domingo, 3 de mayo de 2015

El PCM y el Comunismo Por Enrique Semo

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El PCM y el Comunismo
Por Enrique Semo
Queridos compañeros y amigos, estimados Maricela Contreras, Gabriel Vargas, Alejandro Encinas, Leonel Posadas y Alejandro Semo; organizadores del evento; personal de la Delegación Tlalpan.
El 16 de agosto de 1981 el Comité Central del Partido Comunista Mexicano extendió la convocatoria al XX Congreso para realizarse en octubre. Reunido el 15 a 18 de ese mes, resolvió prolongar sus debates al 4 de noviembre del mismo año. En esa última reunión se decidió fundirse con otras organizaciones socialistas para crear una fuerza más amplia y más acorde con los tiempos. Según Gerardo Peláez en su Historia del PCM el 4 de noviembre "dieron termino casi 62 años de existencia de una organización que independientemente de sus errores y fallas, se caracterizó por su lucha sin tregua, por la soberanía nacional, la democracia y el socialismo." Yo agregaría que el PCM fue la única organización de oposición al partido gobernante, que resistió durante 62 años, los intentos de brutal aniquilamiento o de artificiosa cooptación por parte de los gobiernos del PRI. Considerando que la legalidad conseguida en buena lid, exigía una organización socialista más amplia, el PCM tomó la iniciativa, puso a disposición su registro y contribuyó a la formación del PSUM y el PMS. Lo que no pudieron hacer los gobiernos del PRI lo hicieron los miembros del Comité Central para promover la acción de la izquierda legalizada.
Fui aceptado en el partido Comunista Mexicano en el año0 de 1962, o sea 19 años antes. Durante 17 años fui miembro del Comité central y durante un año miembro de la comisión política. Durante esos años en que fui secretario de la organización del distrito federal fui profesional del partido. Tuve a mi cargo toda clase de tareas que traté de realizar lo mejor que podía sin dejar mi carrera universitaria que me ha llevado en esos años, desde la condición de estudiante a investigador emérito de la UNAM. Siempre tuve una admiración sincera por los profesionales del partido que trabajaban sin límite de tiempo y con un salario de hambre velando por la organización con un espíritu de sacrificio sin par.
Tres fueron los caminos que me llevaron desde la adolescencia al Partido comunista, es decir, una sola gran ruta que solo teóricamente se pueden separar en tres caminos. El primero fue la indignación moral, la solidaridad que sentí casi desde la infancia con los humillados, los pobres y las víctimas de la guerra, el fascismo y racismo. En este proceso me acompañaron la lectura de la literatura rusa, desde Dosvstoyevsky, Tolstoi, Gogol, hasta Gorki y Myakovsky, así como la literatura romántica francesa Víctor Hugo, Alejandro Dumas y Balsac de los latinoamericanos lei a Ernesto Sabatro, Pablo Neruda y Alejo Carpentier, de los mexicanos a Emilio Abreu Gómez, Juan Rulfo, Elena Garro, Carlos Fuentes y José Agustín.
El segundo camino fue el que me llevó al pensamiento marxista desde muy temprano y ahí jugaron un papel importante obras de Marx y Engels como el Manifiesto Comunista del cual en la primera lectura entendí poco debido a la constante referencia a un mundo que me era ajeno y del cual tenía pocas  referencias o la Lucha de Clases en Francia de 1848-1850 que me impulsó a leer mucha historia y más tarde Salario, precio y ganancia y Los escritos económico filosóficos de 1848 que fue mi introducción al pensamiento económico de Marx. También influyeron mucho Eli de Gortari, también marxista y Luis Villoro Mas tarde mis contactos con los refugiados españoles que fueron m*s maestros en la universidad, los comunistas Wenceslao Roces. Adolfo Sánchez Vázquez y tos liberales antifascistas José Miranda González, Juan Ortega y Medina
El tercer camino fue el de mis experiencias humanas: la guerra, la política y el periodismo entraron muy temprano en mi vida. Entre 1940-1942 como refugiado en Francia, conocí la angustia de la persecución y el peligro de muerte. En los años 50's participé en varios mítines antiimperialistas, después fueron las  manifestaciones contra la Guerra de Vietnam; el triunfo de la Revolución China en 1949 y la victoria de los revolucionarios Cubanos en 1958. En 1956 cree et circulo de estudios de marxismo Ricardo Flores Magón en donde tuve la suerte de que asistieran maestros del movimiento magisterial, José Revueltas» Elí de Gortari, Enrique González Rojo, y varios pintores entre los cuales Rina Lazo. Arturo Garosa Bustos y Xavier Guerrero. Surgió la amistad con Iván García, con el cual entrarnos juntos al PCM.
