viernes, 31 de diciembre de 2010

Acta de la sesión extraordinaria del H. Consejo Universitario del 3 de mayo de 1973.

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Acta de la sesión extraordinaria del H. Consejo Universitario del 3 de mayo de 1973.
… se acordó por UNANIMIDAD DE VOTOS:
1o. Se declara hijo indigno de la Institución al doctor Gonzalo Bautista O’Farril.
2o. Se tramite la destitución del gobernador del estado, por las constantes violaciones a la Constitución de la República.
3o. Se declara en sesión permanente este consejo Universitario, hasta la resolución del problema que ahora se trata.
4o. La redacción de un documento en el que se plantee nuestro pensamiento con respecto a los últimos acontecimientos, además de que en el mismo se responsabilice al doctor Gonzalo Bautista de los que pudiese suceder en las personas de los presos políticos Arturo Loyola González, Ángel Valerdi Cortés y Héctor Ampudia Cano.
5o. La comisión formada por cinco miembros que redactará el documento con respecto a los sucesos del día 1o. De mayo del año en curso, queda integrada por : el licenciado Sergio Corichi, licenciado Alfonso Vélez Pliego, licenciado Eduardo González Ramírez, profesor Luis Ortega Morales e ingeniero Luis Rivera Terrazas.
6o. Que la Universidad autónoma de Puebla se haga cargo de todos los gastos de sepelio de los compañeros caídos el día 1o. De mayo del año en curso.
7o.  Que la Universidad autónoma de Puebla otorgue pensión vitalicia a la viuda del profesor Alfonso Calderón Moreno, equivalente al sueldo de un profesor de medio de carrera.
8o. En el caso de los estudiantes muertos, se turna su caso a la comisión que a la fecha se encuentra resolviendo el caso del excinto Josaphat Tenorio, estableciwendo0 y cuantificando la ayuda económica que se proporcionará a los deudos de los compañeros caído.
(continuación de la sesión extraordinaria, el 7 de mayo de 1973.
… la presidencia somete a consideración de los miembros del consejo Universitario el documento leído, … aprobándose por UNANIMIDAD DE VOTOS:
“El documento a publicar de inmediato, y que a la letra dice:
A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL
A LOS UNIVERSITARIOS DEL PAÍS:
1. CAUSAS DE LA AGESIÓN A LA UAP. Con la cobarde masacre realizada el 1o. De mayo por francotiradores, el gobierno del Estado ha desatado una represión sin precedentes con el propósito de provocar un enfrentamiento directo y total con la Universidad. Para realizar esta agresión, el gobierno del Estado ha decidido (des) bordar en forma definitiva el régimen de derecho e imponer un régimen dictatorial policiaco. La violencia sistemática y descarada de la legalidad que realiza el gobierno no es casual o producto de la actitud arbitraria de un gobernador. Este fenómeno obedece a un largo proceso histórico de entrelazamiento de intereses entre gobernadores de la gran burguesía oligárquica poblana. La burguesía poblana no es un pequeño grupo de caciques locales, por el contrario se trata de una burguesía moderna cuya proyección alcanza magnitudes nacionales. La reaccionaria burguesía poblana en su proceso de expansión no ha titubeado en aliarse con el capital imperialista y en transformarse en un fiel aliado del imperialismo para la penetración económica en todo el país. La biografía de los gobernadores poblanos es una historia de fieles empleados de grandes burgueses que después son lanzados como políticos para que desde el poder les sigan sirviendo, despojando a los campesinos de sus tierras y reprimiendo a los movimientos populares cuando estos intentan ejercer y reclamar sus derechos. La burguesía poblana no tiene un origen revolucionario; su poderío económico se finca en el despojo y en la explotación despiadada de los trabajadores. Por esta razón cada avance de la burguesía poblana en su proyección nacional significa una mayor oposición  a todo lo que pueda significar reforma agraria o derechos de los trabajadores. El control que el gobierno del Estado ejerce sobre los obreros y campesinos, está fincado en el aplastamiento violento de todos los movimientos populares sostenidos en décadas pasadas. El odio de la burguesía poblana en contra de la Universidad obedece a que después de una lucha de más de diez años fueron derrotados interiormente y resto ha colocado a la Universidad como principal símbolo de la liberación y la democracia.  El proceso iniciado en la Universidad autónoma de Puebla, desde el años de 1962, consiste en abrir la universidad a corrientes de pensamiento científico, el de impulsar el espíritu crítico con el objeto de que el conocimiento se pueda seguir desarrollando y el educar a la juventud bajo una nueva moral, ligándola a los problemas más candentes que aquejan a la población del Estado y del país. La represión desatada en contra de la Universidad poblana, y es debido a su intento de transformarse en una Universidad Popular que e intenta reivindicar su derecho a participar en las luchas democráticas de las masas populares. El gobierno del Estado se lanza en contra de la Universidad porque no puede acotar que se consolide como Universidad Popular y Democrática, puesto que esto significa el limitar las formas dictatoriales de gobierno a la que estaba acostumbrada la burguesía poblana. La actual agresión que sufre la Universidad, no es la primera, sin embargo se diferencia de la anteriores por su forma directa y descarada. En las agresiones anteriores el gobierno no quiso mostrarse como agresor directo. El gobierno  de Gonzalo Bautista se ha decidido al enfrentamiento directo en la medida que ha perdido toda posibilidad de recuperación de la Universidad desde dentro. Las represiones anteriores se han producido en un cierre de filas de los universitarios, en la consolidación del proceso de Reforma Universitaria. La Universidad como institución representa un importante instrumento de desarrollo. Sus funciones creadoras, transmisoras y difusoras de la ciencia y la cultura contribuyen indudablemente a este fin. Pero para la Universidad este concepto no se limita a las frías cifras indicadoras del comportamiento de la estructura económica, sino que tiene un rostro social, cultural y humano. Se equivocan quienes consideran a la universidad como empresa” que ha de administrarse con eficiencia cuantitativa en la tarea de formar profesionales inescrupulosos que utilicen su preparación con un sentido de lucro personal, indiferentes al contexto social en el que desempeñan su labor. Traicionan al espíritu universitario aquellos que entienden que la investigación de estos centros educativos puede ser puesto al servicio de los sectores nacionales o extranjeros, económicos o políticos que mantienen a extensos conglomerados de nuestro pueblo en la ignorancia y la miseria. Cercenan el quehacer universitario los que conciben la actividad extensiva de la Universidad aislada de la vida concreta de estos grupos sociales. La Universidad democrática se preocupa por capacitar técnicamente a sus estudiantes en el marco del conocimiento y una comprensión profunda de los problemas que enfrenta la sociedad; desarrolla una actividad investigadores rigurosamente científica, no gratuitamente apologética; lucha por salir de la torre de marfil que representa el campo universitario mediante la vinculación directa con diversos sectores sociales a los que  por una parte se les lleva los beneficios culturales que un sistema marginalizante e injusto les has negado, y de los que por la otra se aprende la lección que no se encuentra en los textos: la del sufrimiento de sus problemas coparticipados. En este tipo de Universidad que corresponde al sentido de la historia, al asignó de nuestro tiempo, a las necesidades de nuestro país y nuestro pueblo; y es por este rumbo que estamos empañados en conducir a la Universidad Autónoma de Puebla.
II. LA UNIVERSIDAD DEMOCRÁTICA Y POPULAR. La Universidad autónoma de Puebla puede ser considerada en estos momentos como una universidad democrática y popular en el verdadero y estricto sentido de la palabra, a tanto por su estructuración y funcionamiento interno como su proyecto al exterior. En la UAP la conciencia democrática de la Universidad se manifiesta en la oportunidad que tiene la comunidad universitaria, a nivel de estudiantes, maestros y empleados de participar directa y efectivamente en el planteamiento y en la solución de los problemas que aquella afronta y en la determinación de la orientación que la Universidad debe adoptar frente a los problemas de interés interno, local, nacional e internacional. El carácter democrático de la UAP también se manifiesta por la liberal de las organizaciones universitarias para darse la estructura que mas cuadre a sus propósitos sin que ejerza la mediatización de las autoridades, como ocurría en el pasado, cuando éstas a través de la corrupción , controlaban federaciones estudiantiles y las asociaciones de empleados eran controladas por el temor a las represalias. El carácter auténticamente popular de la Universidad Autónoma de Puebla, y junto con ella el de otras universidades del país, se manifiesta en la política establecida de puestas abiertas a todos los estudiantes provenientes de las clases populares, especialmente de las más desamparadas y en las facilidades que les brindan de incorporarse al campo de la cultura, la técnica y la ciencia. Sin embargo, esto no significas que la Universidad Autónoma de Puebla sea una universidad cerrada y clasista, pues está abierta a todas las corrientes filosóficas e ideológicas, a todos los grupos religiosos, como se reveló por el alto índice de inscripciones de estudiantes que provienen de las clases económicamente mejor dotadas y a quienes se les respetas sus creencias y convicciones.  Por esta razón la UAP tiene un alto índice de crecimiento democrático, como lo revelan las estadísticas que se han confeccionado. De gran importancia es el aspecto de superación académica… (que) se manifiesta en el aumento y la capacitación del profesorado de carrera (35 en 1970; 200 en 1973) …
