lunes, 31 de enero de 2011

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LA UNIVERSIDAD MICHOACANA, 1966-1986

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CAPÍTULO III

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LA UNIVERSIDAD
MICHOACANA, 1966-1986

CARACTERIZACIÓN DEL MOVIMIENTO

Los períodos

Entre 1917, fecha de la fundación de la Universidad Michoacana, y 1986 se pueden distinguir tres grandes etapas en la historia del movimiento estudiantil: de 1917 a 1940, de 1940 a 1966 y de 1966 a 1986. En la primera etapa el estudiantado se integró a un movimiento universitario que abanderaban autoridades y profesores, el cual tenía como objetivo fundamental extender los beneficios de la ciencia y la cultura a las masas campesinas y obreras para elevar sus condiciones de vida, aplicando diversos programas sociales y otorgando apoyo a la educación de los hijos de esos sectores populares a través de becas, hospedaje en albergues estudiantiles y comida, uniendo así sus esfuerzos a los del Estado surgido de la Revolución Mexicana.[1] En este sentido, el movimiento estaba en contra de las tendencias autonomistas y de la libertad de cátedra que sostenían algunos grupos universitarios, pues las consideraban posturas reaccionarias.[2]
     Cuando se reformó el Artículo 3° Constitucional y se decretó socialista a la educación impartida por el Estado, a partir de ese momento los afanes del movimiento estudiantil se centraron en adecuar la Ley Orgánica universitaria a este nuevo precepto constitucional, por lo que ha sido conocido como movimiento universitario de reforma socialista.[3] Es pertinente señalar que los fines que perseguía esta orientación de la educación no eran los de instaurar en un futuro inmediato un régimen socialista, sino cumplir los ideales de la Revolución Mexicana: crear una sociedad más justa y más igualitaria; acabar con el régimen de privilegios y desigualdad basado en el individualismo y en la explotación de los trabajadores.[4] El movimiento logró en el año 1939 la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad, adecuándola a lo establecido en el Artículo 3° Constitucional.[5]  En la legislación el movimiento también consiguió introducir los principios democratizadores de la enseñanza:[6] estableció la paridad en el Consejo Universitario entre estudiantes, maestros y autoridades, y reivindicó para este órgano el derecho de participar en la elección de rector, al permitírsele integrar la terna de la cual el ejecutivo estatal elegiría al ocupante del máximo cargo universitario.[7]
    En la etapa de 1940 a 1966 el movimiento estudiantil tuvo como objetivo central de sus luchas la defensa de los principios fundamentales contenidos en la Ley Orgánica de 1939: la orientación socialista de la educación universitaria, que implicaba el compromiso de sus estudiantes y egresados por elevar el nivel cultural y de vida del campesinado y de la clase obrera; el apoyo a la educación universitaria de los hijos de trabajadores a través de servicios asistenciales en albergues estudiantiles; el mantenimiento del Consejo Universitario como máxima autoridad y la paridad estudiantil en su integración. El contenido de esta lucha respondió al hecho de que después de 1940, el Estado mexicano al quedar en manos de un grupo político perteneciente a la burguesía conservadora, en el año 1946 reformó el Artículo 3° Constitucional, sustituyendo la orientación socialista de la educación pública, por otra que fortalecía en la población la unidad nacional y cultivaba el sentimiento de la conciliación nacional,[8] en lugar de una conciencia divisionista de constituir seres explotados y desposeídos; es decir, la nueva orientación educativa planteaba una escuela que cultivara las relaciones fraternas, una escuela del amor, como se le llamó. Con la reforma de 1946, a partir de entonces se ha tratado de introducir en las Universidades e Instituciones de Educación Superior el modelo tecnocrático de inspiración estadounidense,[9] con la finalidad de adecuar la educación superior al nuevo modelo de desarrollo capitalista adoptado; éste tenía como puntos angulares: la intervención del Estado en las ramas fundamentales de la economía, la promoción de obras y servicios; el impulso a la formación de una burguesía industrial y financiera con recursos estatales; la atracción de capital extranjero por la vía directa, el endeudamiento público y la supeditación de la reforma agraria a este esquema político y económico.[10]
     El modelo tecnocrático concebía a las Universidades e Instituciones de Educación Superior como empresas, razón por la que de inmediato comenzaron los embates contra la educación popular: se redujo el presupuesto destinado para apoyarla.[11] En el mismo sentido, el Estado pretendió limitar la participación de los estudiantes en la orientación de la enseñanza universitaria, tratando de supeditar a los consejos de cada institución, los que anteriormente habían sido concebidos como máximas autoridades, al poder de las Juntas de Gobierno, con lo que la supuesta autonomía universitaria que el Estado concedió, se limitaba a un aspecto formal.
              El intento por parte del Estado de aplicar en la educación superior el modelo tecnocrático provocó la oposición de los universitarios nicolaitas. En enero de 1943 una movilización estudiantil culminó con la caída del rector Victoriano Anguiano. Un grupo de estudiantes pidió su renuncia porque se manifestó abiertamente contra la orientación socialista de la educación universitaria y pugnó por la libertad de cátedra, además de oponerse a la paridad estudiantil en el Consejo Universitario.[12] Los estudiantes nicolaitas no sólo resistieron con éxito éste y otros embates gubernamentales, sino que entre 1956 y 1966 lograron volver realidad, a través de una gran movilización, su proyecto de modernizar a la Universidad Michoacana y adecuarla a la realidad nacional, misma que exigía ya, no sólo la preparación de médicos, abogados e ingenieros, sino de profesionistas y técnicos que apoyaran la industrialización del país y la impulsaran en nuestro estado, donde era incipiente; en este sentido, tras varias batallas crearon nuevas carreras, sobre todo técnicas, orientadas a la explotación racional de los recursos naturales, necesarias para lograr la independencia tecnológica de México,[13] sin abandonar la esencia humanista de la Universidad, misma que habían heredado desde su fundación como Colegio de San Nicolás por don Vasco de Quiroga en 1540. Todo esto, sobre la base de una nueva Ley Orgánica, promovida por los universitarios y aprobada en 1961, que conservó la declaración de principios de la Ley Orgánica de 1939; la orientación socialista de la instrucción universitaria; asimismo, introdujo el materialismo histórico y dialéctico como fundamento científico de sus actividades académicas y de investigación; integró el Consejo Universitario en forma paritaria y lo sostuvo como máximo órgano de gobierno; y siendo universidad de Estado, según la Ley el rector continuaría siendo nombrado por el Ejecutivo estatal, pero, de entre una terna que le enviaría el Consejo Universitario.[14]
    A pesar de la resistencia estudiantil, entre los años de 1963 y 1966 se impuso a la Universidad Michoacana, mediante el uso de la fuerza, el proyecto modernizador que el Estado mexicano había venido instrumentando desde la década de 1940, el cual tenía sus fundamentos en el modelo tecnocrático universitario estadounidense. En sendas reformas aplicadas a su Ley Orgánica, después de los golpes represivos del gobierno estatal encabezado por el licenciado Agustín Arriaga Rivera contra nuestra alma mater[15]se le otorgó a ésta la autonomía, mas fue una autonomía jurídica, no real, ya que se instauró la figura de la Junta de Gobierno. Ésta quedó formada por siete personas que nombró, por primera y única vez, el Ejecutivo del estado; ese organismo se autorrenovaba, al reemplazar anualmente a uno de sus integrantes, y el nuevo miembro sería elegido por el Consejo Universitario, pero de entre una terna que la propia Junta le enviaba, que, como ya referimos en su oportunidad, fue dotada de los más amplios poderes y redujo las funciones del Consejo Universitario a una especie de órgano de consulta, al pasar a desempeñar las funciones fundamentales de la vida universitaria, como las de: crear, modificar o suprimir escuelas, facultades e institutos; nombrar al tesorero; designar auditor interno; nominar a los directores de las escuelas, facultades e institutos; aprobar la cuenta que al final de cada ejercicio le fuera presentada por el contador de la Universidad; resolver mediante dictamen del tesorero lo relativo a jubilaciones, pensiones, recompensas a profesores, a investigadores, funcionarios y empleados de la institución, entre otras tareas: en suma, recayó en ella el destino de ésta. Además, esta Ley Orgánica la designó como autoridad máxima y absoluta de la Universidad en los casos de "grave inquietud, problema o emergencia en la vida universitaria", con amplias facultades para intervenir en situaciones de conflicto o emergencia y dictar las medidas necesarias al restablecimiento de la normalidad; todas las autoridades y organismos universitarios quedaban supeditados a sus decisiones mientras durase ese tipo de circunstancias.[16] También se suprimió el apoyo a la educación popular y las Casas del Estudiante fueron cerradas; se clausuró también el innovador proyecto académico que representaba la Facultad de Altos Estudios "Melchor acampo", y se le escindieron a la Universidad las escuelas secundarias que le pertenecían.[17]
              La etapa de 1966 a 1986 fue de largos años destinados a la recuperación y la reorganización del movimiento estudiantil; en ella se dio un cambio radical en la concepción que éste tenía sobre el Estado mexicano. Fue abandonada la idea de un Estado revolucionario, sobre todo después de la actitud represiva manifestada por el gobierno federal contra el movimiento estudiantil en la ciudad de México. De ahí en adelante éste fue considerado como un Estado contrarrevolucionario, anti-popular, antidemocrático y represor. Los pronunciamientos políticos fundamentales fueron, a partir de ese momento, a favor de la plena autonomía; exigieron la desaparición de la Junta de Gobierno y la restitución al Consejo Universitario de su calidad como máximo órgano de gobierno, así como la vigencia de la libertad de cátedra. Por otra parte, la ideología del movimiento estudiantil, particularmente de su vanguardia, rebasó el marco democrático y reformista y se transformó en una corriente basada en la teoría marxista; sostuvo la necesidad de cambios estructurales en la organización política, económica y social del país, que tendieran hacia el establecimiento del socialismo. Esta etapa la hemos dividido en tres períodos, con base en su dinámica, tanto al interior de la vida universitaria como en el medio social.
    De esta forma, consideramos que entre 1966 y 1974 el movimiento estudiantil de la Universidad Michoacana vivió un período de reflujo, caracterizado por el repliegue y la dispersión y condicionado por los efectos de la represión ejercida por el gobierno estatal del licenciado Agustín Arriaga Rivera contra los universitarios michoacanos de filiación cardenista durante los acontecimientos de 1963 y 1966. A raíz de estos sucesos, los principales líderes estudiantiles fueron hechos prisioneros, mientras otros tuvieron que huir ante el temor a las represalias; también hubo aquellos que, ante esta actitud gubernamental, que consideraban una obstrucción a las vías institucionales para la lucha política, decidieron optar por la violencia y se organizaron o integraron en la guerrilla. Un contingente, mínimo pero muy selecto, engrosó las filas guerrilleras y dejó menguado al movimiento estudiantil, sobre todo en el terreno de la dirección política.
     Sin embargo, a partir de 1975, desde el interior de las Casas del Estudiante, el movimiento estudiantil comenzó a reagruparse bajo un liderazgo múltiple que intentaba aglutinarse en torno a una dirección central; con tal fin se creó el CUL (Comité de Universitarios en Lucha), organismo conformado por activistas de las Casas del Estudiante y de varios Consejos Estudiantiles. A este intento siguieron otros en ese período, pero el sectarismo, el grupismo y diversos obstáculos más impidieron unificar al movimiento y le confirieron a esta etapa su característica fundamental: la atomización.
    A principios de la década de los ochenta, bajo la confluencia de una serie de factores políticos que explicaremos en su momento, se logró hacer realidad, aunque en forma parcial y relativamente breve, el proyecto aglutinador del movimiento estudiantil en torno a una coordinadora. En efecto, en el año 1982 se creó la CUL (Coordinadora de Universitarios en Lucha), y a partir de entonces el movimiento estudiantil entró en un período de flujo que culminó hacia 1986, al darse la aprobación de una nueva Ley Orgánica para la Universidad Michoacana.
              Los factores que lo facilitaron fueron, principalmente: la reincorporación a nuestra Casa de Estudios, como estudiantes, de varios ex guerrilleros amnistiados que habían rectificado el camino; la llegada de algunos lideres estudiantiles provenientes de otros lugares del país, y el surgimiento de nuevos cuadros políticos dentro de las Casas del Estudiante y en las escuelas de la Universidad.

El origen social y el lugar de procedencia del estudiantado

La sociología educativa atribuye al origen social de los estudiantes el parámetro de la democratización de la enseñanza; es decir, entre más cubra la Universidad Michoacana la demanda educativa de los sectores marginados, estaría considerada como una institución popular. De hecho la Casa de Hidalgo era calificada como una Universidad popular que apoyaba la educación de los hijos de los obreros y campesinos, pero los datos que encontramos al consultar el Archivo de la Comisión de Planeación Universitaria indican que ya en el ciclo escolar 1976-1977 había ido perdiendo ese carácter, ya que solamente un 8.89% eran hijos de campesinos, y en 1983-1984 la situación había cambiado muy poco: únicamente el 10.99% de la población escolar era de origen campesino. Las oportunidades de ingreso eran más bien acaparadas por sectores medios muy diversos de la población que habían crecido a la par del desarrollo del país, y debido a sus mejores condiciones relativas de existencia, fueron superando la selectividad que operaba a lo largo del sistema escolar mexicano. Si a esto agregamos que el proceso de selectividad sigue operando en la Universidad, lo cual provoca que la población de escasos recursos económicos sea la más susceptible de desertar, veremos que la Universidad Michoacana, como universidad popular, era más un mito que una realidad.

 

    Por otra parte, en relación con el origen social del estudiantado se halla su lugar de procedencia, el cual también es indicativo, de alguna manera, del carácter popular de la Universidad Michoacana, pues entre más estudiantes procedentes del interior del estado tuviera ésta, se afirmaba esa característica. De acuerdo con los datos proporcionados por la encuesta del estudio socioeconómico del ciclo escolar 1976-1977, una concentración de estudiantes universitarios de las ciudades de Morelia y Uruapan nos indica, una vez más, la pérdida paulatina de su carácter popular.

 
Las tendencias ideológicas del movimiento

Al interior de la Universidad, el estudiantado conforma un sector social que está integrado por grupos de individuos provenientes de las distintas clases sociales que coinciden en un centro educativo con la finalidad de obtener una formación profesional. Este sector, dada su conformación social, no posee intereses homogéneos, pero como parte de una estructura organizativa universitaria converge en diversos grupos estudiantiles, de acuerdo con sus respectivos intereses de clase. Dichos grupos manifiestan tendencias ideológicas, las cuales pueden distinguirse a partir de la concepción que tienen de la propia Universidad a que pertenecen.
    En este sentido, cabe citar la presencia de una corriente estudiantil a la que llamaremossocialista, conformada por una heterogénea cantidad de grupos que consideraba que la Universidad en México, y por deducción la Universidad Michoacana, eran centros donde se preparaba a la juventud como cuadros técnicos, científicos y profesionales para contribuir a desarrollar y consolidar la sociedad capitalista, por medio de una educación dogmática, memorista y antidemocrática.[18]
     A causa de esta concepción, ellos pretendían darle a la Universidad Michoacana una orientación distinta a la que hasta en esos momentos creían que tenia; pensaban en...

...una Universidad al servicio de los desposeídos de la sociedad (sic), en la que los beneficios de la ciencia se derramen para mitigar las necesidades materiales e intelectuales de quienes la hacen posible (los trabajadores)... una institución en la que se nos enseñe a razonar críticamente, en la que se aplique el método dialéctico para resolver los diferentes problemas... en la que las decisiones las tomen democráticamente todos los integrantes (alumnos, profesores, trabajadores)... una Universidad que prepare a los cuadros que coadyuven a destruir el actual estado de cosas y a construir una nueva sociedad al servicio de la clase social que la hace posible y que históricamente está llamada a tomar el poder: EL PROLETARIADO.[19]

              La corriente socialista era muy difusa, y por tanto resulta muy complejo clasificarla; sin embargo, podemos establecer dos grandes tendencias: la pequeño burguesa, que se subdivide en reformista e izquierdista. La reformista tenía planteamientos inmediatistas; la izquierdista tenía planteamientos radicalistas; las dos eran en realidad producto de las desviaciones teóricas del marxismo-leninismo. Algunos de los grupos izquierdistas con formación militarista, pertenecientes al PCOM o al MEP, fueron impugnados desde entonces en su integración al movimiento socialista, pues sus acciones provocadoras denotaban ciertos acuerdos subrepticios con el Estado para justificar la represión que éste ejercía sobre el auténtico movimiento estudiantil socialista.[20] La otra tendencia, la proletaria, planteaba por objetivos inmediatos vincular su movimiento con las luchas de los sectores obrero y campesino, así como con el movimiento urbano popular, pero también con la intención, a largo plazo, de preparar a estas clases sociales para la lucha por la instauración del régimen socialista en nuestro país. Ambas tendencias adolecían de nivel teórico y eran sectarias, grupistas y regionalistas.
    Había otra corriente a la que designaremos democrática-burguesa nacionalista, que consideraba a la Universidad como formadora de los cuadros técnicos, científicos y profesionales que contribuían a la reproducción del sistema capitalista de carácter imperialista, pero difería de la anterior en el papel que la Universidad tenía que desempeñar. Para sus integrantes debía ser formadora de técnicos, científicos y profesionales, con una orientación simplemente nacionalista y antiimperialista, y que contribuyeran al desarrollo independiente del país.
    Esta corriente se hallaba conformada por aquellos grupos estudiantiles afines al PRI, con un discurso liberal, que bajo los cauces y métodos institucionales demandaban fundamentalmente reformas democratizadoras.
Buscaban reactivar el federalismo estudiantil universitario; al no lograrlo, algunos, reducidos a grupúsculos, se convirtieron en instrumentos de la burocracia estatal y universitaria, las cuales los utilizaron como grupos de choque para enfrentar a los organismos de tendencia socialista.
   El ala más conservadora de esa corriente condenaba la participación de los estudiantes en los sucesos de 1968 y 1971, ya que para ellos había sido…

...un enfrentamiento absurdo, inútil que sólo ha acarreado el desquiciamiento de la juventud sobre todo entre los estudiantes. Que no estudien, que se embrutezcan con las drogas, que se amarguen con la desilusión y las frustraciones ante las derrotas, que se corrompan los muchachos (sic) convirtiéndose en vulgares pistoleros a sueldo, en enemigos de sus compañeros de estudio y atentando en contra de ellos mismos. Que golpeen con la ferocidad de las bestias, que destruyan sus propios centros educativos…[21]

              Consideraba que ambos movimientos sólo le habían hecho el juego al imperialismo, que según ellos no perseguía otro fin que:

Obligarnos a seguirles comprando, -ya que precio-, la ciencia y tecnología, porque aparte de explotarnos económicamente nos sujetan a ellos, a los imperialistas. Evitar que nos independicemos en la medida en que las jóvenes generaciones no cumplan con su cometido histórico.[22]

    El sector democrático nacionalista advertía que ante "el caos en las escuelas y centros superiores de estudio... ante los crímenes del pistolerismo y la drogadicción", se podrían abrir las puertas al fascismo, pues había la petición de un sector de la población que quería un "gobierno de mano dura que metiera en cintura a los provocadores y agitadores".[23]
     Sus miembros consideraban que los grupos universitarios de izquierda, con su gran gama de "ismos" (trotskismo, maoísmo, etcétera)...

...con su lenguaje ultrarrevolucionario y sus posiciones intransigentes, son las típicas corrientes de que se vale el imperialismo y la derecha para desarmar al pueblo e inocular el veneno de la desorientación en la juventud...Estos grupúsculos que se disfrazan de revolucionarios, deben ser desenmascarados y denunciados como lo que son: viles provocadores, agentes conscientes o inconscientes de las fuerzas más negras de la reacción... Estos vulgares deformadores del marxismo-leninismo, creen que pueden aprovechar la inexperiencia y la inmadurez de ciertos sectores juveniles, esparciendo a diestra y siniestra sus ideas infantiles respecto de la "democracia" como el "gobierno de la asamblea general" para "arrancar" a la Universidad de manos de la Burguesía y convertirla en bastión del proletariado para hacer la revolución socialista. Estos vulgarizadores de la ciencia marxista debieran saber que jamás habrá universidades proletarias en el mundo capitalista, ni por su composición social ni por su ideología, Se han preguntado alguna vez ¿qué porcentaje de los estudiantes universitarios son hijos de auténticos obreros y campesinos pobres? La Universidad mexicana hoy por hoy, es el refugio de los diversos sectores de la pequeña burguesía urbana y rural y de los sectores económicos poderosos. Los hijos de la clase trabajadora representan una mínima parte de la población universitaria.[24]

Su organización

El estudiantado de la Universidad Michoacana ha mantenido tradicionalmente como primera instancia de organización político-académica su integración en un grupo, el cual nombra en asamblea a un jefe que actúa como representante ante las instancias administrativas, académicas y el consejo estudiantil. A nivel escuela los alumnos se organizaban en los llamados consejos estudiantiles; éstos, a su vez, se integraban en federaciones universitarias: el CEN y laFEUM fueron las más importantes hasta 1974; a partir de ese año, debido tanto a la política represiva de que había sido objeto la Universidad en la década anterior por parte del gobernador Arriaga Rivera -la cual desmovilizó al estudiantado en general- como al control queejercía el Estado sobre esas organizaciones, sus dirigentes abandonaron la tradición progresista que las había caracterizado entre los años 1970-1974, con lo cual ambas prácticamente desaparecieron de la escena política universitaria.
    Con todo lo que significó el golpe represivo dirigido en 1966 por el gobierno de Arriaga Rivera contra la Universidad Michoacana, y en especial contra el movimiento estudiantil, sobre el cual el mandatario estatal ejerció un pesado control, a menos de un año, el 20 de junio de 1967, las mesas directivas de la sociedades de alumnos de diversas facultades y escuelas, reunidas en el aula "Luis Enrique Erro" del Colegio de San Nicolás, se integraron como congreso constituyente para reorganizar la FEUM. Este congreso se encargó de lanzar la convocatoria para la elección del Comité Ejecutivo de esa agrupación,[25] la cual se llevó a cabo en Uruapan y Morelia los días 7 de julio, en la primera ciudad, y 10, 11 Y 12 del mismo mes en la capital del estado. Se registraron tres planillas: blanca, rojinegra y nicolaita, cuyos candidatos a la presidencia fueron: Ángel Bravo Cisneros, Hugo Villa Toledo y Antonio Chávez Rodríguez, respectivamente. De inmediato surgieron conflictos entre ellos, al descalificarse mutuamente y alegar distintas irregularidades. Al final de la contienda, dos de las planillas, la rojinegra y la nicolaita, autoproclamaron su victoria y se ostentaron, cada una por su parte, como las auténticas representantes del estudiantado,[26] con lo cual dividieron más a los estudiantes, en vez de reorganizarlos y unificarlos.
     Estas tres corrientes o tendencias se perfilaban en la reorganización del Movimiento Estudiantil. La planilla rojinegra precisaba en la introducción de su programa de trabajo universitario...

...no estamos en contra de la participación de los estudiantes en las causas justas de los obreros y campesinos...pero reclamamos fundamentalmente la participación de los estudiantes en la solución de los problemas universitarios, que es como se hacen patentes las contradicciones de nuestra sociedad.[27]

     Añadía que su programa "no es un pretendido arribo al cielo, sino una verdadera escalinata que nos llevará a ganar luchas futuras",[28] y aseguraba: "Perdimos bastante en la crisis del mes de octubre (de 1966) y sólo conseguiremos algo de lo que se perdió con una política inteligente, consciente y bien meditada".[29]
     En este mismo sentido, en otro documento sostenía:

Los que afirman que la Escuela de Ciencias y Humanidades y las Casas del Estudiante pueden conseguirse de la noche a la mañana con sólo gritar e insultar al gobierno, son provocadores que sirven precisamente al juego de los intereses gubernamentales, que pretenden desvirtuar a la política gradual y a largo plazo, trazada por la FEUM como única táctica para resolver los problemas.[30]

     Cuando la CNED se propuso realizar la Marcha Estudiantil por la Ruta de la Libertad (Ruta de Miguel Hidalgo) del 3 al 9 de febrero de 1968, la cual debería concluir en un mitin en la ciudad de Morelia para exigir la libertad de los presos políticos encarcelados en la penitenciaría del estado por causa de su participación en la lucha estudiantil de octubre de 1966: Rafael Aguilar Talamantes, Efrén Capiz Villegas y Sebastián Dimas Quiroz, el Comité de la FEUM (planilla rojinegra), asumió una actitud temerosa al comunicar: "no obstante que la marcha es pacífica, puede haber hechos sangrientos en los cuales los únicos que resultarían afectados serían los estudiantes", Proponía su aplazamiento para después de las elecciones de gobernador del estado, "porque no queremos ver a nuestra Universidad hollada nuevamente por la bota del ejército".[31]
              La planilla blanca, convertida en FEUD, acusó a la FEUM (planilla rojinegra), encabezada por Hugo Villa Toledo, de haber tomado una actitud "equilibrista y oscilatoria" ante la marcha estudiantil por la Ruta de la Libertad, puesto "que en un principio trataron de impedir que se realizara la marcha, y posteriormente, cuando -en abierto papel de polizontes- se cercioraron de su éxito, encontraron el ambiente para satisfacer sus ambiciones políticas..."[32]. Y sentenciaba:

...ante la carencia de verdaderos representantes, el Frente Estudiantil Universitario Democrático asumió la responsabilidad de organizar los trabajos en el seno de la Universidad por considerar un deber de los nicolaitas corresponder a la solidaridad brindada por el estudiantado nacional para continuar la lucha por la libertad de los presos políticos...lográndose de esta forma la representación de nuestra Universidad.[33]

     El FEUD apoyaba la Marcha abiertamente y la promovía ante el pueblo y los estudiantes con los siguientes señalamientos condenatorios:

Porque se ha pisoteado la autonomía universitaria; porque se ha mancillado el glorioso Colegio de San Nicolás de Hidalgo; porque se ha reprimido y masacrado al pueblo y estudiantes; porque se ha dado un criminal golpe a la educación popular; porque se ha encarcelado injusta, arbitraria y anticonstitucionalmente a dirigentes campesinos y estudiantiles; y porque se han suprimido las libertades democráticas en el país; llamamos, a sumar todos los esfuerzos del pueblo y estudiantes en torno a la marcha estudiantil por la ruta de la libertad. ¡Todos a la Marcha!, ¡Universidad y Pueblo Venceremos![34]

     Por su parte, la FEUM, de Antonio Chávez Rodríguez (planilla nicolaita), se identificaba con los sectores sociales conservadores y denunciaba que la llamada Marcha de la Libertad sólo buscaba…

...provocar desordenes y violencia en Michoacán. Quieren nuevamente alterar la tranquilidad de la ciudad y de nuestra Universidad. La organizan un grupo de agitadores que se dicen estudiantes, que obedecen ciegamente a consignas internacionales y son enemigos del progreso del país[35].
        
Y se manifestaron en contra, sentenciando:

Los universitarios michoacanos somos revolucionarios auténticos. Y al mismo tiempo que creemos fervorosamente en la Revolución Mexicana, hemos defendido y defenderemos a nuestra patria. Por eso nos oponemos a manifestaciones demagógicas que en el fondo, por sus efectos contraproducentes, son profundamente reaccionarios.[36]

     En otro documento alertaban a los universitarios en los siguientes términos...

