia de iniciativa de los camaradas que no saben, no quieren o no pueden elaborar un programa integral para un invitado (Julio no fue ni siquiera a una función del Ballet Folclórico, a pesar de que sus anfitriones mexicanos que han estado en Moscú saben que en un programa —por más político que sea— hay un lugar para el teatro, los museos y hasta para el circo).
En Teotihuacán o Xochimilco, o ante los murales de Diego Rivera, de compras en algún lugar o almacén, donde estuviera, Julio no dejaba de pensar en visitar la tumba de doña Leocadia, la madre de Luis Carlos Prestes.
Julio tiene una verdadera devoción por la amistad con Prestes, El cabalIero de la esperanza, el legendario capitán de ingenieros que se rebeló contra el Brasil feudal y continúa al frente del PC de aquel país. Con ayuda de Lino Medina, por fin fue localizada la tumba de doña Leocadia. Está a unos pasos de la Rotonda de los Hombres Ilustres en el Panteón Civil de Dolores. El 24 de diciembre Julio depositó un ramo de flores ante la tumba de la luchadora brasileña. La inscripción de tan sencilla dice todo: "La madre heroica".
Por la tarde de ese día Julio acudió a las oficinas de Oposición: plática fraternal, preguntas y respuestas interesantes. Durante el brindis, Julio levantó su vaso de sidral, porque la úlcera gástrica es despótica en asuntos de licores. Ulcera y problemas cardiacos padece Julianito. En 1972 sufrió el primer infarto. "Pero Klava (su esposa) estaba a mi lado; si no hubiera volado más lejos que a México", dice Julio enternecido. La ternura por Klava es la otra parte de la sangre y el sueño de Julio Gómez; en vísperas de su regreso a Moscú, repentinamente exclamó (lo que resultó un imprevisto, espontáneo poema): "¡Ay Klava me está esperando! Ya no cuenta los días, sino las horas".
Así, sin cansancio, en abrazo permanente con camaradas y sus amigos, con su enorme familia mexicana, como dice él, Julio Gómez vivió su retorno a México. No faltaron la visita a Juan Duch, a Jorge Fernández Anaya, la reunión con la Brigada Juvenil Comunista Julio Gómez. Un día estuvo en la casa de Montes; regresó emocionado a la casa en que se hospedaba a contar que había visto un programa del PCM por televisión. Estuvo en casa de Martínez Verdugo, de Ibarra, de Unzueta. Para él siempre había descubrimientos importantes en las casas visitadas, altas virtudes en los hombres y mujeres.
El 26 de diciembre Julio pronunció su dasvidania (hasta luego). En el aeropuerto de México se reunieron a despedirlo Campa, Montes, Ibarra, los brigadistas, nietos adoptivos, un buen número de personas puestas entre la pesadumbre de la partida de Julio y la alegría de verlo retornar sano, contento a su Moscú.
Al despedirse, Julio tenía los ojos levemente humedecidos; quienes lo abrazaban también.

Una esperanza

No solamente los comunistas sino los elementos de la izquierda, los elementos progresistas de México, desde hace muchos años tenían la esperanza de la unificación de la izquierda como un contrapuño a la reacción, al imperialismo yanqui. Por ello la unificación realizada es la materialización de un anhelo de hombres de izquierda, progresistas de México31.
Comprendo que hay muchas dificultades en el partido, dificultades muy comprensibles porque vienen y se agrupan varias organizaciones que tienen sus propios programas, sus propios estatutos, inclusive no siempre tienen la misma ideología que los comunistas. Por eso no hubo tiempo de unificar desde la base.
La unificación se verificó más bien en la cúspide y de aquí vienen las dificultades. Estoy seguro que se superarán. Quiero creer que el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) se va a convertir en un partido unificado desde arriba hasta las bases y que va a responder a los anhelos de las clases trabajadoras, aunque hay muchas dificultades que, comprendo, no van a ser superadas de un día para otro, indudablemente.
En la campaña electoral han sido alcanzados ya, por un partido muy joven, logros muy importantes. Eso no es todo, la campaña electoral es sólo una de las tareas en las que tiene que participar.

Un deseo y un mensaje

Ante todo quisiera que los jóvenes militantes comprendan que a pesar de los errores cometidos en uno u otro periodo de la existencia del PCM, su historia es la de un partido marxista leninista que ha luchado siempre, en todos los años de su existencia, por el bien del pueblo trabajador.
Este partido ha tenido una enorme influencia en todos los ámbitos de su existencia, entre los trabajadores de México. Su influencia no siempre se ha transformado en organización y éste ha sido uno de los defectos contra el cual yo trabajé. Pero la influencia del Partido Comunista Mexicano ha sido siempre muy grande.
A pesar de que el partido era bastante joven y faltaban cuadros dirigentes, tenía influencia sobre miles de trabajadores, de campesinos organizados en la Liga Nacional Campesina. Tenía también gran influencia sobre organizaciones sindicales como la Confederación de Sociedades Ferrocarrileras.
Quisiera que las nuevas generaciones estudiaran la historia del Partido Comunista y la conclusión de que el PCM fue un partido del pueblo trabajador mexicano. Yo tengo mucha esperanza de que el PSUM luche por los intereses de los trabajadores mexicanos. Quisiera que los militantes nuevos tomaran en cuenta las experiencias del PCM.

Despedida

Muy querido Eduardo32:

Te escribo bajo la impresión de tu telefonazo de ayer. Eran las ocho (no, las seis y media) de la noche cuando inesperadamente sonó el teléfono de una manera especial: así suena solamente cuando nos hablan de otra ciudad o de otro país. Yo y Klava estábamos sentados cerca del teléfono y quién sabe por qué Klava gritó: "¡Es de México!", tomó el teléfono, escuchó y me dijo que hablaba Eduardo. Por lo pronto pensé que era Montes y cuando supe que tú eras el que hablabas me alegré mucho.
Querido hijo, no te imaginas lo que significó para mí tu telefonazo. Estoy mal de salud, muy mal. Y en estas condiciones lo que más necesito es el apoyo moral de ustedes mis amigos, hermanos, hijos y nietos. Este apoyo lo necesito sobre todo ahora, cuando todas mis enfermedades se unieron en un ataque agresivo contra mí. Las enfermedades de los riñones y del corazón, la sublevación de la úlcera, los dolores de la espina dorsal y cerca de la cabeza; no menciono todas las enfermedades, bastan éstas para comprender la difícil situación en la que me encuentro. Y como resultado una enorme y creciente debilidad. Tú conoces nuestro departamento, es pequeño: pasar del cuarto a la cocina y regresar me cuesta trabajo. ¿Comprendes, hijo? No, no vayas a pensar que ya perdí la esperanza de vivir. La tengo todavía. Pero son grandes las dificultades mías y sobre todo de Klava. Su energía, su apoyo son los que me permiten vivir.
En mi situación tiene una enorme importancia vuestras cartas. Es una lástima, verdaderamente, que hasta hoy no haya llegado a mis manos tu carta de septiembre enviada por medio de un estudiante de la Lumumba. Voy a pedir a Víctor que la busque.
Víctor nos visita y si no tiene tiempo nos habla frecuentemente por teléfono. Cuando recibe cartas de la casa, siempre nos habla. Es un magnífico muchacho, dedica mucho tiempo a los estudios y el tiempo libre lo dedica a las excursiones, a los museos, etcétera. Sentimos por él mucho cariño.
El tiempo ahora, para mí, es bastante malo. Hace frío y por mi debilidad lo siento más que otros. Víctor el frío lo pasa bien. Desde hace dos meses no salgo a la calle, esto me lo prohibieron los doctores por las enfermedades del corazón, el frío, el viento, etcétera. A lo que más miedo tengo es a una hospitalización. No la voy a soportar.
Te agradezco mucho por las informaciones que siempre me das sobre los trabajos del CEMOS. Desgraciadamente no recibo Asi es desde agosto y por lo tanto no sé qué es lo que pasa en el PSUM. Pasa lo de siempre: la falta de información... Ni modo, no encontramos remedio.
Te suplico agradecer en mi nombre a Antonio y Teresita por haber entregado tan pronto mis cartas a ti, y supongo que también a los demás amigos a quienes había yo escrito. Y también te suplico saludar en mi nombre y el de Klava a todos los que se acuerdan todavía de nosotros. Abrazos y besos a las dos Marías, a Alexis y Andrei; saludos y abrazos a Alba y su familia. Saludos a Arnoldo, Valentín, Miguel Ángel, Rafael, Rincón, Montes, Delgado, Iván García, Unzueta, Terrazas, Jorge Díaz Ortiz, Alejandro Miguel y muchos más.
Termino la carta, no tengo más fuerzas para escribir. Envío un grandísimo saludo a México, que es mi país; al ex PCM que era mi partido, y al PSUM al que deseo grandes éxitos en su trabajo para el bien del pueblo trabajador mexicano.

