lunes, 16 de noviembre de 2009

EL PUEBLO DE HUAUCHINANGO EXIGE A LAS AUTORIDADES UNA SEGURIDAD EFECTIVA

MULTITUDINARIA MARCHA CIUDADANA
14 secuestros, múltiples asesinatos, robos sin cuento y extorsiones menudean en la región


El ayuntamiento en el colmo de la estulticia urge que se le dé una limpia

Mermada la fuerza pública y lo que hay sólo cuida intereses de funcionarios y negocios
HUAUCHINANGO, Pue.-16 de noviembre de 2009.-NSN.- Ante el desatado e insostenible aumento de la delincuencia en esta región la población salió a exigir de viva voz a las autoridades locales y del estado mejoren las condiciones de seguridad cuyo aumento ha sido paulatino y evidente desde el inicio de esta administración sin que hubiera la mínima explicación de la Comuna.
Con 14 secuestros, múltiples homicidios, robos y asaltos al transporte público de pasajeros y de toda clase de mercancías, así como robo de vehículos y a los transeúntes, la población lanza un grito de auxilio a las autoridades para acabar con esta ola de inseguridad sin que ello lleve implícita la militarización de la región.
Con enjundia y conocimiento de causa representares de diversas iglesias de esta localidad encabezaron esta intranquilidad ciudadana desde que han sido receptores de las quejas de feligreses amenazados y extorsionados vía telefónica y que han debido caer en el endeudamiento, la venta de bienes y préstamos leoninos con el fin de cumplir con los extorsionadores y de esa manera mitigar los efectos de una situación de ultimátum que los envuelve en la intimidación y la amenaza de daño a los seres queridos.
Ante la presencia de personas que han sido víctimas de secuestro y extorsión acompañados de sus familias, la multitudinaria marcha con los asistentes vestidos de blanco, salió desde las inmediaciones del acceso poniente de la ciudad hasta el zócalo donde se llevó a cabo un mitin frente a la Presidencia Municipal en el que los oradores como el párroco católico de esta ciudad y representantes de otras iglesias y causas sociales se manifestaron en contra de la situación de violencia desatada por la ineficiencia oficial y exigieron de viva voz una mejor y más efectiva seguridad pública.
Elocuente fue la ausencia de las autoridades municipales no sólo del ejecutivo local Rogelio López Angulo sino de su director de Seguridad Pública Ofir Picazo Garrido que desde el principio de esta administración ha sido frecuentemente cuestionado por la opinión pública y los mismos regidores cuyas críticas han sido, en el pasado reciente, publicadas en diversos medios de comunicación y cuya sordera edilicia ante los reclamos ciudadanos ya no extrañan a nadie y si irritan a la población que, sin ambages, exige una limpia entre los elementos encargados de este importante rubro que debe prestar el ayuntamiento.
Con una policía mermada en elementos hasta en más de un 30 por ciento en relación con la pasada administración municipal cuya nómina era de 120 elementos, hoy únicamente 80 uniformados forman la fuerza pública del municipio muchos de los cuales se encuentran “rentados” a empresas, empresarios y negocios, incluso patrullas municipales están al servicio de intereses familiares de trabajadores de ayuntamiento lo que eleva el nivel de ineficiencia y la delincuencia campea por sus fueros.
En plática con algunos de los asistentes quienes pidieron la gracia del anonimato, precisamente por la situación tan candente que se vive en esta región, comentaron lo deseable que es un aumento gradual de elementos de la policía municipal así como su capacitación y de igual manera un programa de seguridad pública efectivo que inhiba a la delincuencia organizada o de otro tipo actuar con la impunidad con que lo han hecho en los últimos meses y que, por favor, las casetas de vigilancia abandonadas por el ayuntamiento cumplan con su función además que den a conocer el programa de las cámaras de vigilancia, seis de las cuales fueron instaladas para seguridad del propio alcalde en su recorrido desde la alcaldía a su domicilio como de igual manera vigilan las propiedades de sus familiares.
Los ciudadanos coincidieron en opinar que una exigencia de mejor y mayor seguridad no implica necesariamente la militarización de esta región dado que en los días en que los miembros del ejército mexicano han deambulado en patrullas la gente sufre por partida doble cuando se encuentran con la intolerancia propia y característica de los de verde olivo que ven en cada ciudadano a un delincuente y virtual terrorista.
Evidenciaron la vida infernal que desde los días de su secuestro 14 familias de la región viven sin que exista una cura real a los efectos nocivos de esta práctica criminal que lesiona de manera permanente a las personas y se encuentran ante la disyuntiva de seguir la vida con tranquilidad pero con el ¡Jesús! En la boca cuando los hijos se van o salen de la escuela así como realizar las funciones normales en una comunidad hasta apenas hace muy poco tiempo tranquila y sin los sobresaltos que hoy se viven.
Altamente cuestionada la procuración y administración de justicia de la que dijeron los ministerios públicos, agentes ministeriales y los mismos jueces entran en oscuros contubernios con la delincuencia sin que se lleve a cabo de manera efectiva la tramitología de las denuncias por lo que de esa manera desalientan la cultura de la denuncia y fortalecen la impunidad y más cuando se trata de extorsiones o amenazas de secuestro dejando a la ciudadanía en la orfandad de justicia.

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