...algunos estudiantes encabezados por Ángel Bravo (repetidor de 1° de Medicina), Isidro Rangel (que ha sido reprobado en Medicina e inscrito ahora en 1° de Veterinaria), Hugo Villa Toledo 'baja californiano' que sirve a Jaime Labastida y socios; Alfonso Castañeda, José Ma. Montejano y Ernesto Casillas Rivas, han venido desarrollando intensa actividad para IMPLICAR A NUESTRA UNIVERSIDAD EN OTRO CONFLICTO, del que probablemente vuelva a salir mal librada, con motivo de la 'marcha de la libertad', que organizan elementos extraños a la Casa de Hidalgo, como son la CNED, el PCM y TROTSKISTAS, al grado de que quieren arrastrar al estudiantado a que reciba a estos elementos en nuestra Alma Mater.[37]

              De esta manera, la FEUM encabezada por Chávez Rodríguez respaldó la campaña de los sectores sociales conservadores y del propio gobierno, tanto estatal como federal, los cuales promovían y organizaban actos de "repudio popular" contra la marcha, e incitaban a la población, a través de las centrales obreras y campesinas oficiales CTM y CNC, a enfrentarse a los estudiantes participantes en la caravana, exacerbando el sentimiento religioso para realizar una campaña anticomunista.[38] Pero como a pesar de este intento, la marcha continuó avanzando, el gobierno decidió disolverla por la fuerza en un lugar seis kilómetros adelante de la población Valle de Santiago, y apresó precautoriamente al dirigente de la CNED, Rolando Waller Ruelas.[39]
     El CEN, la otra federación estudiantil que hasta antes de octubre de 1966, junto a la FEUM, había aglutinado al estudiantado de tendencia progresista de la Universidad Michoacana, también sufrió la represión, el control y la injerencia divisionista a través del porrismo, al tratar de reorganizarse. En febrero de 1967, en la contienda para elegir su comité ejecutivo, la planilla verde, encabezada por Manuel Álvarez Barrientos, resultó ganadora, pero su líder fue acusado de alterar la disciplina y expulsado de la Universidad,[40] lo que aprovechó la planilla azul, dirigida por José Luis Carranza, para apoderarse de las oficinas del CEN, constituyéndose como Comité Ejecutivo, mientras la planilla verde se integraba al FEUD.[41]
              Hasta antes de los acontecimientos represivos del gobierno arriaguista, la participación del estudiantado en la elección de sus representantes era muy concurrida y manifestaba un alto grado de conciencia política, no sólo en los comicios para integrar los organismos estudiantiles, sino también en aquellos donde se elegía a los representantes en los órganos colegiados, como el Consejo Universitario y los consejos técnicos. Pero después de esos eventos, la represión y la táctica de división del estudiantado, basada en el empleo del porrismo que introdujo en la Universidad precisamente el gobernador Arriaga Rivera, y la separación de las secundarias que pertenecían a la Universidad,[42] redujeron al mínimo la participación estudiantil, siendo que hasta antes de ese sexenio, las elecciones de los consejos y los comités ejecutivos de cada federación de estudiantes se realizaban en asambleas generales o a través del voto universal y secreto depositado en urnas, donde participaba la gran mayoría del estudiantado.
     Esta situación cambió radicalmente durante la mayor parte de la década de los setenta, cuando la actividad del estudiantado fue tan limitada que dejó abiertas las puertas al porrismo, el cual se apoderó de la mayoría de los consejos estudiantiles de las escuelas; en esa década el estudiantado no contaba con una auténtica representación, no ya para impulsar proyectos de desarrollo académico, sino para defender mínimamente sus derechos estudiantiles.
     Mas, al darse la reapertura de las Casas del Estudiante, el elemento democrático, merced al dinamismo de la vida interna de esos albergues, tuvo nuevamente cabida e impulso. En ellos la asamblea general era la instancia de autoridad máxima, donde se analizaban y tomaban los acuerdos sobre los asuntos más trascendentes.
     La necesidad de unificarse con el fin de ampliar la cobertura del apoyo a la educación popular mediante la creación de más Casas del Estudiante y de la lucha en pro de mayores y mejores apoyos asistenciales a las mismas, llevó al surgimiento del CUL, cuyos integrantes fueron activistas de los albergues y estudiantes representativos de las diversas escuelas de la Universidad; se pensaba no sólo en un organismo impulsor de las Casas del Estudiante, sino que llevara a las escuelas la organización y la lucha por demandas de mayor alcance, como la reforma a la Ley Orgánica. Sin embargo, aunque ésta era una estrategia y una táctica organizativa de gran visión, basada en la concepción de que las vanguardias estudiantiles desarrollaran e impulsaran en sus propias escuelas la organización y la lucha, no tuvo en esos momentos los efectos que se buscaban.
   El espontaneísmo del movimiento sólo lograba articular algunas luchas en situaciones coyunturales, y su activismo no vislumbraba objetivos concretos y estrategias de largo plazo. Por lo general, una vez que los activistas cumplían sus objetivos inmediatos, se desarticulaban, lo cual interrumpía la continuidad necesaria para mantener una organización y luchar por los objetivos políticos que se planteaban a largo plazo. Esta situación tenía que ver con factores como el sectarismo, el caudillismo, el regionalismo y otros más, que obstaculizaban la unidad de las Casas del Estudiante y su lucha por objetivos que no fueran sólo de carácter económico.
    La pobreza de la formación teórica marxista en que las Casas del Estudiante decían sustentar sus principios de lucha, las llevó inclusive a cometer una serie de errores inconcebibles, como el del 23 de septiembre de 1976, cuando en respaldo a las medidas restrictivas del ingreso de estudiantes provenientes de otros estados -sustentada en una política "chovinista" (la Universidad Michoacana para los michoacanos), puesta en operación por el rector J. Genovevo Figueroa Zamudio- las Casas del Estudiante Camilo Torres y Nicolaita se sumaron a un contingente donde participaban porros de la Preparatoria 3 y del Colegio de San Nicolás, y mediante la violencia desalojaron a estudiantes foráneos del edificio del Departamento de Control Escolar, que habían tomado como medida de presión para que se les permitiera ingresar a las escuelas de la Universidad Michoacana, especialmente a la Facultad de Medicina; en los hechos fueron lesionados 19 "rechazados", tres de ellos de gravedad.[43]
              Entre las Casas del Estudiante había una alianza, mas no existía la unidad y menos la integración. Sólo en eventos conmemorativos, como los del 2 de octubre y el 10 junio de cada año, o en situaciones de amenaza grave para el principio asistencial que proporcionaban, las directivas se abocaban a establecer una alianza que no dejaba de ser coyuntural, como ocurrió en abril de 1978, cuando se suscitó un conflicto promovido por los sectores sociales más conservadores de la ciudad, que desplegaron una intensa campaña mediática contra las casas y solicitaron al gobierno estatal que fueran clausuradas. En este conflicto en particular se luchó por la constitución de un Frente Estudiantil Universitario, con la finalidad, según manifestaron sus organizadores, de…

...superar la desorganización estudiantil que prevalecía a nivel general en la Universidad; aglutinar a la mayoría de los estudiantes de las escuelas y así luchar por su reestructuración total, cambiando su caduca y antidemocrática ley orgánica y extirpando de la universidad a los parásitos administrativos, magisteriales y estudiantiles.[44]

              Pero superada la tempestad y vuelta una calma relativa, la desmovilización se hizo nuevamente presente en el movimiento estudiantil. Para mediados de 1978 surgieron diversos conflictos en las escuelas de Economía, Biología, Historia, la Preparatoria José María Morelos,Filosofía, Enfermería, Veterinaria y Zootecnia, Medicina, Agrobiología y la Preparatoria Isaac Arriaga; simultáneamente, se llevaba a cabo la movilización en pro del establecimiento de la Preparatoria Popular V.I. Lenin; esta confluencia de acontecimientos despertó nuevamente la inquietud de los organismos estudiantiles con tendencias progresistas y democráticas, los cuales retornaron el proyecto de crear una organización que unificara y aglutinara a las diversas corrientes y organizaciones para poder enfrentar en mejores condiciones los problemas que les estaban afectando. El 23 de mayo de 1978 se constituyeron en asamblea general, e integraron una comisión coordinadora provisional,[45] los consejos estudiantiles de las Preparatorias 3 y 4; de la Preparatoria Popular; las escuelas de Filosofía e Ingeniería Mecánica; el Consejo Estudiantil Nicolaita; los comités coordinadores de las escuelas de Economía e Historia; la asamblea general de Biología; activistas de la Escuela de Medicina, más las Casas del Estudiante Isaac Arriaga yCamilo Torres; todos se reunieron en el Colegio de San Nicolás.
     La razón del surgimiento de la Coordinadora era explicada así:

...las contradicciones propias del sistema capitalista imperante en nuestro país, inevitablemente se reflejan en los centros educativos mermando el nivel científico y académico; situación ya inocultable en la Universidad Michoacana donde se nos hace asimilar la cultura y la ciencia como simple mercancía, inculcándosenos ideológicamente la traición a la clase obrera y al pueblo trabajador y el servilismo más ruin de los "intelectuales" a la Burguesía.
Situación ante la cual los universitarios honestos y conscientes decidimos damos a la tarea de formar y consolidar una organización que impulse y garantice la unidad en la lucha. Unidad indispensable para llevar al triunfo nuestras demandas y para cerrar el paso al legalismo y a la demagogia que obstruyen la creación de las condiciones necesarias para que el pueblo trabajador arrebate finalmente el control de la Universidad a la reacción capitalista.[46]

Los objetivos que se fijó la Coordinadora eran:

a) Lograr la organización estudiantil concentrando las fuerzas dispersas, para ejercer la voluntad estudiantil en una forma efectiva; b) Depurar a la Universidad de todas las corrupciones administrativas, políticas y académicas que desvían el sentido democrático de la misma; c) Exigir y lograr la participación directa y orgánica de los estudiantes en la dirección universitaria; d) Discutir y decidir una política académica encaminada al logro de una educación popular para el cambio de las condiciones sociales; y e) Con la organización masiva y democrática de los estudiantes, rebasar el individualismo, la lucha legalista y la corrupción que hasta ahora había (sic) caracterizado a una enclenque seudo "organización estudiantil".[47]

    Se encomendó de inmediato a la Coordinadora atender los problemas surgidos en la Escuela de Economía y todo lo relacionado con la incorporación a la Universidad de la Preparatoria Popular V. l. Lenin, pero de nuevo ocurrió lo que había sucedido en anteriores intentos de aglutinamiento del movimiento estudiantil: éste se diluyó, pues la confluencia de los factores señalados anteriormente estaba actuando como dispersora del estudiantado.
    Ciertamente, la situación de aislamiento en que se encontraban las Casas del Estudiante, y en general el movimiento estudiantil, mucho tenía que ver el sectarismo y la intransigencia de las corrientes ideológico-políticas que cada albergue defendía, bajo la influencia de grupos políticos y corrientes básicamente de izquierda. Para mencionar sólo los casos más conocidos, en la Casa Madre Latina existía una corriente maoísta, representada por el Frente Popular Independiente; en la lsaac Arriaga estaba presente la Corriente Socialista, que habían formado ex guerrilleros del la "Liga Comunista 23 de Septiembre", y en la Misael Núñez predominaba la otrora beligerante ACNR.
              A este elemento disgregador hay que agregar el grupismo, factor que incidía en el mismo sentido, el cual se manifestaba en la entronización de grupos de diversas regiones en la dirección de cada casa, los que lograban otorgar derecho de preferencia a sus respectivos paisanos para ingresar a ellas; inclusive, llegaban a mantener como moradores, por distintas razones, a personas que ya no eran estudiantes, mientras excluían de sus servicios a jóvenes originarios de otras regiones del estado: por ejemplo, la Casa del Estudiante Nicolaita era prácticamente albergue exclusivo de alumnos provenientes de la región de Huetamo; la lsaac Arriaga recibía solamente a los de la región de Pastor Ortiz, y así se hallaban las demás, lo cual resultaba pernicioso no sólo para la búsqueda de la unidad entre ellas, sino políticamente, ya que al asignar los lugares de acomodo en las casas con base en una política clientelar que en realidad se enfocaba a la conservación del poder en cada una, y negaba en los hechos los principios de democracia, igualdad y justicia social que cada casa decía defender. Todo esto, además de impedir la unidad entre las Casas del Estudiante, ocasionó en su interior, hacia fines de la década de 1970, su degradación y corrupción en alto grado, y proyectó ante la sociedad una imagen muy deteriorada, pues se les consideraba centros de parasitismo.[48]
     La burocracia universitaria, siguiendo el principio de "divide y vencerás", también se encargó de fomentar la corrupción entre sus direcciones, negociando por separado el presupuesto de cada una de ellas y dando un trato diferente a unas y a otras; además, asignaba indebidamente dádivas, a algunos dirigentes, inclusive un salario, con toda la mala intención de cooptarlos, sembrar la división en sus organizaciones y ejercer un control político sobre los albergues.[49]
     El porrismo fue otro de los elementos utilizados por la burocracia estatal y universitaria para impedir la reagrupación y la reorganización del movimiento estudiantil democrático. Con esto sostenemos que en la Universidad Michoacana el porrismo no fue en aquellos años una simple expresión de pandillerismo juvenil, no surgió espontáneamente, ni se mantenía por una dinámica propia, sino existía por ser un medio de control ejercido por el Estado, el partido político oficial y la burocracia universitaria para mantener sujeta a la Casa de Estudios; en un principio las autoridades se valieron de recursos democráticos para imponer camarillas incondicionales en los comités de los consejos estudiantiles que ejercerían una dirección autoritaria y centralizada; pero cuando empezaron a ser rebasadas por las movilizaciones de los estudiantes de tendencias democráticas, recurrieron a métodos gansteriles para reprimirlos y tratar de mantener, o recuperar, según el caso, el control sobre el estudiantado.[50]
              El porrismo en la Universidad Michoacana fue impulsado abiertamente durante el gobierno estatal del licenciado Agustín Arriaga Rivera. Los porros conformaron grupos de choque al interior de la institución, cuyo objetivo era minar la cohesión del movimiento estudiantil a través del sabotaje a sus actividades, del ataque violento contra los líderes de las federaciones estudiantiles (FEUM, FEEM y CEN), o, de forma más sutil, por medio de dividir al estudiantado al crear organizaciones paralelas a las legítimamente constituidas.[51]
    En el período en que ubicamos nuestro estudio, los grupos porriles fueron utilizados fundamentalmente para impedir la reagrupación e integración del movimiento estudiantil que se venía gestando en y desde las Casas del Estudiante, y a partir de la combatividad de algunos consejos estudiantiles.
     Cuando los esfuerzos de las Casas del Estudiante y de los consejos estudiantiles democráticos comenzaban a rendir frutos en la consecución de una coordinadora que aglutinara y concentrara al movimiento estudiantil, como ocurría en Filosofía, Economía e Historia, el porrismo contó con el apoyo abierto de la burocracia universitaria,[52] y revivió la FEUM como un instrumento de contrapeso.
    El 20 de abril de 1979 apareció una convocatoria firmada por representantes alumnos del Colegio de San Nicolás, la Preparatoria lng. Pascual Ortiz Rubio, la Preparatoria José María Morelos, la Melchor acampo, y de las facultades de Medicina, Odontología, Contabilidad y Administración, y Derecho y Ciencias Sociales, quienes preocupados por…

...el surgimiento ya insoportable de pequeños organismos políticos anarquistas que están llevando a nuestra Universidad al caos y destrucción; consideramos que es necesario terminar con el desorden en nuestra Máxima Casa de estudios, pues de todos ustedes bien sabido, que la Universidad Michoacana se ha convertido en un botín y burla de PEQUEÑOS GRUPOS de estudiantes que consiguen lo que quieren, por el solo hecho de gritar más o llegar amenazando al rector o sus colaboradores. Las constante (sic) tomas de escuelas, facultades, Depto. (sic) Escolar y Rectoría, es una manera (sic) palpable del desorden y destrucción, todo esto nos debe hacer pensar, en que ya es tiempo de que los verdaderos estudiantes pongamos un alto a esta situación que nos está llevando al fango del bajo nivel académico y desorganización política.[53]

     Argumentaban que era necesario formar un organismo político­-estudiantil que por su gran cantidad de integrantes pudiese...

...dictar las bases políticas y organizativas, para rescatar a la Universidad Michoacana del abismo anarquista en que se encuentra, y solucionar las deficiencias académicas y políticas que padecemos; es por esto que exhortamos a todos los representantes alumnos a participar activamente para que en conjunto podamos lograr el surgimiento de la FEUM (Federación de Estudiantes de la Universidad Michoacana).[54]

     El promotor del Congreso para revivir la FEUM fue el entonces presidente de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Leyes, Fernando Miranda Román, miembro de las Juventudes priistas, quien inclusive era cuestionado por otro grupo de estudiantes de su facultad, que se decían ser los verdaderos representantes estudiantiles del plantel.[55] Sin embargo, Miranda Román era apoyado incondicionalmente por el director de la facultad y el rector interino, quienes lo llevaron consigo en marzo de 1979 a una entrevista con el gobernador del estado, licenciado Carlos Torres Manzo, al final de la cual, "la sociedad de alumnos de la Facultad de Leyes consiguió mobiliario para esta escuela".[56] De esta forma, la resucitación de la FEUM se explica en gran parte gracias a la coyuntura política del momento al interior de la Universidad, ya que en esos días estaba por decidirse el nombramiento del rector definitivo.[57]
     Apoyado por mesas directivas de otras siete escuelas universitarias, algunas de ellas abiertamente porriles, como el Colegio de San Nicolás, las preparatorias Ing. Pascual Ortiz RubioJosé María Morelos,[58] Fernando Miranda Román llevó a cabo en el Auditorio Samuel Ramos,los días 3 y 4 de mayo de 1979, un congreso estudiantil universitario, que estuvo desorganizado desde la acreditación de los alumnos representantes, ya que hábilmente la convocatoria permitía la asistencia de estudiantes en representación, sin que tuvieran que acreditarse como miembros de las mesas directivas de las mismas. Esta irregularidad y la aprobación sin consenso de los estatutos que regirían la FEUM, provocó gran inconformidad y desacuerdo entre algunos representantes estudiantiles, como los de las escuelas de Enfermería, Preparatoria Isaac Arriaga y Preparatoria José María Morelos, quienes se retiraron del Congreso aduciendo que se trataba de una farsa.[59] De cualquier forma, el evento siguió adelante y José María Padilla Zepeda fue electo presidente de la FEUM; sus colaboradores serían, como vice-presidente, Avelino Cortés Chávez, y como secretario general, Jesús Arzate Castro. Pero quien estaba detrás de ese comité directivo era Fernando Miranda Román.[60]
    En medio de esta situación, sin embargo, se fueron sentando las bases para unificar a las Casas del Estudiante en torno a sus intereses comunes, y también debido a la correlación de fuerzas políticas que se dio en el estado a principios de la década de 1980.
     Al iniciar ésta, se impulsaba a nivel nacional el proyecto ONE, que pretendía aglutinar al movimiento estudiantil del país, y estaba a cargo de la Coordinadora Regional del Valle de México, organismo que realizó tres encuentros, el segundo con la intervención de la Casa del Estudiante Isaac Arriaga, el consejo estudiantil de la Preparatoria 4 y el de la Escuela de Filosofía.
              Según este proyecto, se pensaba formar una Coordinadora Nacional de Casas del Estudiante y Becarios, pero tras varios congresos preparativos, el fantasma de la división hizo su aparición por motivos de sectarismo y dogmatismo en las organizaciones regionales, y el grupo coordinador se escindió. Uno de ellos creó la CUNACEB, que se reivindicaba poseedora del auténtico proyecto ONE y continuó adelante con el proyecto de aglutinar al movimiento estudiantil nacional.[61]
     Al impulso de este proyecto a nivel nacional, el movimiento estudiantil en la Universidad Michoacana retornó el intento de conformar una organización que lo aglutinara. La conformación de ese organismo era promovida, entre otras organizaciones estudiantiles, por el Consejo Estudiantil de Filosofía, bajo la consigna "¡Ni una lucha aislada más! ¡No al aventurerismo!".[62]
     Pero indudablemente los impulsores más comprometidos del proyecto de creación de una Coordinadora Estudiantil eran las Casas del Estudiante,[63] que como primer paso conformaron su coordinadora.[64] Luego se incorporaron a ésta la Organización de Estudiantes y Egresados de la Escuela de Historia; los Consejos Estudiantiles de las escuelas de Economía y Biología; la Unión de Comuneros Emiliano Zapata, así como profesores y empleados. Después de varias reuniones previas, el 6 de noviembre de 1982 constituyeron formalmente la CUL en la biblioteca de la Casa del Estudiante Camilo Torres.[65]
A diferencia de las federaciones estudiantiles, cuya organización era vertical y basada en una dirección jerárquica, este nuevo organismo introdujo una dirección horizontal, la cual tomaba en asamblea plenaria los acuerdos definitivos.[66]
              Uno de los primeros objetivos de la Coordinadora fue extender su cobertura como nuevo organismo estudiantil, para lo cual organizó a los moradores de las Casas del Estudiante y a otros estudiantes simpatizantes de su movimiento, con el fin de que participaran en la renovación de los consejos estudiantiles de las escuelas, y logró ganar la mayoría.[67]
     En su primer encuentro, celebrado del 5 al 7 de agosto de 1983, la CUL hizo un balance de los resultados de la "jornada de marzo" (a la que nos referiremos más adelante), y caracterizó a la recién iniciada rectoría del doctor Cuauhtémoc Olmedo Ortiz como una más de las administraciones burocráticas impuestas por el gobierno estatal en turno, cuya llegada al cargo se había producido mediante una "minireforma (sic) a la Ley Orgánica de la Universidad, que no tenía otro objeto que dar el golpe de Estado a la Junta de Gobierno y cambiar a sus miembros más reacios por otros más disciplinados".[68]
              Debido a que en esa misma "minireforma" (sic), se ordenaba la reglamentación de los servicios asistenciales por la Junta de Gobierno en un plazo de noventa días, los estudiantes se manifestaron en contra de ese decreto por considerar que esta atribución legislativa no le correspondía a dicho organismo, sino al Consejo Universitario. Por tanto, de ese encuentro emanaron los siguientes acuerdos: luchar por una nueva Ley Orgánica, exigir la desaparición de la Junta de Gobierno y la reglamentación de las Casas del Estudiante.[69]

Los métodos y las estrategias de lucha

Los métodos y las estrategias se fueron desarrollando de acuerdo con el grado de avance que adquiría el movimiento. En un primer momento, cuando el espontaneísmo era característica del movimiento estudiantil, se aplicaban métodos de presión sobre la autoridad universitaria, como el paro académico, la "toma" de escuelas o la interrupción de las actividades administrativas con la "toma" de las oficinas clave en el funcionamiento administrativo: rectoría, tesorería y servicios escolares; inclusive, se llegó a aplicar la, ciertamente condenable, retención (secuestro) de autoridades universitarias para forzar las negociaciones.[70] A la par, se difundía información entre la comunidad universitaria y la población en general por medio de hojas volantes, panfletos y pintas en el exterior de los edificios de Ciudad Universitaria, e inclusive en su interior, así como en fachadas de casas particulares aledañas o en los edificios del centro histórico de la ciudad de Morelia, lo cual volvía incómodo el desarrollo de actividades académicas en un entorno marcado por la contaminación visual y un deterioro sistemático de la arquitectura colonial de la ciudad de Morelia; simultáneamente, se llevaban a cabo, si el caso lo requería, manifestaciones y mítines, hasta con instalación de barricadas, en calles céntricas de la capital michoacana. Tales métodos del movimiento estudiantil provenían prácticamente desde sus orígenes, y obedecían a la idea de que sólo bajo presión se obtenían resultados, ya fueran parciales o totales.
    Al conformarse la CUL, la estrategia y los métodos de lucha correspondieron a un proyecto y un programa que se proponía llevar a jóvenes estudiantes de las casas a los consejos estudiantiles y a los órganos de representación colegiada, como el Consejo Universitario y los consejos técnicos, y en aquellos planteles donde no había condiciones para lograrlo, a establecer alianza con aquellos grupos estudiantiles de tendencias democráticas. Desde el interior de la CUL se distribuyeron entre las casas las tareas específicas de divulgación y concientización asignadas a todas y a cada una de las escuelas de la Universidad; sus moradores, que estudiaban en ellas, fueron agrupados y encabezados por los activistas, es decir, por cuadros estudiantiles que se distinguían por su liderazgo y su formación política.[71]
              Estos cuadros habían sido preparados en las Casas del Estudiante, y su formación era considerada una actividad estratégica y de vital importancia para la CUL, pues de ella dependía en gran parte la continuidad de su proyecto y su programa, una vez que los líderes fueran egresando de la institución. Con esa visión se reclutaba y formaba, en la teoría y en la práctica, a aquellos estudiantes que demostraban en los círculos de estudio tener más interés y compromiso en las luchas sociales. A través de este proyecto se fue superando, en alguna medida, la pobreza ideológica de los cuadros dirigentes, no así la de la masa de jóvenes perteneciente a las Casas del Estudiante.[72]

Sus medios de divulgación

Los medios de divulgación de los organismos estudiantiles eran hojas volantes, boletines, cuadernos y manifiestos, que eran utilizados, sobre todo, en momentos de conflicto; pero había uno más permanente, aunque esto no significa que de aparición regular: el periódico estudiantil, que fue no sólo un instrumento de divulgación, sino también de educación política e ideológica.
     Los nombres elegidos para estos periódicos nos revelan de inmediato las diversas tendencias ideológicas de las corrientes estudiantiles que los publicaban, aunque en la realidad no siempre eran correspondientes por el solo hecho de asumir un nombre revolucionario; así tenemos a Vpered o Adelante, órgano oficial del consejo estudiantil de Ingeniería Mecánica, el cual en su primer número explicaba el por qué de su nombre, así como los objetivos que se perseguía con él. Lo habían elegido por haber sido el de...

...una publicación bolchevique, cuyo primer número apareció e14 de enero de 1905 en Suiza, fue el periódico de lucha de los revolucionarios rusos encabezados por Lenin en el extranjero...; nosotros, los miembros del Consejo Estudiantil, hemos escogido este nombre para nuestro órgano por el hondo significado que tiene para nosotros los que nos interesamos en que se dé la lucha revolucionaria por una vida más digna en todos los ámbitos. Nuestro caso concreto es el medio universitario, y es en él donde nosotros debemos empezar a librar la batalla. Adelante será nuestro aliado.[73]

     Adelante tendría una importancia capital en el primer consejo estudiantil de la Escuela de Ingeniería Mecánica electo por una asamblea general, ya que se proponía encabezar al interior de ese plantel un movimiento estudiantil que atacara frontalmente los problemas de los estudiantes; en su órgano de información -decían- se publicarán...

...paso a paso... todos nuestros actos... analizará e informará los hechos más trascendentes de la Universidad y tendrá fines educativos, para contribuir al desarrollo de la conciencia proletaria entre el estudiantado. Adelante siempre estará del lado de las ideas más progresistas, de las doctrinas más elevadas y revolucionarias.[74]

     Otro ejemplo explícito lo encontramos en Joven Guardia, cuyo primer número precisaba que era "producto de las inquietudes de un sector de estudiantes universitarios que nos hemos conocido mediante la actividad política que en nuestro incipiente movimiento estudiantil hemos venido realizando".[75]
     En momentos en que el movimiento estudiantil en Michoacán sufría los traumas ocasionados por las derrotas de Morelia (1963 y 1966), y las del movimiento de la ciudad de México (1968 y 1971), lo que llevó a algunos grupos a radicalizarse y a otros a replegarse por temor a la represión, Joven Guardia afirmaba: "se requiere de un órgano periodístico que eduque políticamente, informe, agite y sea un organizador e impulsor del Movimiento Estudiantil".[76]
     La gran mayoría de las publicaciones políticas estudiantiles coincidía en esos mismos objetivos. Al leerlas encontramos información sobre sus acciones y programas políticos, sus demandas, y en todos sus números hay reproducciones de textos completos o fragmentos de obras clásicas del marxismo o de marxistas contemporáneos, como: El Manifiesto del Partido Comunista, de Carlos Marx y Federico Engels; Principios del Comunismo, de este último pensador, y Revolución en la Revolución, de Regis Debray.[77]
     Por otra parte, elaboraban ediciones especiales, que, en un solo número, reproducían textos completos de teóricos del marxismo. Su objetivo al divulgarlos era:

...poner al alcance de los obreros avanzados, de los estudiantes revolucionarios, de los activistas, propagandistas y de todos los militantes honestos... el instrumento del marxismo-leninismo en sus fuentes originales, como actitud necesaria de la lucha contra los oportunistas y el revisionismo que actualmente impide desde el seno, el avance del movimiento comunista; poniendo con ello realmente ante los revolucionarios consecuentes, la ingente tarea de levantar el programa del Manifiesto Comunista,como bandera de lucha del proletariado, para su definitiva emancipación levantando en alto la vieja consigna: proletarios de todos los países, uníos!!.[78]

     Estos materiales los divulgaban convencidos de que "sin teoría no hay revolución".[79] El Búho Consciente, órgano de difusión del consejo estudiantil de la Escuela de Filosofía, se manifestaba en forma similar ante "la ausencia de una dirección política de fondo en el seno del movimiento estudiantil democrático", por lo cual, ante "el atraso teórico que ahora está presente en nuestro movimiento", el que "permite su debilidad", se decidió iniciar la publicación de un suplemento.[80]
     Igualmente las consignas de sus órganos de divulgación nos dicen mucho acerca de la tendencia ideológica de las corrientes estudiantiles, las que, desde luego, no son suficientes para ubicar al periódico y al grupo en cuestión como fieles seguidores de determinada tendencia ideológica. A continuación reproducimos algunas de ellas:
     Adelante. Órgano del Consejo Estudiantil de Ingeniería Mecánica: "Por una Universidad Democrática y Popular".
              El Búho Consciente. Periódico de Información y Análisis de los Estudiantes de Filosofía:"Aprender para luchar, luchar para educar, organizar para triunfar".
               Rueda y Tornillo, Órgano de combate, crítica y análisis de la Casa del
Estudiante Camilo Torres: "Voz del estudiante de ideología proletaria".
     Lenin. Órgano político-informativo del Movimiento Estudiantil Revolucionario (MER):"Estudiar y luchar por la revolución socialista". "¡¡Fuera Junta de Gobierno!!". "¡¡Por un Consejo Universitario Paritario!!".

 

EL DISCURSO ESTUDIANTIL, SUS DEMANDAS Y SUS MOVILIZACIONES

Entendemos por discurso estudiantil el conjunto de ideas políticas, económicas, académicas y culturales en general, explícitas e implícitas, que manifestó este sector a través de los diversos medios de divulgación con que contó, como parte de la concepción de universidad, de país y del mundo que defendían, reflejada en las aspiraciones o demandas que enarbolaban.

