martes, 11 de diciembre de 2012

POR UN FRENTE AMPLIO, DESDE LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA

POR UN FRENTE AMPLIO,
DESDE LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA
Las condiciones creadas a partir de los procesos electorales del 2010 y 2012, nos llevan a escenarios distintos. Por un lado la alianza electoral del PAN, PRD y MC, que llevaron a Rafael Moreno Valle a la gubernatura y construyeron de hecho una coalición en el Congreso del Estado y un co gobierno en el Poder ejecutivo y en varios municipios, y un ruptura profunda, por el otro lado, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, denunciando la labor entreguista de una parte de la izquierda y el acercamiento del gobernador al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
Rafael Moreno Valle, proveniente de una de las familias más conservadoras de Puebla, en la que su abuelo, el general y doctor Refael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla, estuvo al servicio del ávila camachismo y principalmente de Gustavo Díaz Ordaz.
Rafael Moreno Valle Rosas, después de contender internamente por la gubernatura, y posteriormente siendo presidente de la Gran Comisión y por tanto presidente del Congreso del Estado de Puebla, renunció al PRI, y tomando como plataforma una fuerte relación de la profesora elba esther Gordillo con el presidente Calderón, contendió por la gubernatura, en una alianza con el PRD y P Convergencia. El desprestigio de Mario Marín fue argumento suficiente para buscar la derrota del PRI, pero, con un discurso propio de la izquierda pragmática, se construye una coalición, con un programa de transformaciones, donde el PRD y PC redujeron sus posiciones, cediendo ante las propuestas del PAN y el equipo de RMVR.
Las cuotas y compromisos fueron definidos con posiciones en el Congreso del Estado y los municipios.
RMVR, logró compromisos directos con el PAN y PRD, impuso a José Antonio Gali López, a Blas Jorge Garcilazo Alcántara como perredista, que no lo eran. Este último finalmente fue candidato del PAN en las elecciones federales. De la misma forma sucedió con los candidatos de Nueva Generación como Josefina Buxadé y otros que fueron impuestos como candidatos del PAN, convenciendo y comprometiendo a los dirigentes. Así se definieron candidaturas y planillas donde las principales posiciones fueron para el grupo del candidato a gobernador. De la misma forma, el aparato electoral y la publicidad quedaá a su cargo. Todos los partidos de la coalición le dejaron la iniciativa y dependieron totalmente de su equipo.
Una vez logrado el triunfo, la construcción de la mayoría parlamentaria llevó al PRD a renunciar a la constitución del grupo parlamentario y sumarse al del PAN. Ese fenómeno fue recurrente en todos los municipios, dándole al gobernador toda la autoridad para construir su gobierno.
El compromiso adquirido de las dirigencias partidarias nacionales con el gobernador, continuo, incorporando a la Secretaría de Educación a  Movimiento Ciudadano y a la Procuraduría al PRD y se planteó la posibilidadad de ocupar otras posiciones en el gobierno, lo cual se dió en niveles menores.
Definidos estos niveles de negociación, RMVR inició su gobierno, con iniciativas propias, de corte conservador y con el objetivo de controlar todos los hilos del poder. Hizo compromisos con Televisa y TV Azteca, otorgándole Fuertes compromisos económicos y materiales; inició diversas leyes, entre las que se destacan la llamada Ley Mordaza, contra los medios de comunicación, la de tansparencia que mantuvo sus limitaciones y otras más como, la ley de seguridad, ley de educación, gastos de festejos del 5 de mayo y 15 de septiembre, la reforma política, la discriminación sexual, entre otros. Ha llegado incluso a la aprobación de un partido político, con el hombre del lema de campaña del gobernador.
todas ellas sin previo debate, sin consultar a sus aliados y con la crítica de medios de comunicación y de diputados aliados.
En este proceso de alianzas, el mayor perdedor ha sido el PRD, porque gran parte de su militancia que estuvo en contra de la alianza y que fueron excluidos en sus registros, optaron por el PT, quien aliado con el PRI, lograron una amplia cobertura de los medios de comunicación y financiamiento extraordinario. Así, lograron ganar varios municipios, ampliar considerablemente su votación y por tanto sus prerrogativas y obtener dos diputaciones por representación proporcional, igual que el PRD. Finalmente el diputado, Jesús Morales Manzo, renunció al PT y se adhirió al PVE.
Rafael Moreno Valle, no solo no cumplió con los compromisos programáticos, eso fue solo una cobertura política, para cubrir los compromisos políticos que convino con los dirigentes políticos, utilizando a los dirigentes locales y llevándolos a la contienda electoral a através de una coalición artificial. Por ello, los objetivos no fueron de la izquierda, ni del movimiento y mucho menos de los electores. Por ello, el deslinde es la mejor postura para recuperar la confianza perdida. Las posiciones políticas obtenidas con esa alianza, siguen siendo el pecado que todavía lleva una penitencia que no será saldada, hasta derrotar totalmente a la derecha, a pesar del avance que pudo dar AMLO.
En el 2012, AMLO redefinió los niveles de la compaña electoral en Puebla y logró radicalizar los términos programaticos y de definición política. El deslinde con el gobernador y con su política, sobre todo por los compromisos con el candidato a la presidencia de la República y algunos a diputados del PRI y el alineamiento de otros legisladores del PRD con su política, alejaron las posiciones electorales de quienes mantenían los compromisoso con el gobernador, de tal manera que se redefinieron las relaciones políticas y la geografía electoral. AMLO ganó el estado de Puebla con 860038 votos, siete distritos, y sostuvo una alta competitividad en el resto  del estado. Su postura definida en la izquierda, llevó a los perredistas y a las distintas fuerzas de la izquierda poblana a una posición radical, que generó confianza en las definiciones y compromiso de lucha. A su vez alejó la posibilidad de retomar cualquier alianza con la derecha de todos aquellos que pretendieran recuperar toda esa votación para un proyecto alternativo para el estado de Puebla.
De esta manera, la izquierda poblana puede desarrollar un gran proyecto de transformaciones democráticas basadas en primer lugar en un compromiso estratégico de unidad a largo plazo, que requiere iniciar un compromiso ideológico y politico de izquierda, que sea una evidente continuidad a lo propueto por AMLO. Lo primordial de este proyecto unitario pasa por incorporar al más amplio espectro de las organizaciones y ciudadanos de izquierda, democráticas, progresistas, independientes y de compromiso social, que nos permitan construir un gran frente opositor.
 
La credibilidad de este proyecto y del compromiso de las fuerzas unidas en un frente, está en la viabilidad de estas propuestas y en el compromiso de lucha por lograrlas en plenitud. Para la realización del programa, se requiere una estructura organizacional amplia y desde la bases, que ponga en práctica el programa y el compromiso de los miembros del Frente Amplio. El compromiso, por ser general, va más allá de estos logros, pero que de obtenerlos deben estar al servicio del compromiso general, porque no serían logros individuales, sino colectivos y no les pertenecen a quienes son representantes populares o dirigentes partidarios, sino al trabajo colectivo.
Por eso los acuerdos políticos o las alianzas con otras fuerzas no son para la obtención de puestos o reivindicaciones parciales, sino para la obtención de los fines estratégicos. No se pueden realizar alianzas que pongan en peligro los principios o el compromiso estratégico.
Luis Ortega Morales
 
Gracias por comunicarse
También consulte: www.sicla.com.mx y www.siclapueblanoticias.blogspot.com

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