Pero más directamente debo referirme al efecto que tuvieron sobre mi las luchas magisteriales a partir de 1956-1957. Othón Salazar me recibió con los brazos abiertos, me puso a dar conferencias, participar en mítines y manifestaciones. Y después las huelgas ferrocarrileras en donde conocí a Valentín Campa y David Alfaro Siqueiros, así como mi breve militancia en el Frente Obrero.
Podemos decir que somos un caso único en el Subcontinente y que estamos pagando un precio muy caro. Claro está que hubo y hay la propaganda rugiente del pensamiento único, Neoliberal, Friedmaniano que ha usado la inmensa fuerza de los medios de difusión masiva, la televisión, el cine, las empresas de noticieros para identificar Comunismo y Socialismo con Dictadura, Stalinismo, Arcaísmo, Gulag, Economías Fracasadas. Ahora los fascistas ucranianos han declarado oficialmente el comunismo y el fascismo ideologías totalitarias iguales.
El comunismo es una idea, una hipótesis milenaria, un impulso autentico a la liberación, a la emancipación, no un abanico detrás del cual se esconden déspotas crueles, como los pintan los ideólogos del pensamiento único, sino el sentido profundo de todas las luchas que han librado los oprimidos contra sus opresores, los pobres contra sus explotadores, los marginados contra sus marginadores a lo largo de los tiempos. Tiene muchos sentidos que le han sido dados por los pueblos en sus luchas. Está en el espíritu libertario y el milenarismo de los miles de guerreros chichimecas que enfrentaron en la guerra del Mixtón a un ejército de más de 1000 españoles y 50,000 aliados indios provenientes de Tlaxcala, México, Cholula y Michoacán, y que ante la derrota prefirieron la muerte o la continuación de la guerra prolongada en forma de guerrillas. Estos chichimecas querían llegar hasta la Ciudad de México y levantar a todos los indios del Centro contra la dominación española. Está en el coraje de las tropas mulatas de Morelos, que después de derrotadas siguieron la lucha por la independencia nacional y la igualdad social con Vicente Guerrero. Son los ferrocarrileros huelguistas de 1958 que regresaron derrotados a sus talleres y sus locomotoras, después de haber sacudido a todo el país.
En la historia del marxismo tampoco todos los comunismos son los mismos. Esta el comunismo de Marx en el Manifiesto Comunista en el cual identifica el comunismo con un fantasma que en el futuro será el proletariado. Está el de Lenin muy diferente al de Marx, aplicado a la práctica de la primera revolución socialista en un país atrasado que se realizó bajo la hipótesis estricta de que la chispa rusa prenderá en los países desarrollados de Europa Occidental y se encuentra también en el pensamiento de Mao que usa el marxismo para hacer y explicar una revolución socialista con un sujeto campesino en contraposición de Marx y Lenin que tenían muchas recelos sobre el campesinado, el comunismo de Enrico Berlinguer que fue en 1961 a Moscú en un Congreso del PCUS a decir que sin democracia participativa, no puede existir el socialismo.