Por la educación popular

Como las ideas que estos grupos construyeron se convirtieron en demandas y peticiones y llevaron a una serie de movilizaciones para lograr su concreción, hemos incluido en este apartado también las luchas emprendidas por el movimiento estudiantil para verlas materializadas.
     Al mismo tiempo que luchaban por reorganizar al estudiantado, al cumplirse el primer aniversario del asalto por el ejército a los recintos universitarios y las consecuentes aprehensiones de cientos de estudiantes y maestros, la expulsión de varios de ellos y las reformas y adiciones a la Ley Orgánica de 1963, diversos grupos estudiantiles convocaron a reconquistar "las cinco Casas del Estudiante, las Escuelas Secundarias varonil y femenil y nocturna, la Escuela Preparatoria Nocturna para Trabajadores, la Facultad de Altos Estudios". Exigían:

la libertad de los presos políticos, cese del régimen policíaco y de represión; respeto a las garantías individuales (derecho de reunión, libertad de expresión, de petición, etc.); respeto a los derechos democráticos de los estudiantes y profesores a organizarse y a designar representantes a sus respectivos organismos; supresión de la policía estudiantil; cese de los seudoprofesores agentes policíacos; reincorporación a la Universidad de los profesores y alumnos expulsados; sustitución de las autoridades peleles del gobierno del Estado, y derogación de la absurda Ley Orgánica vigente.[81]

     Medio año después, en abril de 1968, en el contexto de la coyuntura política derivada de la sucesión gubernamental, la reorganizada FEUM, encabezada por Hugo Villa Toledo y respaldada por el CEN y las mesas directivas de las escuelas universitarias, demandaba: aumento del presupuesto, tanto estatal como federal; construcción y adaptación de edificios y laboratorios para las escuelas de Farmacobiología, FIMEQ, Agrobiología, Medicina Veterinaria, Ingeniería Civil, Colegio de San Nicolás y Preparatoria 2; transformación de la Ley Orgánica para que contenga una estructura moderna de Universidad; modificación de los planes de estudio, con la finalidad de establecer niveles medios de preparación que capaciten al estudiante para trabajar; que la formación de profesionistas atienda las necesidades del desarrollo económico y social del estado de Michoacán y establezca una enseñanza básica humanística para que los universitarios entiendan el origen de los problemas sociales y participen en su solución, y de esta manera:

...crear en definitiva un verdadero hombre, no apéndices de máquina o esclavos del capital, que sirvan a su sociedad, a su patria y no a la clase explotadora; creación de la Escuela de Ciencias y Humanidades; reapertura de la Escuela de Iniciación Universitaria; reforma urgente a los métodos de enseñanza; diversificación de carreras y paridad estudiantil en el Consejo Universitario; respeto absoluto a la autonomía universitaria; reapertura de los albergues estudiantiles; aumento de sueldo a profesores y empleados universitarios y su reincorporación al Seguro Social; remoción de los profesores ingresados por consignas políticas; desaparición inmediata de la policía estudiantil sostenida por el gobierno del Estado, y libertad a los presos políticos: Efrén Capíz Villegas, Rafael Aguilar Talamantes y Sebastián Dimas Quiroz.[82]

     La sociedad de alumnos de la Escuela Secundaria envió por su parte, en julio de 1967, un Manifiesto al Rector donde se oponía a la desaparición del sistema medio básico del seno de la Universidad, y cuestionaba:

...¿por qué a la Universidad Michoacana se le pretende suprimir su Escuela Secundaria?, cuando a la iniciativa privada se le permite sostener todo tipo de escuelas y grados de enseñanza, desde jardines de niños, primarias, secundarias, preparatorias, escuelas superiores y tecnológicos, en los cuales se imparte una educación de tipo confesional, en donde cotidianamente se violan los preceptos educativos constitucionales.[83]

     La FEUM respaldaba la oposición de la sociedad de alumnos de la escuela secundaria al cierre de su plantel, pues esa federación lo concebía en realidad como los "tres primeros grados de nuestro bachillerato", es decir, la iniciación universitaria.[84] Pero la gestión ordenada que llevaba no consiguió revertir su decretada separación de la Universidad. Faltó utilizar el método de la presión directa por medio de la fuerza, pero en esos momentos no se estaba en condiciones de emprender esa vía.[85]
    En relación con la demanda que presentaba el desorganizado y dividido movimiento estudiantil para liberar a los presos políticos encarcelados a raíz de los sucesos de octubre de 1966, en junio de 1967 se constituyó un Comité de Lucha por la Libertad de los Presos Políticos, el cual convocó a un mitin en la Plaza de Armas para el 22 de junio de ese mismo año;[86] también participó un contingente del FEUD en la Marcha por la Ruta de la Libertad que organizó la CNED.
    Desde el principio, una de las demandas estudiantiles más importantes era la educación popular, la cual, según su concepción, la debían garantizar la Universidad y el Estado, mediante el otorgamiento de los apoyos necesarios a aquellos alumnos provenientes de los sectores sociales de escasos recursos económicos. De esta forma, la reapertura de las Casas del Estudiante se convirtió en una de las demandas más apremiantes; desde enero de 1968 se integró un comité directivo de sus ex moradores, quienes, dada la critica situación que vivían por no poder solventar sus necesidades económicas con las becas que les habían concedido, se propusieron luchar por restaurar esos albergues.[87]

Reapertura de las Casas de Estudiante

Al finalizar el gobierno de Arriaga Rivera en el estado, se dio la coyuntura necesaria para alentar la recuperación y reorganización del movimiento estudiantil, circunstancia que aprovechó el comité directivo de ex moradores, el cual contó con el apoyo de la FEUM y el CEN, y vio la oportunidad de "tomar", el 28 de noviembre de 1968, el edificio universitario donde funcionaban las oficinas del SUEUM, la Hemeroteca Universitaria y las de la propia FEUM, para convertirlo en Casa del Estudiante, a la cual dieron por nombre Nicolaita.[88] Con este hecho inició la reapertura de las Casas del Estudiante, si bien los ex moradores se encontraban fuera del marco legal universitario. Desde luego, las autoridades en turno no reconocieron la existencia de esa casa, y durante más de un año le negaron todo tipo de apoyo asistencial, tratando de menguar la resistencia estudiantil al ofrecerles becas individuales a cambio de que abandonas en el objetivo que perseguían; algunos sectores de la FEUM y el CEN estuvieron a punto de negociar esta dádiva, mas la radicalización de los miembros del FEUD, que se habían sumado al movimiento, se los impidió, y se impuso la decisión de luchar hasta obtener el reconocimiento de la nueva casa y la dotación de servicios asistenciales. Con miras a lograrlo, incluyeron la demanda de reformar la Ley Orgánica; el 16 de abril de 1970 los moradores de la Casa Nicolaita,la FEUM y el CEN se posesionaron del edificio que ocupaba el Departamento de Control Escolar, lugar donde pretendían fundar otra Casa del Estudiante.[89] En respuesta, el rector Melchor Díaz Rubio se comprometió a que si entregaban el edificio, la Universidad aceptaría públicamente la necesidad de reformar la Ley Orgánica, e iniciaría los trabajos con esa finalidad, así como establecería el comedor de la Casa del Estudiante Nicolaita y reacondicionaría ésta.[90]
     Los estudiantes aceptaron, y tal como habían acordado, entregaron el mencionado inmueble, pero la rectoría sólo cumplió parcialmente: reacondicionó el inmueble y e instaló su comedor, relegando el asunto de la reforma a la Ley Orgánica. Fue hasta dos años después que se iniciaron los trabajos para llevar a cabo este compromiso, pero no se logró concretarlo. La FEUM y el CEN estaban conscientes de que la reforma no se emprendería en tanto no se planteara con energía -recurso del que en esos momentos se carecía- pues no había condiciones para presentar una lucha frontal y hacerla cumplir; mientras, el estudiantado debía "dar luchas limitadas en las que a la vez que se obtengan triunfos parciales, tomemos experiencias para una lucha de mayores alcances".[91]

Apertura de otros albergues estudiantiles

Desde el momento en que se consolidó la Casa del Estudiante Nicolaita, se desarrolló una lucha por incrementar el número de albergues estudiantiles, debido a la necesidad que los estudiantes pobres tenían de apoyos asistenciales como hospedaje y alimentación, primordialmente, para poder cursar sus estudios universitarios; no sólo había entre ellos procedentes del interior del estado, sino también de entidades circunvecinas e, incluso de algunas lejanas, como Sinaloa y Sonora, entre otras.
              En el año 1972 un grupo de estudiantes foráneos residentes en Uruapan se habían organizado en una especie de comedor colectivo, para lo cual prorrateaban los gastos derivados de la compra y preparación de los alimentos; un día decidieron "tomar" los laboratorios y algunas aulas de la Escuela Preparatoria Lic. Eduardo Ruiz, de esa ciudad, con el objeto de transformarlos en Casa del Estudiante. Ante la oposición de los otros alumnos del plantel, lograron convencerlos para que se unieran a su lucha, ya que la preparatoria requería de más espacios y entre todos podrían conseguir nuevos edificios para la escuela y para el naciente albergue; este objetivo lo consiguieron el 5 de diciembre de 1972, al constituirse la Casa del Estudiante, a la que se denominó Emiliano Zapata, personaje con el que los alumnos se identificaban, especialmente aquellos que cursaban en la Facultad de Agrobiología; por su parte, la preparatoria se mudó a un construcción realizada ex profeso para ella.[92]
     En ese mismo año se conformó el CUL (Comité de Universitarios en Lucha), al que se debe el primer esfuerzo serio por reorganizar al movimiento estudiantil y tratar de dotarlo de una dirección general, tras la pérdida del carácter representativo y de vanguardia de las dos federaciones tradicionales: FEUM y CEN.
              Como parte de la reorganización y el aglutinamiento de fuerzas del movimiento estudiantil, el CUL participó en la creación de varias Casas del Estudiante. En el año de 1973 aquellos que vivían en uno de los anexos del Templo del Carmen, en Morelia, y pagaban una mensualidad al presbítero Manuel Macouzet, quien lo administraba como su modus vivendi, se organizaron en forma independiente y fundaron allí mismo la Casa del Estudiante Camilo Torres Restrepo, nombre asignado por los jóvenes en honor del cura guerrillero colombiano.[93] En 1975 los estudiantes canjearon el inmueble que los albergaba por el ubicado en la calle Virrey de Mendoza, pues éste se hallaba dotado de mejores condiciones asistenciales; de ese modo aprovecharon el ofrecimiento del gobierno del estado, que echó a andar un proyecto de rescate del viejo edificio del Carmen, el cual se encontraba casi en ruinas, y una vez totalmente restaurado, se convirtió en sede del Centro de Cultura estatal, más tarde conocido como la Casa de la Cultura de Morelia.[94] El 26 de octubre de 1976 un grupo de estudiantes, apoyado por sus compañeros de las casas Nicolaita y Camilo Torres, junto con activistas del CUL, se apoderaron del ex convento de San Agustín, al cual convirtieron en Casa del Estudiante Isaac Arriaga.[95]

Nueva política federal y campaña contra las Casas

La expansión de los albergues estudiantiles de la Universidad Michoacana durante el sexenio de Luis Echeverría, se debió, desde luego, a la lucha de los estudiantes, pero además coincidió con la política de apertura hacia las universidades públicas de ese presidente de la República. Sin embargo, en 1977, con la llegada de José López Portillo a la primera magistratura de la nación, la situación cambió radicalmente: en efecto, por acuerdo presidencial del 8 de marzo de ese año, se creó un Patronato para la Asistencia de Estudiantes de Provincia, A.C. El acuerdo ordenaba concentrar en el nuevo organismo todo el apoyo que las dependencias federales otorgaban a las casas del estudiante existentes en el país, el cual ahora consistiría en becas individuales, con lo cual los albergues dejarían de existir. Los gobernadores de los estados, entre ellos el de Michoacán, firmaron como vocales el acta constitutiva de ese patronato.[96]
              Con el fin de justificar la aplicación de esta nueva política hacia las Casas del Estudiante, en la prensa escrita y televisiva de Morelia se llevó a cabo una campaña de desprestigio contra ellas. Se les mostraba como refugio de malvivientes, porros y drogadictos, y a sus moradores se les asociaba con homicidios, asaltos a mano armada, riñas, tráfico de enervantes y violaciones.[97]Ciertamente, como ocurre en muchos albergues de este tipo, dado que en ellos se manejan recursos financieros sin supervisión de una autoridad competente, algunas han padecido actos de corrupción y otras irregularidades, desde el cobro de presupuestos destinados a casas o moradores "fantasma" por parte de líderes vivales, hasta el manejo por éstos en su beneficio, o de quienes administraban las casas; dicho esto, no obstante no resultaba justificable clausurarlas, dado el servicio asistencial que prestaban a los estudiantes provenientes de los sectores populares más pobres.
     En el estado de Michoacán, especialmente en la ciudad de Morelia, las Casas del Estudiante fueron objeto de ataques por parte de los sectores sociales conservadores que apoyaban la política federal de desaparecerlas. Los días 6 y 7 de abril de 1978 aparecieron publicados dos documentos signados por el FMDP (Frente Moreliano de Defensa Popular),[98] en los que se culpaba a los "seudo estudiantes" que habitaban los albergues de...

...humillar a nuestra ciudad, dejándola hecha un asco con leyendas gravemente ofensivas a la dignidad de las personas. Alteran el orden público, asaltan comercios y roban lo que quieren (sic), amparados en la impunidad que les da el número y su triste fama de facinerosos intocables. Invaden propiedades e Instituciones religiosas, atentando contra nuestros derechos, libertades y creencias...[99]

     Por lo anterior, señalaban los manifiestos, "la ciudadanía moreliana ha resuelto abandonar la conducta pasiva...y participará activamente en defensa de nuestra ciudad", contra "los mal vivientes enquistados en las mal llamadas Casas del Estudiante".[100] Con base en tales argumentos, pedían "respetuosamente, pero con toda firmeza" que "toda vez que las Casas del Estudiante no han respondido a los altos fines para los que fueron creadas, sean clausuradas, por ser la única forma de restablecer el orden público".[101]
              En otro manifiesto, el frente mencionado informaba que adoptaría medidas más drásticas y llegaría hasta donde fuera necesario para lograr la armonía y la tranquilidad de la ciudad de Morelia; añadía que no estaba dispuesto a seguir consintiendo que sus creencias religiosas fueran atropelladas por las acciones que, según sus líderes, provenían de "agitadores profesionales, frustrados y resentidos", quienes, con un "agudo sentido de la perversión se habían apoderado violentamente de los centros a los que hemos concurrido gran parte de nuestras vidas, como ocurrió con el ex convento de San Agustín y antes con el ex convento del Carmen".[102]
     Entre quienes rubricaban los documentos emitidos por el FMDP, se podía observar, en esencia, a miembros de los sectores "acomodados" de la ciudad, en especial aquellos que se agrupaban en las cámaras de Comercio, Turismo y de Industria, así como en clubes sociales; lograron atraer solamente a algunos directivos de colonias populares y de sindicatos pequeños, con cuya presencia querían aparentar que su lucha tenía un cariz popular.
     Las Casas del Estudiante respondieron en un manifiesto aclarando a la comunidad moreliana que el FMDP era en realidad un membrete, una organización "fantasma", detrás de la cual se encontraban los sectores sociales de derecha, como los clubes rotarios, las cámaras de comercio, industria y turismo y las organizaciones sindicales "charras y corruptas como la CROC, CTM y FITEM",[103] los que, al atacar los centros estudiantiles -sostenía el documento- realmente atentaban contra la educación popular; los representantes de los jóvenes afirmaron que no estaban dispuestos a permitir que se consumara la desaparición de las casas, por lo que hacían un llamado al pueblo a solidarizarse en su defensa.[104]
              Con el fin de manifestarse en tal sentido, los moradores de las tres Casas del Estudiante marcharon el 13 de abril por la calle principal de la ciudad de Morelia y realizaron un mitin; contaron con la participación y el apoyo de campesinos, obreros y pequeños comerciantes, y exigieron el cese de los ataques del derechista FMDP.[105] También recibieron el apoyo y la solidaridad de la gran mayoría de las mesas directivas estudiantiles universitarias, si bien hubo casos, como el del CEN, que más bien se sumaron a la campaña en su contra. Dicho organismo estudiantil estaba en esos momentos en poder de un grupo porril y desde hacía tiempo había perdido su carácter de federación estudiantil que antaño tuvo. La hostilidad que mostró desencadenó la reacción de las Casas del Estudiante, cuyos moradores, acompañados por alumnos de otros planteles, se presentaron el 25 de abril en el Colegio de San Nicolás para exigir la destitución del Comité Ejecutivo de esa organización adversa. Desde luego los dirigentes porriles se negaron a abandonar el liderazgo de su grupo, y fue necesario, para evitar mayores problemas, que la regencia del Colegio clausurara las oficinas de ese organismo estudiantil en el inmueble.[106]
    De esta manera, ante el riesgo de incremento en las hostilidades entre
ambos bandos, el cual podía desencadenar enfrentamientos violentos tanto al interior como al exterior de la Universidad, y dada la combatividad que habían desarrollado los moradores de las Casas del Estudiante -quienes, además, como hemos dicho, tenían el respaldo de agrupaciones campesinas, obreras y de pequeños comerciantes- el rector J. Genovevo Figueroa Zamudio declaró que no existía proyecto alguno de la rectoría a su cargo para desalojar los albergues, sino solamente tenía previsto reglamentados.[107]
    La seria amenaza de desaparecer ante la cruzada nacional orquestada contra ellas, unió a las Casas del Estudiante para enfrentar a un enemigo común y les hizo dejar atrás, coyunturalmente, diferencias políticas, regionalismos y hasta intereses particulares; de alguna manera se fortalecieron al oponer resistencia a la política federal. El 2 octubre de 1979, al concluir la tradicional marcha-mitin con motivo del 11° aniversario de los acontecimientos trágicos ocurridos en 1968 en la ciudad de México, un grupo de estudiantes "tomó" el edificio donde funcionaban los laboratorios centrales de Física, con la intención de crear una nueva casa, a la que dieron por nombre, precisamente, "2 de octubre".[108] Si bien las presiones de diversos sectores universitarios los obligaron a devolver el edificio,[109] ya que los alumnos de varias escuelas preparatorias realizaban en ellos sus prácticas de esa asignatura, el nuevo albergue siguió funcionando en uno de los edificios anexos a la Casa Camilo Torres.
     Tras la fundación de esta casa, ya durante la década de los ochenta, se creó una gran cantidad de pequeños albergues, generalmente integrados a partir de grupos que eran expulsados de los ya existentes por diferencias políticas con sus dirigencias, o a causa de la sobrepoblación de las casas; hubo otras más que fueron utilizadas por líderes estudiantiles como medio para su sostenimiento económico, acostumbrados, como estaban, a vivir del presupuesto universitario, aun si ya no estudiaban en la Universidad. Para 1984 se hablaba ya de unas veinte casas varoniles, femeniles, e inclusive mixtas, que ofrecían albergue y comida a 2 196 estudiantes.[110] Este dato habla de su crecimiento, pero también de su dispersión, e incluso del divisionismo que las caracterizaba, ya que varias de ellas fueron marginadas de la fundación de la CUL (Coordinadora de Universitarios en Lucha), como la Casa Insurgencia Popular; la Comuna Flores Magón[111] (dirigidas ambas por Abel Nonato Vargas, "Neruda"), y la Residentes Universitarios del Cupatitzio. Esta última, mixta, era regionalista, pues sólo aceptaba estudiantes de la región de Uruapan y se hallaba bajo el control de una dirigencia caudillista, razón por la cual no se integró a la CUL sino hasta que el caudillo en cuestión fue expulsado en el año 1984.[112]

La FNOB y las Casas democráticas

Como ya dijimos anteriormente, uno de los mayores obstáculos para la unificación y la cohesión del movimiento estudiantil progresista, representado básicamente por las Casas del Estudiante, fue el sectarismo, es decir las concepciones dogmáticas de tipo ideológico-político de sus dirigencias, que por distintos medios hacían extensivas a todos los moradores de cada una. Dentro de esta línea sectaria, rayando en la intransigencia, se ubicaban las Casas del EstudianteEspartaco, fundadas por la FNOB en Uruapan a fines de 1980, y luego extendidas a Morelia.
    Integrantes de esa federación llegaron en 1976 a la Casa del Estudiante Emiliano Zapata, de esa ciudad, tras inscribirse en la Facultad de Agrobiología; habían sido expulsados de la ENA. Tenían un discurso político muy revolucionario, pero sólo en apariencia, porque en realidad ponían énfasis en fortalecer su organización a partir del estudiantado, marginando a los sectores obrero y campesino como motores de cambio; tal concepción conducía al aislamiento del sector estudiantil respecto de los movimientos populares, en contradicción con lo que proclamaban, ya que decían luchar en nombre de éstos por el cambio social a alcanzar.[113]
    En realidad la FNOB estaba compuesta por miembros de grupos paramilitares organizados por el propio Estado para hacer frente, de una forma muy sutil y velada, a los movimientos estudiantiles y sociales que para fines de la década de los setenta y principios de los años ochenta se perfilaban como una verdadera insurgencia, al comenzar a darse la alianza y coordinación entre estudiantes, obreros, campesinos y los sectores urbano­ populares.
    En el año de 1979, el grupo de fenobianos fue expulsado de la Casa Emiliano Zapata, y hacia fines de 1980 sus miembros crearon la primera Casa del Estudiante Espartaco. A partir de ese momento, su línea pro­gobiernista se volvió más evidente, y se dedicó a cumplir con el objetivo para el cual la FNOB había sido diseñada: ser instrumento de la represión oficial. Por esta naturaleza suya, radicalmente distinta a la de las Casas del Estudiante Democráticas -así autodenominadas para diferenciarse de las Espartaco tras surgir éstas- ambos grupos vivieron en un clima de potencial enfrentamiento; éste detonó hacia fines de marzo de 1982, dos semanas después de que se suscitó un problema interno en la Casa Espartaco: una facción, encabezada por Gabriel Duarte Ortiz, se opuso a seguir bajo la dirección de la FNOB y fue expulsada. Este personaje pidió el apoyo de la organización porril FEEM (Federación Estatal de Estudiantes Michoacanos) y tomó por asalto su ex albergue. A petición de los espartacos, el gobierno del estado intervino y se llegó al acuerdo entre las partes de que se otorgaría a los expulsados otra casa, posteriormente denominada por la FEEM Natalio Vázquez Pallares.[114]
     Pero las Casas Democráticas Nicolaita, Camilo Torres Isaac Arriaga desconocieron los acuerdos y se presentaron en el inmueble de la casa rival, el cual ya había sido retornado por las fuerzas paramilitares de la FNOB; justo ese día efectuaban una marcha por el centro de la ciudad de Morelia con refuerzos provenientes de Chapingo, de Puebla y otros lugares del país. Los moradores de las Casas Democráticas exigieron a sus adversarios que saliera una comisión a dialogar con ellos, a lo que, obviamente, los espartacos se negaron. Sin embargo, los primeros continuaron apostados en las esquinas de las calles adyacentes y fueron agredidos por disparos de armas de fuego realizados desde automóviles en marcha; tres estudiantes resultaron heridos en la refriega.[115]
    A este suceso violento siguió un estado de zozobra constante entre ambos grupos que, de acuerdo con nuestro modo de ver, influyó en un mayor acercamiento entre las Casas Democráticas y contribuyó a su integración mayoritaria, primero en una Coordinadora de Casas del Estudiante y luego en la CUL.
              Como señalamos, la Casa del Estudiante Natalio Vázquez Pallares nació del acuerdo para solucionar el conflicto originado por la expulsión de la facción encabezada por Gabriel Duarte Ortiz de la Casa Espartaco; el albergue fue posteriormente administrado por la FEEM, cuya directiva desviaba buena parte del monto de becas que recibía para embriagarse y divertirse, y protagonizaba escándalos públicos y actos delictivos. Hacia fines del año 1984, la CUL decidió tomar por asalto el edificio, y lo entregó a los moradores de la Casa 2 de octubre,pues el espacio que habitaban, al lado de la Casa Camilo Torres, ya era insuficiente.[116] La FEEM no se resignó a perder su centro de operaciones, y el 16 de enero de 1985 trató de recuperarlo a sangre y fuego, mas recibió una respuesta similar de los miembros de la CUL; hubo varios heridos de bala por los dos bandos. Ante estos hechos, el gobierno del Estado intervino en favor de la CUL y logró calmar de esta manera los ánimos violentos, que amenazaban con desbordarse.[117] De igual forma, este acontecimiento movilizó a las Casas del Estudiante Democráticas, integradas en la CUL y fortaleció los lazos de unión entre ellas.
     La CUL justificó la "toma" de la Natalio Vázquez, afirmando que lo hacían para acabar con la corrupción, los escándalos públicos y los actos delictivos que protagonizaban sus moradores, quienes daban una mala imagen a la sociedad de las casas en general, mientras que en las democráticas o pertenecientes a la CUL, se había dado un...

...proceso de depuración muy fuerte. Como ejemplo de ello en la Nicolaita tuvieron que salir de un número de 300 gentes cerca de 170; en la Isaac Arriaga, entre 70 y 80 moradores. En asambleas durísimas tuvimos que enfrentar verdaderas mafias, grupos aguerridos de moradores que no estudiaban y que no querían abandonar las casas...Así, siempre con la razón y también como medida de fuerza, sacamos a toda la gente que tenía antecedentes de estar viviendo de las casas, robando, o que tenían sueldo en la Rectoría ya que en ese tiempo los administrativos de algunas casas indebidamente cobraban un salario.[118]

              Sin embargo, en realidad los vicios y los actos de corrupción no habían sido erradicados. Así lo confirma el hecho de que el dirigente de la CUL que sostenía lo anterior recibía también un salario como trabajador administrativo, en calidad de "corrector" adscrito a la Editorial Universitaria, mediante un contrato individual que suscribió el rector Cuauhtémoc Olmedo Ortiz, con vigencia del 10 de febrero de 1984 al 31 de enero de 1985, y un salario mensual de $ 26 667.00. [119]

 
La jornada de marzo

Ya aglutinadas en torno a la CUL, las Casas del Estudiante habían protagonizado en marzo de 1983 una de las pocas movilizaciones en que participaron muy unidas y organizadas, tanto que, al final, este organismo estudiantil obtuvo una gran fortaleza, dados los resultados conseguidos para su causa, así como por el papel que jugó el movimiento en la coyuntura de sucesión de la rectoría. Nos referimos a la llamada “jornada de marzo”, que inició el día 8 de ese mes con la "toma" de la Ciudad Universitaria, de las oficinas de la tesorería, la rectoría, la Escuela de Agrobiología y las escuelas preparatorias de Uruapan, así como con un "plantón" estudiantil frente al palacio de gobierno; éste, como medida de presión para que el gobernador solucionase una serie de demandas, fundamentalmente de carácter material, en virtud de las precarias condiciones de existencia en que las había sumido la aguda crisis económica vivida por el país; las peticiones eran: el aumento al monto de las becas asignadas a los moradores; el aumento al subsidio que se daba a los comedores, y también al destinado a la reparación y el mantenimiento de los vetustos edificios que habitaban, algunos de los cuales amenazaban con derrumbarse; colateralmente se demandaba la reforma a la Ley Orgánica.
     Como el rector no accedía al diálogo, el 15 de marzo algunos miembros de la CUL decidieron emprender para mayor presión una huelga de hambre dentro del plantón que sostenían frente al palacio de gobierno; tres días después, el 18 de marzo, se logró el primer acercamiento con rectoría. A esta primera negociación le siguió otra, en la que se acordó que, dada la imposibilidad de que la Universidad atendiera sola las exigencias económicas planteadas, se solicitara apoyo al gobierno del estado; este compromiso ya no lo pudo cumplir el licenciado Fernando Juárez Aranda porque renunció anticipadamente, lo que provocó un breve vacío de poder. El gobierno del estado tuvo entonces que tomar parte directamente en la negociación, y se comprometió a que, en cuanto se diera el nombramiento del nuevo rector, se resolverían las demandas enarboladas por la CUL. De tal modo, después de quince días de lucha, el 22 de marzo se "liberaron" las instalaciones universitarias y fue "levantado" el "plantón" frente a palacio de gobierno.[120]
              Esta jornada, que coincidió o se hizo coincidir con la sucesión de la rectoría, permitió una recomposición de los grupos magisteriales de poder, en la que los cardenistas lograron desbancar, con el apoyo del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, al hasta entonces grupo hegemónico de las Ingenierías, el cual había detentado el poder universitario desde 1966, al ocupar la mayor parte de los puestos burocráticos de la Universidad.[121] Con tal fin, el Congreso del estado sustituyó a cuatro de los siete miembros de la Junta de Gobierno y designó a los nuevos integrantes por medio de un decreto de reforma al Artículo 8° de la Ley Orgánica vigente; todos ellos, por supuesto, del grupo cardenista, asegurando así que la designación del nuevo rector recayera en uno de sus miembros, lo cual sucedió el 25 de marzo de 1983, cuando fue nombrado en ese cargo el doctor Cuauhtémoc Olmedo Ortiz.
    A propósito de este decreto emitido por el Congreso estatal que reformó el Artículo 8° de la Ley Orgánica, relativo al nombramiento de los miembros de la Junta de Gobierno, también se modificó el Artículo 3°, que estableció la ayuda asistencial de la Universidad a los estudiantes de escasos recursos; la CUL se manifestó en contra de esa disposición el 24 de marzo, pues consideraba que se inscribía en realidad en la trayectoria intervencionista del Estado en la Universidad, con la intención clara de favorecer a los grupos "oportunistas" más cercanos al mandatario en turno; otorgó a la Junta de Gobierno atribuciones legislativas que no le correspondían, como reglamentar los apoyos asistenciales; la coordinadora estudiantil anticipó que no reconocería más reglamentación que aquella surgida directamente de las "Casas del Estudiante y los Comedores Estudiantiles (democráticos)", por ser ellos los que aglutinaban a la mayoría de los estudiantes "pobres".[122]
              De esta manera, en un principio el nuevo rector trató de aplicar el Reglamento de Becas a las Casas del Estudiante,[123] pero al sopesar a las fuerzas aglutinadas en torno a la CUL, pensó que podrían ser un aliado de gran peso para reformar la Ley Orgánica, cuyo fin destacado era prescindir de la Junta de Gobierno, flexibilizó esta posición.[124]