La UAP ha iniciado por primera vez en su historia y en forma seria, la investigación científica teniendo como meta el desarrollo tanto de la ciencia básica como de sus aplicaciones a la tecnología que nuestro país demanda y con miras a resolver, cuanto antes, algunos de los problemas de la comunidad dentro de la cual la UAP se encuentra enclavada. Entre sus planes de trabajo se encuentran los siguientes: 1. Departamento de Investigaciones Psicológicas… 2. Departamento de Investigaciones Económicas… 3. Departamento de Investigaciones Físicas. 4. Escuela de Ingeniería Civil. Estudio sobre la contaminación del Rio Atoyac … 5. Red Meteorológica en el estado de Puebla… Departamento de Biología. 7. Escuelas de Matemáticas, Ciencias de la Computación, Licenciatura en Veterinaria, Topografía e Histología. 8. Centro de Cálculo “Arq. Joel Arriaga Navarro” y Unidad de Oncología del Hospital Universitario.  9. Biblioteca Clavijero. 10. Instituto de Ciencias de la UAP.
Es conveniente mencionar que para la realización de todas estos proyectos se cuenta con personal especializado de alto nivel académico, además de las facilidades que se les está otorgando a jóvenes pasantes para que realicen sus estudios de maestrías y doctorado, quienes al regresar a su Universidad, reforzarán los cuadros científicos de la UAP.
Por lo que se refiere a las características que una Universidad Democrática debe tener para justificar plenamente el calificativo de Popular, debemos mencionar los siguientes:
1. Estrecha vinculación con el pueblo, pero no en forma retórica, sino efectiva, a través del conocimiento “in situ” de sus problemas y necesidades. No basta colgarse un cartel con el nombre de popular, para que una Universidad lo sea de verdad, sino que es necesario que exista  una vinculación estrecha y continua entre pueblo y universidad.
2. Participación inmediata en la elevación del nivel de vida de la población campesina marginada a través de todos los canales que la Universidad pueda utilizar.
3. Solidaridad y participación en las luchas emprendidas por los campesinos mexicanos por la tierra, el agua y el crédito.
4. Elevar el nivel político de las masas campesinas y obreras del estado de Puebla, con objeto de prepararlos para las luchas políticas del futuro. Llevar la cultura y la ciencia a las grandes masas populares a través de las organizaciones universitarias creadas o que en el futuro se creen. La UAP debe ser una fuente constante de politización popular y un centro de cultura del pueblo mexicano.
5. Asistencia médica y técnica popular, dentro de las posibilidades de la Universidad.
En cumplimiento de las obligaciones que adquiere toda Universidad auténticamente popular y democrática, la UAP ha realizado una serie de actividades como una primera etapa de un plan más amplio y ambicioso, que se desarrollará con el tiempo:
Creación de un nuevo tipo de servicio social universitario que no sea la mera fórmula y un requisito para obtener un título profesional, sino que se caracterice por una verdadera vocación de servicio hacia el pueblo, al cual nos debemos todos. Este servicio social, de estructura integral (medicina, ingeniería, arquitectura, economía, erc.) con participación de estudiantes  y maestros, funcionará de una manera continua y sistemática y al cual serán incorporados estudiantes de todos los grados. Este problema del servicio social se encontraba en pleno desarrollo, en las regiones de la sierra de Puebla, cuando fue asesinado el día 20 de diciembre de 1972 el pro0fesor enrique cabrera Barroso, jefe del Departamento de servicio social de la UAP y el animador más entusiasta del programa mencionado. En virtud de la hostilidad abierta por parte de las autoridades estatales en contra dl servicio social de la UAP en la sierra de Puebla, éste ha sido trasladado al estado de Oaxaca, en donde opera con gran éxito.
 2. Ayuda técnica a los campesinos de la región de Tecamachalco, consistente en el préstamo de tractores y trabajo voluntario de estudiantes y maestros en las construcciones del pueblo. Otro aspecto de la ayuda técnica, es el análisis químico de suelos, realizados por maestros y estudiantes de la Escuela de Ciencias Químicas. La idea central de este proyecto es la creación de un centro campesino colectivo de alto rendimiento económico y que pueda servir de modelo para la creación, estará estrechamente unida al mencionado centro campesino y al resto de las poblaciones agrarias del estado.
3. Tanto el Hospital Universitario como la Unidad de Oncología del mismo se encuentran abiertos al pueblo, el cual puede y debe acudir a él en busca de asistencia médica. Uno de los más importantes proyectos, interrumpido momentáneamente por la muerte del compañero cabrera, es el de la creación de una red de sanatorios y clínicas médicas, extendidas a lo largo y lo ancho del estado de Puebla, teniendo como eje de sus actividades el recientemente adquirido Hospital Universitario y atendidos permanentemente, por los participantes en el servicio social universitario. Al servicio médico podrían agregársele estudiantes de otras escuelas con objeto de complementar la idea de servicio social integral.
III. COMO SE PRETENDE DESTRUIR LA UNIVERSIDAD DEMOCRÁTICA.
Es evidente que la implantación de una estructura universitaria como la que se ha descrito, trajo aparejada la destrucción de las antiguas concepciones sobre la Universidad y sus correspondientes estructuras. –este proceso iniciado en el año de 1961,a  lo largo de una prolongada lucha, dio origen a lo que la burguesía suele llamar “lo problema universitario”. Día con sía el régimen a través de los medios masivos de comunicación se ocupa de aquel a través de una bien paneada campaña en la que se dan explicaciones a medias sobre los aspectos particulares “del problema”, se ocultan los aspectos trascendentes de la vida universitaria y se destacan solo aquellos que contribuyen a distorsionar la verdadera imagen de .a universidad democrática. Este tipo de campaña ha sido una de las formas más utilizadas por quienes pretenden destruir el logro de la Universidad en sus objetivos. Sin embargo no ha sido esta, la única forma, basta recordar la formación de grupos estudiantiles que bajo el signo del anticomunismo, han actuado dentro y fuera de la comunidad universitaria a Estos grupos subvencionados y protegidos por la iniciativa privada y los distintos gobiernos que ha tenido el estado desde 1961, han fracasado por el grado elevado de conciencia y de unidad de los verdaderos universitarios. través de la amenaza, la calumnia y el terrorismo.
Este tipo de organizaciones han sido las únicas que han actuado en el seno de la Universidad. La infiltración constante de provocadores, expertos en la tarea de dividir o desviar a la comunidad universitaria o en servir de grupo de choque en contra de los miembros de la misma, ha sido otra de las formas empleadas por el régimen. La corrupción de líderes estudiantiles e autoridades universitarias, de profesores y trabajadores ha sido también uno de los métodos favoritos del gobierno en su intento por controlar la posición crítica e impugnadora de la comunidad universitaria. Quien no recuerda las cuantiosas sumas proporcionadas por las arcas del numerario público a los líderes estudiantiles en la época del ingeniero Aarón Merino Fernández. Ahora bien, las formas que han sido descritas y otras muchas más no han logrado su objetivo, y por ello a partir del año próximo pasado junto a ellas se empiezan a utilizar formas, como el crimen político encubierto seguido por la represión franca y abierta. Desde luego que lo anterior forma parte del mismo intento: la destrucción de la Universidad Democrática. Desde su gestión como Presidente Municipal, el actual gobernador del Estado, Gonzalo Bautista O‘Farril, inició su intervención en la resolución de asuntos de exclusiva competencia de la comunidad universitaria. A raíz de una división que se produjo entre profesores y alumnos de la escuela de Arquitectura que militaban en el bando conservador, el señor Bautista ante un grupo de involucrados en el conflicto, señalaba “no hay forma de obligarla a renunciar, pero intervendremos para lograrlo y en esa forma ustedes volverán a sus estudios” (Rl Heraldo 19-IV-72). Posteriormente a través de la concesión de puestos públicos a determinados funcionarios de la UAP, el gobernador intentó ejercer un control sobre la misma, sin embargo su intento fracasó y con ello abandonó estas formas blandas y abrió una nueva era en la historia de la represión en nuestro estado. Lo anterior se demuestra con los siguientes hechos: erl día 27 de abril de 1972, el automóvil del ingeniero Luis Rivera Terrazas, director de la Escuela de Físico-Matemáticas, es incendiado ern las puertas de su domicilio. Simultáneamente se inicia una campaña de amenazas de muerte para cinco profesores que ocupan cargos administrativos de importancia dentro de la misma. La campaña se realiza a través de pintas en camiones urbanos y paredes, de llamadas telefónicas y volantes distribuidas en toda la ciudad con textos como el siguiente: Valerdi, Rivera Terrazas, Joel Arriaga, Vélez Pliego, Jaime Ornelas, comunistas y ateos. Fuera o Muerte. Cristianismo Si, Comunismo No”.
El 7 de Mayo de 1972, muere el estudiante de medicina Eduardo Romano soriano, quien había sido gravemente lesionado por un grupo de pandilleros, encabezados por Raúl Méndez Morales (a) “La Salerosa”, al ser arrojado del primer piso del edificio de laboratorios de la Escuela Preparatoria “Benito Juárez”. Preocupados por estos acontecimientos, los miembros de este Consejo Universitario, el día 29 de junio de 1972, en entrevista que sostuvimos con el señor Bautista para externarle nuestra preocupación por la repetición constante de este tipo de acontecimientos, en respuesta recibimos la promesa del gobernador de castigar a los autores de las amenazas e los hechos delictivos que denunciábamos.