Julio
Klava (firmas)



Álvaro Obregón, DF, marzo de 1986.


* Tomado de Oposición, órgano del Comité Central del PCM, No. 318, 13 de enero de 1980, p.4.

30. Enrique Flores Magón, delegado del PCM al congreso constituyente del Partido Comunista de Cuba, efectuado el 16 de agosto de 1925, "fue uno de los más activos militantes comunistas de los años veinte. En 1929 se unió a Ursulo Galván y fue excluido del PCM. No confundirlo con el hermano de Ricardo Flores Magón, del mismo nombre". Amoldo Martínez Verdugo, Historia del comunismo en México, Editorial Grijalbo, México, 1985, p. 70.

31 "Entrevista con Julio Gómez", Héctor Delgado, Moscú, 1 de marzo de 1983, en CEMOS, fondo Julio Gómez, caja 1, expediente 2.

32 Carta de Julio y Klava Gómez a Eduardo Ibarra, Moscú, 11 de enero de 1985, en CEMOS, fondo Julio Gómez, caja 1, expediente 10. Julio Rosovski (Ramírez-Gómez) fallece el 23 de enero de 1985.

Julio Gómez Julio Rosovski El maximato y el PCM III

SICLA. Sistema de Información Clasificada         
Información Documental





III
La caída de Machado,
los dirigentes y los partidos

Los acontecimientos revolucionarios de
Cuba y las tareas del Partido Comunista*

Julio Gómez

Los acontecimientos revolucionarios que han tenido lugar en Cuba a mediados de agosto, en los cuales participaron vastísimas masas de trabajadores cubanos, que de hecho derrocaron al dictador Machado, no fueron una sorpresa. Esos acontecimientos fueron preparados por todo el curso del desarrollo de la crisis económica que había minado la economía nacional del país, empeorando hasta el extremo la situación de las masas trabajadoras de la ciudad y del campo y agudizando extraordinariamente las contradicciones de clase en el país.
Cuba, con sus cuatro millones de habitantes es una colonia, y de las más importantes del imperialismo americano. Su importancia es grande no sólo en su calidad de apéndice agrario y de materias primas de Estados Unidos y como mercado de venta para los productos industriales de este país. sino también como base militar estratégica que viene a completar el sistema del Canal de Panamá. Esta circunstancia es la que explica la atención especial que Estados Unidos de América dedica a Cuba, sobre todo en los acontecimientos de estos últimos días expidiendo barcos de guerra para defender a sus ciudadanos
Todas las ramas más importantes de la economía de Cuba, están sometidas prácticamente al capital norteamericano. Según los datos de The New York Times del 5 de febrero del año en curso, el total de las inversiones de capitales norteamericanos en Cuba es de 1,750 millones de dólares, mientras que todas las inversiones extranjeras en Cuba alcanzan la suma de 1,900 millones de dólares (según los datos del diario citado). Si tomamos en consideración que todas las inversiones norteamericanas en la América del Sur y del Caribe equivalen en cifras redondas a 6,000 millones de dólares, se comprenderá la enorme importancia de Cuba y el papel que ella desempeña en el sistema colonial de Estados Unidos.
Habiendo sometido a Cuba a su influencia absoluta y convertido a este país en su colonia (después de la Guerra de Independencia de principios del siglo en curso, cuando los españoles fueron expulsados de Cuba), Estados Unidos ha empleado todos sus esfuerzos para someter íntegramente la economía de Cuba a los intereses del capital norteamericano, y consolidar la independencia de Estados Unidos. Cuba fue convertida en un país típico del monocultivo. Su artículo principal de producción y exportación es el azúcar, siendo exportado a Estados Unidos más del 70% de todo el azúcar. Las distintas compañías norteamericanas han invertido en esta rama de la economía nacional de Cuba enormes capitales (cerca de 800 millones de dólares, según los datos del Daily Workers del 26 de julio de este año), siendo actualmente dueños de enormes plantaciones de la caña de azúcar (cerca de la quinta parte de la superficie total de Cuba pertenece a las compañías norteamericanas) y de la mayoría absoluta de los ingenios de azúcar. Casi el mismo fenómeno se observa en las plantaciones y fábricas de tabaco y en todas las ramas restantes de la agricultura y de la industria.
El capital norteamericano, que en Cuba es simultáneamente productor, acaparador y exportador de la materia prima y proveedor del mercado interior de Cuba, de la producción industrial de Norteamérica y de otra índole, ocupa en dichas ramas un puesto preponderante. Una excepción entre estas ramas de la economía nacional la constituye tan sólo el transporte ferroviario que pertenece en los fundamentos al capital británico. Las inversiones de capitales ingleses en Cuba son relativamente de poca monta, sobre todo si se les comparara con las inversiones de capitales norteamericanos. Sin embargo, Estados Unidos no se propone en absoluto cohabitar con el imperialismo británico en Cuba, hace todo lo posible para expulsarlo de sus posiciones. Con este objeto, está tomando incremento la construcción de carreteras y las comunicaciones interurbanas de ómnibus. En el transcurso del año fue inaugurada una importantísima carretera que costó más de 100 millones de dólares, que atraviesa toda la isla y que es susceptible de ser aprovechada durante la guerra para el rápido transporte de tropas.
La crisis económica mundial, y, sobre todo, la crisis que se había desencadenado en Estados Unidos de América, asestaron un golpe vigoroso a la economía nacional de Cuba, precisamente en razón de su carácter de país de monocultivo y de su dependencia colonial con respecto a Estados Unidos. La reducción del consumo del azúcar en Estados Unidos, Inglaterra y otros países, a los que se exporta el azúcar cubano, y principalmente la intensificación de la producción del azúcar en una serie de países coloniales y semicoloniales (Brasil, Haití, Santo Domingo, Java, etcétera), determinaron la considerable reducción progresiva de la exportación del azúcar de Cuba.
Así, por ejemplo, la exportación del azúcar en su volumen disminuyó desde el 1 de enero hasta el 10 de julio de este año, en comparación con el mismo periodo de 1932 en un 29%25. Al mismo tiempo, los precios del azúcar que regían en el mercado mundial y que ya habían bajado en 1925-1926, sufrieron una baja sumamente sensible en el periodo de la crisis; mientras que en 1923, el precio del azúcar de una libra inglesa se cotizaba a razón de 5,23 centavos de dólar, dicho precio bajó en 1929 a 2 centavos, y en 1932 a 0,92 centavos la libra26. La reducción de la exportación condujo a la formación de grandes reservas de azúcar. Ya en abril de 1930 las reservas de azúcar en Cuba alcanzaban 3 millones de toneladas. Con el fin de reducir las reservas de azúcar y de ejercer alguna influencia sobre el aumento de los precios, el gobierno de Machado, en consonancia con las decisiones de la Conferencia Internacional de los países productores de azúcar (celebrada a principios de 1931) resolvió reducir la producción del azúcar por la fuerza, es decir, mediante la utilización solamente de una determinada cantidad de la caña de azúcar; a raíz de esto el gobierno promulgó un decreto especial con la firma del Presidente, fijando la escala de la elaboración de la caña de azúcar para los distintos ingenios. Como resultado de dicho decreto, la producción del azúcar disminuyó de 5’456,000 toneladas en 1929 a 2 millones de toneladas en 1933.