La experiencia de la Secundaria y la Preparatoria Populares
Con el objetivo de impulsar la educación popular, las Casas del Estudiante, a través del CUL, participaron en los años setenta en la creación de la Secundaria Popular. La fundación de ese plantel obedeció al antecedente de que desde que el gobierno federal pasó a controlar este sistema, no se incrementaba el número de escuelas secundarias en Morelia en la misma proporción en que aumentaba la demanda, lo cual dejaba al margen de la educación secundaria a muchos jóvenes egresados de primaria, particularmente a los de escasos recursos económicos, que no tenían dinero para pagarse una educación privada. 
              En 1974 solamente existían en Morelia tres escuelas secundarias públicas: dos federales y una técnica (así como otras tres privadas), las cuales resultaban insuficientes para satisfacer la demanda de la población escolar en edad de cursar la educación media básica, especialmente debido a que los poblados circunvecinos no contaban con planteles de ese nivel educativo.[125]
              Ante este obstáculo a un sector de la población escolar, formado por hijos de burócratas, campesinos, obreros y pequeños comerciantes, un grupo de estudiantes nicolaitas, pertenecientes al CUL (Comité de Universitarios en Lucha) y activistas de la Casa del Estudiante Nicolaita, apoyados por padres de familia, iniciaron un movimiento que bloqueó la avenida Madero y calles circundantes al Colegio de San Nicolás, como medida de presión para que se crearan más escuelas secundarias oficiales en la ciudad.[126]
    Esta movilización logró la apertura de dos nuevas escuelas secundarias oficiales, pero tres años después se volvió a dar la insuficiencia de planteles de ese nivel educativo para absorber a los egresados de primaria, y nuevamente una gran cantidad de jóvenes quedó fuera de las secundarias existentes. Una vez más se dificultaba a los jóvenes de extracción humilde no sólo el ingreso, sino la permanencia en los estudios, pues no sólo había que aprobar un examen de admisión para ser seleccionados, sino, además, cubrir cuotas económicas de "cooperación" para uniformes, libros, materiales de apoyo didáctico, etc., hecho que los excluía de toda posibilidad de continuar sus estudios medios básicos.
     Por esta razón, nuevamente el CUL (Comité de Universitarios en Lucha), la Casa del Estudiante Nicolaita y otros activistas, apoyados por organizaciones de colonos y pequeños comerciantes, se posesionaron de la parte trasera del Colegio de San Nicolás, cuya salida era la calle Melchor Ocampo, y crearon allí la Secundaria Popular "Felipe Carrillo Puerto", misma que comenzó a funcionar en septiembre de 1976, con ocho grupos de primer grado y una población de 480 alumnos; éstos fueron atendidos por una planta docente formada fundamentalmente por estudiantes y pasantes de las escuelas de la Universidad Michoacana.[127]
    A partir de ese momento la lucha de los activistas del CUL (Comité
de Universitarios en Lucha), contó con la solidaridad de la Casa del Estudiante Nicolaita, de la mayoría de las mesas directivas de los consejos estudiantiles de escuelas y facultades y de organizaciones de pequeños comerciantes y obreros, y colocó nuevamente barricadas en la avenida Madero, frente al Colegio de San Nicolás; los estudiantes realizaron marchas, mítines y otras acciones de protesta para presionar a las autoridades estatales con el fin de que concedieran reconocimiento oficial a la Secundaria Popular, así como apoyo económico para su funcionamiento. Lo lograron el 9 de noviembre de 1976, pese a la oposición de varios sectores de la sociedad moreliana, e inclusive de autoridades universitarias, como la regencia del Colegio de San Nicolás, que a través del CEN se propuso frustrar el proyecto.[128]
  Sin embargo, la expansión del sistema educativo en sus niveles primario y secundario, experimentado desde fines de la década de los sesenta y principios de la siguiente, incrementó a su vez la demanda de educación media superior, y puesto que la Universidad Michoacana era prácticamente la única institución que impartía en el estado, se encontraba permanentemente incapacitada para darle solución cabal año con año, debido a la falta de presupuesto para la creación de nuevas escuelas preparatorias.
En parte el problema se resolvía incrementando la población estudiantil en los grupos de las escuelas existentes.[129]
    Ante esta mayor demanda educativa, en el ciclo escolar 1977-1978 el rector J. Genovevo Figueroa Zamudio implementó una política restrictiva hacia el nuevo ingreso a la Universidad, especialmente en las áreas de bachillerato y de la salud, con el fin de contener el desmedido crecimiento de la matrícula universitaria. En las escuelas preparatorias el acuerdo tomado por el H. Consejo Universitario, ya especificado en un apartado anterior de este libro, establecía la práctica de exámenes de admisión y la aplicación del estudio socioeconómico; la no admisión de egresados de otros estados, ni de alumnos provenientes de lugares donde existían escuelas preparatorias incorporadas a la Universidad Michoacana, así como la preferencia de admisión para los egresados de las escuelas secundarias federales.
    Esta política restrictiva movilizó a los activistas del Comité de Universitarios en Lucha (CUL) y a los de las Casas del Estudiante, a crear en septiembre de 1977 la Preparatoria PopularV.I. Lenin, con 200 jóvenes alumnos, varios de los cuales no habían cubierto los requisitos marcados por las nuevas medidas a alumnos de la Universidad Michoacana, y fueron conocidos a partir de ese momento con el nombre de "rechazados" (de las escuelas preparatorias); la Preparatoria Popular comenzó a funcionar en el terreno semiconstruido que se encontraba frente al Colegio de San Nicolás. Su creación vendría a dar continuidad al proyecto de educación popular iniciado por el CUL al fundar la Secundaria Popular Felipe Carrillo Puerto, por lo cual sus activistas trataron de consolidarla afanosamente por todos los medios; desde luego conjugaron la gestión con la presión, como solían hacerlo, pero no valieron las marchas, los mítines y las barricadas en la calle principal de la ciudad, ni las "tomas" de las oficinas administrativas.
              La rectoría del doctor J. Genovevo Figueroa Zamudio por su parte, no estaba de acuerdo en permitir la consolidación de la Preparatoria Popular, quizá por los antecedentes que de este tipo de escuelas se tenían, especialmente los provenientes de las Preparatorias Populares creadas en la ciudad de México, cuyos cursos eran muy irregulares, en gran medida por su carencia de recursos hasta para lo más elemental; por la ausencia casi total de controles sobre ellas; por la inexistencia de laboratorios para llevar la teoría a la práctica, y las constantes movilizaciones estudiantiles en apoyo a las luchas de organizaciones sociales, mismas que alejaban de las aulas a alumnos y profesores; además, tenían fama de ser escenario de enfrentamientos violentos muy frecuentes entre grupos estudiantiles universitarios que luchaban por el control político de esos planteles, todo lo cual provocaba muchas deserciones entre sus estudiantes.[130]
     La oposición de rectoría a la institucionalización de la Preparatoria Popular era evidente, pues retrasaba los trámites de incorporación a la Universidad, habiéndose cubierto los requisitos necesarios; a la vez, promovía, junto con la regencia del Colegio de San Nicolás, la construcción de un edificio cultural en el terreno que ocupaba la Preparatoria Popular; cuando finalmente se trató el tema en el Consejo Universitario, a pesar de contar con el dictamen favorable de la Comisión Técnico Pedagógica, su incorporación no fue aprobada por parte de ese organismo en pleno, lo que generó sospechas acerca de la orientación anticipada de la votación por parte del presidente del mismo, quien contó principalmente con el respaldo de los consejeros universitarios del grupo de las Ingenierías.[131]
     Frente a la oposición de la rectoría a otorgar a la Preparatoria Popular la incorporación a la Universidad Michoacana, algunos activistas de las Casas del Estudiante "tomaron" las oficinas del rector el 28 de junio para ejercer presión. Esta acción espontánea no tomó en cuenta a los comités directivos de todas las casas ni consultó a otros organismos democráticos universitarios; no logró el objetivo que se proponía, porque se llevó a cabo durante el período de exámenes, cuando la masa estudiantil se encontraba ausente, lo que la privó del respaldo necesario; los alumnos de la Preparatoria Popular estaban en gran desventaja para contrarrestar los ataques del grupo de las Ingenierías y de algunos miembros del comité ejecutivo del SPUM, que pedían abiertamente, en apoyo al rector, la intervención de la fuerza pública para desalojar, e incluso consignar, a los universitarios que mantenían en su poder el edificio de rectoría.[132]
     El 29 de junio de 1978 los directores de las escuelas y facultades de la Universidad, en reunión convocada por el rector, acordaron:

...no ceder a ningún tipo de presión y chantaje, sobre todo tratándose de grupos extraños a la Universidad que pretenden imponerle condiciones lesivas a su autonomía y dignidad institucional; hacer cumplir con la decisión del Consejo Universitario de iniciar de inmediato la construcción de un edificio dedicado a la cultura frente al Colegio de San Nicolás, pues no se permitirá que se despoje a la Universidad de sus bienes.[133]

    Y concluían tajantemente que "no tendrían ningún diálogo con los disidentes, en tanto no fueran entregadas las oficinas de la rectoría".[134]
    Por su parte, los estudiantes de las casas, los comités directivos de los consejos correspondientes a las escuelas universitarias y otros organismos estudiantiles y magisteriales diversos, desmentían la afirmación de las autoridades universitarias en el sentido de que fuerzas extrañas estaban posesionadas del edificio de rectoría, y retaban al titular del cargo máximo universitario a demostrarlo.[135]
     Un día después, el viernes 30 de junio de 1978, se llevó a cabo una asamblea general de la Universidad que había sido convocada por la rectoría con el objeto de discutir la problemática de la institución; el acto se transformó en la expresión de los pronunciamientos de los directores contra la "toma" de las oficinas y el apoyo incondicional a la rectoría en su postura de no otorgar la incorporación a la Preparatoria Popular.[136]
     Cerca de las 15:00 horas de ese día los estudiantes improvisaron una Asamblea con el rector en el Aula Mater del Colegio de San Nicolás, en la cual no lograron ningún avance en torno al reconocimiento de la Preparatoria Popular. En la tarde, los estudiantes hicieron un balance de los resultados obtenidos hasta ese momento al aplicar la presión a través de la "toma" de las oficinas de la rectoría, y los resultados fueron negativos. Por lo anterior, y dado que las perspectivas de poder sostener la "toma" durante el período vacacional que se avecinaba eran escasas, decidieron entregar las instalaciones,[137] mas con el objetivo firme de continuar la lucha una vez iniciado el nuevo ciclo escolar.
     La rectoría, una vez recuperadas sus oficinas, para desarticular el movimiento consignó ante el Tribunal Universitario a los estudiantes Neftalí Morales, Mario Urbano, Fernando Fernández, Pedro Estrada, Eduardo Ocampo, Edilberto Ponce, Cuauhtémoc Santos, Silvestre Zavala y Rafael Vieyra, así como a los profesores César Flores y Juan Manuel Madrigal.[138]
     Sin embargo, la lucha para incorporar a la Preparatoria Popular seguía en marcha conducida con el apoyo de las Casas del Estudiante, los consejos estudiantiles democráticos, el Frente Democratizador de la Preparatoria 3, la Tendencia Democrática del SPUM, y algunas organizaciones populares; más aún, existía la posibilidad de que su movimiento se fortaleciera al captar a los "rechazados" del nuevo ciclo escolar que estaba por comenzar; por tales razones, la rectoría decidió cortar de tajo el movimiento, y para conseguirlo propuso al Consejo Universitario la fundación de una nueva escuela preparatoria de la Universidad, medida que ese organismo aprobó el 6 de septiembre de 1978.[139]

Contra el aumento a las cuotas de los exámenes extraordinarios

Otra lucha que libró el movimiento estudiantil progresista en defensa de la educación popular fue la llevada a cabo en julio de 1985, cuando de manera unilateral e inesperada, el día 3 de ese mes el rector de la Universidad Michoacana anunció el incremento a los costos de las cuotas de los exámenes extraordinarios y de regularización, que pasaron, respectivamente, de 150 a mil pesos y de 350 a dos mil. De inmediato surgió una inconformidad generalizada: ese mismo día, miembros de las casas del Estudiante "tomaron" la tesorería y la rectoría para impedir el cobro de tan altas cuotas. Fueron secundados por la mayoría de los consejos estudiantiles de las escuelas y facultades, los que también se posesionaron de sus respectivos centros de estudio, paralizando de esta manera a toda la Universidad; inclusive, se reunieron con los dirigentes de las Casas del Estudiante Espartaco, en el aula mater del Colegio de San Nicolás, conformando el CCU. Este órgano estudiantil acordó funcionar en asamblea permanente hasta lograr la restitución del pago de cuotas de exámenes extraordinarios y de regularización.
     Conforme se extendía el movimiento, sus demandas se ampliaron. Comenzaron a exigir también al gobierno del estado aprobar de inmediato, y sin modificaciones, el proyecto de Ley Orgánica elaborado por el Consejo Universitario, el cual se había entregado al Ejecutivo estatal desde el mes de febrero de ese año.[140]
    Ante sus demandas, la rectoría señaló que el aumento de las cuotas no era su responsabilidad, sino de la Junta de Gobierno; a su vez, ésta manifestó que el alza fue autorizada a petición de rectoría, pero, además, que la medida coadyuvaría a depurar la Universidad de malos estudiantes y a reducir sensiblemente el índice de reprobación, por lo que se negaba a dialogar con el CCU, basado en el argumento de que no negociaría bajo presión, por lo que primero debían ser liberadas las instalaciones universitarias y restablecidas las labores académicas.[141]
    La respuesta del sector estudiantil contra el aumento de las cuotas de exámenes extraordinarios y de regularización fue tan radical y contundente al rebatirle mediante la conjetura, bien fundada, de que, a este aumento seguiría un incremento en los costos de las inscripciones, en la expedición de memorandos, constancias, certificados, etc., por lo que no estaban dispuestos a transigir en entregar los planteles hasta que la autoridad universitaria diera marcha atrás en los aumentos señalados.
    El movimiento fue respaldado por el Consejo General de Representantes del SPUM, la Corriente Democrática de ese sindicato, el SIDETUM y algunos consejos técnicos de las escuelas, a los que se sumaron organizaciones sociales y estudiantiles externas, como la UCEZ y los estudiantes de la Normal Rural de Tiripetío.[142] Por su parte, el rector recibió el apoyo de las direcciones de escuelas, facultades e institutos, así como de los jefes de departamentos.[143]
              Finalmente, ante la presión que significaba una "huelga" que duraba ya 17 días y contaba con el apoyo de la mayoría de los consejos estudiantiles de las escuelas universitarias, hecho insólito, pues ocurrió por primera y única vez en el período que abarca esta investigación, el rector accedió a dialogar con el CCU el 18 de julio. La posición inflexible de ese comité contra el aumento de cuotas representaba el sentir de la abrumadora mayoría de los estudiantes universitarios, y obligó a la rectoría a aceptar el acuerdo de mantener el pago de las cuotas anteriores, mientras se reunía el Consejo Universitario, en el que recaería la decisión final.
     Dentro del Comité Coordinador (CCU), que se hallaba integrado por representantes de todos los consejos estudiantiles de las escuelas y facultades universitarias, e inclusive por delegados de las Casas del Estudiante Espartaco, los representantes de la CUL mantenían la hegemonía debido a la presencia que habían logrado para esas fechas al participar en los trabajos de la reforma a la Ley Orgánica, donde habían difundido sus propuestas al interior de la gran mayoría de las escuelas de la Universidad Michoacana.
    Resulta pertinente aclarar aquí que, pese a los esfuerzos de los dirigentes de la CUL por mantener vigente el CCU y hacer que éste se convirtiera en la base de una organización representativa de los estudiantes universitarios, no lograron ese objetivo por la divergencia de intereses entre las organizaciones, que, como lo hemos venido señalando, era muy profunda, pues esas diferencias estaban alimentadas desde la propia burocracia gubernamental y el partido oficial, principales interesados en que jamás se consolidara una alianza de esta naturaleza.
    En la sesión del 13 de agosto, el rector Cuauhtémoc Olmedo Ortiz sometió al pleno del Consejo Universitario el asunto del aumento de cuotas a los exámenes extraordinarios y de regularización; después de varias intervenciones, entre ellas las de los representantes del CCU, Carlos Hernández, José Luis Ruiz y Humberto Arróniz, los consejeros decidieron formar una comisión especial que investigara el problema en un plazo de cinco días y presentara sus resultados al pleno de ese órgano colegiado para que éste asumiera una decisión final; mientras tanto, se acordó seguir cobrando las cuotas anteriores.[144]
              Al tiempo que la comisión desarrollaba su trabajo, el rector solicitó, a través del secretario general, la opinión de los consejos técnicos de las escuelas respecto al tema del aumento de cuotas, y resultó que sólo cinco de los 18 planteles universitarios estaban a favor del aumento, y las 13 restantes, en contra. De estos últimos llaman la atención los acuerdos adoptados por los consejos de las escuelas de Físico Matemáticas e Historia. El primero señalaba:

3) Esta medida tenderá a incrementar la deshonestidad y corrupción que desgraciadamente manifiestan algunos profesores al realizar exámenes, tomando éstos como una fuente segura de ingresos por cantidades nada despreciables. Por lo tanto deberían tomarse medidas preventivas al respecto, previa o paralelamente a una medida de aumento en las cuotas de exámenes...5) El incremento afecta en mayor grado a los alumnos de más bajos recursos económicos, por ser quienes se encuentran en una situación más desfavorable para sus estudios (carencias de libros, alimentación deficiente, etcétera).[145]

El Consejo Técnico de la Escuela de Historia por su parte sostenía:

b) El problema de las cuotas en particular, y el de las finanzas en general, no puede ser con mucho un simple problema técnico o meramente financiero, de ser así, se estaría aceptando la idea de que la Universidad puede ser dirigida y gobernada por un simple Consejo de Administración.
Se vuelve a insistir que el problema central de la vida universitaria es en su esencia académico, y de ahí que todas las medidas que se tomen en diversas áreas administrativas deben tomar en cuenta lo académico.
Por ello, el problema de los estudiantes reprobados, no puede derivar simplemente en "sanciones" económicas, como medidas correctivas del problema. Podríamos decir que debe verse en primer lugar como un problema académico lo que le impone a la Universidad en su conjunto, revisar métodos de trabajo, sistemas de enseñanza, formas de trabajo en el aula, etc. En el fondo de toda la discusión, se encuentran las graves dificultades presupuestarias que tienen las universidades, el asunto es, cómo resolver el problema del financiamiento de la educación superior.
La reducción del gasto público, por parte del gobierno federal, afecta a sectores sociales amplios, como el cese de la educación superior. De conformidad con la ANUlES, en 1978, los recursos federales recibidos por las universidades representaron el 16.1 % del presupuesto ejercido por la SEP, esa proporción para 1982 disminuyó en 3.4%.
Hasta donde podemos conocer después de 1983, los métodos de canalización de recursos hacia las universidades dependen básicamente de criterios eficientistas elaborados únicamente por la SEP, y que se expresan a través del ya conocido PRONAES. Las políticas actuales de la SEP, son muy claras, fortalecer el sistema de educación tecnológica en sus diversos niveles. Ante esta situación, el Consejo Técnico de la Escuela de Historia, considera inadecuado aplicar medidas que en la práctica trasladan el costo de la educación a los estudiantes, ya sea a través del aumento excesivo de tarifas de pagos o a través de los sistemas de crédito educativo, becas crédito o el autofinanciamiento.[146]

     Una vez que la comisión integrada para el caso finalizó su estudio, concluyó que el costo por cada examen extraordinario y de regularización para la Universidad Michoacana, ascendía a $ 42.06, razón por la que recomendaba que antes de determinar el aumento se debía establecer la "práctica de revisar y justificar las cuotas en función de las alteraciones que presenten las variables que integren el costo y se informe razonadamente y oportunamente a la comunidad universitaria".[147]
     Con los resultados aportados por la comisión y las opiniones de los consejos técnicos de las escuelas, el Consejo Universitario acordó mantener el costo de las cuotas fijadas anteriormente en vez del aumento que había decretado la Junta de Gobierno, pero decidió no reembolsar la diferencia a quienes para ese momento ya hubieran pagado los mil o los dos mil pesos, según el caso; asimismo decidió autorizar para el siguiente ciclo escolar un incremento a dichos conceptos, mismo que sería estipulado en su momento por el propio Consejo Universitario.[148]

Por la democratización de los órganos universitarios de gobierno

La lucha por la democratización del gobierno universitario, ya fuera por extensión, como una influencia de las Casas del Estudiante, o por la iniciativa de los elementos democráticos internos, cobró fuerte impulso a partir de 1978, cuando en varias escuelas de la Universidad, particularmente en las de reciente creación, se desarrolló un movimiento estudiantil motivado por la estructura antidemocrática de los órganos administrativos y académicos de sus planteles y de la administración central. El estudiantado no tenía participación en ellas o la tenía en márgenes muy limitados; ese era el caso de los nombramientos de rector y de directores, que se encontraban en manos de la Junta de Gobierno. En los consejos técnicos, órganos encargados de marcar las directrices de desarrollo de las escuelas, la representación estudiantil también era reducida y se hallaba en desventaja numérica frente a profesores y autoridades para promover cambios en relación con asuntos académicos.
    Por esta razón, el Consejo Estudiantil de la Escuela de Ingeniería Mecánica, que había sido electo en la primera asamblea general de estudiantes llevada a cabo en esa escuela,[149]se proponía luchar por cambiar no sólo su plantel, sino la Universidad, a la que quería fuera crítica, democrática y popular:

Crítica, porque deseamos que se impartan las ciencias con una concepción dialéctica del desarrollo y que la educación aporte un conocimiento profundo sobre las leyes que gobiernan a la materia y a la sociedad en su movimiento (sic). Democrática porque las decisiones no sean tomadas por un grupo de "iluminados" (director, Consejos Técnicos, Juntas de Gobierno, Rector, etc.) sino por todos los miembros de la comunidad universitaria, los alumnos y profesores de determinada escuela, Y popular porque sus puertas deben ser abiertas a los hijos de la clase pobre.[150]

     Por su parte, el Consejo Estudiantil de la Escuela de Ingeniería Civil, consciente de que uno de los medios utilizados "por la burguesía para mantener sus intereses de hegemonía" es la educación, y para lograrlo "implementa un control efectivo dentro de la Universidad y centros de enseñanza sobre los puestos de dirección, desde Ios de mayor importancia hasta los menos importantes", y además, los mecanismos de selección de maestros se llevan a efecto de tal manera que sólo darán paso a los maestros que tienen intereses comunes con el Estado",[151]consideraban que la solución, en parte, consistía en hacer más estricto el procedimiento para nombrar profesores, en virtud de la muchas deficiencias existentes, tales como:

la falta de difusión de la convocatoria, porque la captación de maestros se hace por medio de invitaciones personales; puesto que los concursos se realizan de manera antidemocrática, desde el nombramiento del jurado evaluador (pues es electo únicamente con la participación de los maestros), hasta la composición del mismo, ya que en él está ausente la representación estudiantil; porque en la selección de los maestros se le da poca importancia a la preparación pedagógica y humana de los mismos, y para que el alumno realmente aprenda, éste debe ser un sujeto activo de su educación y no un objeto de conocimientos y en lo relativo al aspecto humano, la mayoría de los maestros no tienen un conocimiento científico de la sociedad y consecuentemente sólo podrán ser profesionistas acríticos, al margen de los problemas sociales, y en última instancia éstos tomarán una posición consciente o inconscientemente a favor de la clase explotadora.[152]

El consejo técnico paritario

Pero, se preguntaban: ¿cómo incidir en este aspecto si la máxima autoridad de la escuela, el consejo técnico, está integrado por ocho profesores (representantes de los ocho departamentos que integran la escuela), el director y tan sólo dos alumnos?[153]
     Si la característica esencial en la integración del consejo técnico era su antidemocracia y esta situación era desfavorable para los alumnos que perseguían la superación académica, el objetivo de su lucha en este aspecto era por... “nuestro derecho a participar en la toma de decisiones en la vida de nuestra escuela, luchar porque el consejo técnico sea paritario (igual número de maestros y de alumnos, sin voto de calidad)".[154]

La asamblea general conjunta

Su lucha iba más allá: pretendía instaurar plenamente, según decían los redactores deConstruye, la democracia, a través de la asamblea general como máxima autoridad, bajo la cual quedarían subordinados tanto el director como el consejo técnico;[155] además se proponían conseguir también la impartición de las "ciencias del Materialismo Histórico y el Materialismo Dialéctico, para comprender científicamente la realidad y que todas las materias sean impartidas con este enfoque".[156]
     Su exigencia de tener injerencia en la cátedra por oposición constituía un aspecto de gran importancia, pues estos estudiantes consideraban que...

...solamente cuando los alumnos participemos en igualdad de condiciones en el nombramiento de maestros, podremos garantizar el que no nos den clases mediocres cuyo único mérito es ser recomendados y no tienen más interés que servir a la burguesía para controlarnos.[157]

     La asamblea general conjunta de profesores y alumnos era considerada por los organismos estudiantiles progresistas como la forma más democrática al interior de las escuelas de la Universidad. Para el grupo Revolución de la escuela de Biología, era el órgano de...

…superior decisión, en donde se exponen y discuten ampliamente los problemas y en donde todas las personas de la comunidad tienen la oportunidad de manifestar sus puntos de vista con los argumentos de que disponga; además de que es en ella donde se toman las decisiones que marcan lineamientos académico-políticos que rijan el funcionamiento interno de la Escuela, quedando el Consejo Técnico y el Director de la escuela subordinados a ella, a la vez que serán ellos los que se encargarán de llevar a la ejecución lo que la comunidad acuerde en la asamblea.[158]

              En la Escuela de Biología fue donde primero funcionó la asamblea general conjunta, e inclusive llegó a someter a consideración de la comunidad un proyecto de reglamento general escolar para su análisis.[159] Pero este proyecto no fue aprobado porque surgieron controversias entre los grupos estudiantiles más representativos de la escuela: los fenobianos (pertenecientes a la Federación Nacional de Organizaciones Bolcheviques, FNOB) y Carta blanca. El grupo Carta blanca se opuso a que en el Reglamento se exigiera como requisito de ingreso a la planta docente que los aspirantes debían asumir el compromiso de desempeñar su labor académica teniendo como objetivo hacer de la Escuela de Biología una institución crítica, democrática y popular, debido a la imprecisión con que eran manejados esos conceptos.[160]
              A mediados de 1978 un grupo de estudiantes de la Escuela de Economía, organizados en torno al grupo cultural Federico Engels, plantearon ante el Consejo Técnico la necesidad de una reforma al plan de estudios vigente y la reestructuración de la planta de profesores, y exigieron la contratación de personal especializado. Al no recibir respuesta favorable a estas peticiones, el movimiento se radicalizó y recibió la solidaridad de la mayor parte de los consejos estudiantiles de las escuelas; exigió, además, la integración de un consejo técnico paritario, así como el establecimiento de la asamblea general conjunta de profesores y estudiantes como el órgano que debía tomar las decisiones más trascendentes en la vida académica del plantel.[161]
    Otra de las escuelas que después de una movilización estudiantil interna introdujo los principios de un consejo técnico paritario y de la asamblea general conjunta como máximo órgano de gobierno, fue la de Filosofía.[162]
    Sin embargo, pasado el momento de las luchas estudiantiles por la consecución de las demandas señaladas, la efervescencia y la participación de la masa estudiantil descendían y perdían constancia. La apatía por resguardar estas conquistas provocó que la asamblea general y el consejo técnico ya no funcionaran con una auténtica representatividad y, en cambio, se burocratizaran.[163] Por otra parte, a la apatía, producida por el bajo o nulo nivel político del estudiantado, cabe añadir el desgaste a que fue sometida la asamblea por la frecuencia[164] con que se le citaba para tratar temas irrelevantes y hasta absurdos, lo cual, con el tiempo, impidió su realización, al no reunir el quórum legal.[165]
              La asamblea general, como elemento fundamental en la democratización de la vida universitaria, era en sí misma un principio avanzado, pero susceptible de manipulaciones, y por medio de ella se llegaron a cometer diversas injusticias y actos contrarios a los principios universitarios que se decía defender, como la calidad educativa: en efecto, a través del mecanismo de votación mayoritaria se acordó la expulsión de catedráticos debido a divergencias ideológico-políticas, es decir, en medio de asambleas donde, a la hora de la votación, ya no se volvía a contar si había la asistencia requerida o quórum para hacer válido sus fallos; de este modo se expulsó a docentes por el solo hecho de no estar identificados con el marxismo o con la "causa revolucionaria". La falta de asistencia suficiente ocurría por dos razones elementales: la incapacidad física de los auditorios existentes, que eran pequeños para dar cabida en términos confortables a más de ciento cincuenta personas, y lo fatigadas y prolongadas que resultaban las asambleas.[166] En estas condiciones, los acuerdos eran tomados realmente por una minoría, y provocaban conflictos entre grupos estudiantiles y magisteriales, así como que los opositores decidieran no volver a asistir a ese tipo de reuniones, como una forma de sabotearlas.
    Un ejemplo de estas injusticias producidas por actitudes contrarias al espíritu que debería tener la asamblea general, citamos los siguientes casos: el del maestro Raúl Patraca, profesor expulsado de la Escuela de Biología durante una asamblea de ese plantel, la cual no aceptó su petición de que se encargara a un cuerpo académico calificado, como la academia de Química del plantel, la calificación de la validez de las supuestas pruebas presentadas en su contra; asimismo le negó el derecho de réplica para poder defenderse.[167]
Una situación similar se vivió en la Escuela de Filosofía, donde la asamblea general determinó la expulsión de los profesores Hugo E. Sáenz y Oralba Castillo Nájera, a quienes no concedió la oportunidad de defenderse de las imputaciones que se les dirigían por su desempeño docente.[168] Igualmente, en la Escuela de Economía fueron expulsados varios profesores debido a "no estar plenamente identificados con la 'ideología revolucionaria"'.[169]

Por la reforma a la Ley Orgánica

Hemos visto cómo la reapertura de las Casas del Estudiante impulsó la reanimación del movimiento estudiantil; los moradores de éstas iniciaron la lucha por su reconocimiento y a favor de apoyos asistenciales y materiales, como mobiliario, comedor y becas, entre otros recursos, y solicitaron además la extensión de estos beneficios a mayor número de estudiantes de escasos medios económicos que lo requerían. Eran demandas fundamentalmente económicas, pero junto con ellas, aunque en un principio con menor fuerza, los moradores fueron fortaleciendo, a lo largo de sus luchas, demandas de tipo académico, y fundamentalmente la reforma a la Ley Orgánica, de la cual cuestionaban especialmente la figura de la Junta de Gobierno, ya que esa instancia centralizaba las decisiones principales de la vida académica, política y económica de la Universidad.
     En abril de 1969 la FEUM y el CEN elaboraron y difundieron un Anteproyecto de Ley Orgánica que tomaba como base la de 1961, desde luego con una serie de modificaciones, producto de un nuevo contexto en las relaciones de la Universidad con el Estado. El anteproyecto definía a la Universidad Michoacana como una institución descentralizada del Estado, destinada a cumplir, en el campo de la educación media superior y superior, los principios que en materia educativa sustenta la Constitución Política; facultada para darse su propio gobierno y organizarse en forma autónoma; desaparecía la Junta de Gobierno y le devolvía al H. Consejo Universitario todas las facultades que tenía en la mencionada Ley Orgánica de 1961, además de erigírsele como máximo órgano de gobierno de la institución, facultado para elegir al Rector.[170] Sin embargo, el rector se negó a darle trámite, por lo que ante la movilización estudiantil contra éste, el anteproyecto de Ley pasó a segundo plano.
              El rector Melchor Díaz Rubio, presionado por varias organizaciones estudiantiles, entre ellas la FEUM y el CEN, creó el 14 de abril de 1972 una comisión especial que se encargaría "de auscultar a la comunidad universitaria sobre la Reforma Universitaria y la nueva Ley Orgánica",[171] con la aprobación del H. Consejo Universitario. Esta comisión fue integrada por los profesores: doctor Luis Mora Serrato, doctor Jaime Llanderal; los estudiantes Luis Álvarez Barrientos y Fidel Urbano Marín; y el licenciado Francisco Chávez Alfaro, representante de la rectoría; se fijó como plazo el 6 de mayo de 1972 para integrar una Gran Comisión de Reforma, con representantes de toda la institución,[172] pero el plazo se cumplió sin que se diera este primer paso.
     El sucesor del doctor Melchor Díaz Rubio, doctor Luis Pita Cornejo, emitió el 7 de mayo de 1974 una convocatoria, presionado por varios organismos estudiantiles, para que en el...