Sin embargo, como la campaña continuaba y los autores del homicidio del estudiante Romano soriano y de la destrucción del automóvil del ingeniero Rivera Terrazas continuaban sin ser sancionados, el rector de la Universidad químico Sergio Flores se vio precisado a denunciar eta situación en un documento publicado el día 22 de junio de 1972. a pesar de todos estos intentos por evitar la comisión de actos violentos en contra de los miembros de la comunidad universitaria, el día 20 de julio del mismo año, el arquitecto Joel Arriaga Navarro, director de la escuela Preparatoria Nocturna “Lic. Benito Juárez”, y miembro de este Consejo, es cobardemente asesinado cuando se dirigía a su domicilio en compañía de su esposa. Crimen que hasta la fecha no ha sido esclarecido ni mucho menos sancionados los autores, pero que fue aprovechado para propalar la versión e que habían sido los propios universitarios los autores del citado crimen. El jefe de la Policía Judicial del estado, públicamente señaló: “el alto manso de la izquierda mandó asesinar a Joel Arriaga”. Lo propio hicieron los sectores más reaccionarios del país, a través de desplegados y artículos editoriales en diversos diarios nacionales. En septiembre del mismo año, al día siguiente de la toma de posición  como rector de la UAP el químico Sergio Flores Suárez, son colocados petardos en los domicilios del licenciado Jaime Ornelas Delgado, licenciado Alfonso Vélez Pliego y del licenciado y C. P. armando Porras,a la vez que se iniciaba una nueva campaña de amenazas de muerte en contra de unos estudiantes y profesores de la UAP, sin que sus autores hayan sido sancionados. En el mes de octubre de 1972, el gobernador del Estado hace declaraciones sobre la Universidad, que anuncian una nueva escalada. Entre otras cosas señalaba “ustedes saben que a toda acción corresponde una reacción y si algunos son provocados tienen que responder, pero lo que hemos visto aquí es una escalada del partido comunista que se ha posesionado de la UAP y que ha desalojado de allí, inclusive a gente de izquierdista” (El Heraldo 15-X-72).
Al día siguiente cinco miembros de este Honorable consejo Universitario publicaron un desplegado con el título de “Quien sigue ahora seños Gobernador”, en el que se denunciaban la intensificación de la campaña de amenazas de muerte en su contra. En respuesta, el señor Gonzalo Bautista O’Farril en una manifestación organizada por él mismo en apoyo a su política de “mano dura con los universitarios”, y sin que mediara juicio alguno entregó al Procurador del Estado una lista de autoridades, estudiantes y profesores a los que llamó delincuentes en los siguientes términos: “Señor Procurador de Justicia aquí presente, como declaré públicamente el día 14 del actual, entrego a usted lista que contiene los nombres de los autores intelectuales de los crímenes cometidos y que el pueblo ha señalado. Estos delincuentes son: Luis rivera terrazas (director de la escuela de Ciencias Físico-Matemáticas), Sergio Flores Suárez (rector de la UAP), Alfonso Vélez Pliego (director de la Escuela Preparatoria Popular “Emiliano Zapata”), Jaime Ornelas Delgado (Director de la Escuela de Economía), Ernesto Cruz Quintas (Jefe del Departamento Escolar), Enrique Cabrera Barroso (Jefe del departamento de Extensión Universitaria y servicio social), y los nombres de los criminales a quienes éstos han utilizado como verdugos en escarnio del pueblo, y que son: Juan Conde (estudiante), Jorge Méndez Spínola (profesor y secretario de la Escuela Preparatoria Popular), Alberto Montero (estudiante), Arturo Villarreal (profesor), Eliseo Valerdi (estudiante), Marco Antonio Sánchez Daza (profesor), Héctor Novales P. (profesor), Jorge Sánchez Zacarías (profesor), Gregorio Tepale (estudiante), Jorge Loyola (estudiante), y otros delincuentes que oportunamente haré de su conocimiento”.
Al mes siguiente, agentes de la policía judicial atacaron a una brigada de estudiantes que se encontraba trabajando su servicio social en la Sierra Norte del Estado, era un proyecto a cargo de la Secretaría de Obras Públicas, motivo por el cual la secretaría aludida se ve en la necesidad de enviarlos a Oaxaca, para que concluyan su servicio. El día 8 de diciembre de 1972, un grupo de agentes de la po0licía judicial ataca con disparos de arma de fuego en los terrenos de la Escuela Preparatoria “Benito Juárez” a los licenciados Joel Méndez Ríos y Arturo Sánchez Elorza, profesores de dicha escuela. El día 19 de diciembre del mismo año un grupo de encapuchados saquea las oficinas de la Escuela de Medicina. El día 29 de diciembre a las puertas de su domicilio, el profesor Enrique Cabrera Barroso es villanamente asesinado. Inmediatamente el gobernador del Estado atribuye públicamente a los propios universitarios el crimen, afirmando textualmente: “que la agresión pudo partir de una purga acordada por quienes dirigen actualmente y representan a las autoridades universitarias”. Y no conforme con esto, acusa a la propia víctima en la forma siguiente: “desgraciadamente el señor Enrique Cabrera miembro prominente del partido comunista desde sus inicios dentro de este, se caracterizó por propiciar la violencia y el terrorismo” (El Heraldo 23-XII72). Es obvio que este crimen tampoco ha sido esclarecido no castigados los responsables. El día 24 de enero de 1973 es asesinado el estudiante de derecho, Josaphat Tenorio Pacheco, por un grupo de militantes derechistas y porristas sin que hasta ahora los responsables sean castigados.
Los hechos descritos en lugar de propiciar una acción enérgica por parte del gobierno estatal, contra los agresores de la UAP, nuevamente es atribuida a los propios universitarios. El gobernador del Estado responsabilizó al rector de la UAP “por la compra de armamento que hace con el subsidio que es dinero del pueblo, al igual que la impresión de propaganda subversiva en contra del orden y la tranquilidad del pueblo” (El Sol de Puebla 3-11-72). De acuerdo con las versiones recogidas por este Consejo entre estudiantes, profesores y trabajadores que estuvieron presentes el 1o.  De mayo en el festival organizado para conmemorar ael XII aniversario del inicio del Movimiento de Reforma Universitaria, los acontecimientos que han enlatado nuevamente a la institución, se desarrollaron en la forma siguiente:
El día 1o. de mayo a tempana hora, estudiantes y profesores de diversas escuelas repartían volantes para invitar a la población a los actos referidos, mismos que darían comienzo a las doce horas en el edificio Carolino. Al mismo tiempo se distribuían volantes en las que se fijaba la posición de los estudiantes frente ala problema de la semana de cuarenta horas. Toso lo anterior en forma ordenada y pacífica, sin que existiera por lo tanto motivo alguno para provocar a los universitarios. Sin embargo, aproximadamente a las diez horas con treinta minutos, elementos de la fuerza pública violaron las garantías constitucionales de quienes se manifestaban en forma pacífica, sin pretexto alguno detuvieron a varios estudiantes y maestros qué repartían volantes. Este acontecimiento produjo descontento entre quienes al salir al rescate de sus compañeros se toparon con una patrulla policíaca al bordo de la cual iban tres policías uniformados. Uno de ellos al ver rodeado el vehículo disparó su arma en contra de la multitud, propiciándose de esta manera la detención de los tres uniformados, y la quema de la patrulla. Poco antes del incidente, en las calles aledañas al mencionado edificio la fuerza redobló, sin aparente justificación la vigilancia y algunos de sus elementos se apostaron en los edificios más altos que circundan el edificio carolino. Poco tiempo después, al parecer con el pretexto de rescatar a los policías que habían sido introducidos al edificio central, la policía se desplazó hacia el propio edificio lanzando gases lacrimógenos y haciendo constantes disparos de armas de fuego. El ataque duró aproximadamente cuatro horas y como consecuencias de él, murieron por herida de bala, el profesor Alfonso Calderón Moreno y los estudiantes Ignacio enrique González Romano, Víctor Manuel Medina Cuevas y Norberto Suárez Lara, y algunas personas más resultaron heridas. El gobierno estatal por boca de Gonzalo Bautista O’Farril expresó nuevamente en forma pública que los universitarios eran responsables de los acontecimientos y no satisfecho con esto, anunció que continuaría utilizando los mismos métodos para resolver sus diferencias con la Universidad. En entrevista con la prensa local y nacional, públicamente señaló: “como gobernador del estado, estoy obligado a mantener el orden público, por los que la policía tiene órdenes de tirar a matar en contra de secuestradores y quienes se enfrenten a balazos con la policía. Durante mi campaña política para ocupar la Presidencia Municipal, se me pidió un cuerpo de seguridad, a la altura de esta capital, por lo que se han invertido más de tres millones de pesos de adquisición der patrullas y equipo especial para disolver y enfrentar a grupos que alteren el orden… además de que todo el cuerpo practica diariamente el tirop. Las armas que hemos comprado no son para andarlas luciendo, son para mantener el orden en la ciudad, y si quieren medir sus fuerzas que las midan”. Así mismo, anunció aprehensiones en contra de los comunistas. De los hechos referidos y las declaraciones transcritas del gobernador del Estado, Gonzalo Bautista O’Farril, se desprende su responsabilidad en todas aquellas acciones que intentan destruir a la universidad democrática poblana. Dicha responsabilidad es resultado de violaciones a la Constitución General de la República y las leyes que nos rigen en términos del Artículo 108 fracción II de la propia Constitución que establece: “Los gobernadores de los estados y diputados a las legislaturas Locales, son responsables por violaciones a la Constitución y las leyes federales”
Por lo anteriormente expuesto, este Consejo Universitario, en su calidad de máxima autoridad de la Universidad Autónoma de Puebla, en sesión de fecha 3 de mayo del año en curso, acordó:
1. Hacer públicas las declaraciones contenidas en el presente documento.
2. Declarar hijo indigno de esta institución a Gonzalo Bautista O’Farril.
3. Exigir la destitución como gobernador interino del estado de Gonzalo Bautista O’Farril.
4. Responsabilizar a Gonzalo Bautista O’Farril de cualquier agresión que puedan sufrir los presos políticos estudiantes, que se encuentran recluidos en la Cárcel Municipal, los cuales han sido amenazados de muerte.
5. Responsabilizar a Gonzalo Bautista O’Farril de los atentados que pudiesen sufrir en sus personas os en sus bienes los miembros de este Consejo Universitario o cualquier otro miembro de la comunidad universitaria.
6. Hacer un llamado a todas las instituciones educativas del país, así como a todos los organismos democráticos del mismo, a la defensa de la Universidad autónoma de Puebla, invitándolos para que asistan el día viernes 11 de mes en curso, a los actos que para el efecto está preparando la comunidad universitaria poblana.
H. Puebla de Z., a 7 de mayo de 1973
EL H. CONSEJO UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDADAUTÓNOMA DE PUEBLA.