El comunismo es formulado por primera vez en la República de Platón (428- 347 a.C.) en que por primera vez aparece la idea de la comunidad ideal. En ella solo la plantea para las clases dirigentes. Los ideales comunistas de origen cristiano tienen una faceta ético-religiosa regido por la Trascendencia y la "sociedad justa" en la cual el hombre puede ser digno de la vida ultraterrena. El comunismo vive también en la predicación milenarista de Thomas Müntzer (1490- 1525) que llamaba a los campesinos a luchar contra los señores para establecer el paraíso sobre la tierra, un paraíso en que todos serian iguales y la solidaridad seria el lazo de unión. Apenas apagada la Revolución Francesa, Babeuf y Buonarroti teorizan sobre el comunismo, orientado a emancipar las masas  trabajadoras del dominio de la propiedad privada, que es -según é*- causa única de todos los males de la sociedad y pregonan que la época ya estaba madura para una revolución comunista que instaurara el reino de la igualdad y ta felicidad universal. El comunismo moderno que arranca con Marx se caracteriza en cambio, por la secularización del discurso político y por la decisión de llevar a cabo de manera concreta su ideal comunitario a través de la práctica política. Estamos así ante una idea que tiene la fuerza de los siglos y al mismo tiempo ante versiones muy diferentes e incluso contradictorias del comunismo. El comunismo es una idea de emancipación universal, no solo para los mexicanos o los de Nepal; para todos los hombres y las mujeres del mundo. La universalidad de nuestros ideales ha sido borrada del discurso político por un nacionalismo chato, primitivo y totalmente falso en un mundo cada vez más unido por la globalización y la revolución de la informática. Mientras la alta burguesía mexicana piensa en términos mundiales, el pueblo es condenado a una minúscula jaula local. Hoy más que nunca, podemos decir que el socialismo triunfa en la mayoría de los países al mismo tiempo o no triunfa.
Otro tema fundamental del socialismo es ¿Cómo se concibe el proceso de eclosión y triunfo de un nuevo sistema? Rechazamos cualquier resabio determinista y economicista que puede haber quedado en el pensamiento de Marx y consideramos como geniales sus aporías filosóficas sobre el materialismo histórico. Inevitablemente en cuestión de conocimiento histórico, Marx y Engels sufrían de las limitaciones de su tiempo y sin duda existen errores serios en su concepción de la historia de la India, de China y de América Latina pero el materialismo histórico que es una faceta del pensamiento filosófico sigue hoy vigente. Partiendo de el podemos preguntarnos veinte siete años después de la caída del "socialismo realmente existente" ¿Cómo surge el modo de producción socialista? ¿Después de los experimentos soviético y chino, después de la experiencia cubana y vietnamita, podemos plantear la pregunta teórica de cómo surge, triunfa y eventualmente colapsa y se revierte una revolución socialista?
En primer lugar está la advertencia aguda de Rosa Luxemburgo: "socialismo o barbarie". En el mundo de hoy, no hay solo una alternativa sino por lo menos dos. El surgimiento de una nueva clase, la burguesía mundial, la existencia de la bomba atómica, de los nuevos medios de destrucción; el deterioro acelerado del medio ambiente y la agudeza de la crisis capitalista, pueden sin duda desembocar en la destrucción masiva y el regreso a la barbarie. Hoy más que nunca la tajante disyuntiva presentada por Rosa Luxemburgo es actual.
Pero estamos también ante otra posibilidad. En la historia el paso de un modo de producción a otro ha demostrado ser un proceso largo y accidentado. El sistema feudal que surgió sobre las ruinas del imperio romano necesitó cinco siglos para imponerse en Europa. Desde el año 400 d.C. hasta el año 900; el surgimiento y el triunfo del capitalismo llevó por lo menos tres siglos, del XVI hasta el XIX. Estos periodos de transición estuvieron llenos de ascensos y retrocesos, de victorias y de derrotas, de periodos de estancamiento. Son innumerables los intentos fallidos del capitalismo: las ciudades del Norte de Italia, Florencia, Venecia, Génova; España que recibió entre el siglo XVI y el XVIII un río de 81,000 toneladas de plata desde América, pudieron ser las primeras sociedades.