...lapso comprendido entre el 8 y el 15 del presente mes y año, se realicen asambleas generales en todas las Escuelas y Facultades de la Universidad, con el objeto de que designen sus Delegados ante la Asamblea Representativa para el estudio del Anteproyecto de las Reformas y Adiciones a la Ley Orgánica.[173]

     Se estableció en la convocatoria que cada facultad o escuela enviaría un representante maestro y un representante alumno, electos en forma mayoritaria por sus respectivas organizaciones; habría tres representantes de la autoridad universitaria designados por el rector; un representante de la Federación de Maestros; un representante del Sindicato de Trabajadores; un representante de cada una de las Casas del Estudiante, y un representante del Comité Coordinador Estudiantil. También estarían representados con una persona el Consejo de la Investigación Científica y la Sociedad de Ex alumnos, pero ambas instancias sólo tendrían derecho a voz. El rector presidiría la asamblea y el secretario general actuaría como secretario de la misma, únicamente con derecho a voz.[174]
              El 16 de mayo de 1974 se acreditaron los delegados ante la Asamblea Representativa para el estudio del Anteproyecto de Reforma y Adiciones a la Ley Orgánica; el rector Luis Pita Cornejo realizó la apertura formal de este evento, que se constituyó en sesión permanente;[175]durante la sesión del 7 de junio de 1974 se nombró una comisión paritaria del llamado Poder Constituyente Permanente, para redactar un Anteproyecto de Ley Orgánica, la cual quedó integrada por los siguientes universitarios: el licenciado Luis Salinas Juárez, de la Escuela Preparatoria "Ingeniero Pascual Ortiz Rubio"; el doctor Faustino García Tinajero, representante de la Sociedad de Ex alumnos; el licenciado Amando Chávez Chávez, del Colegio de San Nicolás;Jesús García Herrera, alumno representante del Comité Coordinador Estudiantil; Ángel Castañeda Ceja, estudiante de la Facultad de Derecho, y Armando Luna Escalante, alumno de la Facultad de Medicina.[176]
              El Poder Constituyente Permanente discutió un reglamento interno para las sesiones y posteriormente entró al análisis del anteproyecto presentado por la comisión. Éste contenía veintiún artículos, cinco de ellos transitorios, en los que ya no se consideraba la existencia de la Junta de Gobierno, y en cambio se establecía, como órgano máximo, al H. Consejo Universitario, mismo que se conformaría en forma paritaria por representantes de las escuelas; éstos serían electos en cada una de ellas, y en el caso de los trabajadores, en cada dependencia administrativa a través de asambleas generales y democráticas, las cuales podían revocarlos de sus cargos; el anteproyecto no especificaba cómo se elegiría o designaría al rector.[177]
    El documento fue publicado en junio de 1974 con el propósito de que la comunidad universitaria emitiera sugerencias, puntos de vista, críticas y opiniones. Al mismo tiempo se acordó integrar una comisión encargada de invitar a personalidades destacadas para sustentar conferencias, donde expondrían sus puntos de vista y sugerencias sobre la Reforma a la Ley Orgánica. Se giró invitación a los licenciados Gregorio Torres Fraga, Efrén Capiz, Alberto Bremauntz, Adolfo Mejía González, Humberto Aguilar Cortés y Ariosto Aguilar; a los doctores Arnaldo Córdoba, José Luis Ceceña, Eli de Gortari y Enrique Tenorio Cabrera, y al ingeniero Carlos Ávila Figueroa.[178]
    Pero el trabajo entusiasta del Congreso Constituyente Permanente se fue diluyendo, En febrero de 1975 se trató de reactivarlo con el nombramiento de una comisión de cinco miembros del Consejo Universitario, la que establecería la metodología a seguir para realizar reformas a la Ley Orgánica. Esta comisión, integrada por el ingeniero Cuauhtémoc Pedraza Rendón y los doctores Luis Mora Serrato, José Francisco Gaytán Aguilar, José Miguel Barajas y Miguel Garúa Loeza,[179] no logró sin embargo reanimar el trabajo del congreso constituyente.

 
              Nuevamente, en enero de 1976, a raíz de un enfrentamiento con la Junta de Gobierno por parte de varios directores de escuelas de la División de Ingenierías, suscitado por la negativa de ésta a autorizar las partidas necesarias para el pago de plazas de nueva creación destinadas a profesores de carrera, provocó que se retornara el asunto de su desaparición, reafirmándose, por supuesto, este objetivo en la nueva Ley Orgánica. Se designó otra comisión que debía encargarse de llevar a cabo el estudio y dictamen sobre el procedimiento a seguir para elaborar el anteproyecto, con base en el ya existente. La integraron: el doctor J. Genovevo Figueroa Zamudio; el doctor Roberto González Delius; el ingeniero Bismarck Rodríguez García; José Antonio Rivera Navarrete, Francisco Aburto Sarabia y José Juárez Ceja.[180] La salida del cargo de rector del doctor Luis Pita Cornejo, antes de concluir el período para el que había sido nombrado, como consecuencia de una movilización estudiantil, truncó su tarea.
     En abril de 1977, al iniciar su rectorado el doctor J. Genovevo Figueroa Zamudio, se publicó un anteproyecto de Ley Orgánica redactado por el doctor Melchor Díaz Rubio y los licenciados Belisario Piña Martínez, Luis Salinas Juárez y Humberto Urquiza Marín,[181] después de haberse celebrado una serie de reuniones en la mayoría de las escuelas y facultades universitarias, pero no tuvo mayores alcances que su divulgación interna.
              Al iniciar la década de los ochenta, con el surgimiento de la CUL (Coordinadora de Universitarios en Lucha), la demanda de reforma a la Ley Orgánica se hizo más insistente. Las Casas del Estudiante habían salido fortalecidas tras la llamada “jornada de marzo” de 1983, donde obtuvieron el compromiso de las autoridades universitarias, respaldadas por el gobierno estatal, de mejorar sustancialmente las condiciones materiales de sus albergues. En esta lucha, la correlación de fuerzas les favoreció. Había llegado al gobierno del estado el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, representante del ala nacionalista y democrática del partido oficial, quien apoyó a su correspondiente grupo político en la Universidad Michoacana para desbancar al núcleo priísta que se había creado veinte años atrás bajo el impulso y la protección del gobernador Agustín Arriaga Rivera; ese grupo detentaba y monopolizaba el poder político universitario desde entonces, a través de la Junta de Gobierno, la rectoría y las direcciones de las escuelas universitarias más representativas. La coyuntura para llevar a cabo esta operación política se la proporcionó al nuevo gobernador precisamente la movilización de las Casas del Estudiante, entre marzo y abril de 1982, que propició una crisis política en el rectorado del doctor Fernando Juárez Aranda. El gobierno estatal aprovechó esta situación crítica para intervenir en la Universidad. La permanencia ilegal de cuatro miembros de la Junta de Gobierno en ese organismo (ilegal, porque ya habían finalizado su período estipulado por la ley y aun no habían sido sustituidos), le dio la justificación. Por medio de un decreto, el 270, promulgado el 23 de marzo, el Congreso del estado designó al licenciado Alfredo Gálvez Bravo y a los doctores Hiram Ballesteros Olivares, Juan Hernández Luna e Trineo Rojas Hernández como los nuevos integrantes de la Junta con el fin de "restituirle la legalidad".[182]
     En su mayoría de filiación cardenista, los recién nominados "aceptaron" de inmediato la renuncia a la rectoría del doctor Fernando Juárez Aranda, y tras llevar a cabo una auscultación a la comunidad universitaria, eligieron como rector al doctor Cuauhtémoc Olmedo Ortiz.[183]Dado que el movimiento que respaldó su designación propuso como punto principal del plan de trabajo para la nueva rectoría la reforma de la Ley Orgánica,[184] Olmedo Ortiz procedió a nombrar, en cumplimiento de ese compromiso, a la Comisión Especial de Legislación de la institución, que se encargaría de elaborar, con base en la participación de la comunidad, un Anteproyecto de Ley Orgánica, el cual serviría para conformar un proyecto. Esta comisión fue postulada y aprobada durante la sesión del 22 de septiembre de 1983 del H. Consejo Universitario, y sus integrantes fueron: el licenciado Jaime Hernández Díaz, como coordinador; el doctor Moisés García López, y los licenciados Ricardo Color Romero y Alfonso Castañeda Cervantes.[185]
              En la sesión del 22 de noviembre de 1983 la Comisión Especial de Legislación Universitaria informó que la mayor parte de las escuelas no habían hecho llegar sus propuestas, por lo que consideraba inoportuno, en esas condiciones, formular un anteproyecto de Ley Orgánica. A propuesta del estudiante Humberto Arróniz Reyes, representante de la CUL, se prorrogó el plazo para la recepción de propuestas.[186] Una vez que la Comisión Especial de Legislación Universitaria presentó el anteproyecto base el 12 de abril de 1984,[187] otros más se remitieron al Consejo Universitario: el de la Sociedad de Ex-alumnos Nicolaitas y el del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana. Previamente habían sido recibidos los anteproyectos de la CUL y de un grupo de docentes de la Escuela de Ingeniería Civil, bajo el título:
Conceptos Básicos para un proyecto de Ley Orgánica de la Universidad Michoacana, puestos a consideración de la Comunidad Universitaria, el Congreso del Estado y el Pueblo en General.También el Consejo recibió una serie de observaciones, propuestas y comentarios sobre aspectos específicos del anteproyecto presentado por la Comisión Especial.[188]

Los anteproyectos de Ley Orgánica

El anteproyecto de la CUL, en su Capítulo III, "De Los Órganos de Gobierno", Artículo Octavo, precisaba que el Consejo Universitario "será la autoridad máxima representativa, legislativa y resolutiva de la Universidad".[189] El Artículo Noveno establecía que su integración debía ser democrática y paritaria, es decir, compuesta por un representante profesor por cada escuela, facultad e instituto; un representante trabajador por cada escuela, facultad o instituto; dos representantes estudiantiles por cada escuela, facultad e instituto; tres representantes del Sindicato de Profesores; tres representantes del sindicato titular del contrato colectivo de los trabajadores administrativos y manuales, y seis representantes de las Casas del Estudiante. La elección de consejeros universitarios se debía realizar de manera democrática, según lo determinaran las asambleas generales de estudiantes, profesores y trabajadores administrativos y manuales en cada escuela, facultad, sindicato o albergue. Se estableció que los electos podrían ser removidos por las causas que fijaran los reglamentos o por las asambleas generales que los hubiesen elegido.[190]
Este último aspecto llama la atención debido a que en él se insistía en la introducción del principio de revocación de mandato.[191]
     En el Artículo Décimo Segundo del anteproyecto de la CUL se instituían las funciones del Consejo Universitario, entre ellas: erigirse en Colegio Electoral para la elección de rector y de secretario general; asegurarse que "el conjunto total (sic) de los universitarios (estudiantes, profesores y trabajadores), emita de manera directa y secreta los votos mediante los cuales se designe al rector y al secretario general".[192]
     En el Capítulo IV, "De los Integrantes de la Universidad", el Artículo Decimoséptimo señalaba...

...la Universidad de acuerdo a sus principios y fines acatará, a) Que los hijos de Campesinos y Trabajadores pobres tendrán preferencia para ingresar en ella; se les eximirá de todo tipo de pagos establecidos para su ingreso; otorgándoles becas asistenciales y servicios médicos-hospitalarios gratuitos...c) Que no se practicará ningún tipo de examen de admisión tendiente a impedir, seleccionar o dificultar el ingreso de los estudiantes a la Universidad.[193]

              El anteproyecto de la Sociedad de Ex alumnos Nicolaitas también prescindía de la Junta de Gobierno y establecía al Consejo Universitario como máximo órgano de gobierno de la Universidad; éste tendría, entre otras atribuciones, la de designar al rector y resolver sobre su renuncia o remoción. El Consejo Universitario estaría integrado por el rector; los directores de escuelas, facultades e institutos; un profesor y un alumno de cada escuela, facultad e instituto; un representante de los sindicatos titulares; un representante de la organización estudiantil que represente a los alumnos universitarios, y un representante de la Sociedad de Ex alumnos Nicolaitas. El Artículo Vigésimo Primero integraba las Casas del Estudiante a la Universidad, pero éstas deberían admitir sólo a estudiantes de escasos recursos económicos que no estuvieran en condición de repetidores y "obtuvieran calificaciones aprobatorias" (sic), siendo supervisado su ingreso por la Oficina de Asuntos Estudiantiles.[194]
    Por su parte, los profesores de la escuela de Ingeniería Civil dejaban fuera de su anteproyecto a la Junta de Gobierno y establecían como máximo órgano de gobierno al Consejo Universitario, que estaría formado por el rector; los directores de facultades, escuelas e institutos; el presidente del Consejo de la Investigación Científica; un representante de los profesores y otro de los alumnos de cada una de las facultades, escuelas e institutos; un representante de los sindicatos de trabajadores manuales y administrativos, con derecho a voz, y un representante de la agrupación mayoritaria de egresados de la Universidad Michoacana, también con derecho a voz. Sin embargo, a diferencia de los anteproyectos mencionados, éste no otorgaba a ese organismo la atribución de nombrar rector, sino que la encomendaba a un consejo académico compuesto por once personas designadas por el Consejo Universitario de dos temas que le enviaría el propio consejo académico cada año. De manera contradictoria, los profesores de Ingeniería Civil proponían sustituir la Junta de Gobierno por otra figura legal similar, pues el susodicho consejo tendría, además, la atribución de nombrar rector interino en caso de renuncia, remoción o falta definitiva del titular, así como de designar a los directores de escuelas, facultades e institutos, y de establecer, modificar o suprimir estos planteles y centros de investigación, a petición fundada del Consejo Universitario y de un consejo de administración.[195] Se denegaba así uno de los principios fundamentales que motivaba la lucha por una nueva Ley Orgánica: el de democratizar los órganos de gobierno de la Universidad.
    El llamado consejo de administración sería un organismo diseñado con base en una orientación empresarial de la Casa de Estudios, Estaría integrado por cinco personas nominadas por el Consejo Universitario de entre una terna que el mismo consejo de administración le enviaría anualmente, Las atribuciones de ese hipotético organismo serían las siguientes: administrar el patrimonio universitario; formular el presupuesto general anual de ingresos y egresos, así como sus modificaciones; presentar al Consejo Universitario la cuenta anual del ejercicio inmediato anterior; designar tesorero y auditor interno; gestionar el incremento del patrimonio universitario y sus ingresos y negociar los contratos colectivos con los sindicatos de trabajadores académicos y administrativos y manuales.[196]
     Igualmente este anteproyecto contrariaba al movimiento estudiantil al pretender excluir a las Casas del Estudiante de la Universidad, bajo el argumento de que…

…la ayuda económica a los alumnos de escasos recursos que se distinguen por su aprovechamiento académico, se otorgará únicamente en forma de becas que ayuden a su sostenimiento mientras pertenecen a la Universidad.[197]

    Por su parte, el anteproyecto del SPUM fue realizado sobre la base del que elaboró la Comisión Especial de Legislación Universitaria, al cual se aplicaron exclusiones, rectificaciones y añadidos. Entre estos últimos había varias propuestas que hacían énfasis en la orientación popular que debía darse a la Universidad; inclusive se especificó que uno de los fines esenciales de la institución, además de formar profesionistas, realizar investigación científica y difundir la cultura, debía ser la extensión universitaria.[198]
              En lo relativo al gobierno de la Universidad, el Capítulo V establecía como órgano máximo de autoridad al Consejo Universitario, y excluía a la Junta de Gobierno. Lo integrarían: el rector; los directores de las escuelas, facultades e institutos; un consejero profesor; un consejero alumno; un consejero administrativo; representantes de cada facultad, escuela e instituto; un representante por cada uno de los sindicatos titulares del contrato de profesores y trabajadores administrativos; dos representantes por las Casas del Estudiante; los coordinadores de las Divisiones Académicas, de la Investigación Científica y de Postgrado. Estos sólo tendrían derecho a voz. Además se precisaba que el rector no sería el presidente del Consejo Universitario, sino que éste debía ser electo en cada sesión; también se reconocía a este órgano colegiado la facultad de calificar las elecciones de rector, cuyo mecanismo sería establecido en el Estatuto Universitario.[199]
     El anteproyecto del sindicato de profesores incorporaba a las Casas del Estudiante, al señalar en el Artículo 18°, párrafo tercero:

La universidad proporcionará las condiciones materiales para la educación de estudiantes pobres y establecerá dentro de su presupuesto, los recursos suficientes para becas, subsidios, materiales de estudio, Casas del Estudiante, servicios médicos y recreación, conforme a los reglamentos respectivos.[200]

     Este capítulo establecía que el servicio social de los estudiantes debía ser parte integrante de su formación académica, por lo que tenían que realizar actividades de extensión universitaria, asignándoles para ello los recursos necesarios.[201]
     Entre las observaciones que se hicieron llegar al seno del Consejo Universitario en relación con aspectos particulares del anteproyecto de Ley formulado por la Comisión Especial de Legislación Universitaria, y de los remitidos por el SPUM y la CUL, se encuentran los comentarios del ingeniero Miguel Ángeles Arizpe, para quien el anteproyecto de Ley Orgánica elaborado por la Comisión Especial no respondía a un plan de desarrollo integral de la Universidad. Por lo tanto, proponía partir de la elaboración de un estudio diagnóstico de la situación general de la Universidad y sobre la base de sus resultados conformar un plan integral de desarrollo, para, a su vez, con fundamento en dicho plan, un anteproyecto de Ley Orgánica.[202]
              Ángeles Arizpe sustentaba su propuesta; cuestionaba el mantenimiento del sistema departamental en el anteproyecto de la Comisión Especial. Según él, varias veces había sido cuestionado este sistema, al igual que la organización de Divisiones Académicas, pero tras diez años de haberse implementado, no se había evaluado su funcionamiento, y en su opinión, resultaba inoperante.
     Además, Ángeles Arizpe vertió otras ideas relacionadas con la representación en el Consejo Universitario: manifestó su desacuerdo respecto a que las Casas del Estudiante estuvieran representadas en ese órgano de gobierno, ya que como gremio estudiantil tendrían consejeros a través de sus escuelas; de igual modo, difería de su paridad en el Consejo Universitario y en los consejos técnicos, pues, según él, la condición de estudiante no debía tener el mismo peso que la de profesor. Solicitaba, en cambio, que al coordinador de la Investigación Científica se le concediera no sólo voz, sino también voto, por ser la suya una de las principales funciones de la Universidad, y que se incluyera en el Consejo la representación formal de la otra actividad fundamental de la institución: la difusión de la cultura y la extensión universitaria.[203]
              Se recibió también la opinión de la FEUM, agrupación que manifestó su desacuerdo con el otorgamiento de becas asistenciales consideradas en el anteproyecto de Ley Orgánica de la CUL, ya que las Casas del Estudiante "no deberían detentar un presupuesto ganado sin esfuerzo y sin merito”.[204] Esta federación estudiantil expresó, en cambio, su acuerdo en que el Consejo Universitario se hallara integrado en forma paritaria: por un representante profesor, uno trabajador y dos representantes estudiantes por cada escuela, facultad e instituto. Pero no admitía que las Casas del Estudiante y los sindicatos estuvieran representados en el Consejo Universitario. Tampoco aceptaba que el Artículo 17° del mencionado proyecto de la CUL estipulara la exención de pagos a los hijos de campesinos y trabajadores pobres, ni que se dotara de bibliotecas "particulares" a las Casas del Estudiante, ya que la Universidad "cuenta con bibliotecas a las cuales los moradores de las Casas debían tomarse la molestia de asistir"; por último, la FEUM se oponía a la propuesta de anteproyecto de la CUL en el sentido de no practicar ningún examen de selección a los estudiantes para ingresar a la Universidad, ya que "son necesarios para determinar la calidad de conocimiento y asimilación de quienes a la Universidad pretenden ingresar".[205]
    Por su parte, el ingeniero Antonio Canedo Flores cuestionaba que los anteproyectos de la CUL y del SPUM se limitaran a reivindicar el principio democrático en la integración de los órganos de gobierno, pero muy poco o nada en destruir el aparato burocrático de dominación que existía en la Universidad bajo la influencia de los organismos oficiales; éstos, afirmaba, actuaban a través de "planeadores universitarios" que dieron lugar a un "hiperdesarrollo de órganos académico-administrativos de coordinación, no sancionados legalmente", los cuales, según su percepción, creaban ambigüedad y entorpecimiento en las tareas atribuidas a los órganos y la estructura académica legalmente establecidos, afirmación con la cual se refería, indudablemente, al sistema divisional y departamental.[206]
              El 7 de junio de 1984 el rector Cuauhtémoc Olmedo Ortiz declaró constituida la Sesión Permanente para la elaboración del Anteproyecto de Ley Orgánica,[207] destacando la participación de los miembros de la CUL, entre ellos José Antonio Aguilasocho, consejero universitario de esa organización, quien formó parte de la comisión encargada de integrar en una sola las diversas propuestas sobre los procedimientos para llevar a cabo el análisis y la discusión del anteproyecto.[208] Además, ante la tendencia de la autoridad a lo que la CUL consideraba burocratizar y centralizar el proceso, la coordinadora hizo llegar por escrito a los integrantes del Consejo Universitario las siguientes propuestas, enfocadas a asegurar la participación de la comunidad universitaria:[209]  que las sesiones de discusión fueran abiertas; que los consejos técnicos de las escuelas también se declararan en sesión permanente, con el fin de empezar a discutir y analizar las propuestas de elaboración del Anteproyecto de Ley Orgánica, y que se informara de los avances por medio de un boletín informativo, además de por los medios de difusión comerciales.[210] Para ejercer presión y que sus propuestas fuesen aceptadas, la CUL "tomó" las instalaciones administrativas de la Universidad, que liberó hasta que las autoridades se comprometieron a que sus recomendaciones serían sometidas a consideración del Consejo Universitario.[211] Una vez que fueron aprobadas las propuestas,[212]comenzó a publicarse el Boletín del Consejo Universitario, a cuyo consejo editorial los miembros de la CUL, Humberto Arróniz y Rosario Herrera se integraron.[213]
             En las sesiones del 26 de septiembre, el 3, 10 y 17 de octubre se avanzó en el análisis, la discusión y aprobación de los artículos 1°, 2°,3°, 4°, 5°, 6° y 7° del Anteproyecto. Pero al iniciarse el debate de los artículos correspondientes al gobierno universitario, todo fue más lento. La sesión del 25 de octubre, cuando se inició el tratamiento de ese tema, concluyó sin llegar a un acuerdo al respecto, pues mientras el licenciado Florentino Espitia opinaba que el rector debía ser electo por voto secreto, unipersonal (sic) y directo,[214] el licenciado Jaime Hernández Díaz expresó que la democracia existente en la vida civil no podía ser trasladada a una institución educativa.[215]
    Al continuar el análisis para integrar los órganos de gobierno, el representante de los profesores de la Escuela de Ingeniería Civil sostuvo que no se podía conformar un Consejo Universitario paritario, debido a que los alumnos en la Universidad son "pasajeros" y carecen de la experiencia que "demandan los complejos problemas de la Institución",[216] además, la responsabilidad de elegir al rector y a los directores de las escuelas no debía recaer en el asambleísmo, sino en un cuerpo académico como ese plantel proponía: el consejo académico.[217] Humberto Arróniz rebatió esta propuesta y reiteró la de la CUL: el Consejo Universitario debía ser el órgano máximo de gobierno de la Universidad, y estar integrado en forma paritaria.[218] El licenciado Jaime Hernández cuestionó la propuesta de los profesores de Ingeniería Civil y consideró que no debían trasladarse formas de organización empresarial a la Universidad.[219]
     Ante la trascendencia de este tema, se acordó que los directores de las escuelas convocasen a sus consejos técnicos para, a la par, analizar, discutir y llegar a acuerdos en cuanto al método para la elaboración del Anteproyecto de Ley Orgánica, y enviaran sus acuerdos al Consejo Universitario.[220] Recuérdese que esta propuesta la había hecho la CUL. De esta forma el Consejo recibió los resultados de los consejos técnicos de las escuelas, y en forma unánime éstos coincidieron en la posición de desaparecer la Junta de Gobierno y constituir al Consejo Universitario como máximo órgano de gobierno de la Universidad.[221] Algunos planteles ampliaron sus propuestas, como la Escuela Preparatoria "Isaac Arriaga", que proponía que el mecanismo de elección de los miembros de aquél se estableciera en el Estatuto Universitario.[222] Igualmente, el Consejo Técnico de la Escuela de Ingeniería Química acordó reconocer a las Casas del Estudiante, pero siempre que se procediera de inmediato a su reglamentación, y no aceptaba que tuvieran representante directo en el Consejo Universitario.[223]
     De esta manera, al discutirse la propuesta de la CUL sobre la paridad estudiantil y magisterial en el Consejo Universitario, esto es, la representación de dos alumnos por cada escuela, facultad e instituto, se consideró que el sector magisterial tendría en realidad dos representantes: uno, directamente por los profesores de cada escuela, facultad e instituto, y otro mediante los representantes de los directores de cada dependencia universitaria. Sobre esta propuesta, en la sesión del 14 de noviembre no se llegó a ningún acuerdo debido a la oposición acérrima del grupo de profesores de Ingeniería.[224]
Siete días después, al continuar el estudio y discusión sobre el mismo punto, tras intervenir el alumno Humberto Arróniz y la profesora Rosario Herrera, representantes de la CUL, en defensa de la paridad estudiantil en el Consejo Universitario, se pasó a votación y fue aceptado sólo un alumno por cada escuela, facultad e instituto.[225]
     El grupo de profesores del área de Ingeniería también se oponía a que las Casas del Estudiante tuvieran derecho a tener representantes en el Consejo Universitario, mas los representantes de la CUL hicieron su defensa de igual forma y lograron que la mayoría aceptara otorgar les a las Casas del Estudiante un representante ante el Consejo Universitario.[226]
   Sin embargo, fue la fracción IV del Artículo 11 del Anteproyecto presentado por la Comisión Especial, el apartado que dio lugar a los más profundos y prolongados debates. Hubo quienes propusieron que la designación del rector fuese atribución del Consejo Universitario, mientras otros, entre ellos la CUL,[227] planteaban que esa facultad quedase en manos de la comunidad universitaria, a través del voto universal, directo y secreto.[228] Finalmente, el 5 de diciembre se aprobó por mayoría de votos que el órgano encargado de designar al rector lo constituyese el Consejo Universitario, y el procedimiento a seguir quedase establecido en el Estatuto.[229]
     Los trabajos legislativos para integrar el Anteproyecto de Ley Orgánica para la Universidad Michoacana, concluyeron el 23 de enero de 1985, y en ellos, según la apreciación general vertida por el mismo rector Cuauhtémoc Olmedo Ortiz, participó la comunidad universitaria a través de sus representantes en el Consejo Universitario, en los consejos técnicos y de manera directa; las sesiones de análisis y discusión fueron abiertas. Se acordó entregar el anteproyecto al gobernador del estado en audiencia especial,[230] y ésta se realizó el 4 de febrero de 1985, con la petición al mandatario de que lo turnara de inmediato al Congreso estatal. Sin embargo, transcurría el tiempo sin que esta petición se cumpliera. Habían pasado cinco meses. En julio de 1985, la coyuntura de la lucha contra el aumento a las cuotas de los exámenes extraordinarios y de regularización movilizó a los estudiantes organizados en torno a la CUL, quienes se manifestaron contra esta medida, y a la vez, exigieron al gobierno del estado cumplir con la etapa final del proceso de aprobación de la nueva Ley Orgánica.
    Cuando por fin el gobernador turnó la iniciativa de Ley Orgánica de la Universidad Michoacana, modificó sustancialmente el Anteproyecto elaborado por la comunidad universitaria. De entrada, en el Artículo 1° se modificó la definición de Universidad Michoacana; se omitió el Capítulo II, relativo a su Filosofía, y se crearon seis comisiones permanentes dotadas de un alto grado de decisión autónoma, como la Comisión de Rectoría, sobre la cual recaía la atribución de nombrar al rector de entre una terna que se integraría una vez auscultada la comunidad universitaria. En esta comisión, además, su presidente tendría voto de calidad.[231]Es decir, el ejecutivo estatal contradecía, al imponer estas modificaciones, las aspiraciones más sentidas de la mayoría de los universitarios, por las que éstos habían venido luchando desde el año 1966: la desaparición de organismos antidemocráticos como la Junta de Gobierno y del voto de calidad, y en favor de la elección de rector en forma democrática. Ante esto, el Consejo Universitario acordó que el rector, en representación de la Universidad, hiciera llegar directamente a los diputados el anteproyecto elaborado por la comunidad nicolaita para que fuera comparado con el enviado por el ejecutivo estatal.[232] Al mismo tiempo, consciente del valor que la presión política adquiere en momentos coyunturales como el que se estaba viviendo en el estado, la CUL exigió, a través de marchas, mítines y de la presencia estudiantil masiva en la sede del Congreso local, el respeto íntegro al texto de la Ley Orgánica emanada de los universitarios, así como mediante la participación formal en la consulta popular convocada por el poder legislativo.[233]
     Finalmente la nueva Ley Orgánica fue aprobada por el Congreso del Estado el 22 de enero de 1986,[234] respetando en lo fundamental el Anteproyecto que le envió el H. Consejo Universitario, pero introdujo en ella el mecanismo de elección del rector, sin considerar que el Anteproyecto universitario dejaba pendiente ese aspecto ex profeso, para contemplarlo posteriormente en el Estatuto Universitario. En el Artículo VII se estableció como atribución del máximo órgano de gobierno, la designación como rector de quien, entre una terna presentada por la Comisión de Rectoría, obtuviera por lo menos el voto de las dos terceras partes de los miembros del Consejo.[235]
Sin embargo, el Congreso no previó qué se debería hacer en caso de que ninguno de los integrantes de la terna obtuviera la cantidad señalada de votos, posibilidad que no era nada remota, dada la existencia de grupos políticos bien definidos al interior de la Universidad, y con esta omisión dejó sembrada la causa que ocasionaría el inicio de un conflicto universitario, mismo que se agravó por la intervención de fuerzas extrauniversitarias que lo alimentaron. Pero este asunto ya queda fuera de los límites marcados por esta investigación.[236]

LAS RELACIONES DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Con los movimientos sociales