jueves, 30 de diciembre de 2010

INDUSTRIA AUTOMOTRIZ: OBREROS MEXICANOS LOS MÁS PRODUCTIVOS

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INDUSTRIA AUTOMOTRIZ: OBREROS MEXICANOS LOS MÁS PRODUCTIVOS

Posted by mibug en diciembre 7, 2010
Hasta septiembre pasado, el salario promedio de trabajadores en la industria automotriz era de 35.76 pesos la hora. Foto: Archivo

Producen más, ganan menos.

Los trabajadores nacionales necesitan certificarse y fortalecer ciertas áreas, según AT Kearney

REFORMA / Redacción
 
Ciudad de México  (7 diciembre 2010).- Los trabajadores de la industria automotriz en México son más productivos que sus contrapartes en el resto del mundo, pero perciben un salario hasta 70 por ciento inferior. 
Un empleado mexicano en Toyota invierte 19.2 horas en armar un vehículo, mientras que en otras partes del mundo requieren 22.4 horas.
De la misma forma, en Ford México se requieren 20.8 horas para esa actividad, contra 22.8 horas en otros lugares, según datos de AT Kearney.

Sin embargo, los sueldos son muy inferiores en México.
Con respecto a las retribuciones, de acuerdo con cifras del IMSS, hasta septiembre pasado, el salario promedio de trabajadores en la industria automotriz era de 35.76 pesos la hora, es decir, alrededor de 2.90 dólares, mientras que en Estados Unidos es de 10.3 dólares la hora.
Esta alta productividad y bajos salarios, entre otros factores, propiciaron que este año se anunciaran inversiones por mil 360 millones de dólares en el sector: 600 millones corresponden a Nissan, 550 millones a Volkswagen y 210 millones a Pirelli, todas con el fin de construir nuevas plantas en el País.
Ricardo Haneine, socio de la consultoría estratégica AT Kearney, consideró que para mejorar el salario es necesario certificar a los trabajadores y fortalecer ciertas áreas.

Preparatoria Popular “Emiliano Zapata". Luiis Ortega Morales

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Preparatoria Popular “Emiliano Zapata"
Luiis Ortega Morales