La reducción de la exportación del azúcar y sobre todo la baja de los precios de dicho producto no han podido, claro está, dejar de repercutir sobre el comercio exterior de Cuba. Además, la otra rama importante de la economía nacional de Cuba, la del tabaco, también sufrió extraordinariamente durante la crisis (la exportación de artículos del tabaco y de materias primas en 1929 alcanzó 37’800,000 dólares; en 1932 solamente llegó a 12’900,000 doláres27. Es de notar, que con la reducción relativamente insignificante de toda la exportación en su volumen, su exportación se ha reducido extraordinariamente en su expresión de valor 5, 7 y 32.1% en 1932 en comparación con 193128. La suma total de la exportación de Cuba en 1932 (30 millones de dólares) es inferior a la exportación de 1929 en un 60% y en un 10%, a la de 1904. En cuanto a las importaciones, en las cuales los productos alimenticios, es decir, los productos de consumo para las amplias masas ocupan un lugar considerable, éstas bajaron a un nivel inferior al de 1899, por más que la población de la isla de Cuba, aumentó en ese mismo lapso en más de un 13%29.
La brusca disminución del comercio exterior se refleja, en primer término, sobre el presupuesto del Estado, cuyo déficit fue en 1932-1933 aproximadamente de 8 millones de dólares (o sea, el 16% del presupuesto). Las medidas adoptadas por el gobierno de Machado para equilibrar el presupuesto fueron dirigidas en lo fundamental contra las masas trabajadoras (aumento de las tarifas aduaneras a la importación de productos de consumo popular, disminución de los sueldos de los empleados del Estado, etcétera).
La burguesía y los terratenientes indígenas como también los capitalistas norteamericanos están buscando una salida de la crisis a expensas de las masas trabajadoras de Cuba. La reducción de la producción del azúcar condujo a la clausura de una serie de ingenios. De los 183 que trabajaban en 1925, ya en 1932 trabajaban sólo 133 y éstos con una carga considerablemente disminuida. La restricción de la producción del azúcar originó la disminución del área de la caña de azúcar, en 1932-1933 se sembró y cultivó sólo el 45% de toda la superficie de las plantaciones de la caña de azúcar. Estas circunstancias originaron a su vez un aumento considerable de la desocupación, actualmente existen en Cuba cerca de 500,000 desocupados (de acuerdo con los datos de The New York Times del 6 de febrero de este año, entre los obreros agrícolas e industriales, así como los empleados que no reciben subsidio de clase alguna, pues en Cuba no existe el seguro social.
La situación de los obreros que aún trabajan no es mucho mejor que la de los desocupados. Los salarios siguen disminuyendo en todas las ramas de la agricultura y de la industria, llegando en algunas ramas hasta el 50% y el 70% de reducción. Por ejemplo, el salario promedio en las fábricas textiles es apenas de 20 centavos por día, el salario de los obreros tabacaleros es de 30 ó 40 centavos, con la agravante de que en toda una serie de ramas industriales se trabajan semanas incompletas.
Es penosa, sobre todo, la situación de los obreros agrícolas en las plantaciones de azúcar. La disminución de la superficie sembrada y la restricción de la producción del azúcar redujeron a su vez los plazos de la zafra de 40 a 50 días por año. Esto acarreó la reducción de las jornadas de trabajo para decenas de millares de obreros agrícolas. Al propio tiempo, los salarios también disminuyeron en un alto grado. En 1930 se pagaba a un obrero. agrícola por el corte de 100 arrobas (una arroba, equivale a 11.5 kilogramos) de la caña de azúcar, 40 centavos y en 1932, tan sólo de 15 a 20 centavos. Trabajando 14 horas por día se puede cortar máximo 200 arrobas, pero esto a costa de un trabajo forzado. Esta es la razón de que The New York Times del 6 de febrero del presente año informe que el salario promedio de los obreros agrícolas en las plantaciones de azúcar no es superior a los 15 ó 20 centavos por día, con la agravante de que en la práctica no existen salarios en dichas plantaciones, pues el obrero recibe, en vez de dinero en efectivo, bonos que circulan sólo en las tiendas y almacenes del terrateniente o de la compañía propietaria de aquellos establecimientos. Las supervivencias más pronunciadas de la explotación semifeudal o de semiservidumbre predominan no solamente en las plantaciones de los terratenientes nativos, sino también en las compañías extranjeras donde dichas supervivencias se entrelazan estrechamente con la explotación capitalista.
Uno de los activistas locales del Partido Comunista de Cuba describe en una carta al Comité Central, del 23 de abril de 1933, la situación de los obreros agrícolas que trabajan en las plantaciones de azúcar, del siguiente modo:
"En el central Céspedes, el sueldo más corriente entre la clase llamada peón era, en la época de la zafra, de 25 centavos diarios por 10 ó 12 horas de trabajo...
"... El perímetro que ocupan todos estos centrales constituye una propiedad privada, con derechos a violar domicilios para hacer registros, a prohibir la entrada a los elementos que tengan a bien, los señores administradores se convierten en señores feudales con una guardia privada a su servicio..."
Ésta es una confirmación bastante clara de las relaciones de semiservidumbre que imperan en la agricultura de Cuba.
La brusca baja de los salarios, de una parte, y la monstruosa explotación por otra, han determinado que los obreros agrícolas no quieran trabajar en la zafra de la caña de azúcar, prefiriendo quedar sin trabajo. Este fenómeno tiene un carácter de masas de tales proporciones, que durante la zafra de 1932 no alcanzaba la mano de obra en las plantaciones, y el gobierno se vio obligado a recurrir a medidas policíacas, enviando obreros agrícolas a las plantaciones bajo vigilancia.
La dominación de relaciones semifeudales, la dependencia colonial con respecto al imperialismo y el desarrollo del monocultivo condujeron a las economías de los campesinos medios y pobres de Cuba a la progresiva pauperización. Esta pauperización fue tanto más acelerada por la aceptación del Plan Chaudburn (en mayo de 1931) sobre la restricción de la producción del azúcar. Dicha restricción se ha producido en primer término, precisamente a expensas de los campesinos independientes y de arrendatarios (colonos), pues los ingenios de azúcar se negaban sencillamente a aceptar para la manufactura la caña que traían los campesinos, prefiriendo trabajar con la caña de las plantaciones propias o de los terratenientes.
Los precios bajos de compra que fijan las compañías norteamericanas obligan a los campesinos a renunciar al cultivo de la caña de azúcar. Una parte de los campesinos abandonan sus tierras o las tierras que ellos subarriendan, marchándose a las ciudades y vagan por las plantaciones o por las haciendas en busca de trabajo, engrosando el ejército de los desocupados. Otra parte de los campesinos pasa a cultivar distintos productos alimenticios con la ayudade los terratenientes, aumentando aún más su dependencia de vasallaje y de endeudamiento de semiservidumbre con respecto a éstos.
La situación de los empleados de las empresas comerciales e industriales privadas y, especialmente, de los empleados del Estado también empeoró extraordinariamente a consecuencia de la crisis. La reducción de los sueldos a los empleados llega en numerosos casos al 30 ó al 40% y aún más. Los empleados del Estado vieron sus sueldos reducidos tres veces tan sólo en el transcurso de 1931, siendo que se demora en pagar esos sueldos de tres a cuatro meses.
Por último, la crisis económica y las medidas del gobierno en lo que respecta al equilibrio del presupuesto y, sobre todo, al aumento de los impuestos, repercutieron también en la situación de la pequeña burguesía urbana.