La segunda mitad de la década de los setenta y principios de los años ochenta se caracterizó en su mayor parte por una creciente insurgencia sindical y popular en todo el país. En nuestro estado esta insurgencia fue apoyada por las Casas del Estudiante en forma desarticulada, durante el período 1975-­1982; y de modo articulado, a raíz de la conformación de la CUL, entre 1982 y 1986.
    Las Casas del Estudiante, influidas principalmente por las organizaciones de la izquierda no militante, la llamada "izquierda revolucionaria", comenzaron a relacionarse desde fines de los años setenta con el movimiento obrero, campesino y urbano popular. Los activistas universitarios empezaron a fusionar sus luchas con este tipo de organizaciones, sobre la base de que, en cuanto al movimiento social, la prioridad era organizar políticamente a las masas populares, independizarlas del control corporativo que el Estado ejercía sobre ellas y prepararlas para la lucha por el poder.
     De acuerdo con la filosofía marxista-leninista, la que permeaba a esta corriente, el papel del estudiantado en la revolución socialista consistiría en ser el aliado del proletariado, clase social que, según la misma, está llamada a realizarla. Por otra parte, el apoyo del movimiento estudiantil a las luchas de los obreros, campesinos y el movimiento urbano popular debía darse sobre el concepto de que la burguesía es el enemigo común, la clase a la cual solamente combatiendo unidos en un solo bloque se le podrían arrancar demandas inmediatas.[237]
     Conforme a este fundamento teórico, los estudiantes progresistas nicolaitas se solidarizaron con el movimiento de los obreros de la fábrica CEPAMISA, quienes llevaron a cabo una lucha no solamente para mejorar sus salarios y condiciones de trabajo, sino para "sacudirse a los líderes charros, incondicionales de los empresarios, y malversadores de los fondos económicos del sindicato".[238]
     El origen del problema fue la derrota del comité ejecutivo incondicional de la empresa, el cual, además, había malversado los fondos aportados por los obreros a su agrupación gremial. En represalia, los empresarios rescindieron el contrato a dos obreros, los que, pese a haber formado parte del comité ejecutivo anterior, aportaron pruebas de los malos manejos cometidos por altos dirigentes sindicales; éstos también habían promovido, ilegalmente, la creación de un sindicato blanco para que la empresa negociara el contrato colectivo.[239]
     El 22 de abril de 1977 el comité ejecutivo del Sindicato Independiente de CEPAMISA emplazó a huelga a la empresa por el cumplimiento de un pliego de trece demandas, de las cuales se aceptó resolver once, mas no las restantes, que se referían a la reinstalación de los dos trabajadores despedidos, así como la separación de varios que fueron contratados sin tomar en cuenta al sindicato. Al no llegar a un acuerdo, estalló la huelga, la cual fue declarada inexistente el 25 de mayo por las autoridades federales.[240] Para consolidar el apoyo a su movimiento huelguístico, los trabajadores organizaron varias marchas y mítines en la Avenida Madero de la ciudad de Morelia, en las que fueron acompañados por contingentes estudiantiles, principalmente de las Casas del Estudiante.[241]
     El 10 de junio del mismo año la empresa fue emplazada nuevamente por el Sindicato Independiente por los mismos motivos, y como no se llegó a un acuerdo, el 20 de junio estalló la huelga. El gobernador del estado, Carlos Torres Manzo intervino como mediador, pero no logró convencer a los huelguistas de que desistieran de su movimiento, por lo que el 1° de julio la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje declaró la huelga inexistente. Sin embargo, los trabajadores integrados en el sindicato independiente no acataron la resolución y se negaron a volver al trabajo y a devolver las instalaciones. Ante su negativa, en la madrugada del 5 de agosto la policía preventiva del estado, a solicitud de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los desalojó.[242] Tras estos hechos, los líderes disidentes fueron despedidos, y de esta manera se controló el brote de insurgencia sindical local.
              Por esas mismas fechas, los obreros de la empresa "Química Michoacana" se fueron a la huelga también, en demanda de aumento de salario y mejores condiciones de trabajo, y recibieron igualmente la solidaridad y orientación de los estudiantes de las Casas y del Comité de Universitarios en Lucha.[243]
     En los primeros meses de 1978 los activistas de la Preparatoria Popular V.I. Lenin y el MER, denunciaron la violación a la legislación laboral de que eran objeto algunos trabajadores de los talleres del gobierno del estado, a quienes por no tener "base" o contratación definitiva, se les pagaba menos del salario mínimo establecido y hasta con un mes de retraso; tampoco contaban con afiliación al IMSS, pese a que por las tareas que desempeñaban se hallaban propensos a sufrir accidentes de trabajo; además, a varios hasta con veinte años de antigüedad, no se les había "basificado" o dado plaza de base. A partir del conocimiento de ese problema, los estudiantes decidieron organizar y apoyar a estos trabajadores, ya que no recibían el apoyo del sindicato de la empresa gubernamental en su lucha por lograr el pago del salario mínimo, la afiliación al IMSS y la contratación definitiva.[244]
     También en el año 1979 el movimiento estudiantil ofreció su solidaridad a la base trabajadora de la sección 271 del SNTMMSRM, que se oponía a la imposición de líderes en su comité ejecutivo sindical por hallarse al servicio de la empresa.[245] Del mismo modo, el movimiento estudiantil se solidarizó con los 35 trabajadores del Hotel "Morelos", que duraron tres meses en huelga para exigir un 13% de aumento salarial.[246]
              Así mismo, se manifestaron solidarios con las comunidades agrarias que luchaban por la ampliación de sus ejidos o eran objeto del despojo e invasión de sus tierras, que trataban de defender, incluso, por medio de la violencia (último recurso que les quedaba para hacer valer sus derechos, dadas la dilación, la corrupción y la colusión de las autoridades con los neo­latifundistas); miembros de varias comunidades fueron encarcelados o asesinados. Así ocurrió con los campesinos de San Pedro Piedras Gordas, municipio de Villa Madero, que exigían el reparto de 3 000 hectáreas en manos de la familia Macouzet de Mason,[247] y con los campesinos de Tingambato, quienes constantemente eran acosados por los caciques.[248]
     Cabe destacar los acontecimientos trágicos del 17 de noviembre de 1979 en la comunidad indígena de Santa Fe de la Laguna, donde dos comuneros murieron y once recibieron lesiones por parte de los ganaderos de Quiroga. La agresión de éstos contra los indígenas ocurrió después de que aproximadamente trescientos integrantes de esa comunidad se apoderaron de unas treinta cabezas de ganado vacuno, propiedad de aquellos, que se hallaban pastando en terrenos ejidales. Tras estos hechos se detuvo a once comuneros, entre ellos al representante de Bienes Comunales de Santa Fe, profesor Elpidio Domínguez Castro, acusado de propiciar el enfrentamiento armado.[249]
     Ese mismo día, miembros de las Casa del Estudiante Isaac Arriaga llegaron a la población para apoyar a los comuneros,[250] y éstos presentaron el siguiente pliego petitorio:

Libertad incondicional e inmediata de los 11 comuneros presos; indemnización a los deudos de los comuneros muertos y heridos; atención médica correcta e inmediata a los heridos; cese a las torturas que la procuraduría aplica a los presos; pago inmediato por los ganaderos de Quiroga de todos los daños causados en las tierras comunales; y cese a las órdenes de aprehensión existentes en contra de más comuneros.[251]

     Para exigir su cumplimiento se posesionaron de la Avenida Madero de la capital michoacana, frente al palacio de gobierno. Ante esta situación el Frente Moreliano de Defensa Popular hizo nuevamente su aparición, manifestándose en contra de lo que consideraba una agresión más a nuestra ciudad, tanto en sus muros como en su tranquilidad". Cuestionaban:

...¿no entenderán que AGREDIENDO COMO LO ESTÁN HACIENDO A MILES DE HABITANTES DE MORELIA...ESTÁN PROVOCANDO UNA REACCIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA en contra de la exigencia de JUSTICIA que por las vías legales y administrativas pudieran lograr...[252]

     La solidaridad de las Casas del Estudiante y de las escuelas de Historia y Filosofía ante esta injusticia, donde las víctimas aparecían como victimarios, se hizo presente y contribuyó a mantener el campamento establecido frente al palacio de gobierno al participar en marchas y mítines.[253] A esta solidaridad se unieron, además, el Comité de Lucha Etnolingüística, del CREFAL, con sede en Pátzcuaro; varias comunidades indígenas de la región; la UCEZ, la CNPA, y los siguientes intelectuales: Fernando Benítez, Guillermo Bonfil Batalla, Arturo Warman, Armando Bartra y Teresa Rojas Rábiela, hecho que sin lugar a dudas permitió que se diese solución al problema, al satisfacer la mayor parte del mencionado pliego petitorio: pago a la comunidad del pastoreo del ganado; el compromiso de los ganaderos de no invadir las tierras comunales; la indemnización a las familias de los comuneros muertos y la liberación de los campesinos encarcelados.[254]
              Dada la ofensiva general que se estaba desarrollando contra el movimiento comunero, campesino, obrero y estudiantil, estos sectores trataron de integrarse en un Frente de Lucha Popular que buscara articular la lucha de estos sectores para mejorar sus condiciones de vida, pero no lo lograron.[255]
     La conformación de ese frente era difícil en esos momentos, inclusive con la solidaridad estudiantil para con los obreros, campesinos y comuneros, debido a que en ese período se daba en forma desarticulada y sin la continuidad que se requería para establecer una alianza obrero-campesino-­estudiantil. Una vez conformada la CUL, la situación cambió: el apoyo mutuo entre organizaciones obreras, campesinas y movimientos urbano-populares se llevó a cabo de una manera articulada y organizada, al grado de que, a principios de los años ochenta, se pudo configurar un movimiento estudiantil-­obrero-campesino y urbano popular de cierta presencia y combatividad, el cual logró adquirir una legitimidad de la que en esos momentos carecían los partidos políticos, tanto el oficial como los de izquierda.
    La CUL, que en sus principios programáticos sostenía como objetivo ineludible desarrollar la unidad estudiantil-obrero campesino-urbano popular para luchar por la transformación de "la Universidad y de la sociedad en su conjunto",[256] procuraba actuar en forma coordinada con las organizaciones sociales. En abril de 1984 cuando la CNPA convocó a una gran marcha campesina que debía partir desde distintos puntos del país para concentrarse en el Zócalo de la ciudad de México, la CUL conformó brigadas de activistas de las Casas del Estudiante y de las escuelas universitarias para apoyar a la UCEZ en la organización de la marcha en el estado de Michoacán.[257]
              En agosto de 1985 las Casas del Estudiante de la CUL ya no sólo se solidarizaron verbalmente con el movimiento de huelga que inició la sección 271 del SNTMMSRM, sino participaron activamente. En el puerto sus activistas desarrollaron una labor política a través de la organización de círculos de estudio, prensa y propaganda; editaron y distribuyeron volantes, boletines y el órgano de difusión de los huelguistas: El Minero Rebelde.[258] En la ciudad de Morelia apoyaron a los nueve mineros que se pusieron en huelga de hambre para presionar en la solución de sus demandas. A éstas se les dio respuesta satisfactoria después de 33 días de iniciada la huelga.[259]
    A raíz de la relación estrecha que se estableció entre la sección 271 del SNTMMSRM y la CUL, ambas organizaciones, apoyados por los moradores de las Casas del Estudiante, promovieron las brigadas multidisciplinarias que se desplazaron a las colonias populares de la ciudad de Lázaro Cárdenas y llevaron asistencia social y hasta asesoramiento técnico, como se dio en el trazo de los fraccionamientos populares[260] y en la asesoría a las cooperativas de los obreros en organización y aspectos contables.[261]
              La Casa del Estudiante Madre Latina, de Uruapan, encabezó el movimiento urbano popular de las colonias irregulares Rubén Jaramillo y Julio López Chávez, contribuyó a la formación de las Uniones de Artesanos y Comerciantes Vasco de Quiroga Mártires de Uruapan,y apoyó la formación de un sindicato de lavacoches.[262]
    Motivo de movilización constante por parte de los estudiantes, particularmente los organizados en Casas del Estudiante, era el aumento a las tarifas del transporte urbano de la ciudad de Morelia. La protesta recurrente contra esta medida se originaba en el perjuicio económico que causaba entre el sector estudiantil proveniente de las clases obrera y campesina, principalmente. Pero es un dato inobjetable que la oposición al aumento de tarifas, si bien venía protagonizada por los estudiantes, contaba con el respaldo moral no sólo de los obreros y campesinos, sino también de los burócratas y una enorme gama de sectores populares (boleros, empleados de mostrador, sirvientas, albañiles, etcétera).
     La oposición al aumento de tarifas llegó a convertirse, independientemente de las motivaciones económicas y sociales que estaban detrás de ella, en un tradicional medio de protesta del movimiento estudiantil contra los permisionarios y el gobierno del estado, autoridad que aprobaba los aumentos, pues no olvidaban la represión del 2 de octubre de 1966, cuando una movilización por esta misma causa costó la vida al estudiante de Contabilidad, Everardo Rodríguez Orbe. Desde entonces, esa fecha es parte de la protesta de los universitarios por el asesinato de uno de sus miembros; al día siguiente de ocurrido el crimen, durante la sesión del 3 de octubre de 1966, el Consejo Universitario acordó solicitar, junto a la declaración de desaparición poderes en el estado por el Congreso de la Unión...

...la expropiación a favor de los municipios de los transportes urbanos de todo el Estado, para así beneficiar al pueblo, principalmente a los sectores de escasos recursos, y al mismo tiempo a los verdaderos trabajadores del volante que con su esfuerzo no han hecho sino enriquecer a los grandes monopolistas del transporte.[263]

     Entre las movilizaciones contra el aumento de tarifas al transporte urbano destaca la del año 1974 en contra del incremento de 0.40 a 0.50 centavos: en esa ocasión los estudiantes del Colegio de San Nicolás "secuestraron" 36 unidades y las concentraron frente al plantel. Pero su presión no logró revertir la autorización gubernamental de aumento a las tarifas, y se acordó únicamente, en negociación, devolver los camiones a cambio del compromiso oficial de estudiar la viabilidad de municipalizar el transporte urbano.[264]
              El 3 de junio de 1977 nuevamente los estudiantes del Colegio, secundados por otros organismos estudiantiles universitarios y del Instituto Tecnológico de Morelia, se apoderaron de trece camiones urbanos y ocho combis, y los concentraron frente a San Nicolás, en protesta por el aumento de tarifas de 0.50 a 0.80 centavos los camiones, y las combis de un peso a uno con cincuenta centavos.[265] En esta ocasión se llegó al acuerdo de respetar las tarifas anteriores por parte de los permisionarios, mientras se efectuaba un estudio socioeconómico para establecer tarifas justas que proporcionaran, a su vez, la garantía de prestar un servicio de calidad.[266]
     De este estudio se desprendió, entre otras cosas, información sobre las deprimentes condiciones en que se encontraban las unidades del transporte urbano,[267] hecho que determinó que en 1978 se pusieran en funcionamiento 200 unidades llamadas "barracudas". Por supuesto, la introducción de esta nueva flotilla vehicular vino acompañada de un aumento en las tarifas, de $1.00 a $1.50. Inicialmente el CEN, federación dirigida por un grupo porril, "secuestró" varias unidades, tratando, aparentemente, de evitar el mencionado aumento, pero las devolvió después de que esa federación sostuvo reuniones con supuestos consejos estudiantiles de varias escuelas universitarias, mismos que, argumentó, "autorizaron" el aumento una vez que los permisionarios se comprometieron a cobrar a los estudiantes (desde primaria hasta profesional) una tarifa preferencial de $1.00, al presentar sus credenciales; además, mencionó que la ciudadanía en general dispondría todavía del servicio urbano de segunda, que continuaría cobrando 0.50 centavos.[268] Este acuerdo fue desconocido por los estudiantes de las casas y por el MER, que acusaron a la organización porril de "autorizar" unilateralmente el mencionado aumento a cambio de dinero, por lo que exigían el mantenimiento de la tarifa general de $ 1.00; pero el acuerdo anterior era ya irreversible.[269]
     Pese a este aumento, a mediados del año 1980 los permisionarios manifestaban su necesidad de incrementar tarifas, porque, según ellos, les era incosteable debido al servicio de una deuda de 23 millones de pesos que habían contraído con BANOBRAS, la cual no podían cubrir, e incluso -decían- estaban por embargarles 160 unidades de transporte debido al retraso en el pago de los pagarés.[270]
    Emplearon ese argumento, y lo que se esperaba ocurrió el 18 de mayo de 1981: el gobierno del estado autorizó aumento a las tarifas del transporte urbano al 100% para el usuario común y a $ 1.50 para los estudiantes. Nuevamente, como en el caso anterior, grupos porriles, como ahora la FEEM, aprovecharon la situación y se adelantaron a abanderar el movimiento contra el alza, pero su único propósito era obtener recursos económicos a cambio de "autorizar" el alza en nombre del sector estudiantil, de modo que una vez que los obtuvo, entregó la lucha a las autoridades,[271] razón que llevó al estudiantado de las Casas del Estudiante a volver a hacer acto de presencia. El 4 de junio sus moradores y activistas se apoderaron de seis unidades del transporte urbano y las estacionaron frente a la Casa Camilo Torres para presionar al gobierno estatal y que se anulase ese aumento. La policía trató de rescatar las unidades, pero los estudiantes les lanzaron a éstas piedras y ladrillos desde las azoteas y las dejaron inservibles.[272]
    Las Casas del Estudiante Nicolaita, de octubre, Isaac Arriaga y Camilo Torres llevaron a cabo una marcha el 9 de junio que concluyó con un mitin en el que se exigió la solución integral al problema del transporte, solicitando el otorgamiento de un subsidio para disminuir las tarifas. Mientras tanto, continuaba la oposición a las alzas en el transporte, y como efecto de la presión estudiantil se llegó al acuerdo de reanudar el servicio urbano del ramo con las tarifas anteriores, en espera del retorno del gobernador Cuauhtémoc Cárdenas, quien en esos momentos se hallaba fuera del país.[273]
El 10 de junio volvió el gobernador y derogó el aumento a las tarifas, al tiempo que ordenó la realización de un estudio del transporte urbano para proceder a su reestructuración. El análisis fue concluido el 15 de julio de 1981, y la comisión que se integró para el efecto propuso la estatización del servicio urbano de la ciudad de Morelia, lo cual fue respaldado por el Ejecutivo estatal.[274] De este modo se logró tras 15 años una de las demandas que la Universidad formulara, por medio del Consejo Universitario, aquella memorable sesión del 3 de octubre de 1966.
Sin embargo, al hacerse cargo del servicio urbano la paraestatal TPM, la tarifa de $1.50 quedó "congelada" durante varios años, y estaba muy por debajo del costo real, lo que hizo incosteable a la empresa. Para sostenerla se le concedió un subsidio que siempre iba en aumento, pero en su mayor parte se destinaba al pago de salarios del personal y mantenimiento de las unidades, siendo insuficiente no sólo para renovar, sino para incrementar la flotilla de camiones. Al final del período de gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, el sistema de transporte de la ciudad de Morelia era inoperante, insuficiente y anacrónico, y creaba serios trastornos entre la población, especialmente a obreros, burócratas y estudiantes, que ante la incapacidad económica de pagar un auto de alquiler, tenían que desplazarse caminando a sus centros de estudio o de trabajo. De esta manera, tal como el sistema de transporte público fue administrado, este servicio se convirtió en un rotundo fracaso.

Con los partidos políticos

Con el fin de responder a la necesidad de crear una oposición a la ACJM, en abril de 1939 se fundó la CJM por el sector juvenil del PRM (hasta 1938, PNR, ya partir de 1946, PRI). Aunque en su conformación participaron varias organizaciones juveniles, como la JC y las Juventudes Socialistas, esta Confederación fue considerada por el PRM como su sector juvenil e integrado de inmediato al sistema corporativo estatal.[275]
     La CJM se integró con las siguientes Federaciones: de las Normales Rurales; de Estudiantes Técnicos; de Estudiantes de Agricultura; de Escuelas para Hijos de Trabajadores; Centros Educativos Nocturnos para Trabajadores, y las Estudiantiles de Coahuila, Nuevo León, Distrito Federal, Yucatán, Jalisco, Michoacán y Guanajuato.[276]
    A partir de 1956 comenzaron a manifestarse diferencias entre las federaciones estudiantiles incorporadas a la CJM, entre otras causas por el impacto que algunos acontecimientos causaron entre algunos sectores juveniles: primero, el movimiento ferrocarrilero y la represión de que fue objeto éste por parte del Estado mexicano, y después, la Revolución Cubana. Ambos sucesos modificaron la postura ideológica de un sector de la CJM con respecto al Estado. Entre ellos, un grupo de nueve Normales Rurales, pertenecientes a la FECSM, las que se separaron de la CJM, mientras las 17 restantes se mantuvieron dentro de ella.[277]
     De esta manera, cuando llegaron al VIII Congreso de la Confederación, en noviembre de 1962, se manifestaron abiertamente diferencias entre la corriente subordinada al aparato estatal y al partido oficial, y la que buscaba a partir de esos momentos la independencia de la organización estudiantil. Sin embargo, no se llegó aún a la ruptura total.
              La inconformidad ante la actitud claudicante y colaboracionista de las direcciones de la CJM acrecentó la inconformidad y el proceso de ruptura que se estaba perfilando; en éste desempeñó un papel trascendente la Federación Estudiantil de Baja California, dirigida por Rafael Aguilar Talamantes. Este líder, surgido del sector estudiantil y perteneciente por su origen a las Casas del Estudiante, estaba interesado en detener el deterioro del sistema asistencial de los albergues estudiantiles, identificándose, entre otros, con los miembros de la FEUM, con quienes tuvo cercanía a partir del Congreso de la CJM celebrado en noviembre de 1962 en Guadalajara.[278]
     Hubo un factor que influyó en la radicalización de esta corriente del movimiento estudiantil nacional: el surgimiento de la CCI, vinculada al MLN, la cual tenía el propósito de romper el control corporativo que el Estado ejercía sobre los campesinos por mediación de la CNC. Varios grupos estudiantiles pertenecientes a la FEUM y a la Federación Estudiantil de Baja California hicieron trabajo político en pro de la conformación de este organismo campesino.[279]
   La ruptura definitiva entre las federaciones estudiantiles democráticas y las seguidoras de la CJM, se produjo durante el conflicto universitario michoacano de marzo de 1963; la FEUM propuso a la CJM efectuar una Conferencia Estudiantil en Morelia, para apoyar el proyecto universitario del doctor Eli de Gortari en la Universidad Michoacana, pero ésta se negó a organizarla por el manifiesto repudio al poder estatal que presentaban la FEUM, CEN y FEEM. Ante esto, la Conferencia se llevó a cabo en el mes de mayo bajo la denominación de Primera Conferencia Nacional de Estudiantes Democráticos, a la que asistieron 250 delegados que representaban a cien mil jóvenes. Los trabajos se desarrollaron en la Casa del Estudiante Melchor acampo. Allí se redactó el documento La Declaración de Morelia e integró una comisión nacional encargada de coordinar reuniones futuras, además de un comité conformado por Rafael Aguilar Talamantes, de Baja California, Salvador Tamayo Sánchez y Belisario Piña Martínez, de Michoacán, José L. Sustaita, de Nuevo León, Walter Ortiz, de la UNAM y Eusebio Mata, representante de las Normales Rurales.[280]
              La fundación de la CNED fue impulsada por el PCM, que se había propuesto a través de esta organización configurar un movimiento estudiantil independiente del corporativismo estatal. La JC era el ala encargada de tal proyecto; señalaba que para realizar un trabajo más efectivo se requería disolver los vínculos paternalistas que la sujetaban al PCM, planteando su desaparición y la creación en su lugar de una sección juvenil del Partido, con derecho a participar en la dirección de éste. Mas la cúpula del PCM se negó y mantuvo la dependencia directa, imponiendo el criterio de que la misión más importante de la JC en ese momento era consolidar el proceso de organización estudiantil encabezado por sus miembros en la CNED.[281]
              En cumplimiento de esta misión la JC promovió la campaña de reclutamiento, gracias a la cual, según Arturo Martínez Nateras, a fines de 1967 entre cinco mil y seis mil jóvenes estaban integrados al Partido.[282]
     Particularmente la dirección de la CNED desplegó una actividad muy intensa entre el estudiantado de la Universidad Michoacana, convirtiéndose ésta en su bastión principal, lo que le permitió al PCM, vía su Juventud Comunista, la afiliación de un buen número de estudiantes nicolaitas que, a su vez, formaban las principales federaciones estudiantiles locales: la FEUM, el CEN y la FEEM. También había en la CNED y en las federaciones estudiantiles nicolaitas miembros juveniles del PPS[283] y de la Liga Leninista Espartaco, así como elementos del partido oficial de orientación cardenista,[284] los cuales en conjunto se opusieron a la política del gobernador Agustín Arriaga Rivera, que estaba en contra del proyecto de universidad popular enarbolado por ellos. El enfrentamiento terminó con la ocupación de los recintos universitarios, la aprehensión de los líderes estudiantiles y la expulsión de varios profesores, así como la imposición de una nueva Ley Orgánica, lo cual ya lo hemos reseñado en otro apartado.
              Después del golpe represivo del gobierno de Arriaga Rivera, el movimiento estudiantil nicolaita quedó desarticulado, sus principales líderes estudiantiles, al igual que sus más distinguidos guías docentes habían sido encarcelados u obligados al ostracismo. Pero de cualquier manera, en medio del clima de hostilidad, los estudiantes comenzaron a reorganizarse desde fines de 1967, aprovechando la coyuntura que les brindaba la efervescencia política de la lucha por la sucesión gubernamental en el estado. Una vez realizado el cambio, la FEUM y el CEN llevaron a cabo el 27 de noviembre de 1968 la toma del edificio, en donde funcionaba en ese tiempo la hemeroteca universitaria y el SUEUM, para convertirlo en la Casa del EstudianteNicolaita.[285]
    En la dirección de la FEUM y el CEN se encontraban en esos momentos estudiantes afines a la corriente nacionalista democrática revolucionaria del PRI, es decir el ala cardenista, que encabezaba a nivel del partido en el estado el licenciado Natalio Vázquez Pallares (quien nuevamente aspiraba a convertirse en candidato del PRI a gobernador),[286] y en los cargos secundarios estaban miembros de la JC, cuya participación en estas condiciones estaba dictada por la política general del PCM de realizar alianzas con este tipo de corrientes del partido oficial, para reagrupar al movimiento estudiantil, y en un momento dado apoderarse de las direcciones de esas federaciones estudiantiles.[287]
     Para esos momentos, los efectos de la represión gubernamental sobre el movimiento estudiantil estaban motivando fracturas en el PCM, y desde luego en sus juventudes que actuaban al interior de la Universidad. Un ala de las juventudes comunistas se radicalizó y cuestionó la política oficial de su partido, mientras otra fracción, calificada de ortodoxa, continuó respetando la línea trazada por éste. Los radicales terminaron por integrarse a la guerrilla, particularmente al MAR.[288]
              Las diferencias ideológicas entre los grupos que integraban la FEUM y el CEN marcaron también, desde un principio, los distintos objetivos con los que en el fondo se dio la toma del edificio referido para la reapertura de las Casas del Estudiante. Los alumnos pertenecientes a la corriente de priístas nacionalistas revolucionarios pretendían conducir el movimiento hacia la simple obtención de becas individuales y a desalojar el edificio, pero los miembros de la juventud comunista, tanto la ortodoxa como los radicales, tenían el firme objetivo de reabrir las Casas del Estudiante.[289] Esta diferencia de objetivos finalmente llevó a la separación del grupo de estudiantes priístas de la lucha por la reapertura de los albergues estudiantiles.
     La actitud conciliadora y oficialista de los últimos dirigentes de la FEUM, alejó a esta organización de sus bases estudiantiles. En el año 1973, mientras algunos estudiantes universitarios michoacanos se habían integrado a la guerrilla, el presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, se hizo acompañar por el secretario General de la FEUM, Jesús Reyna García, estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en su gira por China, cooptando así a la dirigencia de la que, hasta entonces, había sido la federación estudiantil más combativa.[290]
    Fue así como en el Congreso convocado ese mismo año para renovar el comité ejecutivo de la FEUM, dada la escasa asistencia de estudiantes y con la abierta oposición de los sectores radicales de las Casas del Estudiante, no se pudo llevar a cabo la sucesión y la FEUM desapareció, como consecuencia de haber perdido su carácter aglutinador y de vanguardia del movimiento estudiantil.
              Por esos tiempos el CEN también perdió su carácter de Federación Estudiantil, se redujo a ser una mesa directiva más de las escuelas universitarias, con la característica de que ante la degradación política y la consecuente apatía de la mayoría del alumnado, quedó en manos de grupos estudiantiles miembros de las Juventudes Priístas; lo mismo pasó con las mesas directivas de las más importantes escuelas de la Universidad Michoacana: Medicina, Leyes, Contabilidad e Ingeniería Civil, grupos que fueron alentados desde el partido oficial, el gobierno del estado, rectoría y la burocracia universitaria para controlar al estudiantado y ser como un contrapeso a la acción de las Casas del Estudiante; cuando fue necesario el Estado revivió a la FEUM cuyos protagonistas fueron las mesas directivas estudiantiles mencionadas. En la asamblea del cuatro de mayo de 1979, cuando se reactivó este organismo, su comité directivo quedó integrado por miembros activos del PRI, adscritos a sus Juventudes. El Presidente de la FEUM, José María Padilla Zepeda, poco tiempo después fue candidato a la secretaría general del Comité Ejecutivo de la Juventud Revolucionaria de Michoacán, organización que agrupaba a militantes del PRI, cuyas edades fluctuaban entre los 12 y los 25 años.[291]
    En cuanto a la presencia de los partidos de izquierda en la Universidad Michoacana, como mencionamos, desde la creación de la CNED, la JC, cerebro de ese organismo estudiantil, planteó al Comité Central del PCM la necesidad de contar con mayores márgenes de autonomía y éste se negó, imponiendo el criterio de dependencia directa, por lo que poco antes del movimiento estudiantil de 1968 en la ciudad de México, el desacuerdo entre un grupo de laJC, que dirigía la CNED, y el PCM provocó la renuncia de un buen número de sus miembros.[292]
    Por otra parte, los acercamientos del Estado con los dirigentes del PCM, tendientes a utilizar su influencia para detener el movimiento de 1968, a cambio de la aprobación del registro del PCM como partido político con plenos derechos electorales, fueron interpretados por varios miembros de la JC, especialmente por los radicales, como que el PCM estaba "vendiendo" el movimiento, y por tanto renunciaron a ese partido; se encontraban entre ellos Eduardo Valle, Florencio López Osuna y Carlos Vázquez.[293]
              Consecuencia de esas diferencias y del golpe represivo que sufrió el movimiento estudiantil en octubre de 1968, además de los que estaban padeciendo o recientemente habían sufrido otras universidades de provincia, se orilló a muchos jóvenes universitarios, especialmente miembros de la JC, a radicalizarse. Así pues, en septiembre de 1970, la opción guerrillera se impuso en el Encuentro del Pacífico, donde los muchachos comunistas disidentes propusieron al PCM prepararse para la lucha armada.[294]
    El PCM no respondió a ese llamado, y en el III Congreso de la JC, realizado en diciembre de 1970, los jóvenes radicales rompieron con él y aprobaron una resolución que cuestionaba la línea política del PCM y su propia existencia histórica.[295] Estos disidentes de la JC optaron por el proyecto revolucionario como única alternativa para superar "los vicios, los errores, y las desviaciones históricas" en que, según ellos, había caído el PCM.[296]
     La pugna entre radicales y ortodoxos dentro de la JC, es decir entre los reformistas (seguidores de la apertura democrática del presidente Luis Echeverría Álvarez) y los radicales (partidarios de la lucha guerrillera), terminó con la disolución del sector juvenil en septiembre de 1972, durante el IV Congreso de la JC, con lo que los militantes jóvenes del PCM ingresarían a este partido en forma individual y desde entonces el trabajo político entre la juventud estuvo a cargo directamente del Partido. Desde ese momento la presencia del PCM como organización partidaria disminuyó sensiblemente entre los universitarios, al grado de estar representado sólo por unas cuantas individualidades. Así, desde entonces la política universitaria del PCM se centró a nivel nacional, y por supuesto en nuestra Universidad, en promover y consolidar básicamente el sindicalismo universitario, marginando su trabajo dentro de la organización estudiantil.
     En coincidencia con la crisis del sistema político mexicano surgieron frentes amplios que abarcaron organizaciones de colonos, campesinos, pequeños comerciantes y estudiantes, tanto universitarios como normalistas, a partir del éxodo masivo que provocó hacia las ciudades la crítica situación del agro mexicano. La acelerada masificación de las ciudades produjo, a su vez, un déficit de vivienda que aumentaba constantemente, ante el abuso de la especulación inmobiliaria y la displicencia con que el gobierno federal, estatal y municipal hacía frente a esta problemática.
     El primer frente urbano con el cual se inició uno de los denominados nuevos movimientos sociales fue el CDP de Chihuahua, fundado en junio de 1968 cuando un grupo de colonos invadió terrenos para formar la colonia "Francisco Villa". Después surgieron organizaciones de este tipo en casi toda la República, pero principalmente en el D.F., Estado de México, Puebla, Morelos, Zacatecas y Oaxaca.[297]
     Los frentes por lo general rebasaron el corporativismo priísta, pero, también desconfiados de los partidos formales de izquierda, defendieron su autonomía respecto de éstos, aunque varios de los cuadros de las organizaciones partidistas llegaron a participar en las movilizaciones. Más bien, dentro de ellos comenzó a actuar la llamada "nueva izquierda", que en términos generales era apartidista. Su interés en transformar la vida cotidiana le hizo marcar objetivos inmediatos y a corto plazo para los movimientos locales de masas, más que con las estrategias a largo plazo de los partidos políticos. No interesaba a sus activistas el foro parlamentario, ni los discursos sobre la convergencia entre la izquierda y los sectores progresistas del aparato estatal; tampoco las concepciones socialistas que planteaban como objetivo el fortalecimiento del Estado, para posteriormente conquistarlo y cambiado. Más que adueñarse del poder estatal, a los nuevos movimientos sociales y a la "nueva izquierda" les interesaba, por el momento, la lucha por mantener la autonomía y la autodeterminación de sus bases sociales.[298]
              A partir de 1975, coincidiendo con los afanes de reorganización del movimiento estudiantil, aparecieron nuevos partidos políticos, la mayoría de ellos de tendencia socialista. En mayo de ese año se realizó en la ciudad de México la Asamblea Nacional Constituyente del PST, con la asistencia de más de cinco mil delegados de todo el país; Rafael Aguilar Talamantes fue electo secretario general del nuevo partido. Como miembros del comité central por el estado de Michoacán quedaron dos profesores de la Universidad Michoacana: Joel Caro Ruiz y Francisco Chávez Alfaro. Este partido, como vemos, fue organizado por ex miembros del PCM, que habían renunciado a esa organización por considerar que no respondía a las exigencias de organizar a la clase obrera para luchar por el establecimiento del régimen socialista.[299]
     De forma semejante, el PRT se creó en septiembre de 1976 (considerado como la sección mexicana de la IV Internacional).[300] Ambos buscaron tener presencia dentro del movimiento estudiantil, pero sus escasas bases no lograron penetrar lo suficiente en la dirección de los organismos estudiantiles; además, como hemos dicho, el movimiento estudiantil representado en las Casas del Estudiante buscaba sustraerse a la dependencia de cualquier partido político, por considerarlos a todos reformistas.
     Para 1979, cuando comenzó a operar la reforma electoral, la corriente del movimiento estudiantil de tendencia socialista señalaba que...