El 5 de enero de 1970 se iniciaron labores en la Preparatoria Popular “Emiliano Zapata”, en el primer patio del edificio Carolino, por acuerdo de los comités de lucha, la asamblea de padres de familia y de los estudiantes rechazados de la preparatorias “Benito Juárez” de la UAP. Se convocó a profesores universitarios y pasantes de las carreras profesionales a impartir clases gratuitamente, porque no contaba con el reconocimiento oficial. . “con 617 alumnos de primer ingreso, distribuidos en once grupos, atendidos por una planta docente de 88 profesores de hora clase: catorce titulados, trece pasantes y 61 estudiantes de carreras profesionales de la propia universidad. Ninguno de ellos cobraba sueldo. (W. Vallejo y E. Ramírez) Tiempo Universitario. UAP
El 5 de Noviembre de 1979, la Comisión Coordinadora de la Preparatoria “Benito Juárez”, anuncia el rechazo de más de mil estudiantes de los 1,500 que solicitaban su ingreso. El 19 de Noviembre los comités de lucha convocan a los alumnos rechazados para formar una nueva preparatoria popular en la U.A.P., que es inmediatamente rechazada por los directores de las preparatorias. El 11 de Febrero cerca de 500 estudiantes realizaron una manifestación que culminó con un mitin en el zócalo en el cual pidieron que la U.A.P. absorba a la Nueva Preparatoria y exigieron más subsidio a la U.A.P.." El 12 de Febrero el Consejo Universitario acordó aceptar como nueva escuela de la U.A.P. a la Preparatoria Popular integrando como universitarios a 830 alumnos, con 11 votos en favor y 8 votos porque fueron absorbidos los estudiantes en la Preparatoria Benito Juárez con salones acondicionados en los pasillos."
" En el cuarto punto de la orden del día de la sesión de la máxima autoridad universitaria, por mayoría de votos se permitió el uso de la palabra a Marco Antonio Sánchez Daza quien a nombre de un grupo de profesores solicitó el reconocimiento de la nueva escuela … para contribuir a paliar el rechazo de mil 500 jóvenes que la Universidad no había recibido por falta de presupuesto. Además de la solicitud de reconocimiento, Sánchez Daza agregó cinco puntos: facilidades para que la comisión organizadora continuara el curso legal de la escuela; apertura de otro ciclo de inscripciones; estudio de estudiantes y maestros para incrementar el presupuesto, sin aumento de cuotas; incorporación a la lucha por mayor subsidio federal y estatal; y aceptación de la crítica, fundada y razonada, para lograr el mejoramiento de los sistema administrativos y docentes de la UAP”. (A. Yañez. Síntesis 19/12/10).
La Preparatoria Popular “Emiliano Zapata”, sufrió varios embates de los grupos de derecha universitarios. En primer lugar, sus profesores y trabajadores no fueron reconocidos como tales después de un año de trabajo, por lo que laboraron sin recibir salario. Hubo constantes agresiones de los grupos gobiernistas, quienes incursionaban en pandillas en el edificio carolino y secuestraron al consejero maestro y alumno, golpeándolos y presionándolos para su renuncia. En su sesión del 9 de noviembre de 1970, bajo la presidencia del ingeniero Antonio Osorio García, miembro de la Junta Administrativa, el Consejo Universitario acuerda desconocer al profesor Luis Ortega Morales como consejero universitario profesor de la Preparatoria Popular y director por ministerio de ley, con el argumento de que no reunía los requisitos para ocupar el puesto, ya que era alumno de la institución, lo que implicaba, de insistir en la ocupación del puesto, su renuncia a su calidad de alumno del quinto año de la licenciatura de Economía. Fue sustituido por su suplente, Alfonso Vélez Pliego. 
.La Escuela de Medicina rechazó a 600 estudiantes y ante tal hecho, el Consejo Universitario acordó aceptarlos, lo que provocó que la asamblea general de estudiantes de la Escuela de Medicina, los Jefes de grupo y catedráticos de la misma se opusieron al acuerdo y realizaran un paro de labores el 2 de Febrero. La escuela de Arquitectura acuerda realizar un paro de 48 hrs. en apoyo a los estudiantes de Medicina. Además, manifiestan que "nos uniremos al eco común de que las preparatorias dejen de depender de la U.A.P. y pasen a la SEP". La Sociedad Médica de Puebla se sumó a esta demanda. (Jesús Márquez Carrillo y Paz Diéguez Delgadillo. El ascenso de Partido Comunista Mexicano en la UAP, 1970-197  Tiempo Universitario  Año 11, número 6 mayo 2008).
Lo fundamental en la UAP era el rezago académico y científico y el reducido presupuesto con el que contaba, que obligaba a aceptar a muy pocos alumnos. Los comités de lucha pusieron el dedo en la llaga, lograron abrir la matrícula en las preparatorias y medicina y se comprometieron a impulsar un movimiento para lograr el incremento de subsidio a la Universidad Pública.
Los comités de lucha, después de su reconocimiento como representantes del movimiento estudiantil, obtuvieron mucha fuerza y capacidad para colocar a la Junta Administrativa, que hacía las veces de rector, en un serio cuestionamiento. Con diferentes movilizaciones lograron detener que el Congreso del Estado reformara la Ley Orgánica de la UAP, para legalizar la figura de Junta Administrativa.
Las escuelas de Arquitectura, Administración de Empresas, Ingeniería Civil y Medicina y el grupo del contador Rafael Moreno Valle, sobrino del gobernador, se agruparon en el “Bloque de ciudad universitaria”, desataron una campaña anticomunista oponiéndose a la creación de la preparatoria popular y exigieron la separación de las escuelas de CU de la UAP y la constitución de una nueva universidad. Durante varios meses, el grupo de pandilleros encabezados por Raúl Méndez Morales (“La salerosa”) y Gildardo Ramos Cortés (“chino pistolas”) de la Escuela de Derecho, son protagonistas de innumerables encuentros violentos en contra de estudiantes y profesores de la preparatoria Popular. Un estudiante —Eduardo Romano Soriano— es asesinado, arrojándolo del primer piso del edificio de laboratorios de la preparatoria “Benito Juárez”.
Por su parte, la policía también detuvo a 4 universitarios y se anunció la orden de aprehensión de otros siete más. El 6 de agosto de 1970, es asesinado, en un enfrentamiento en la escuela de Medicina, el estudiante preparatoriano Marco Antonio Márquez Martínez, miembro de la juventud comunista.
El 5 de febrero de 1971 el Comité Coordinador de los Comités de Lucha de la UAP elabora un manifiesto en el que analiza la situación universitaria y llama a dar un nuevo impulso a la reforma universitaria democrática. El 9 de febrero, precedido de una activa lucha contra el alza de precios en la que participan –a través del Frente Autodefensa del Pueblo– profesores y alumnos de la Preparatoria Popular con obreros, campesinos y vendedores ambulantes, los Comités de Lucha toman el edificio Carolino y se pronuncian por profundizar el movimiento de Reforma Universitaria, sobre la base de que siendo la Universidad parte del Pueblo, su causa primaria y su fin único, la educación, debe responder a los siguientes fines: “a) Educación para la liberación; b) Educación dirigida a promover el cambio de las estructuras generales de la sociedad; c) Educación inscrita en la hora latinoamericana y en las necesidades concretas nacionales”. (Jesús Márquez Ibid)
El 10 de febrero de 1971, en sesión extraordinaria el Consejo Universitario acordó en las instalaciones de Ciudad Universitaria disolver a la preparatoria popular; la expulsión de los profesores Luis Ortega Morales, Marco Antonio Sánchez Daza y Alberto Montero, dirigentes de la preparatoria  y llamar a los estudiantes de esa misma escuela a recibir clases como alumnos de las preparatorias "Benito Juárez". Una vez decretada la desaparición de su Escuela y desconocer a las autoridades de las preparatorias “Benito Juárez”, nombran como director al profesor José María Cordero y Bernal de conocida filiación derechista.
Posteriormente, en prolongadas sesiones del Consejo Universitario en el Palacio de Gobierno, se acuerda 1. Ratificación de la Preparatoria Popular y reubicados sus alumnos que se habían inscrito en la Preparatoria Diurna, 2. Elecciones de rector una vez renovado el consejo universitario, 3. Levantamiento de las expulsiones contra Luis Ortega Morales, Marco Antonio Sánchez Sosa y Alberto Moreno, dirigentes estudiantiles y la entrega del edificio Carolino y de los rehenes secuestrados por ambos bandos.
Gracias a una alianza entre los principales grupos políticos, al clima de violencia y al activismo de los Comités de Lucha, las fuerzas llamadas democratizadoras obtienen mayoría.29 El día que toma posesión el nuevo Consejo (31/III/1971) la asamblea concluye en un enfrentamiento. Desde entonces, las acciones pandilleriles se incrementan. El Consejo Universitario decide poner fin al derramamiento de sangre, expulsando al grupo responsable. (Jesús Marquez. Ibid)
Durante julio y agosto se desencadena otra ola represiva más intensa, auspiciada por los empresarios, la jerarquía eclesiástica y el gobierno. Ante estos hechos, renuncia la Junta Administrativa y se nombra del 26 de marzo de 1971 al licenciado Ignacio Flores Rojas, como rector, quien también renuncia. En la sesión celebrada el 6 de julio de 1971, se  nombra como rector al licenciado Martín Carvajal Caro, hasta ese entonces secretario general de la institución. A pesar de sus relaciones estrechas con el contador Moreno Valle y de su filiación derechista, adopta una actitud de acercamiento y colaboración con el movimiento democrático universitario y particularmente con el Grupo 64 que encabeza el licenciado Juan José Barrientos y el profesor Nicandro Juárez. Nombra a Ernesto Cruz Quintas jefe del Departamento Escolar, a Enrique Cabrera como Director de extensión Universitaria y a Joel Arriaga como jefe de la Librería Universitaria.
El Consejo Universitario inicia una serie de transformaciones y reformas académicas en el marco de la Reforma Universitaria Democrática que se reflejan en reformas a los planes de estudio y a la demanda del Hospital-Escuela
Las tensiones entre la Universidad y el gobierno del estado que encabeza Rafael Moreno Valle se suceden vertiginosamente, y el gobernador renuncia “por motivos de salud” en abril de 1972. Las fuerzas derechistas logran colocar en ese puesto a Gonzalo Bautista.37 (Jesús Márquez. Ibid.)
El Grupo 64 —que había a su vez apoyado la precandidatura del doctor Bautista a la gubernatura del estado en 1968 y cuyos dirigentes habían aprovechado su participación en el movimiento estudiantil popular de 1964- para incorporarse al aparato estatal—, pasa entonces a desarrollar una labor de división en las filas del movimiento y a establecer alianzas con otros grupos “moderados” e inclusive derechistas.
En junio de 1972, en medio de una intensa campaña de propaganda anticomunista, se celebra el día 8 una sesión de Consejo Universitario en la que sorpresivamente se plantea la elección del rector definitivo de la institución. El Grupo 64 pretendía imponer antidemocráticamente al licenciado Martín Carvajal Caro como rector de la institución.
La sesión del Consejo no pudo concluir al abandonar el recinto un grupo de consejeros que no estaba dispuesto a convalidar con su presencia la maniobra y por haberse suscitado un enfrentamiento violento entre los estudiantes comprometidos con el Grupo 64 y los comités de lucha.
Habiendo fallado el plan gubernamental, Al ser derrotado el Grupo 64, por primera vez el movimiento democrático y revolucionario logra establecer su hegemonía en la universidad. El Consejo Universitario destituye de su cargo al licenciado Martín Carvajal Caro y nombra como rector interino al químico Sergio Flores Suárez. Este ratifica a Ernesto Cruz Quintas en el Departamento escolar y a enrique Cabrera en Extensión Universitaria y el consejo Universitario nombra Joel Arraiga como director de la preparatoria nocturna “Lic. Benito Juárez”. La llegada a la rectoría de un militante comunista, tendría importantes repercusiones en el conflicto en los meses siguientes entre la universidad y el movimiento universitario y el Estado y la burguesía poblana. El doctor Gonzalo Bautista O’Farril, en abierta unidad con el Comité Coordinador Permanente de la Ciudadanía Poblana, decide desplegar aún más la campaña anticomunista y la represión. (AVP: )
Junto con ello, el debate nacional sobre la transformación democrática de la educación que inició el movimientos de 1961 en la UAP, continuó con propuestas de democratizar la enseñanza, implantar los gobiernos colectivos, paritarios y los autogobiernos que tenían como esencia darle a los estudiantes un peso fundamental en las decisiones universitarias en contra de las prácticas burocráticas y elitistas que hasta entonces existían. De ahí que la participación mayoritaria de los estudiantes en las decisiones universitarias, como lo pregonaba el autogobierno, se convirtió en una consigna nacional que transformó a todas las universidades. Los directores fueron sustituidos por coordinadores los consejos técnicos por consejos de gobierno paritarios, se recuperó la vida colectiva de las academias, para la reforma a los planes y programas de estudio y se realizaron los congresos de las escuelas. Los directores fueron electos por el voto universal, directo y secreto de su comunidad. Todo este período fue de profundas transformaciones promovidas principalmente por el movimiento estudiantil y los académicos de izquierda, que le han dado a las universidades las bases de transformación democrática, académica y científica que son el sustento clave en el desarrollo de la universidad pública mexicana.
Los dirigentes, profesores y estudiantes de esta preparatoria jugaron un papel my importante en las propuestas de transformación académica y en la dirección institucional universitaria. 