La furiosa ofensiva de las clases dominantes y del imperialismo contra el nivel de vida de las masas trabajadoras operó una rápida radicalización entre las masas. Cuba ocupa uno de los primeros puestos por el nivel de su ascenso revolucionario sobre los países de la América del Sur y del Caribe. El movimiento obrero y campesino toma un carácter combativo cada vez más agudo. Se incorporan a la lucha revolucionaria las masas fundamentales del proletariado y de los trabajadores Ya en 1930-1931 comenzó el ascenso del movimiento revolucionario. Paralelamente con reivindicaciones de carácter económico se presentaron en los comienzos o ya en el proceso de la lucha, también reivindicaciones políticas, dirigidas contra el terror gubernamental, por la liberación de los presos, contra el Plan Chaudburn, reclamando la dimisión de Machado, reivindicaciones de carácter antimperialista, etcétera.
La huelga general del 20 de marzo de 1930 (Jornada Internacional de Lucha contra la Desocupación), en la cual participaron 200,000 obreros, la huelga de solidaridad con los huelguistas tranviarios de La Habana y contra el terror policiaco en el mes de agosto de 1931, en la cual participaron 50,000 obreros; la huelga de tres meses de los obreros tabacaleros de La Habana a principios de 1932, con la participación de 15,000 obreros; la ola de huelgas en las plantaciones e ingenios de azúcar en 1932-1933 con la participación de millares de obreros, con la ocupación de locales y organizando la autodefensa armada (Casabal); una serie de huelgas en distintas empresas industriales y en el ferrocarril y transportes que pertenecen en lo fundamental a capitalistas extranjeros (Habana Electric, Ferrocarriles, talleres de los tranviarios, etcétera); las demostraciones revolucionarias de masas, de millares de desocupados en el transcurso de los últimos dos años; todos estos combates revolucionarios del proletariado cubano muestran el alto nivel del creciente ascenso revolucionario que abarcó las fundamentales masas de trabajadores cubanos. La dirección de esas huelgas y demostraciones se encontraba en lo fundamental, en manos del Partido Comunista de Cuba.
Paralelamente con el movimiento del proletariado se desarrolló también el movimiento de los empleados y de la pequeña burguesía urbana. Huelgas de empleados contra la reducción de sueldos tienen lugar en Cuba bajo la dirección del Partido Comunista y de los sindicatos revolucionarios. Los empleados participaron activamente en las huelgas generales de los últimos años en La Habana.
La lucha de la pequeña burguesía urbana se expresa en las negativas en masa a pagar impuestos, a pagar altas tarifas por el uso de energía eléctrica, etcétera. Pero fue la lucha estudiantil dirigida contra Machado y en defensa de la autonomía universitaria la que tomó la forma más aguda. Decenas de líderes de los estudiantes fueron muertos y encarcelados por los agentes de Machado durante esos últimos años. La pequeña burguesía, exasperada, se agrupa en grupos terroristas que se impusieron el objetivo de matar a los partidarios más eminentes del régimen de Machado.
El Partido Comunista de Cuba no solamente toma parte activa en los combates revolucionarios de las masas trabajadoras, sino que es su principal organizador y dirigente. El Partido Comunista de Cuba crece y se templa en dichos combates. Desde su fundación (1925) el Partido Comunista de Cuba lleva su labor en las condiciones del terror más cruel. Decenas de sus líderes —de los mejores representantes del proletariado de Cuba—, fueron muertos en forma bestial (sirviendo de nutrición para los tiburones) por los agentes de Machado en Cuba y en el exterior, como el asesinato de Julio Antonio Mella, organizador del Partido Comunista. Centenares de comunistas llenan sistemáticamente las mazmorras de Machado, pero es imposible paralizar el trabajo del Partido Comunista mediante el terror. El Partido Comunista sigue su lucha al frente de las masas por sus reivindicaciones, contra la ofensiva de los terratenientes y capitalistas, contra la opresión del imperialismo norteamericano, contra la dictadura sangrienta de Machado; su prestigio como el único partido revolucionario, vanguardia combativa del proletariado cubano, sigue creciendo de día en día. Sus ligazones con las masas crecen y se multiplican. En el periodo de la crisis, en el periodo del ascenso revolucionario, el Partido Comunista de Cuba al encabezar y organizar a las masas para la lucha, se ligó aún más con dichas masas, penetrando en una serie de las más importantes empresas y en las fundamentales ramas de la industria. Por encima de los líderes reformistas, el PC soliviantaba las masas para luchar por sus reivindicaciones parciales. Y por encima de los líderes reformistas, contrariando su voluntad, los obreros organizados en los sindicatos reformistas se hicieron eco de las exhortaciones del partido, participando en las huelgas generales, en las luchas de solidaridad y en otras acciones revolucionarias organizadas bajo la dirección del Partido Comunista durante el último año; de un año y medio a esta parte, el Partido Comunista de Cuba comenzó también a penetrar en lo más espeso del proletariado cubano: entre las masas de los obreros agrícolas. Fue precisamente el PC de Cuba el que organizó la huelga combativa en las plantaciones y en el ingenio Hazabal, huelga que fue apoyada por los campesinos de los alrededores, y toda una serie de huelgas del proletariado agrícola.
El Partido Comunista de Cuba emprendió en estos últimos tiempos, por primera vez, la organización del sindicato revolucionario de obreros azucareros y agrícolas, habiendo abarcado ya varias decenas de plantaciones e ingenios. También por primera vez se inició la organización de ligas revolucionarias de campesinos y colonos pobres y medios. Ya existen unas cuantas de estas ligas. Por último, el Partido Comunista de Cuba emprendió el trabajo entre los negros, oprimidos nacionalmente, preconizando y popularizando (débilmente aún) la consigna de la autodeterminación hasta la separación inclusive, coordinando esta consigna con una serie de reivindicaciones parciales. Esto adquiere mayor valor debido a que la opresión nacional de los negros que constituyen casi la tercera parte de toda la población de Cuba y en una serie de regiones, la mayoría de la misma (por ejemplo, en varias regiones de la provincia de Oriente), se entreteje con la monstruosa explotación de semiservidumbre sobre todo en las plantaciones de la caña de azúcar.
A la par del aumento de la influencia política del Partido Comunista aumentan también sus efectivos. Durante los últimos dos años el Partido Comunista de Cuba aumentó sus filas en 4-veces. Un aumento aún más considerable tuvieron las Juventudes Comunistas de Cuba.
Sin embargo, a pesar de toda la importancia indudable de estos éxitos, todavía no son muy grandes en comparación con las posibilidades creadas por la favorable situación objetiva. El partido no ha penetrado aún suficientemente en una serie de importantísimas empresas y está muy débilmente arraigado en algunas ramas fundamentales de la industria (por ejemplo, entre los obreros tabacaleros); los sindicatos revolucionarios y el Partido Comunista no realizan todavía una labor suficientemente activa en el seno de los sindicatos reformistas; el trabajo en el campo sigue siendo hasta hoy el eslabón más débil en el conjunto de la labor del partido; igualmente es débil el trabajo entre la pequeña burguesía urbana.