...la burguesía al ver en peligro sus intereses desde el momento en que el pueblo comenzaba a despertar y recurría a métodos diferentes para obtener respuesta a sus exigencias, buscó la forma de reencauzar la inconformidad por vías legales y una medida para lograrlo fue la reforma a la Ley Federal Electoral que daba la opción a los partidos de izquierda a obtener su registro y a participar en las contiendas electorales (de esta manera), partidos políticos con apariencia de izquierda -incluso Marxistas- se abanderan de las causas proletarias para alcanzar sus objetivos particulares de organización(sic).[301]

     Ubicaba en esta línea a los partidos: PCM, PST, PSR, PMT y al PRT, los que...

...le hacen el juego a la burguesía (ricos) porque así conviene a sus intereses, pues a cambio de ello reciben diputaciones, senadurías, puestos de control en las Universidades u otro tipo de regalías, y cuando obtienen esto se olvidan del pueblo, de la masa que les dio el voto y la confianza.[302]

     El movimiento estudiantil de tendencia socialista criticaba el reformismo de los partidos comunistas a nivel mundial, como el Francés, el Italiano y el Español (el llamado eurocomunismo),los cuales, según su apreciación, basada en la dialéctica marxista:

...en el proceso de desarrollo, en los objetos y fenómenos aparecen nuevos aspectos, cualidades y propiedades y se forman nuevas relaciones, de lo cual se deduce que, al analizar los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad hay que atenerse al enfoque histórico concreto, hay que considerarlos en dependencia de las condiciones concretas, tomando en consideración el lugar y el tiempo; rechazan los principios fundamentales del marxismo del uso de la violencia para la toma del poder y una vez logrado esto, la instauración de la dictadura del proletariado, por considerarlos dogmas y en su lugar plantean la vía democrática al socialismo, el pluralismo político y el respeto a las libertades democráticas, vías que son negadas por la realidad misma como lo dejó en claro el caso chileno y que a su vez confirman las tesis marxistas de la necesidad del uso de la violencia y la dictadura del proletariado.[303]

    Según afirmaban los dirigentes del movimiento estudiantil, en México la influencia de los partidos comunistas europeos con sus tesis reformistas, se dejó sentir en partidos que "se dicen marxistas-leninistas como por ejemplo el PCM, PPS, PRT, PST", que ahora promueven "la edificación progresiva del socialismo democrático y pluralista que pregona la vía electorera para la toma del poder".[304]
     Aclaraban que este tipo de reformismo no era nada nuevo, pues ya Lenin había puesto al descubierto el revisionismo y el oportunismo de la social democracia alemana (la II Internacional), en su obra La revolución proletaria y el renegado Kaustky, "por lo que no debemos asustarnos de los traidores del marxismo-leninismo que promueven los charlatanes de izquierda".[305]
     Las posiciones ultraizquierdistas de algunos partidos políticos informales o clandestinos, como el PCOM, a través de la FNOB (considerada su sector juvenil), que tenía activistas en las escuelas de Historia,[306] Biología y Agrobiología, de "no votar y tomar el poder por la vía de la violencia por ser la única forma de resolver de una vez y para siempre los problemas de los trabajadores", porque participar en las elecciones "es incurrir en el reformismo",[307] provocaron también críticas de algunos órganos universitarios, como el consejo estudiantil de la Escuela de Filosofía, para quienes, citando a Lenin…

...la lucha por la democracia es el primer paso en la lucha por el socialismo, es el único camino certero...quien quiera ir al socialismo por otro camino que no sea el de la democracia política, llegará infaliblemente a conclusiones absurdas y reaccionarias.[308]

     Consideraban los críticos de la Escuela de Filosofía de la Universidad que en México no existía en aquellos momentos una situación revolucionaria, así como...

...no se da un ascenso del movimiento de masas tal que ni los obreros, ni campesinos, ni demás sectores sociales explotados y oprimidos por la burguesía, no depositen en el parlamento o en cualquier institución del Estado, confianza alguna. Por el contrario, todavía la clase obrera y demás aliados continúan bajo el control de la clase en el poder. Es un hecho indiscutible que las masas populares no alcanzan a comprender el carácter de clase del Estado y sus instituciones, todavía nuestro pueblo no pierde la esperanza de tener buenos gobernantes al instaurarse cada sexenio.[309]

     De ahí -señalaban- lo importante es participar en las elecciones, no con el objetivo de plantear la toma del poder por la vía electoral, sino para que desde el parlamento se divulguen las consignas revolucionarias y atraer a las masas, es decir, hacer de las elecciones "un medio de agitación y difusión de las alternativas revolucionarias, mas no como un acto de colaboración con el Estado".[310]
     En oposición a esta posición, otros grupos estudiantiles de la corriente democrática, liberal, nacionalista, criticaban la injerencia de los partidos políticos en la Universidad...

...porque una cosa es que los universitarios tengamos libre afiliación a los partidos y organizaciones políticas, y otras muy distintas (sic) es que se tome a nuestras universidades como trincheras de luchas políticas, ajenas a los objetivos y la función social de tales instituciones.[311]

Estos estudiantes puntualizaban que...

...tan nociva ha sido la descarada intervención de la burguesía más reaccionaria, como la activa que despliegan los pseudo-revolucionarios, al utilizar nuestros centros de cultura superior con fines políticos insanos. Esto lo corrobora la situación en que se encuentran las universidades Nacional Autónoma de México, la Metropolitana, la de Puebla, la de Guerrero, la de Oaxaca y otras, en donde las fuerzas de la provocación actúan a pasos agigantados, con el deliberado propósito de enfrentarlas al poder público.[312]

    Para los estudiantes liberales debía dejar de utilizarse como "ariete político de la lucha social, debe terminarse con la práctica de enfrentar a la Universidad con el gobierno".[313]Desde luego éstas eran posiciones retóricas y demagógicas, ya que, en realidad, la injerencia de los partidos de izquierda en la Universidad Michoacana que ellos criticaban era una práctica cotidiana que el partido oficial realizaba.
    Por ejemplo, en la Escuela de Economía cuando, a mediados de 1978, el "Grupo Cultural Federico Engels" inició un movimiento para reestructurar el plan de estudios, mejorar su planta de profesores, integrar el consejo técnico en forma paritaria y constituir la asamblea general conjunta (alumnos y profesores) como órgano máximo de gobierno del plantel, la dirección del plantel utilizó un grupo de choque que por medios violentos trató de romper el paro estudiantil. Los integrantes de ese grupo eran comandados por Mario Tzintzún Rascón, José Luis López Mora, Armando Saavedra y Raúl Hernández, integrantes del sector juvenil del PRI.[314]
     De esta manera, el movimiento estudiantil se guió por el principio de la autonomía, y en su contribución a la construcción del socialismo se sumó al conjunto de fuerzas políticas no partidistas, que desde la perspectiva de la "nueva izquierda revolucionaria" desarrollaban el trabajo de organización política, en oposición a los partidos políticos formales de izquierda, a los cuales consideraba organizaciones reformistas; en rechazo al ultraizquierdismo sospechoso de partidos como el PCOM, y, desde la conformación de la CUL, en la natural oposición al partido oficial. La perspectiva de la "nueva izquierda revolucionaria" era la organización popular a través de la organización de coaliciones y frentes populares, y la capitalización de la lucha independiente (de los partidos políticos y de organizaciones corporativistas oficiales) espontánea o planificadamente.
     La CUL se concebía en esa época, dentro del movimiento social, como una organización de lucha que se diferenciaba de los movimientos "pasivos" o "electoreros" de los partidos. Esta línea correspondía a la trazada por la "nueva izquierda revolucionaria".

Con la guerrilla    

La represión contra el movimiento estudiantil perpetrada en el estado por el gobierno del licenciado Agustín Arriaga Rivera, y a nivel nacional por los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, en 1968 y 1971 respectivamente, radicalizó las posiciones políticas de algunos estudiantes, que tomaron la decisión de luchar por la vía armada para lograr la transformación social del país, integrándose a grupos guerrilleros existentes o creando otros. La actitud represiva asumida por el Estado mexicano el 10 de junio de 1971, ratificó el razonamiento de algunas vanguardias estudiantiles en el sentido de que el camino de la lucha pacífica y por los cauces institucionales estaba clausurado, y por lo tanto la única vía para el cambio eran las armas. Para ellas no era válido "moralmente" mantener una postura de diálogo ante las autoridades después de los sucesos del 10 de junio.
    En México la guerrilla rural contemporánea tiene su antecedente inmediato en el asalto al cuartel militar de Ciudad Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965, mismo que fue encabezado por el profesor Arturo Gámiz García y el médico Pablo Gómez Ramírez. La acción armada fue repelida por el ejército y en el ataque murieron ocho de los trece guerrilleros, entre ellos sus dirigentes. Este grupo guerrillero se había conformado dos años atrás en respuesta a la miopía y las evasivas de las autoridades locales y federales ante las protestas de los campesinos contra el crecimiento de los latifundios en esa región, en detrimento de la pequeña propiedad y de la propiedad comunal, y debido a su complicidad con los terratenientes.[315]
    Dos años después, aproximadamente, la represión del Ejército contra una manifestación popular en Atoyac de Álvarez, Guerrero, el 18 de mayo de 1967, obligó a uno de sus dirigentes, el profesor Lucio Cabañas Barrientos, a tomar las armas y conformar la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del PDLP.[316] De modo muy semejante, el encarcelamiento del líder de la ACG, Genaro Vázquez Rojas, en Iguala, Guerrero, tuvo como única salida su liberación por un comando armado, ocurrida el 22 de abril de 1968, hecho que transformó a esa organización en la guerrilla denominada ACNR.[317]
     La instauración del régimen socialista en Cuba, surgido de una acción guerrillera, inspiró la misma tendencia en prácticamente toda América Latina: en Nicaragua la guerrilla fue encabezada por el FSLN; en Colombia por el ELN y en Uruguay por el grupo Tupamaros, y así en casi cada país de la región.[318]
     Entre los universitarios circulaban textos que hoy son considerados clásicos sobre el tema de la preparación teórico práctica de la guerrilla: La Guerra de guerrillas y La Guerra de guerrillas, un método, de Ernesto "Che" Guevara; Revolución en la Revolución, de Regis Debray;Armar a las masas revolucionarias, construir el Ejército Popular; de Vo Nguyen Giap, y La guerra revolucionaria, de Carlos Marighella.[319]
     A todo esto hay que añadir dos eventos fundamentales celebrados en La Habana, Cuba, en 1966 y 1967: la reunión de la Tricontinental, y la OLAS, cuyo tema central fue la guerra de guerrillas; se afianzó allí la idea de que la revolución latinoamericana debía fundarse en esa táctica.[320] De igual manera, la Cuarta Internacional, de tendencia trotskista, en su Noveno Congreso, celebrado en 1969, se planteó como método el foco guerrillero para la liberación de América Latina.[321]
              En este contexto fue como empezaron a operar varios grupos guerrilleros rurales y urbanos en México. Entre estos últimos, el MAR, grupo fundado en la Universidad de la Amistad de los Pueblos Patricio Lumumba, de Moscú, en 1966. Allí se organizaban regularmente entre los estudiantes mexicanos debates sobre las vías para acceder al socialismo, y existían dos posiciones: la de quienes defendían la vía pacifica[322] y los que pugnaban por la vía armada. Un selecto grupo de quienes se inclinaban por la acción revolucionaria sentó las bases para la conformación de una organización guerrillera. Entraron en contacto con cubanos, vietnamitas, chinos y argelinos, pero no encontraron apoyo entre ninguno de ellos para su proyecto. Fue la República Democrática de Corea la que aceptó apoyar al MAR, cuyas cabezas principales fueron: Fabricio Gómez Souza, Leonardo Mendoza Sosa, Camilo Estrada Luviano y Alejandro López Murillo.[323]
     Una vez logrado el apoyo de los norcoreanos, se desplegó el trabajo de reclutamiento a través de los contactos que para el caso se habían establecido en México. En esta labor desempeñó un papel fundamental Horacio Gómez Souza, ingeniero agrónomo, recién egresado de la Universidad Michoacana. Por su parte Alejandro López Murillo, al retornar a Michoacán, a fines de 1968, reclutó a varios estudiantes de nuestra Casa de Estudios, entre ellos Fernando Pineda Ochoa, Leonardo Isidro Rangel, Elías Alfaro Robles[324] y Ángel Bravo Cisneros, miembros de la JC, excepto de este último. Todos ellos tenían antecedentes de participación en los movimientos estudiantiles de 1963 y 1966, y en el momento se encontraban promoviendo un grupo pro lucha armada para incorporarse al PDLP de Lucio Cabañas. Éstos a su vez reclutaron a otros prospectos de guerrilleros (entre ellos, los siguientes estudiantes de la Universidad Michoacana: Manuel Arreola Téllez, Ramón Cardona Medel, Pedro Estrada Gámez, Felipe Peñaloza García, Esperanza Rangel Aguilar y Rogelio Raya Morales);[325] en total se conformó un grupo de 53 individuos, los cuales viajaron en tres grupos a Corea del Norte para recibir entrenamiento político y militar. De todos ellos, una buena cantidad procedía de la Juventud Comunista Michoacana, y abandonaron sus estudios para incorporarse al MAR.[326]
     Tras varios meses de entrenamiento los guerrilleros del MAR regresaron a México a finales de 1969, con el objeto de desarrollar la revolución socialista a partir de un foco guerrillero; para conseguirlo, se organizaron en cuatro comandos, según sus tareas a seguir: de expropiación, reclutamiento, exploración e instrucción político militar.[327]

 
              Fuera de haber aportado al MAR algunos de sus integrantes y constituirse en fuente potencial de reclutamiento de guerrilleros, el movimiento estudiantil universitario michoacano no tuvo relación directa con ésta u otras organizaciones guerrilleras, salvo el caso de la Casa del Estudiante "Isaac Arriaga", que sí mantuvo una relación más directa con la ACNR. Por cuestiones de seguridad la clandestinidad no permitió el contacto de sus miembros, ni siquiera con sus familiares.[328] De hecho, el movimiento guerrillero nació aislado por su propia concepción de que cualquier táctica de lucha que no fuera la armada era tachada de reformismo y colaboracionismo, lo que en gran medida constituyó la causa de su fracaso. Nunca pudieron integrar a los obreros y campesinos a la lucha armada, y sus acciones violentas fueron aisladas. Las diversas organizaciones guerrilleras que operaban en nuestro país ni siquiera llegaron a ponerse de acuerdo para la consecución del fin común; sus actitudes dogmáticas y sectarias, tanto en el aspecto teórico como en el referente a la práctica revolucionaria del marxismo, los separó.[329]
     La guerrilla misma fue descalificada por la mayor parte de la izquierda mexicana, opuesta tajantemente al método guerrillero como vía al socialismo; uno de los partidos más representativos, el PCM, aceptó la apertura democrática, mientras otros sectores de la izquierda consideraban los asaltos y secuestros realizados por la guerrilla como "acciones carentes de esencia revolucionaria al carecer de programa político" y de no estar relacionados con las masas, y si en cambio, estar "sospechosamente dirigidos por la CIA, la burguesía financiera y los líderes charros sindicales, con el objeto de provocar una política represiva,"[330] la cual incrementaría el sometimiento al imperialismo norteamericano. Señalaban que aún cuando estos actos pudieran estar inspirados en la revolución socialista…

...objetivamente esta acción no contribuye a ningún progreso de las masas, a su organización, a su programa y a sus conquistas, sino que es utilizada por los sectores más ligados al imperialismo y al capital financiero para justificar represiones dirigidas a impedir la organización independiente de las masas y contener el ascenso de la revolución nacionalista proletaria.[331]

              Esta posición de la izquierda mexicana era una derivación de las adoptadas a nivel mundial por las organizaciones comunistas con respecto al castrismo y al guevarismo.[332]
     Dentro de la Cuarta Internacional, a partir de la aparición del castrismo se profundizó una división que se había iniciado desde 1953 dentro del trotskismo. En ese año se crearon dos grupos: el del Secretariado Internacional, dirigido por Michel Raptis ("Pablo") y Ernest Mandel; y el del Comité Internacional, encabezado por dirigentes del SWP, así como la corriente del trotskismo latinoamericano encabezada por Hugo Bressano ("Nahuel Moreno"). Uno de los primeros puntos de discrepancia fue el reconocimiento por parte del Secretariado Internacional del carácter obrero del Estado cubano y del castrismo, lo que tácitamente implicaba aceptar que no era necesaria la construcción del partido trotskista en Cuba. Esta idea chocaba con la concepción de la corriente trotskista latinoamericana, representada por Moreno, para quien la construcción del partido era imprescindible para dirigir la acción de las masas hacia la destrucción del aparato burocrático encabezado por Castro y llevar la revolución cubana al establecimiento de la democracia obrera.[333] El otro aspecto en que discrepaban fue la inclinación del grupo de Mandel a desarrollar la revolución latinoamericana socialista a partir de una pequeña vanguardia guerrillera, teorizada por el Che Guevara. El grupo de Moreno sostenía la inviabilidad de esta estrategia, porque para ellos el primer paso estaba en la construcción de un partido obrero que tomara en sus manos la tarea de la revolución. Estas dos concepciones sobre la estrategia para lograr el establecimiento del régimen socialista en América Latina, llevó al rompimiento entre ambos grupos en el año 1969, durante la celebración del Noveno Congreso de la Cuarta Internacional, cuando Mandel, respaldado por una amplia mayoría, determinó que la línea era llevar a cabo la revolución socialista latinoamericana a partir del foco guerrillero; esta ruptura, a su vez, provocó la escisión de la gran mayoría de los partidos trotskistas en el mundo.[334]
    En un principio, la corriente trotskista latinoamericana representada por Moreno coincidía en dos conclusiones teórico-políticas con el castrismo y el guevarismo: que no había otro camino para el triunfo de la revolución latinoamericana y mundial que la lucha armada, la cual debería ser un proceso permanente, es decir, profundizarse cada vez más, Todo esto, en oposición a la línea reformista de Nikita Kruschev, que consideraba que no era necesaria la lucha armada y la revolución socialista debería librarse por grandes etapas históricas. Sin embargo, Moreno discrepaba de los guevaristas en cuanto a que la misma se centrara en una estrategia guerrillera o foquista en el campo, Para él, la acción de la guerrilla, como estaba planteada en esos momentos, se hallaba divorciada del movimiento de las masas urbanas y rurales, pues para movilizar a éstas hacia la lucha por el poder político era necesaria previamente la existencia de un partido y de un programa revolucionarios; de lo contrario, señalaba tajantemente, cualquier acción, por pequeña que fuese, se transformaría en una aventura.[335]
     Para Moreno, en el camino hacia el socialismo, el Che Guevara invertía los términos, porque "no tiene Partido, ni programa, para movilizar a los trabajadores, sino al contrario, tiene fines adecuados a un medio o a un método que es la guerra de guerrillas, lo que significa poner el carro delante de los caballos".[336] De la misma manera, al defender su sistema de guerra de guerrillas como el único, señala que éste debe llevarse a cabo en un medio campesino; mas aquí su argumento no es social, sino técnico, critica Moreno, pues apela a los campesinos y al campo por ser la clase y el medio ideales para la guerrilla; es decir, la guerrilla no estaba al servicio de la masa campesina, sino al contrario. En Guevara la clase de vanguardia es el campesinado, pero no porque en realidad lo sea así, sino porque es la que se adecua a su método guerrillero. En la realidad la clase de vanguardia cambia de un país a otro.[337]
     En síntesis, Moreno negaba que un grupo de valientes alejado del pueblo trabajador, sin programa político y sin partido revolucionario, pudiera iniciar la lucha armada a partir de la guerra de guerrillas y esta estrategia, a lo único que llevaría en esos momentos sería al fracaso de todas las guerrillas existentes y a la pérdida de personajes muy valiosos. El tiempo le dio la razón: la guerrilla fracasó y lo peor de todo es que, con ella, también se perdió a lo mejor de la vanguardia de luchadores latinoamericanos. En nuestro país la Brigada Blanca, creada por el presidente Echeverría Álvarez, dio cuenta de ellos.
     Estas posiciones que se debatían dentro del movimiento socialista internacional en torno a la guerrilla, se reprodujeron entre los estudiantes universitarios michoacanos; algunos coincidían con la posición de Nahuel Moreno:

...los grupos guerrilleros han actuado al margen de las masas populares y están formadas casi en su totalidad, por elementos del estudiantado y de la intelectualidad. Sus acciones audaces nos recuerdan las tesis al (sic) culto a la espontaneidad. Sus programas y sus tesis no son conocidos por el pueblo. Éste no ve en ellos una opción política en virtud de su estado de desorganización, desconfianza, ignorancia y atraso político...La lucha armada, en las presentes condiciones, sólo divide al movimiento revolucionario, aniquila a cuadros políticos valiosos e introduce la confusión ideológica...Es falso que en México estén agotadas todas las formas de lucha político­-democrática. Hace falta organizar y movilizar a las masas populares en torno a objetivos concretos...La situación nacional exige la militancia y la organización política. Los cuadros políticos no pueden ser llevados a la muerte en acciones aisladas que cuentan con la indiferencia y el temor del pueblo. El ultraizquierdismo lleva a la frustración y al fracaso a muchos jóvenes. Urge la formación de auténticos instrumentos de lucha de las masas populares... El aventurerismo político es un mal del movimiento revolucionario de todos los países del mundo. Su función objetiva es la de dividir, justificar la represión estatal y dispersar a los mejores cuadros. El radicalismo verbal rechaza por sí mismo la organización política y elude el debate, la discusión crítica y los planteamientos políticos...El oportunismo de derecha y el sectarismo son caras de la misma moneda y la burguesía y el imperialismo le temen a la organización del pueblo, no a los aventureros de la política, a quienes con frecuencia utiliza para sus fines.[338]

    En general, el movimiento estudiantil no estaba de acuerdo con aquellos estudiantes que habían radicalizado sus posiciones e integrado a la guerrilla, por considerarla inviable y porque estaban ocasionando en la base estudiantil "el temor de hacer política aún en beneficio de sus demandas concretas",[339] aunque en el fondo se les reconocía su heroísmo.[340] Desde luego, para estos momentos, la inconformidad estudiantil radical y la simpatía popular hacia ésta había sido contrarrestada por el programa de la apertura democrática y el apoyo extraordinario de recursos del gobierno federal a las universidades de parte del gobierno echeverrista. Al mismo tiempo, la política populista de este gobierno, que aparentaba defender de la voracidad de los empresarios nacionales y extranjeros a los trabajadores, logró poner en contra del movimiento guerrillero a amplios sectores populares, los cuales si bien anteriormente no estaban de acuerdo totalmente con él, sí lo respaldaban moralmente.[341] Esto lo logró por medio de una campaña de difusión en los principales medios de comunicación, como la prensa escrita, el radio y la televisión, y haciendo uso del nacionalismo. Esta táctica del gobierno echeverrista se basaba en la teoría de la contrainsurgencia desarrollada en Estados Unidos bajo la misma analogía que Mao Tse Tung había hecho de la guerra de guerrillas como método de lucha. De acuerdo con el dirigente chino, la batalla decisiva se libra por conquistar el apoyo popular; de esta forma, el guerrillero es el pez y el pueblo es el mar; si el mar le es propicio, el guerrillero sobrevivirá; pero si el medio ambiente le es hostil, el guerrillero acabará por ahogarse.[342] De esta manera, para la prevención o el combate a estos movimientos guerrilleros se debían realizar las siguientes acciones equilibradas: mejoramiento de las destrezas militares y policíacas, mediante el entrenamiento y la asesoría; el fomento al desarrollo a través de la ayuda económica; la presión para la realización de reformas sociales y políticas, y el reforzamiento de los sindicatos, agrupaciones sociales y partidos políticos no comunistas. Todas estas acciones debían entretejerse para minar el atractivo de los movimientos radicales y minimizar las posibilidades de participación de los estadounidenses.[343]
    Para 1978, la Brigada Blanca, a través de la llamada guerra sucia, había exterminado casi por completo a la guerrilla por medio del asesinato, el encarcelamiento o la desaparición de sus miembros. En esas condiciones se decretó el 24 de agosto de 1978 la Ley de Amnistía para los guerrilleros. Respecto a los de origen michoacano, varios de ellos, al recuperar su libertad se reincorporaron a la vida civil.[344] Algunos se reintegraron como estudiantes a la Universidad Michoacana, donde posteriormente se desempeñarían como profesores. La mayor parte de ellos hablaba de que habían rectificado el camino, considerando que la acción guerrillera había sido un error o una desviación. Tal es el caso de: Ángel Bravo Cisneros, Camilo Estrada Luviano, Pedro Estrada Gámez, Esperanza Rangel, Alejandro López Murillo y Abdallán Guzmán.[345]
     Por otro lado, motivados, más que por el internacionalismo proletario, por el sentimiento antiimperialista, los estudiantes universitarios michoacanos unieron sus voces a la de los profesores y trabajadores para manifestar su solidaridad y apoyo al movimiento guerrillero latinoamericano, dirigido especialmente a los nicaragüenses y salvadoreños, encabezados por sus respectivas organizaciones guerrilleras: el FSLN y el FFMLN.
     En sus medios de divulgación escritos, los estudiantes constantemente manifestaban su solidaridad de múltiples formas. Algunos inclusive se identificaban con los nombres de guerrilleros centroamericanos, como El Activista, periódico del grupo político cultural Sandino, A.C., del Colegio de San Nicolás. Éste, en su primer número contiene un pequeño artículo titulado "Nicaragua: Pueblo en Lucha", reseña breve de los orígenes y los objetivos de la lucha de los nicaragüenses, que finaliza expresando las consignas: "¡Formemos un Comité de Solidaridad con el pueblo nicaragüense!, y ¡Apoyemos en lo económico, político y moral al pueblo de Nicaragua![346] En Rueda y Tornillo, periódico estudiantil editado por moradores de la Casa del Estudiante Camilo Torres, se publicó inclusive poesía estudiantil inspirada en la lucha guerrillera nicaragüense: "La hora de la luz" y "Al pueblo nicaragüense en su lucha".[347]
              No sólo en los periódicos estudiantiles se publicaban artículos sobre la guerrilla centroamericana, sino también en El Universitario, órgano oficial de información de la Universidad Michoacana. Aquí encontramos: "La barbarie de Somoza no ha tenido límites"[348] y "Repudio internacional a Somoza",[349] entre otros. Se creó, inclusive, un programa radiofónico dedicado a Nicaragua, el cual se transmitía los sábados por la radiodifusora de la Universidad Michoacana, XESV, Radio Nicolaita,[350] y fue organizado el evento: "Los doce días del libro para Nicaragua", en apoyo a la triunfante revolución nicaragüense.[351]
    De la misma forma se manifestó la solidaridad con la guerrilla salvadoreña. El número 6 del Búho Consciente incluso reprodujo el Programa del Gobierno Democrático Revolucionario del FFMLN.[352] Por otra parte, la solidaridad desplegada por varios comités de apoyo a la guerrilla salvadoreña permitió la participación directa en nuestro país de algunos de sus representantes, y por supuesto, en nuestro estado. En el acto conmemorativo del natalicio de Miguel Hidalgo y Costilla, el 8 de mayo de 1980, en el Colegio de San Nicolás se permitió la intervención del señor Carlos Lara, integrante de la Comisión Coordinadora Revolucionaria de Masas del Salvador,[353]y el 28 de marzo un miembro de Radio Venceremos habló sobre "La problemática centroamericana y el Caribe", en el auditorio del edificio "R" de Ciudad Universitaria.[354]