Pero creo que no hemos venido aquí solo a hablar del pasado, que lo más importante en el México de hoy es ubicarnos firmemente en el presente. La historia del PCM es fundamental para comprender al México contemporáneo, pero la nostalgia es hoy nefasta. Es una forma de rehuir la práctica actual que requiere creatividad, adaptación y respuestas a retos totalmente nuevos, para permanecer cómodamente recluidos en fórmulas del pasado. La disolución del PMS para darte su registro al PRD, y el derrumbe simultáneo del "socialismo realmente existente" coincidieron en el tiempo. El surgimiento del nuevo partido, borró del paisaje político mexicano las palabras comunismo y socialismo porque la corriente dominante del Nacionalismo Revolucionario asi lo quiso. No tuvimos ni la capacidad ni el tiempo ni las condiciones para tejer los hilos de continuidad entre el pasado y el presente, una relación orgánica entre el socialismo y el comunismo de ayer y los contenidos que debían tener hoy. Solo ahora gracias al resurgimiento del Movimiento Comunista y el Pensamiento Marxista del cual son dignos representantes el Movimiento Comunista Mexicano y el Encuentro Internacional del Pensamiento Crítico "Volver a Marx" que realiza su V sesión en estos días y varios movimientos afines comienza a crearse esa posibilidad. Treinta y cuatro años después de la disolución del PCM nuestra primera tarea es volver a colocar en el paisaje cultural y político de nuestro país el árbol frondoso del socialismo y el comunismo. A diferencia de la mayoría de los países de América Latina. México se quedó al margen de la reelaboración de esas corrientes de pensamiento plenamente capitalistas; no fue así, las ciudades italianas para el siglo XVII eran SDID centros turísticos y España acabó siendo un país subdesarrollado y Dependiente La primera revolución socialista en intención triunfó en 1917 y las condiciones tremendas de las dos guerras mundiales, que en realidad fueron una gran guerra en dos episodios durante los años de 1914-1945, y luego la guerra fría así como los graves errores cometidos en la construcción de la nueva sociedad le impidieron continuar en su camino. Cuando sobrevino su derrota un tercio de la humanidad vivía bajo este sistema que ahora sabemos fue solo un primer ensayo para construir el socialismo.
¿Por qué suponer que desde el primer intento, el socialismo debe triunfar? ¿Si los intentos capitalistas tempranos fueron reversibles, porque no aceptar lo mismo para «I primer intento socialista? Emprendamos el estudio profundo de esa tentativa libre* de los fantasmas que ha producido el Pensamiento Único: estalinismo= hitlerismo; planeación nacional = caos y baja productividad; cultura y educación socialista = robots faltos de creatividad; desmembramiento de la URSS = caída un imperio tradicional como el británico. Después de su fracaso en todo el mundo, la hipótesis comunista es una utopía criminal que debe ser sustituida por  la cultura del culto a la libertad que incluye naturalmente la libertad de hacerse rico como garantía fundamental de todas las demás libertades). Estas ideas que son o prueba de una extrema pobreza intelectual, deben ser hechas a un lado para labor de análisis profundo. Si nos liberamos de los sofismas una y mil veces y nos dedicamos al estudio serio del pensamiento y la realidad histórica obtendremos hipótesis diferentes. Así como hemos aceptado la reversibilidad de un sistema social pensar en la posibilidad de una repetición mejorada y ampliada, en otros escenarios. por medios diferentes y originales de esos primeros ensayos. En el análisis podemos partir de la advertencia de Marx "del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella." Y yo agregaría "antes que las instituciones y formas políticas que caben dentro de ella, se hayan desarrollado."
Creo firmemente que vivimos en México como en otros muchos países una crisis de civilización, una anomia y sin embargo nuestra clase política con honrosas excepciones, -como lo prueban los presentes-, trabaja y habla como si todo siguiera igual, como si la situación fuera normal y se baña en la seguridad de que el mañana será igual que el hoy. El presidente y su gabinete que viven en una dimensión irreal donde sólo hay empresarios y no existen trabajadores; el poder judicial que ha perdido toda autonomía; el poder legislativo en el cual hay legisladores que han llegado a grados de corrupción superlativos; todos ellos penetrados por el narco organizado, parecen vivir en un mundo diferente al de los mexicanos de a pie. A los mexicanos de Tlatlaya, de Ayotzinapa, de Apatzingán, de San Quintín, a las mexicanas del Estado de México, de Ciudad Juárez, de Tijuana; de los jóvenes de las Normales rurales, del Politécnico; de los trabajadores de las numerosas maquiladoras. Pero esos dos mundos no pueden permanecer separados indefinidamente, porque son en realidad partes de un solo mundo.
Mi gratitud a las intervenciones de la futura diputada Maricela Contreras. al  senador Alejandro Encinas, al filósofo Gabriel Vargas, al dirigente político y fundador del Movimiento Comunista Mexicano Marcos Leonel Posadas y a mi hijo el historiador Alejandro Semo por sus muy interesantes y enjundiosas intervenciones y lo mucho que me han hecho pensar.

Muchas, muchas gracias por el homenaje, espero que sirva de estrecho abrazo entre dos generaciones que tienen mucho de común pese a las apariencias.

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