El movimiento de la pequeña burguesía urbana y el de los campesinos están débilmente enlazados con el movimiento revolucionario del proletariado, y son dirigidos en lo fundamental por los grupos burgueses-terratenientes que están en oposición a Machado que constituyen la llamada oposición nacional. Los líderes de dicha oposición son grandes terratenientes de Cuba, como Menocal, Mendieta y otros. La lucha que estos últimos llevan contra Machado, lucha por el poder, por una parte mayor en la explotación de las masas trabajadoras, comenzó inmediatamente después de la elección de Machado como presidente de Cuba, en 1925. Sin embargo, el imperialismo norteamericano, con el cual la oposición burguesa-terrateniente está íntimamente ligado —pues los intereses de ésta se entretejen con los intereses de las compañías norteamericanas—, no tenía interés en la exacerbación de la lucha en el seno de las clases dominantes de Cuba. Pero no obstante, las reiteradas tentativas de los embajadores norteamericanos (Cugghenheim, por ejemplo) de conciliar con la oposición no se han coronado con éxito. La profundización de la crisis económica fue acentuando cada vez más la lucha en el seno de las clases dominantes de Cuba.
En su lucha contra Machado, la oposición intentó aprovechar el creciente descontento de las masas trabajadoras de la ciudad y del campo, su odio contra el régimen de terror de Machado. Estas tentativas tuvieron un cierto éxito, sobre todo entre los campesinos y la pequeña burguesía urbana (e incluso entre los estudiantes) y, parcialmente, entre las capas más atrasadas de los obreros.
Teniendo en cuenta que la organización de la oposición burgués-terrateniente estaba sumamente desprestigiada entre las masas por su constante conciliación con Machado, se creó una nueva organización, ABC, que utiliza ampliamente los métodos terroristas contra Machado y sus agentes, como también otra serie de organizaciones que por su composición social es pequeñoburguesa, pero cuyos líderes están directamente ligados con la oposición burguesa-terrateniente y dirigidos por esta última.
Los actos terroristas en las ciudades y en las poblaciones campesinas de las provincias bajo la dirección de apoderados de la oposición burguesa-terrateniente —actos que exteriorizan el creciente descontento de la burguesía urbana y del campesinado—, fueron provocados por dicha oposición con el fin de crear en Washington la impresión de inestabilidad del gobierno de Machado y la necesidad de sustituirlo. No obstante. el movimiento de los campesinos rebasó muy a menudo el marco fijado por los líderes de la oposición burguesa-terrateniente. Así por ejemplo, los campesinos sublevados atacaron la finca de Menocal, uno de los líderes de la oposición, incendiando su hacienda.
So pretexto de ser barridos por el torbellino de la revolución, ante el temor de que la influencia del Partido Comunista entre las masas siguiera creciendo, la oposición burguesa-terrateniente, en los momentos de mayor ascenso revolucionario, concertó armisticios con Machado.
Lo mismo sucedió en los últimos tiempos, en vísperas de los recientes acontecimientos revolucionarios. La oposición realizó negociaciones con la participación del embajador americano Vells, acerca de un armisticio con Machado. Dichas negociaciones tuvieron un completo éxito. La paz fue firmada. Pero ni Machado ni el imperialismo americano que lo apoyó siempre, han podido detener el movimiento revolucionario.
Desgraciadamente, la falta de datos no nos permite analizar el desarrollo de los últimos acontecimientos de agosto que precedieron a la fuga de Machado. No obstante, todo el proceso del desarrollo de los acontecimientos y las pocas noticias que fueron publicadas en la prensa, nos dan derecho a afirmar que el movimiento de masas de los trabajadores, en rápido ascenso a fines de julio y en los primeros días de agosto, movimiento que tomó la forma de una serie de huelgas parciales, y más tarde la huelga general de La Habana, transcurría en un grado considerable con la participación y bajo la dirección del Partido Comunista. Y aunque es indudable el hecho de que los líderes del ABC y de la oposición burguesa-terrateniente desempeñan un cierto papel en la dirección de este movimiento, sin embargo el derrocamiento de Machado (el 12 de agosto) fue el resultado de la verdadera lucha revolucionaria de las grandes masas de trabajadores dirigidas en lo fundamental por el heroico Partido Comunista de Cuba.
Al igual que en Chile en 1931, cuando el derrocamiento de Ibáñez, el derrocamiento de Machado en Cuba en agosto del año en curso, no fue resultado de un pronunciamiento o de un golpe de Estado, tan habitual para los países de América del Sur y del Caribe. Machado fue derrocado precisamente bajo la presión revolucionaria de las masas trabajadoras. Este movimiento fue preparado por toda la labor precedente del Partido Comunista de Cuba y dirigido en lo fundamental por dicho partido.
Las huelgas de masas que precedieron al derrocamiento de Machado, huelgas en las cuales al lado de reivindicaciones económicas figuraban reivindicaciones políticas (liberación de los presos, dimisión de Machado, etcétera); los asesinatos de agentes de la policía (especialmente el de Magriñá, uno de los asesinos del camarada Mella); el incendio de las oficinas de El Heraldo de Cuba, órgano de Machado; las impetuosas manifestaciones en las calles de La Habana y otras ciudades, todo esto demuestra el alto grado del ascenso revolucionario de las masas trabajadoras. Su reclamación de legalizar el Partido Comunista demuestra al mismo tiempo la influencia que el Partido Comunista ejerce sobre las masas que participan en el movimiento. Sin embargo, la debilidad del Partido Comunista, sobre todo su debilidad de organización, su insuficiente contacto con las masas y especialmente con las del campo, no han permitido hasta ahora al Partido Comunista de Cuba dar cumplimiento a la tarea revolucionaria que incumbe a dicho partido, al proletariado y a las masas trabajadoras de Cuba: crear un gobierno revolucionario propio, un gobierno obrero y campesino.
El imperialismo americano designó para ocupar el puesto del presidente dimisionario, Machado —quien huyó de Cuba en aeroplano, aterrizando en una isla británica—, a otro de sus testaferros: Céspedes, habiendo dado su asentimiento a dicha candidatura la oposición burguesa-terrateniente. Céspedes, exembajador cubano en Washington, que ocupó una serie de altos cargos en el gabinete de Machado, continuará en lo fundamental la misma política que su prominente antecesor: la política de servir fielmente a la política del imperialismo norteamericano defendiendo al mismo tiempo los intereses de las clases dominantes de Cuba y la ofensiva contra el nivel de vida de las masas trabajadoras. Siguiendo el ejemplo de Machado, Céspedes, conjuntamente con el imperialismo americano y con las clases dominantes de Cuba, irá descargando todo el peso de la crisis sobre los hombros de las masas trabajadoras, aliviando a sus expensas la situación de la burguesía y de los terratenientes de Cuba y garantizando los beneficios de los capitalistas americanos. Probablemente en esta obra prestará su apoyo la oposición burguesa-terrateniente, de acuerdo con la cual fue elegido el dictador.
La situación de la clase obrera no se mejora en lo más mínimo por el hecho de que en lugar de Machado ocupe ahora el poder otro testaferro del imperialismo americano y de las clases dominantes de Cuba. A las masas les es completamente indiferente quién es el que las obliga a pasar hambres: Machado o Céspedes. Las masas trabajadoras de Cuba contestarán con combates aún más potentes a la ofensiva ulterior contra su nivel de vida y el cercenamiento de sus derechos políticos. La atmósfera revolucionaria está adquiriendo en Cuba una densidad cada vez mayor.
El crecimiento del ascenso revolucionario y las acciones combativas de las masas trabajadoras cubanas están cargadas de elementos de crisis revolucionaria. Esta situación debe ser aprovechada por entero por el Partido Comunista, en aras de los intereses de la clase obrera y de los trabajadores de Cuba.