El Concepto de Autonomía. Luis Ortega Morales

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El Concepto de Autonomía.
Luis Ortega Morales

  El concepto de autonomía no se refiere a un tipo de relación entre la universidad, el estado y la sociedad de manera abstracta, es decir, la autonomía no se define de una vez y para siempre. La autonomía es un concepto que expresa una historia y, en un momento dado, la situación de una relación, la cual ha sido resultado de condicionantes que tienen su curso histórico.
  Además de su planteamiento abstracto formal, la autonomía tiene que analizarse históricamente.
  La autonomía ha quedado definida, para el caso concreto de la UAP en la Ley Orgánica, en donde el Congreso del Estado les otorga la facultad de autogobernarse, es decir, de normar internamente sus relaciones y su gobierno, de administrar sus recursos económicos y materiales y organizar sus funciones. De aquí que el supremo órgano de la Universidad que ha conferido al Consejo Universitario, tenga la facultad de discutir y aprobar los distintos reglamentos que regirán la vida universitaria. (art. 6o)
  Por otro lado el Programa de Reforma Universitaria Democrática de 1975 también define la autonomía y señala: "La UAP en la defensa y la lucha de las libertades políticas, ha enriquecido el mismo concepto de autonomía. El Consejo Universitario formuló una definición que es necesario apoyar y se basa en el respeto a los siguientes derechos":
  a) Libertad de cátedra para el desarrollo de la ciencia y la enseñanza.
  b) El autogobierno de los universitarios sin restricciones e interferencias del poder público.
  c) El desarrollo en la Universidad de la actividad crítica, del pensamiento libre y del debate de los problemas económicos,  políticos y sociales de nuestro país y del mundo.
  d) El derecho de los universitarios, común a todos los ciudadanos, de participar en la vida política y de actuar en apoyo de los movimientos populares que buscan la transformación y el progreso de la sociedad.
  e) El derecho a disentir de lo dicho y lo actuado por los gobernantes y actuar, en consecuencia, sin más restricciones que las que abarca la Constitución.[1]  
  La libertad de cátedra el programa lo define como "libre exposición de toda corriente y de reunión, así como libre disposición de locales y medios para utilizarlos".
  Y esta libertad, para la Universidad no es una actividad pasiva y ajena, sino parte de su necesidad, por ellos se pronuncia por: ". . . impulsar decididamente la organización de los estudiantes, profesores y trabajadores, para que luchen por sus demandas específicas y por las exigencias de la Universidad como institución, es la base más firme para que la UAP cumpla su función democrática y transformadora de la sociedad. "
  En el conjunto de su concepción, la Universidad reitera la incorporación de los objetivos futuros de los trabajadores, ser "factor de primera importancia en la lucha por el progreso social,  la democracia y la plena soberanía del país"; expresa las contradicciones fundamentales de la sociedad"; la posibilidad de gestar en su seno "el movimiento universitario -estudiantil principalmente- que desarrolla tareas revolucionarias a lado de los trabajadores; fiel reflejo de la sociedad mexicana; juega un papel importante en la lucha por las libertades democráticas" y "en la solución democrática de los problemas del pueblo trabajador".
   "Su destino depende, en última instancia de la transformación social" mediante el desarrollo de la conciencia social junto con el impulso de las fuerzas culturales, científicas y técnicas necesarias para la solución democrática; vinculación "con las necesidades concretas de la sociedad"; estimular la transformación de las fuerzas productivas" para posibilitar una "acción revolucionaria para cambiar las relaciones sociales existentes" "luchar por el reparto justo de la riqueza; por hacer desaparecer la explotación del hombre por el hombre; y de establecer la democracia en todos los  ámbitos de la actividad social”[2]
  El Programa de Reforma plantea sus tareas en la acción, no solo entendidas como una contribución pasiva sino una actividad directa, siendo un "factor de lucha", gestando y jugando un papel;  estimulando la transformación; participando. La relación de la Universidad con la sociedad es de PARTICIPACION DIRECTA.
  Este planteamiento, de ninguna manera es abstracto, es más bien histórico, peculiar; una síntesis de la práctica de los universitarios que le dan a la universidad sus características.
  Las relaciones de la universidad con la sociedad deben concebirse en un plano histórico. Es decir, el conjunto de relaciones que la universidad ha creado para la consecución de sus objetivos.
  Para un balance completo, debe partirse de este conjunto de relaciones, de cómo la universidad se ha relacionado con los diferentes estratos sociales; como contribuye a la solución de sus problemas; cómo logra que a través de la universidad y de sus funciones propias, los universitarios participan en la vida política y apoyen los movimientos populares, como íntegra "LA EDUCACION A LA VIDA".
  De aquí que las relaciones de la universidad con respecto del Estado debe ser de CRITICA, es decir de ejercer el derecho de "disentir de lo dicho y lo actuado por los gobernantes" y actuar.  Por ello se afirma el respeto al pensamiento libre y rechaza
las "interferencias del poder público"[3]
El Programa de Reforma es un programa que pretende que la universidad y los universitarios participen en las soluciones de los problemas de los obreros, campesinos y trabajadores, con una posición crítica ente las medidas del gobierno, impulsando el trabajo académico y científico y la organización de los estudiantes, de los profesores y de los trabajadores.
  Si entendemos este conjunto de conclusiones del Programa, como resultado y síntesis de un largo proceso histórico y como resultado directo del movimiento universitario, tendremos entonces que tomar una posición ante el. Y no hay otro camino más que el de continuarlo, profundizándolo o rechazarlo para su sustitución.  Esto último, en términos prácticos significa desarrollar las medidas de gobierno, de administración de legislación necesarias para destruirlo hasta ahora construido.
  Lo que actualmente propone la rectoría es principalmente lo segundo, un cambio de rumbo en la trayectoria de la UAP, sobre la base de establecer unas relaciones "nuevas" con la sociedad, con el estado y -lo más importante-, con los universitarios.
  En una potencia denominada "Hacia un nuevo enfoque de las Relaciones Universidad-Sociedad" Humberto Sotelo y Alfonso Vélez Pliego logran su objetivo que es proponer un "nuevo enfoque", pero con relación a la historia de la UAP. 
  Este supuesto "nuevo" enfoque tiene como objetivo romper con la historia universitaria y su proceso de enfrentamiento y de democratización, para introducir -o más bien reintroducir- un VIEJO enfoque enarbolado por el Dr.  Soberón y muchos otros representantes del gobierno y de los sectores más conservadores de este.
  Su argumentación y su fundamentación deben buscarse en un lugar distinto de la ponencia, pues el análisis de las distintas posiciones que plantea no contribuye a explicar la necesidad de ese cambio. Simplemente plantean la diferencia de posiciones, por cierto desubicadas de su contexto histórico, de las necesidades a que respondían y los intereses que defendían.
  El "nuevo- viejo" enfoque que nos lleva a un plano abstracto de defensa de la autonomía, en favor de otra abstracción que es la defensa de la cultura. No arranca de la historia poblana y de su inmersión en la historia mexicana. Para ello es importante recordar lo que dice Pablo González Casanova "en el terreno del análisis resulta inútil para desentrañar el movimiento histórico y político. No considera este a partir de la vida nacional, de las clases concretas y sus facciones, de las instituciones del poder real y sus expresiones jurídicas, normativas. Los modelos y sistemas no aparecen como resultado del movimiento histórico, y el movimiento político no es el principal objeto de análisis. En esas condiciones todo se va a denunciar lo formal y en clasificar lo real. Es el camino sin fin de las definiciones de conceptos. Se busca aplicar el mejor a la realidad, y se gasta un esfuerzo enorme en ajustes, discutiendo los de otros autores y proponiendo el propio "[4]
        
    Bástenos señalar dos ejemplos:
  
   1. En la página 25 con el fin de estudiar dos posiciones extremas compara la posición de Antonio Carrillo Flores escrito en 1944 como expresión del apoliticismo en las universidades, sin considerar nada más que el sólo texto y, por otro lado, la plataforma electoral del PPS para argumentar la improcedencia de la autonomía y la libertad de cátedra, escrito en 1982. No media entre ellos más que la comparación extrema de los textos.
   2. En la siguiente página al citar que la relación partido-universidad "es orgánica en la medida en que los partidos políticos forman parte de la universidad" la interpreta como una defensa a la instrumentalización de la universidad por los partidos políticos, lo cual, si se quiere debatir tal cosa, debe hacerse tomando elementos de la práctica concreta del PCM en la administración universitaria y no del texto que se cita.
  