* * *

La tarea del partido en las nuevas condiciones creadas consiste actualmente en la preparación múltiple, política y orgánica, de las masas trabajadoras, para los combates revolucionarios decisivos, para la lucha por el poder, por el gobierno revolucionario obrero y campesino.
Desarrollando por todos los medios la lucha económica de la clase obrera, el Partido Comunista de Cuba no puede dejar de tener en cuenta que esta lucha debe adquirir, en las condiciones de maduración de los elementos de la crisis revolucionaria, el carácter de preparación de las masas obreras para los decisivos combates revolucionarios. Y es por esto que, paralelamente con las reivindicaciones económicas del proletariado, adquieren una importancia cada vez mayor las reivindicaciones de carácter político. La lucha por estas reivindicaciones, estrechamente ligada con las consignas fundamentales del Partido Comunista, politiza la lucha del proletariado cubano y la eleva a un plano superior.
En la situación actual de Cuba, en el proceso de preparación de los combates decisivos, adquiere una importancia especial el amplio desarrollo de la lucha del campesinado, el aliado más importante del proletariado en su lucha contra el feudalismo y el imperialismo. La tarea del Partido Comunista consiste en atraer a la lucha a estas capas trabajadoras, por sus reivindicaciones inmediatas (anulación de las deudas, negativa a pagar los arriendos y los impuestos, etcétera), organizando simultáneamente su lucha por las reivindicaciones políticas y popularizando ampliamente las consignas fundamentales de la revolución antifeudal y antimperialista.
En las regiones donde el movimiento campesino se encuentra ahora a un alto nivel, donde prácticamente se va desarrollando el movimiento guerrillero, la tarea del Partido Comunista es lanzar, como consigna de acción, la consigna de la toma revolucionaria de la tierra que pertenece a los terratenientes y a los capitalistas extranjeros, dirigir directamente esas acciones del campesinado y organizar la defensa de las tierras ocupadas. Se sobreentiende que, en este caso, el Partido Comunista no hace ninguna diferencia entre los terratenientes de la camarilla de Machado y los de la camarilla de Céspedes.
Después, la tarea del Partido Comunista es la de penetrar en el Ejército y la Marina, exhortar a la lucha a los soldados y marineros, y coordinar su movimiento con el del proletariado y el del campesinado. Organizando la lucha por sus propias reivindicaciones económicas y políticas, el Partido Comunista de Cuba debe popularizar al mismo tiempo, ampliamente entre los soldados y marinos, sus consignas fundamentales, la consigna de fraternización con los obreros y campesinos en la lucha, etcétera. Además, el Partido Comunista debe realizar entre las tropas emplazadas en las regiones del movimiento guerrillero, la agitación para que se nieguen a luchar contra los campesinos revolucionarios y para que pasen al lado de los guerrilleros. En el proceso de la lucha, contando con la efervescencia en el Ejército, el Partido Comunista de Cuba debe lanzar la consigna de crear comités de soldados y de barcos de guerra, órganos de lucha de los soldados y marinos por sus reivindicaciones económicas y políticas, sin detenerse ante la violación de la disciplina militar.
Las amplias masas del proletariado cubano reclaman del gobierno de Céspedes la legalización del Partido Comunista. Es posible que este gobierno, bajo la presión de las masas, se vea obligado a satisfacer esa reclamación. Sin embargo, el Partido Comunista de Cuba, sin aguardar a que esta cuestión se solucione por vía pacífica, debe lograr por propia voluntad conquistar mediante la existencia legal, tanto del Partido Comunista como de las otras organizaciones revolucionarias (Juventudes Comunistas, sindicatos revolucionarios, etcétera), conservando y consolidando simultáneamente su aparato ilegal.
Paralelamente a esto, la tarea del partido consiste en organizar la lucha de las masas por las reivindicaciones políticas, tales como la libertad de palabra, de prensa, de reunión, etcétera, es decir, reivindicaciones de máxima ampliación de las libertades democráticas.
Al mismo tiempo el Partido Comunista ha de coordinar la lucha de los trabajadores de Cuba con su consigna de gobierno obrero y campesino, presentando y popularizando su programa: nacionalización de las grandes empresas industriales, bancarias, de los transportes y de otra índole de propiedad de los imperialistas; confiscación sin indemnización de la tierra que pertenece a los terratenientes de Cuba y a los capitalistas extranjeros y reparto gratuito de esas tierras entre los campesinos; anulación de las deudas del Estado; armamento para los obreros y campesinos; creación de un ejército revolucionario obrero y campesino para la defensa contra la intervención armada de los imperialistas, especialmente de Estados Unidos de América, etcétera y, sobre la base del programa del gobierno obrero y campesino, persuadir a las masas trabajadoras de que solamente este gobierno es capaz de librarlas del yugo imperialista y de la explotación de la burguesía y de los terratenientes.
Al indicar a las masas el gobierno obrero y campesino como la única salida revolucionaria posible de la crisis, el Partido Comunista va organizando la lucha de las masas, preparando el derrocamiento del poder del imperialismo extranjero, de los feudales y de la burocracia terrateniente y "la instauración de la dictadura democrática del proletariado y del campesino sobre la base de los soviets" (programa de la Internacional Comunista).
Al presentar la cuestión de la instauración del gobierno obrero y campesino y al organizar a las masas para la lucha por el gobierno, al crear los comités de fábrica y los comités de campesinos como centros orgánicos de apoyo de su influencia, el Partido Comunista de Cuba tiene que presentar al mismo tiempo en su propaganda de masas la consigna de organizar los soviets de diputados obreros, campesinos, soldados y marineros.
El Partido Comunista debe adoptar la decisión de crearlos también prácticamente (es decir, transformar esa consigna en consigna de acción), en una situación en que el movimiento de masas adquiere un carácter singularmente agudo, convirtiéndose (en la escala de todo el país o de algunas regiones aisladas) en una gran guerra civil. Los soviets, creados de este modo, al encabezar y organizar la lucha orgánica de las masas, se convierten en órganos que van preparando y realizando la insurrección armada de los trabajadores.
Al propio tiempo, el Partido Comunista de Cuba ha de considerar como su tarea la ampliación de la red de organizaciones del partido en las fábricas, plantaciones, ingenios, en el campo, en el Ejército y la Marina; el aumento de sus efectivos a expensas de los trabajadores de las grandes fábricas y de los campesinos trabajadores revolucionarios, especialmente de los campesinos pobres, la consolidación de los sindicatos revolucionarios en las fábricas y en las plantaciones, de los grupos de la OSR en los sindicatos reformistas y de las ligas de los campesinos revolucionarios.
De la labor de los comunistas entre las masas por la conquista de la mayoría de la clase obrera para su causa; de cómo los comunistas desplieguen eficazmente la labor en los sindicatos y transformen las grandes fábricas y plantaciones en baluartes del partido, dependerá el ritmo de la maduración de la crisis revolucionaria.
Al poner de manifiesto el carácter burgués-terrateniente del nuevo gobierno de Céspedes, su papel de agente del imperialismo norteamericano, su política de ofensiva contra los intereses económicos y políticos de los trabajadores (la orden dada ya al primer día de ocupar el sillón presidencial de abrir fuego contra las manifestaciones obreras para mantener el orden), el Partido Comunista no puede dejar de desenmascarar al mismo tiempo la fraseología izquierdista del ABC y de otros partidos y las relaciones que hay entre sus líderes y el imperialismo norteamericano, luchando simultáneamente por la conquista de la pequeña burguesía urbana como uno de los aliados del proletariado, envenenada por los programas revolucionarios de esas organizaciones y embriagada por el éxito del derrocamiento de Machado.
Al organizar y ponerse al frente del movimiento revolucionario de las masas trabajadoras, el Partido Comunista de Cuba ha de luchar por ejecutar su línea revolucionaria de clase, por su independencia política, ideológica y orgánica, frente a toda clase de partidos y grupos burgueses-terratenientes y pequeñoburgueses, que se encubren con la demagogia revolucionaria, contra toda clase de influencias extrañas al partido que penetran en las filas del proletariado e incluso en las filas del propio Partido Comunista.
Luchando contra el grupo derechista, oportunista, de renegados de Junco, desembarazando las filas del partido de sus partidarios declarados o encubiertos, el Partido Comunista debe desenmascarar al mismo tiempo la tesis oportunista tan en boga entre algunos miembros del partido, de que "es imposible la revolución en Cuba sin la revolución en Estados Unidos", sin la revolución en los otros países de América Central, "sin la ayuda del proletariado de los otros países", en una palabra, teoría que prácticamente sirve tan sólo para desarmar al proletariado cubano y a su vanguardia el Partido Comunista de Cuba. El ansia revolucionaria de lucha en el proletariado cubano y en las masas trabajadoras de Cuba, su capacidad combativa, demostrada en el transcurso de los últimos años, la existencia en Cuba de un Partido Comunista abnegado y combativo, de una parte, y la exacerbación de la lucha en el campo de las clases dominantes a causa de la profundización de la crisis, debido al fin de la estabilización parcial del capitalismo, de otra; todas estas condiciones son precisamente la mejor garantía de la posibilidad del triunfo de la revolución en Cuba. Se sobreentiende que a los partidos comunistas de los otros países, y especialmente a los partidos comunistas de Estados Unidos, de México y de América Central, les incumbe la tarea de movilizar al proletariado y a las amplias masas trabajadoras para el apoyo del movimiento revolucionario de Cuba.
El Partido Comunista de Cuba se encuentra en vísperas de trascendentales combates revolucionarios. Depende de su capacidad el dirigir y ahondar la lucha económica del proletariado y de las masas trabajadoras de Cuba, la realización de las tareas históricas revolucionarias que dicho partido tiene planteadas en la situación actual.


* Tomado de La Correspondencia Internacional, revista semanal, No. 39, 15 de septiembre de 1933.

25 Diario de la Marina, 14 de junio de 1933.

26 Cuba Importadora e Industrial, junio de 1993.

27 Cuba Importadora e Industrial, junio de 1993.

28 Cuba Importadora e Industrial, mayo de 1993.

29 Cuba Importadora e Industrial, febrero de 1933.




Los cuadros de los Partidos Comunistas
de América del Sur y del Caribe*

Julio Gómez

El principal defecto consiste, en primer lugar, en la poco satisfactoria composición social de los cuadros dirigentes de los partidos comunistas (que es en gran parte el reflejo de la composición social de éstos). En tanto que los cuadros de base (miembros y secretarios de los comités de las células) y de los comités de distrito y regionales son fundamentalmente obreros, entre los cuadros dirigentes superiores del PC es decir, entre los miembros del Comité Central y de sus departamentos, el peso específico de los obreros es insuficiente, a la vez que el porcentaje de los empleados, intelectuales y otros es demasiado grande. Por otra parte, los obreros —miembros de los órganos dirigentes del PC—trabajan principalmente en las empresas pequeñas y medias de los ramos secundarios de la industria, lo que dificulta enormemente la ligazón de los Partidos Comunistas de América del Sur y del Caribe con los obreros de las ramas fundamentales de la industria: minas, petróleos, plantaciones, etcétera.
Al mismo tiempo existe otro defecto esencial, que es la poco satisfactoria composición de los cuadros de los PC. El ascenso del movimiento revolucionario de las nacionalidades oprimidas —indios y negros—, que se nota durante los últimos tiempos, plantea ante todos los PC de América del Sur y del Caribe la inaplazable tarea de la conquista de la dirección de estos movimientos, de la transformación de esta lucha, que hasta hoy ha sido espontánea en lo fundamental, en una lucha organizada. Pero esta tarea exige la formación de los cuadros del PC políticamente firmes de entre los indios y negros que conocen los idiomas, las condiciones de vida y las costumbres de las nacionalidades oprimidas. Sin embargo, en este sentido, la mayoría de las secciones de la IC en América del Sur y el Caribe no han hecho nada. Una cierta excepción la constituye el PC de Perú, que cuenta en sus filas a varios miles de indios, pero que todavía no ha llevado a la dirección del partido más que a un número muy limitado de indios. El PC de Brasil, que cuenta con varias decenas de dirigentes (de distrito y regionales) de nacionalidad negra, y el PC de México, que en la actualidad está dando los primeros pasos para atraer al partido a los indios y para llevarlos al trabajo dirigente.
Otro defecto es el nivel político extremadamente bajo de los cuadros de los PC de América del Sur y del Caribe. Esto se refiere no solamente a los activistas de base, sino también a la mayoría de los dirigentes. Frecuentemente, los dirigentes de los PC ni siquiera conocen los acuerdos fundamentales de sus propios partidos, y menos aún los acuerdos de la IC. No es extraño, pues, que en una serie de casos las corrientes ideológicas extrañas a nosotros (las anarcosindicalistas, reformistas, pequeñoburguesas y burguesas) encuentren su reflejo en el trabajo práctico y aun en los documentos políticos de una serie de Partidos Comunistas.
El pasado político de la mayoría de los PC de América del Sur y del Caribe (salidos de los distintos grupos anarquistas, de los sindicatos reformistas, anarcosindicalistas, etcétera) crea un terreno favorable para la penetración de tales tendencias en las filas de los PC. A pesar de esto, la mayoría de los PC de América del Sur y del Caribe no se han planteado la tarea de la reeducación política de sus miembros en general y de los activistas del PC en particular: la tarea de la elevación del nivel de los cuadros de los PC sobre la base de la teoría del marxismo leninismo. Con excepción de los PC de Argentina, Brasil, Uruguay y Cuba, que han organizado una serie de círculos, escuelas y cursos adjuntos a los comités de distrito, regionales y centrales, con el objeto de estudiar las distintas cuestiones del movimiento revolucionario, que han creado las escuelas del PC hasta en las cárceles, que combinan estas formas del estudio político con toda una serie de otras formas, como son, por ejemplo, veladas de preguntas y respuestas, conferencias sobre las distintas cuestiones y ramas del trabajo, que se convocan periódicamente (conferencias de los secretarios de células, de los responsables del trabajo de agitación y propaganda, de organización, etcétera), conferencias e informes para los activistas del partido, etcétera; con excepción de estos PC todos los demás no han hecho nada o casi nada en lo que se refiere a la recalificación política de los cuadros del partido ya existentes y a la preparación de nuevos cuadros. Y en esto se refleja también el desdén anarcosindicalista del estudio político, tanto por parte de los órganos dirigentes de los PC como por parte de los activistas de base y de la mayoría de los miembros de los PC. Es muy característico en este sentido el ejemplo del PC de México. La escuela del partido, adjunta al CC (de un mes de estudios), creada hace tres o cuatro años, inició sus trabajos con veinte estudiantes miembros del PC, pero al terminar los cursos quedaron solamente seis. Tal fluctuación se explica, en primer lugar, por la mala organización del trabajo de la escuela —de lo que es culpable el mismo CC—, y en segundo lugar, por la subestimación por parte de los activistas del partido de la importancia de los estudios políticos.