   En fin Vélez y Sotelo proponen:
 
   1. La Universidad puede intervenir en la marcha pública y en el Estado mismo. También en la formación de intelectuales. 
   2. Es un campo fundamental de disputa ideológica y política y  rea de poder, lo que provoca, por parte del Estado, de los partidos políticos y de grupos, apoderarse de ella y así tener espacio para incidir en la vida política y cultural del país.
  Plantea que en la universidad "tratan de intervenir todos los actores sociales. . . (y) todo el mundo en mayor o menor medida intenta instrumentarla "prevaleciendo las presiones "soterradas",  "veladas", lo cual objetivamente vulnera la autonomía universitaria".
  De este señalamiento plantea la conclusión política de que "proteger la independencia de la universidad frente al Estado, los partidos, los organismos empresariales, sindicales, etc. , es reguardar a la universidad de toda clase de grupos de presión".
  Esta posición coincide con la expresada ya en 1976 por el Lic. Clemente Valdés, abogado general de la universidad Autónoma Metropolitana, quien señalaba, en su ponencia a favor del apartado "C".
  El mantenimiento de la autonomía de la Universidad requiere una vigilancia constante para conservar su independencia no sólo frente a la intervención de los gobiernos federal y local. “requiere, igualmente, luchar constantemente por mantener su independencia frente a grupos o sectores, que con un poder económico o político, pudieron tratar de llegar a controlar o dominar la institución; se trata de grupos económicamente fuertes o de grupos políticamente importantes sean estos iniciativa privada,  partidos políticos o sindicales. "
  Como la frontera entre violar la autonomía y respetarla está  entre las presiones "soterradas" y "veladas" y en las relaciones "transparentes y abiertas", es claro el camino que debe tomarse para adoptar un principio de defensa de la autonomía.
  Los autores introducen para reforzar sus puntos de vista una disyuntiva que ellos mismos dicen en falsa entre los que denominan AUTONOMIA REAL o la sujeción al Estado u otros sectores sociales.  Salen de ese embrollo proponiendo una "red de relaciones la universidad con el poder público y determinadas instancias de la sociedad civil".
  "Relaciones transparentes y abiertas,  suscribiendo todo un complejo de acuerdos y convenios de colaboraciones con entidades públicas y de la sociedad civil (sindicatos, partidos, cooperativas,  etc.) que soliciten los servicios de la universidad en un marco de respeto absoluto de la autonomía universitaria"[5]
  El planteamiento general y relacionado con las fronteras de definición práctica de autonomía, reduce el concepto a un plano ético y moral, que se resuelve con el sólo hecho de que los diversos actores sociales" expongan sus requerimientos y exigencias concretas a la universidad"[6]. En un gran esfuerzo ejemplificador separa los intereses de los empresarios, del estado, de la iglesia y de las distintas corrientes político-ideológicos el país, incluyendo "los intereses de determinadas fracciones o grupos del poder público y/o la sociedad civil combate como "sumamente nociva la existencia de universidades `alineadas`[7].
  Esta concepción hace falta rasa de la historia y sobre todo de la diferencia de intereses entre quienes son empresarios incluso monopolistas y las corrientes ideológicas y las pequeñas organizaciones culturales de la sociedad civil. Al colocarlas en el mismo plano ante la autonomía universitaria, hace del concepto una total abstracción, pero más abstractas son en caso las relaciones entre la universidad y los diversos intereses que la circundan. No es de extrañarse que a partir de esta abstracción propongan "forma de participación idóneas, para no vulnerar la autonomía universitaria- en la problemática concreta de las universidades lo cual coadyuvaría a desestimular su interés por constituir universidades propias, alineadas". Es decir, formas para hacer participar a la iglesia, a los empresarios y al estado.
  Convenios de colaboración con todas las clases sociales y con todos los intereses económicos, sociales y políticos es la fórmula para contrarrestar “las presiones `veladas`, subrepticias, hacia la universidad [8]
  El entorno social, en la página 24, se transforma en "los principales problemas que vive la nación" y por sus limitaciones y carencias de obtener "suficientes elementos y/o puntos de referencia" para laborar el diagnóstico que sirvan de base para la elaboración de los planes y programas de estudio, se requiere "del apoyo y/o colaboración de determinadas entidades del poder político. . .  y de determinadas entidades de la sociedad civil sindicatos, cooperativas, partidos, etc. , (el etcétera debe incluir a la Iglesia, los empresarios, los grupos de interés, `grupos confesionales`. . .  acuerdos de cooperación y de trabajo con tales entidades, y agrega: “poner en marcha diversas iniciativas y proyectos. . . "[9] *
(1)
  Rechaza la universidad apolítica, la universidad militante, la universidad partícipe y en general llama a combatir todas las formas de instrumentalización de la universidad en general y de la cultura en general; como corolario, plantea la necesidad de transformaciones y cambios en el interior de las propias instituciones, redefiniendo las relaciones entre las propias universidades, que posteriormente se va a transformar en la defensa de la autonomía universitaria” que también puede ser violada por otros sectores o grupos, alguno de los cuales, inclusive son universitarios "cita el Dr. Soberón que el mismo texto apunta.  (p. 20)
  Gonzalo Armienta Calderón, ex rector de la universidad de Sinaloa[10] , señaló en la audiencia pública sobre el apartado "C". No podemos soslayar el importante tema de la autonomía universitaria. Ella es sin lugar a duda, el pedestal sobre el que se levanta nuestro irrestricto respecto y nuestra indefectible veneración a los principios de la libertad de cátedra y de pensamiento. Y la autonomía universitaria no sólo se calcula cuando interfieren en las universidades elementos grupos de presión y de poder extraños a su normal desenvolvimiento. También se viola, y de manera flagrante, cuando los grupos sectarios se apoderan de sus puestos de mando e impiden que las diversas corrientes del pensamiento germinen y fructifiquen en la mente joven y apasionada de sus estudiantes. Por esto es que nos preocupa profundamente que por cuestiones que son extrañas a la vida académica de la universidad, se paralicen sus actividades, porque esto constituye una forma de presión que rompe con su autonomía" [11]
  Es importante hacer notar que la ponencia que comentamos data de 1985; que el grupo político que hoy detecta el poder burocrático universitario, desde enero de 1982, fijó su posición política y que a principio de 1984 propuso a diferentes universitarios la constitución de una nueva organización política, basada en la militancia universitaria y con miras de incidir en el conjunto de la sociedad. Esta medida era una respuesta a las resoluciones del II Congreso Estatal del PSUM que los excluía de su participación política nacional y estatal en dicho partido, a pesar de las resoluciones del I Congreso Nacional.
  Estos presentan argumentos basados en la hipótesis de la maduración de la sociedad civil independiente de los partidos y de los sindicatos que se logra con la creación una cultura política.  Esta cultura política se separa de aquella concepción, que es afín a los partidos políticos y al estado, de que los partidos y los sindicatos son los ejes fundamentales del quehacer político y en este proceso está  aumentando y diversificando “la capacidad de asociarse voluntariamente al interior de la sociedad civil creando, ampliando y garantizando nuevas opciones de participación: el robustecimiento de organizaciones populares.
  En este discurso pasan a señalar que la universidad es un espacio de la sociedad civil que "despliega un papel destacado en la lucha cultural y a lo largo de toda la sociedad, es decir,  redimensionar la intencionalidad y el quehacer de la universidad en la sociedad civil. . .  llevar a la universidad a cumplir un sólido papel político en la lucha cultural, desarrollándose vínculos más significativos e institucionales en la sociedad civil", construir un movimiento universitario con personalidad propia" a través de planes de estudio, investigaciones, docencia, servicio social, extensión. "Construir un movimiento transformador que consiste la formación de una voluntad colectiva que sea el sujeto de transformación"[12]
  Este planteamiento completa la posición que eleva al primer plano de la lucha por eliminar las actitudes coercitivas del estado y los intentos de instrumentalización tanto del Estado como de los partidos políticos, de los empresarios, Iglesia, organizaciones sociales, etc. , que se resuelve con la firma de convenios con todos ellos, donde la universidad partícipe en la elaboración de la perspectiva gubernamental y que todos estos participen en la elaboración de los planes universitarios,  estableciendo convenios de colaboración mutua.
  Una perspectiva de este tipo -según lo proponen- sólo es posible con el fortalecimiento de la universidad como parte de la sociedad civil y como productora de cultura. Es la defensa de la cultura lo que la universidad protege y es sólo a través de aquella como se puede participar en el entorno social. Por ello es posible tener nuevas formas de participación política distintas a los partidos y sindicatos y esta puede ser en la sociedad civil y en la universidad por medio de la cultura.
  La concepción de autonomía como participación en los problemas de los trabajadores de México los autores la sustituyeron por un nuevo enfoque de participación con todas las clases. 
  Al parecer olvidan que el México capitalista implica la existencia de una gran masa de trabajadores en condiciones paupérrimas de vida con disminución de ingreso, por un lado y por el otro, ganancias exorbitantes de los poseedores del capital. El entorno social no puede ser otro y la participación de la universidad en estos problemas implica la toma de posición no solo declarativa, sino de participación en la solución de los problemas de la mayoría, con los límites que imponen sus funciones, pero en una definición,  clara, nítida y no soterrada. La universidad no puede separarse de esta realidad social y en ella tendrá  que participar.
  Sin embargo la decisión de participación está  decidida no por una concepción abstracta de universidad sino en relación a sus componentes, a la mayoría del Consejo Universitario, de los directores de escuelas, de los consejos de gobierno y en particular de la burocracia universitaria. No de la cultura, sino del proceso de realización de “la cultura “como producción de vida y de realidades.
  El concepto de autonomía está  ligado a la historia de la defensa de la autonomía y de las agresiones a la universidad y a los universitarios, en contra de quienes han violado la autonomía universitaria. Señalar esto es defender al mismo tiempo los principios y las normas que la mayoría de los universitarios han decidido en el marco de su institucionalidad. El movimiento universitario y los componentes de la universidad, el complejo de relaciones universitarias, de sus niveles de estructura orgánica para la docencia, la investigación y la extensión universitaria, que está  determinado por la participación individual y colectiva de los universitarios, de sus organizaciones gremiales, culturales y políticas.
  Este es un concepto que los universitarios han creado a lo largo de la historia de defensa de la universidad contra el estado, que han intentado determinar la estructura, el gobierno y el contenido de sus funciones; de dominarla y apoderarse de su gobierno. Lo mismo ha sucedido con la derecha poblana. Ambos han actuado como bloque de fuerzas contra la universidad y la mayor de las veces en una franca unidad contra las decisiones de los universitarios.
  Por ello debemos buscar entre los conceptos de autonomía en los marcos del movimiento universitario y en la defensa de las normas de organización democrática que se ha dado en la universidad; en el respeto al contenido de su enseñanza y de las formas que adopte la extensión, perfilados en la identificación de sus principios y la difusión de estos al conjunto de la sociedad; participando en la transformación social y en la necesidad de modificación de aquellas estructuras y formas de organización social que los estudios científicos universitarios han permitido definir.
  Solamente en esta dinámica podemos encontrar la necesidad de un "nuevo" enfoque en las relaciones universitarias, como resultado de un cambio en la interpretación histórica y de redefinición que han puesto siempre de las tendencias conservadoras; cambiar la defensa de la universidad de las agresiones del estado y de la derecha por la defensa contra los sindicatos, organizaciones populares, partidos políticos y también, de las organizaciones de los universitarios y de sus diversas tendencias de pensamiento.
  De modificar la colaboración y participación con los trabajadores, obreros y campesinos mexicanos, por la necesidad de firmas de colaboración con el estado, empresarios, iglesia, partidos políticos, etc.
   A través del órgano de información oficial, la rectoría fijó su posición política ante el gobierno manifestando: “Los Universitarios aspiramos a mantener relaciones normales y respetuosas con el estado, sus órganos y sus representantes. El carácter público de la institución y las condiciones concretas en las que se actúa suponen un acuerdo básico de entendimiento con el poder político".[13] 
  La demanda de esclarecimiento de los asesinatos de Joel Arriaga,  Enrique Cabrera, Alfonso Calderón, los  mártires del 1º. de mayo de 1973 son aspectos de los que se hace responsable al gobierno del PRI y no a un régimen particular. Por ello la negativa de los universitarios para permitir la entrada de los recintos de la UAP a los funcionarios gubernamentales estatales y federales.
  En el curso de la presente administración los acercamientos gobierno del estado son evidentes y se han repetido continuamente los actos oficiales universitarios que son inaugurados por el gobernador o funcionarios estatales, también es evidencia la presencia del rector en estos gubernamentales no protocolarios.
  La presencia de Marcial Campos Reyero presidente de la Junta de Mejoras y hasta el otorgamiento, de una mención honorífica a este,  es evidencia de los esfuerzos por lograr lo más pronto posible el más cercano entendimiento; así se puede entender la defensa ultranza del representante de la Junta de Mejoras como abogado de la UAP cobrando un salario correspondiendo que le proporciona la universidad.
  Oficialmente la historia de la UAP según las agendas termina hasta 1956. El periodo de los enfrentamientos con el Estado no se anota. Para esto ya no hay historia; esta se a ido adecuando. En la agenda de 1984, la Cronología apunta denuncias contra el gobierno local y federal e ilustra movimientos democráticos y de izquierda.  En 1985 la denuncia se desvanece llegando al extremo de olvidar la masacre del primero de mayo de 1973. En la agenda de 1986 se da por terminada toda historia.
  La instrumentalización universitaria tampoco es una aberración,  está  íntimamente vinculada a las posibilidades de utilización del poder universitario, del presupuesto, de la contratación del personal de base y principalmente de confianza, de tener al servicio y en provecho de una fracción, grupo, partido o persona todos estos aspectos y además el conjunto de los funcionarios universitarios. Del uso del presupuesto universitario para generar consenso.
  La instrumentalización y las posibilidades de hacerla efectiva está  íntimamente ligada con el ejercicio del poder, distinto de los mecanismos democráticos, alejado de las bases universitarias. Es la realización de un nuevo enfoque sin contar con el consenso de los universitarios y sin haber desarrollado los mecanismos de información necesaria. Es estrictamente imponer un viejo enfoque basado en el poder de la democracia universitaria. La instrumentalización es un fenómeno íntimamente ligado a la problemática de la democracia.
  Todos los grupos políticos y sociales pretenden obtener algún beneficio colectivo y particular de la universidad pero son muy pocos los que pretenden instrumentalizarla ya que son muy pocos los que tienen las posibilidades de aspirar al poder de la universidad.
  La instrumentalización es algo ajeno a la historia reviente de la UAP es una deformación del proceso democratizador y de defensa de la autonomía. La instrumentalización se impone desde fuera del proceso o como una deformación burocrática de este. Es la posibilidad para fines previamente definidos y desde fuera, sin la participación y el consenso de los universitarios. Para evitar la instrumentalización debe regularse del poder y es la democracia el elemento más eficaz.
  Sería muy útil efectuar el estudio de los diferentes intereses que se pusieron en juego en los distintos momentos de disputa del poder universitario y dilucidar las posibilidades de instrumentalización que han efectuado a la UAP; sus niveles y su taxonomía, pero ese lado pesimista de la historia universitaria es una tarea que por ahora no interesa. Nosotros, por el contrario hemos desarrollado un estudio desde las modificaciones de la democracia y esa óptica nos ha ayudado a clasificar los mecanismos que los movimientos universitarios han puesto en operación para impedir los abusos del poder.
  El objeto de nuestro trabajo es caracterizar el actual rectorado de la UAP, pero hemos tenido que basarnos en distintos elementos, ya que sin ellos sería difícil acercarse a la realidad. Analizar las proposiciones de transformación universitario junto con su práctica y un balance de lo realizado hasta ahora es básico para demostrar cualquier definición de nuestro objeto de estudio.