Está mal organizada la difusión de la literatura del partido. Debido a esto, los miembros de los PC leen toda clase de literatura nociva (de los anarcosindicalistas, trotskistas, etcétera) y no tienen posibilidades de recibir su propia literatura comunista. Hasta hoy día no todos los PC aprovechan las posibilidades de la edición de literatura del partido en su propio país. En este sentido, realizan un determinado trabajo solamente los PC de Argentina y Uruguay, que está dando últimamente apenas sus primeros pasos en esta cuestión.
En los comités del partido todo el trabajo es realizado, por lo general, por uno o dos compañeros, mientras que la mayoría de los miembros de los comités de las secciones y las comisiones no toman una participación regular, y a veces ninguna, en este trabajo. Es indudable que tal práctica de los comités del partido dificulta extremadamente la preparación práctica de los cuadros del partido.
Como tareas fundamentales, que tienen una decisiva importancia para los PC de América del Sur y del Caribe, en lo referente a la preparación y a la elevación del nivel político de los cuadros del partido, deben señalarse las siguientes:
Elevación del peso específico y el aseguramiento de la mayoría de los obreros en todos los órganos dirigentes de los PC, por medio de la promoción de los mejores activistas del partido, de los obreros de las grandes empresas, de las ramas más importantes de la industria al trabajo dirigente del partido, creación para ellos de cursos especiales cortos sobre las cuestiones referentes a su trabajo concreto en el partido y sobre las cuestiones políticas generales. Al mismo tiempo no se debe permitir que la política de proletarización de los cuadros del partido se convierta en un instrumento de lucha contra aquellos dirigentes —intelectuales, empleados, etcétera— que, trabajando durante una serie de años en el partido, han demostrado su capacidad en la realización consecuente de la línea del PC y de la IC. Hay que luchar también contra la elevación mecánica de los obreros al trabajo de la dirección, es decir, sin tener en cuenta su actividad, el tiempo de permanencia en el partido, etcétera, y, principalmente, sin prestarles la ayuda necesaria en su trabajo.
Los PC deben esforzarse por elevar el nivel político de sus miembros que son indios o negros, rodearles de una atención especial, prestarles toda la ayuda necesaria cuando tengan que cumplir alguna tarea que se les haya encomendado. Los PC pueden tener en cuenta la circunstancia de que, habiendo la diferencia de idiomas y existiendo la desconfianza de las amplias masas de las nacionalidades oprimidas con respecto a los blancos, y aun a los mestizos, la conquista de los indios y los negros exige que en el trabajo del partido tomen una participación directa los elementos que proceden de las nacionalidades respectivas.
Para preparar en una escala mayor a los nuevos cuadros de los partidos de América del Sur y del Caribe, deben organizar el trabajo colectivo de todos los comités del partido, de las secciones y comisiones —incluso también de los comités de células—, distribuir el trabajo entre todos los miembros de los órganos dirigentes de los PC, establecer un control sistemático y la revisión del cumplimiento del trabajo encomendado a cada miembro del comité.
La tarea más importante es la lucha por los cuadros del partido, teórica y políticamente preparados sobre la base del leninismo, capaces de orientarse en todas las situaciones, de dirigir las luchas revolucionarias de clase, de realizar en la práctica la línea general del partido y de la IC. Esto significa, en primer lugar, el desarrollo de la lucha contra la ideología reformista y anarcosindicalista, contra las influencias, todavía bastante fuertes en los partidos, de grupos y corrientes burguesas y pequeñoburguesas, que penetran en ciertos países en los PC. Los PC deben organizar una red de círculos, de escuelas del partido y cursos sobre las distintas cuestiones del movimiento revolucionario y para el estudio del programa y las decisiones más importantes de la IC y del PC. El estudio leninista, en combinación con la práctica diaria revolucionaria, servirá como el más poderoso instrumento de la preparación y reeducación de los cuadros del partido. Los PC deben plantearse la tarea de la autoeducación de sus miembros. Distribuyendo la literatura del partido, sin detenerla ni un solo día, los órganos de los PC deben plantear ante todas sus organizaciones la tarea de controlar la lectura de la literatura por los miembros y ayudarlos, por medio de la organización de las discusiones y conferencias sobre unas y otras cuestiones, que son tratadas en la literatura leída; movilizar a sus organizaciones para la lucha contra la difusión de la literatura anarquista, trotskista, etcétera, entre los miembros de los PC y los obreros.
La preparación de los cuadros bolcheviques del partido. capaces de luchar por la línea general del PC y de la IC, presupone la movilización de toda la masa de los miembros del partido para la lucha contra las desviaciones de la línea de la IC, contra todas las manifestaciones del oportunismo de derecha e izquierda. Hasta los últimos tiempos, en la mayoría de los PC, la lucha contra las desviaciones y los errores oportunistas era obra solamente de un círculo reducido de dirigentes y no de todos los miembros del partido. Es necesario cambiar radicalmente este fenómeno anormal. Los PC deben desarrollar la autocrítica bolchevique desde abajo hasta arriba, encauzándola hacia elmejoramiento del trabajo. Sobre la base del desarrollo de tal autocrítica, los PC deben atraer a todos sus miembros a la discusión de los problemas más importantes de la vida del partido, de sus decisiones, de su trabajo diario.


La Correspondencia Internacional, revista semanal, No. 43, año IV, 21 de septiembre de 1932, pp. 532-533