[1] Material de discusión, Departamento de Extensión Universitaria,  UAP Ob.  At.  pp. 46 y 47).
[2] Ibid pag. 44 y 45
[3] Las expresiones de los Universitarios no pueden considerarse,  bajo ningún concepto, violatorias de la autonomía universitaria.  Las garantías constitucionales se encuentran establecidas para mantener incólume la Constitución y para preservar el orden constitucional frente a los atropellos y excesos de las autoridades gubernamentales que disponen del poder para violar y conculcar las garantías en comento, donde resulta absurdo y ajeno al Derecho pretender que los universitarios "violan" la garantía constitucional de la autonomía, ya que el único deudor de esta es el poder público frente al cual se establecen garantías constitucionales. Las manifestaciones y expresiones de los universitarios sólo pueden entenderse como parte del ejercicio de la autonomía universitaria
[4] El Estado y los Partidos Políticos en México. ERA, 1982 p. 30.
[5] Material de discusión, Departamento de Extensión Universitaria,  UAP Ob.  At.  p-13
[6] Ob. Cit. p. 14
[7] Ob. Cit. p- 17
[8] Ob. Cit. p. 20
[9] Ibid
* Con esos apoyos se comprende que no pudiese practicar una política ni muy innovadora ni muy coherente. "Historia de América Latina", Alianza Universidad (T. Halperin Dongh "Historia Contemporánea de América Latina).
[10] Quien en 1970 fuera impuesto por la Junta de Gobierno y enfrentó a uno de los más importantes movimientos por la democratización universitaria y que provocó, después de dos años de lucha, que el ejército, la policía y un grupo paramilitar atacara las instalaciones universitarias con un saldo de dos preparatorianos muertos, varios heridos y el secuestro de los dirigentes estudiantiles
[11] La Universidad en el Mundo número especial 2 de septiembre de 1976,  pp.  57 y 58
[12] Jaime García Barrera, Febrero de 1984 p.7
[13] Semana Universitaria No.  127.  25 de enero de 1982