Con los profesores organizados de la Universidad Michoacana

El crecimiento masivo de la matrícula estudiantil en la Universidad Michoacana durante la década de los setenta exigió al mismo tiempo la contratación de más personal académico, con lo cual se produjo la masificación de la docencia. De esta manera se modificó la imagen y el papel del profesor. De un profesionista liberal que atendía la cátedra como una actividad colateral que le daba prestigio profesional, ambos factores se convirtieron en los de un trabajador académico, profesional de la enseñanza universitaria, de cuya actividad comenzó a depender económicamente, es decir, se proletarizó el trabajo académico. Esta nueva condición magisterial provocó que, al igual que otros trabajadores, los catedráticos demandaran aumento de salario y mejores prestaciones sociales, para lo cual se organizaron en sindicatos, que a su vez vinieron a representar no sólo nuevas organizaciones gremiales, sino nuevos actores dentro de la escena política de la educación superior.
     De cualquier manera, se mantuvo un porcentaje relativamente menor de profesores que continuaron con la práctica liberal de la docencia universitaria, quienes, por su éxito profesional y por ende su posición económica, eran más susceptibles de identificarse con la posición ideológica de la autoridad universitaria y por tanto, se les seleccionó para cumplir las tareas de dirección de la institución. A ellos se fueron agregando poco a poco, como resultado de la profesionalización de la enseñanza, un grupo de maestros de carrera (de tiempo completo, dedicados a la docencia universitaria), los que, al ser sujetos de una serie de canonjías y privilegios, se colocaron en camino de convertirse en autoridades universitarias (y estatales). Con estos dos sectores se conformó la llamada burocracia universitaria, que como exigencia del crecimiento masivo de la Universidad se fue especializando en la administración de la Casa de Estudios y constituyendo en una especie de casta, la cual creó intereses muy particulares, generalmente contrapuestos a los intereses del conjunto del personal académico universitario.
    Con todo este panorama, más las atribuciones de la Junta de Gobierno de nombrar a los directores de las escuelas, facultades e institutos, en nuestra Universidad quedó anulada, en la práctica, la de por sí corporativizada democracia liberal mexicana. Los cuerpos colegiados: consejos técnicos y Consejo Universitario, sólo eran ya instancias formales, reducidas a legitimar prácticamente todas las decisiones de la burocracia universitaria.
              Sobre la base de la organización llamada Federación de Mesas Directivas de Profesores, pero aprovechando su decadencia política, surgió en el mes de octubre de 1976 el SPUM. De inmediato, en forma parecida a lo ocurrido en la UNAM y otras universidades del país, las autoridades universitarias impulsaron la formación de un sindicato paralelo, el STAUM, que tenía como cabeza visible al ingeniero Manuel Cázares Ramírez; promovieron también, o mejor dicho mantuvieron, a la vez, las Asociaciones de Mesas Directivas de Profesores en varias escuelas, entre las cuales hay que mencionar al autodenominado grupo de las Ingenierías.[355]
    El fin primordial de la formación de este tipo de agrupaciones era impedir la organización de los profesores en un sindicato; mas una vez que este proceso desembocó en el triunfo del sindicalismo a nivel nacional, al obtener su reconocimiento legal, la pelea contra el SPUM fue por la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo de parte del STAUM.
    El origen burocrático de organizaciones como el grupo de las Ingenierías y otras asociaciones de profesores, así como del propio STAUM, obligaba a cumplir con los objetivos para los cuales habían sido creadas. De esta manera, aparte de manifestarse públicamente para respaldar a la autoridad universitaria en turno (la cual generalmente se identificaba con ese grupo), dados los problemas que se suscitaban en las diferentes escuelas, se condenaba el uso del recurso de paro académico por parte del SPUM como método de presión para obtener aumento de salario y mejores prestaciones y condiciones laborales.[356]
     De tal modo que al iniciar el SPUM, el 18 de agosto de 1980, un paro indefinido de labores académicas por aumento de salarios,[357] desde un principio la rectoría lo consideró ilegal, ya que esta agrupación sindical no estaba reconocida por las autoridades de la Secretaría del Trabajo.[358] De inmediato, la burocracia universitaria: directores de escuelas, facultades e institutos también se manifestó contra el paro,[359] además de alentar la "toma" del Colegio de San Nicolás y de las preparatorias "Pascual Ortiz Rubio" y "Melchor Ocampo" por sus respectivos consejos estudiantiles, en "protesta por el paro iniciado por el SPUM";[360] mientras, por otra parte, los consejos de alumnos de las escuelas de Odontología, Enfermería, Medicina, Medicina Veterinaria y Químico Farmacobiología, se expresaron asimismo en su contra.[361]
     Finalmente, el 14 de septiembre de 1980, tras casi un mes de estar paralizadas las actividades, la autoridad universitaria dio satisfacción a las peticiones del SPUM, mediante un convenio que incluía, en su cláusula 25a, la ratificación del reconocimiento de la titularidad de esta organización en los convenios colectivos de trabajo, debido a ser el sindicato mayoritario y representativo de los trabajadores académicos.[362]
             Tras una década de lucha por el derecho a la sindicalización de los profesores universitarios, el gobierno de José López Portillo decretó la autonomía legal a las universidades, adicionando la cláusula VIII al Artículo 3° Constitucional. Se estableció, además, que las relaciones laborales de los profesores universitarios y los empleados administrativos y manuales con las Casas de Estudio se regirían por el apartado "A" de la Ley Federal del Trabajo, adicionándose a ésta los artículos: 353-J, 353-K, 353-L, 353-M, 353-N, 353Ñ, 353-0, 353-P, 353-Q, 353-R, 353-S, 353-T y 353-U.[363] El SPUM, con base en estas reformas legislativas, obtuvo su registro en 1980,[364] y al siguiente año, la firma y la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo. Para alcanzar este logro se contrató la asesoría del abogado Carlos Fernández del Real, connotado especialista en Derecho laboral de la ciudad de México.[365]
    El sindicalismo académico en la Universidad Michoacana surgió, como ya lo dijimos, sobre la base organizativa de la FMU, pero formalmente en oposición a ésta, pues se había convertido en una organización selectiva y elitista bajo la dirección vitalicia del ingeniero Manuel Cázares Ramírez, quien controlaba la contratación del personal académico con base en una política clientelar. Sin embargo, esta práctica, lejos de ser erradicada, fue continuada en forma discrecional por el comité ejecutivo del naciente SPUM, ya que como nuevo grupo de poder político buscaba asegurarse la continuidad al frente de esa agrupación, lo cual, como es natural, pronto chocaría con otros grupos integrados al calor de la lucha sindical.
    En los últimos años de la década de los setenta y principios de los ochenta, se incorporaron como docentes, fundamentalmente en el nivel bachillerato de la Universidad Michoacana, un gran número de egresados de las escuelas de reciente creación, como Biología, Historia, Filosofía, Físico­Matemáticas y Economía; algunos de ellos conformaron un grupo político que tuvo como sede la Escuela Preparatoria Isaac Arriaga. Este núcleo, organizado en torno a la sección sindical del SPUM de la mencionada escuela, en los inicios del año 1978, concebía al sindicalismo universitario no sólo como una organización que debía luchar por reivindicaciones económicas para sus agremiados, sino que, a causa del contexto universitario en que se desarrollaba, debía orientar su actividad también a la problemática social, en una atmósfera de debate político-ideológico, así como combatir la corrupción instituciona1 en todos sus niveles, incluido el sindicato, y solidarizarse con "las luchas de las mayorías explotadas".[366] Lo anterior, sin "olvidar en ningún momento que el núcleo de la lucha está en el movimiento obrero, y en la medida en que el sindicalismo universitario se vincule al proletariado, en esa medida sus perspectivas serán mayores".[367]
    Por esta razón, en abril de 1978, cuando los sectores conservadores de la sociedad moreliana, secundados por las dirigencias charras de las organizaciones obreras, campesinas y populares de la ciudad y del estado, comenzaron una cruzada contra la existencia de las Casas del Estudiante (respaldando la iniciativa del presidente de la República, licenciado José López Portillo, de desaparecer este tipo de albergues estudiantiles en todo el país), el grupo magisterial de tendencia democrática del SPUM convocó a alumnos, trabajadores y profesores a una asamblea que se llevó a cabo en la propia preparatoria. Allí fijó una postura solidaria con los moradores de las Casas del Estudiante y en defensa de este servicio asistencial, imprescindible para la educación popular.[368]
     Esta posición de la tendencia democrática de la sección sindical de la Preparatoria número 4 Isaac Arriaga, movió al consejo general de representantes del SPUM a manifestarse públicamente contra el gobierno federal de José López Portillo, por esa medida que quería suprimir los albergues estudiantiles de la Universidad Michoacana, así como contra los ataques derivados de esa postura gubernamental por parte del FMDP.[369]
    Por otra parte, en la Escuela Preparatoria José María Morelos se suscitó un conflicto sindical a raíz de que el 27 de abril de 1978 el comité seccional del SPUM, presionado por un grupo de profesores de la escuela, miembros de la tendencia democrática, llevó a cabo una asamblea ordinaria para abordar la actitud del secretario general de la sección, ingeniero Gilberto Chávez Rentería, a quien se acusaba de que en...

...complicidad con el licenciado Álvaro Miranda Garúa, Director de la Escuela, propició el nombramiento como profesores, a personas (sic) que no contaban con el nivel académico requerido por la Universidad, sin respetar los derechos sindicales, el currículo y la antigüedad de los profesores que ya impartían clases en el plantel.[370]

     La asamblea acordó destituirlo, y en su lugar nombró a la profesora Rosario Herrera Guido.[371]
    En respuesta a estos acuerdos, el ingeniero Gilberto Chávez Rentería, quien no se había presentado a la asamblea donde fue destituido, quizá para evadir el análisis de la problemática mencionada, citó el 16 de mayo a reunión de la sección sindical, designándose en ella a nuevos miembros del comité ejecutivo seccional, entre ellos, al profesor Carlos Ciro Ayala, quien estaba cuestionado por los profesores de la tendencia democrática por haber sido contratado afectando los derechos de otros profesores con más antigüedad y más preparación académica.[372] Además el día 24 del mismo mes y año, el secretario general del SPUM, licenciado Belisario Piña Martínez, citó a reunión de la sección sindical para respaldar y mantener al ingeniero Gilberto Chávez Rentería en el cargo sindical del que había sido desconocido por la base docente.[373]
              Ante este hecho, los profesores de la tendencia democrática denunciaron la alianza existente entre el profesor Gilberto Chávez Rentería, el secretario general del SPUM, licenciado Belisario Piña Martínez, el licenciado Álvaro Miranda García, director de la escuela preparatoria e Isidro Romero, asesor jurídico de la Universidad Michoacana, para sostenerse y afianzarse en sus cargos y en un futuro cercano tratar de ocupar los más altos cargos directivos de la Universidad.[374] Acusaban en particular al licenciado Álvaro Miranda García por mantener la escuela en la desorganización administrativa y académica, en virtud de que el Consejo Técnico no había sido reestructurado desde la fundación de la escuela; por no haber tampoco integrado las academias; por manejar los concursos de oposición para beneficio de maestros con menor preparación y antigüedad, y por manipular a estudiantes para expulsar de la escuela a profesores que no se ajustaban a sus intereses.[375]
     Como resultado de esta situación, el grupo de profesores de la escuela, autodenominadoFrente Democratizador de la Preparatoria 3, "tomó" la escuela el 8 de junio, y exigió, como primer punto, la salida del director, así como nueve puntos más, entre los que destacaban: someter a concurso de oposición las vacantes definitivas o de nueva creación, dando preferencia a los solicitantes que hubieran realizado estudios de especialidad en las escuelas de Biología, Historia, Físico-Matemáticas, Filosofía y Economía; el establecimiento y la reglamentación de un plan integral de formación de profesores, y el de un mecanismo para éstos de constante promoción, con base en méritos académicos.[376]
    El Frente Democratizador contó con el apoyo de las Casas del Estudiante Nicolaita, Camilo Torres Isaac Arriaga; del CEN; del Consejo Estudiantil de la Preparatoria 4; de activistas de las escuelas de Economía, Preparatoria V.I. Lenin; de la base estudiantil de la PreparatoriaJosé María Morelos; del Consejo Estudiantil de la Escuela de Filosofía; de los profesores agrupados en la Tendencia Democrática del SPUM; de la sección sindical de la Preparatoria Isaac Arriaga;del SUEUM y del STAUM. Con este apoyo lograron la destitución del director de la escuela, y en su lugar fue designado el doctor Cuauhtémoc Olmedo Ortiz.[377]
    Es importante señalar que durante las luchas sindicales los estudiantes de las casas se mantuvieron al margen, mientras, como vimos, varios consejos estudiantiles fueron utilizados para oponerse a las movilizaciones del SPUM, especialmente cuando llegaron al extremo del paro académico, en momentos en que legalmente el sindicalismo universitario todavía no era reconocido.
    Sin embargo, las relaciones entre el movimiento estudiantil aglutinado en torno a la CUL y la Corriente Sindical Democrática del SPUM se estrecharon durante el proceso de elaboración del proyecto para una nueva Ley Orgánica, llegando a coincidir en varias actividades previas y en algunos puntos propuestos para el nuevo ordenamiento jurídico. Ambas organizaciones universitarias se manifestaron públicamente por una reforma radical a la Ley Orgánica vigente, cuando el Congreso estatal aprobó, el 23 de marzo de 1983, sólo adiciones a la misma, con la única finalidad de restablecer la legalidad de la Junta de Gobierno e incorporar a las Casas del Estudiante al marco jurídico universitario. Dentro de sus exigencias de reforma a la Ley Orgánica estaba, como punto fundamental, precisamente la desaparición de la Junta de Gobierno.[378]Participaron también muy de cerca en el Encuentro Nacional de Universidades sobre Legislación Universitaria, celebrado en la Universidad Michoacana los días 2 y 3 de marzo de 1984,[379]mismo que convocaron conjuntamente con el SIDETUM.[380]
              Una vez que el anteproyecto de Ley Orgánica fue entregado al Ejecutivo estatal para que lo sometiera a discusión y aprobación del Congreso de Michoacán, éste lo "congeló" por más de medio año. Entonces la Corriente Sindical Democrática del SPUM se manifestó por impulsar la lucha tendiente a su aprobación, en respaldo a la misma exigencia de la propia CUL, la que había iniciado una movilización contra el aumento de cuotas para los exámenes extraordinarios y extraordinarios de regularización, aprobado unilateralmente por la Junta de Gobierno, a instancia de la rectoría de la Universidad Michoacana.[381]
     Otra organización con la que estableció relaciones estrechas fue la OEEEHUM, cuyos miembros, inclusive, fueron activos promotores de la conformación de la CUL. Por lo tanto, durante el proceso de elaboración del proyecto de nueva Ley Orgánica de la Universidad, aparte de contar con representantes estudiantiles ante el Consejo Universitario, también se incorporaron los profesores Laura Eugenia Solís Chávez y José Mendoza Lara.[382] De hecho el Anteproyecto de Ley Orgánica presentado por la CUL contó con la colaboración de la OEEEHUM.[383]

Con otros movimientos estudiantiles

Inmerso en sus propios problemas, el movimiento estudiantil universitario michoacano estaba imposibilitado para ir más allá de la solidaridad moral con los movimientos estudiantiles contemporáneos que se suscitaron en el país. Fueron muy contados aquellos que los nicolaitas respaldaron conscientemente. En realidad, las manifestaciones de apoyo se aprovecharon para patentizar la inconformidad interna ante el padecimiento de problemas similares. La manifestación convocada por el rector J. Genovevo Figueroa Zamudio en solidaridad con la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, contó con la participación de las autoridades universitarias, estudiantes y profesores, en total dos mil universitarios, y se convirtió en un pronunciamiento por la reforma a la Ley Orgánica y de repudio a la Junta de Gobierno.[384]
              Respecto a la Universidad Autónoma de Puebla, a raíz de los sucesos sangrientos del 1° de mayo de 1973, ya reseñados en el apartado referente a los movimientos estudiantiles del país, el Consejo Estudiantil Nicolaita organizó un mitin de solidaridad frente al Colegio de San Nicolás.[385]
     El hecho de que las manifestaciones de apoyo, aun si tuvieran carácter solidario, fueran muy escasas, se debió a que justamente en el período en que los movimientos estudiantiles del resto del país alcanzaron mayor efervescencia, entre fines de los años sesenta y principios de los setenta, el movimiento estudiantil en la Universidad Michoacana se encontraba en una etapa de reflujo.

 
[1]Véase Jesús Díaz Barriga, Su Pensamiento sobre la Educación Socialista y la Nutrición Popular, Morelia, Universidad Michoacana, 1981.
[2] Véase lo relativo a la huelga de julio de 1933, una de las más importantes movilizaciones estudiantiles con ese motivo, en Pablo G. Macías, Aula Nobilis. Monografía del Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo. IV Centenario, Morelia, Vanguardia Nicolaita, 1940, pp. 492-496. Los universitarios nicolaitas consideraban que su institución debía ser una Universidad de Estado, de un Estado revolucionario, como creían que era en esos momentos el mexicano, emanado de la Revolución de1910. Es decir, no concebían a la Universidad como una institución separada o quizá opuesta a aquél. En este sentido, Natalio Vázquez Pallares, principal ideólogo del movimiento de reforma socialista en la Universidad Michoacana, señalaba: "nosotros los socialistas defendemos y luchamos por la autonomía universitaria cuando ésta significa baluarte y trinchera que se opone a las fuerzas de la reacción que gobiernan algunos países; pero, cuando significa trinchera para combatir, desde ese reducto, a las fuerzas populares que pugnan por su liberación, estamos resueltamente en su contra... la autonomía en nuestro país significa bandera de la reacción". Natalio Vázquez Pallares, Hacia la reforma universitaria, Morelia, Universidad Michoacana, 1939, p. 31.
[3] Véase "Estudio sobre la nueva organización educativa nicolaita", en Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas,Morelia, Universidad Michoacana, 1982, pp. 27-37.
[4] Véase Alberto Bremauntz, Autonomía Universitaria y Planeación Educativa en México, México, Ediciones Jurídicas Sociales, 1969; Jesús Díaz Barriga, "interpretación del Artículo Tercero Constitucional", en Jesús Díaz Barriga, Op. Cit.; Arnaldo Córdova, "Los maestros rurales en el cardenismo", La revolución y el Estado en México, México, Editorial Era, 1989.
[5] Véase Ley Orgánica de 1939, Angel Gutiérrez, Op. Cit., pp. 61-82.
[6] Estos principios democratizadores provenían de la influencia del movimiento estudiantil de 1918 en la Universidad de San Carlos, Córdoba, Argentina, el cual exigía, entre otras cosas, la participación de los estudiantes en el gobierno de la Universidad; concebía a ésta como una institución democrática parlamentaria, cuya soberanía, por tanto, debía pasar al estudiantado: véase Renate Marsiske, "El movimiento de reforma universitaria en Córdoba, 1918", en Renate Marsiske et al., Movimientos estudiantiles en América Latina: Argentina, Perú, Cuba y México, México, CESU-UNAM, 2003, pp. 19­34. En la Universidad Michoacana la influencia del movimiento latinoamericano de reforma universitaria proviene directamente del Primer Congreso Internacional de Estudiantes, el cual se llevó a cabo en la ciudad de México en el año 1921. Véase Jesús Bravo Vaquero, El Movimiento Latinoamericano de Reforma Universitaria en Michoacán, Morelia, Universidad Michoacana, 1968, p. 35.
[7] Véase Ley Orgánica de 1939, Ángel Gutiérrez, Op. Cit., pp. 61-82.
[8] Véase Jesús Sotelo Inclán, "La educación Socialista", y Raúl Cardiel Reyes, "El período de la conciliación y consolidación, 1946-1958", en Fernando Solana et al., Historia de la educación pública en México, México, SEP, 1981, pp. 234-326.
[9] Es un modelo administrativo, cuyas principales características son: a) la desideologización (despolitización hacia el interior del sistema; b) su integración orgánica a los intereses de los grupos dominantes; c) su funcionamiento a nivel de empresa capitalista; d) su estructura administrativa vertical, donde quedan excluidos los maestros y los estudiantes de la política académica; e) su educación paternalista y autoritaria, que pone el acento en la eficacia de la instrucción; y f) una concepción elitista de la universidad, donde la instrucción es considerada como mercancía. Alfredo Tecla Jiménez, Op. Cit., p. 106.
[10] J. Aurelio Cuevas Díaz, El Partido Comunista Mexicano, 1963-1973. La ruptura entre las clases medias y el Estado fuerte en México, México, Línea/UAG/UAZ, 1984, p. 23.
[11] En 1951, como parte del Plan de Ayuda para América Latina impulsado por el Presidente norteamericano Truman, nuestro país firmó con los Estados Unidos un Convenio de Ayuda Técnica que contemplaba un estudio analítico de las instituciones de educación tecnológica superior. Para esto se elaboró el Plan Columbia (llamado así porque la Universidad de Columbia sería la encargada de elaborar el modelo), cuya finalidad era implantar en las instituciones de educación superior de nuestro país, el modelo educativo administrativista de las universidades norteamericanas. La aplicación de este plan se tradujo en varios cierres: el del internado del Instituto Politécnico Nacional, en 1956; el del comedor universitario de la UNAM y la clausura de las Escuelas Prácticas de Agricultura, en 1959. Alfredo Tecla Jiménez, Op. Cit., pp. 10 Y 12.
[12] Véase Raúl Arreola Cortés, Op. Cit., p. 117.
[13] Véase: Adolfo Mejía González, La huelga del 56. Vivencias nicolaitas de lucha y amor, Morelia, Universidad Michoacana, 1.991.; Lucio Rangel Hernández, Op. Cit., p. 78; y "La Declaración de Morelia", J. Aurelio Cuevas Díaz, Op. Cit., pp. 151.-160.
[14] Véase Ley Orgánica de 1961., en Ángel Gutiérrez, Op. Cit., pp. 89-113.
[15] La crónica del conflicto universitario de 1.963 y del enfrentamiento de la Universidad Michoacana contra el gobierno de Arriaga Rivera en 1.966, puede consultarse en: Romeo Ortega, El Conflicto, Drama de la Universidad Michoacana, Morelia, ediciones de La Voz de Michoacán, 1968; y Pablo G. Macías, Octubre Sangriento en Morelia, Op. Cit.
[16] Véase Leyes Orgánicas de 1963 y 1966 en Ángel Gutiérrez, Op. Cit., pp. 119-132 Y 137-152. A partir de este momento los organismos estudiantiles comenzaron a concebir la autonomía universitaria de otra manera. Ahora la consideraban como un medio necesario para asegurar que la Universidad Michoacana cumpliera con su "función social e impedir que fuera puesta al servicio de las clases dominantes nacionales y del imperialismo norteamericano". El Nicolaita, 6rgano de Expresión
Universitaria, Morelia, 4 de enero de 1965, Núm. 54. APHB. Consideraban que la Universidad Michoacana era dueña, en esas condiciones, sólo de una autonomía formal, simplemente jurídica, y que se encontraba "tan encadenada políticamente al Estado, como jamás lo estuvo, ni cuando era una Universidad de Estado". FEUM, Órgano de la Federación de Estudiantes Universitarios de Michoacán, Morelia, 15 de junio de 1966, Núm. 4.
[17] Véase las Leyes Orgánicas de 1963 y 1966 en Ángel Gutiérrez, Op. Cit., pp. 119-132 y 137 -152.
[18] AHIIHUM/FGSD. Comunicado del Comité Coordinador de la Escuela de Economía, en Chispa, Órgano de la sección sindical del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, Núm. 4, mayo 31 de1978.
[19] AHIIHUM/FGSD. Tzintzuni, Escuela de Biología, Núm. 1, 6 de noviembre de 1978.
[20] Otras consideraciones al respecto consideraban estas acciones provocadoras como una actitud extremista de este partido y otros grupos radicales, ya que la represión radicalizaría a los estudiantes y exhibiría ante la sociedad la naturaleza violenta del poder establecido. De este modo, el Estado perdía consenso y las fuerzas disidentes lo ganaban. Gilberto Guevara Niebla, La democracia en la calle..., p. 61.
[21] AHIlHUM/FGSD. Frente, Periódico de Estudiantes Universitarios de Michoacán, Núm. 5, octubre de 1977.
[22] Ibid.
[23] Ibid.
[24] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante del Frente de Defensa Universitaria (FEDU), enero de 1979.
[25]APHB. Hoja volante que reproduce el Acta Constitutiva del Congreso Constituyente para reorganizar la FEUM, integrado por las siguientes mesas directivas: CEN; Escuela Secundaria; Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas; Facultad de Leyes; Preparatoria de Uruapan; Facultad de Contabilidad; Medicina Veterinaria; Escuela de Enfermería; FIMEQ; Facultad de Odontología; Facultad de Agrobiología; Carreras de Química Farmacobiología; Ingeniería Civil, y Bellas Artes. Morelia, 20 de junio de 1967; también véase Manifiesto a los Universitarios del Congreso Constituyente de la FEUM, Morelia, junio 23 de 1967.

[26] APHB. "Manifiesto a la Opinión Estudiantil". Planilla Nicolaita, Morelia, 8 de julio de 1967; "Manifiesto al Estudiantado Universitario de Michoacán". Comité Ejecutivo de la FEUM, presidente Antonio Chávez, Morelia, 17 de julio de 1967; "Invitación a la Toma de posesión del Comité Ejecutivo de la FEUM" (Planilla Rojinegra). Congreso Constituyente: Colegio electoral y mesas directivas de las Escuelas y Facultades. Morelia, julio de 1967.
[27] APHB. Programa Universitario FEUM 1967-68 (presidida por Hugo Villa Toledo), Morelia, agosto de 1968.
[28] Ibid.
[29] Ibid.
[30] APHB. FEUM, Órgano de Difusión de la Federación de Estudiantes Universitarios de Michoacán. Núm. 1, Época 2, Morelia, 5 de diciembre de 1967.
[31] APHB. "Manifiesto a la Opinión Pública y a la Opinión Universitaria". FEUM y CEN, Morelia, 10 de febrero de 1968.
[32] APHB. "Manifiesto a los Estudiantes Democráticos, A los Obreros y Campesinos de México, A la Juventud Revolucionaria". FEUD, Morelia 15 de febrero de 1968.
[33] Ibid.
[34] APHB. Hoja volante: "Al Pueblo y Estudiantes Michoacanos". Frente Estudiantil Universitario Democrático.
[35] APHB. Hoja volante: "El Partido Comunista provoca nuevamente en Morelia". Federación de Estudiantes Universitarios Michoacanos. Presidente: Antonio Chávez Rodríguez, Morelia, 10 de febrero de 1968.
[36] Ibid.
[37] APHB. Hoja volante: "ALERTA UNIVERSITARIOS". FEUM, Presidente: Antonio Chávez Rodríguez.
[38] En Morelia se repartieron panfletos con las siguientes consignas: "Hombres y Mujeres de México: El pueblo mexicano repudia a los traidores. Negar la existencia de nuestra patria, tal como lo hacen los marxólogos es una de las más grandes traiciones. No les permitas que atenten contra tu país. Impídeles que engañen a la juventud. Repúdialos como repudias a todos los enemigos de México. Mexicanos: El camino recorrido por los héroes de nuestra independencia no debe ser manchado por traidores que sirven a causas ajenas a México. No ayudes a quienes quieren utilizarte como instrumento!!" APHB.
[39] APHB. "Manifiesto a la Opinión Pública y al Estudiantado Nicolaita y Nacional". CNED, Morelia, febrero 15 de 1968.
[40] APHB. "Expulsión Definitiva", en El Nicolaita, 6rgano oficial del CEN, Núm. 1, Morelia, 30 de enero de 1968.
[41] APHB. "Manifiesto a la Opinión Pública". CEN, presidente José Luis Carranza, Morelia, marzo de 1968; "Manifiesto a los Estudiantes Universitarios y a la Opinión Pública". Planilla Verde Independiente, Morelia, 8 de marzo de 1968.
[42] De hecho, uno de los objetivos de la separación de este nivel educativo respecto a la Universidad era romper el ciclo de formación política de los estudiantes universitarios, que iniciaba en la adolescencia. En el Proyecto de Reforma y Adiciones a la Ley Orgánica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo del 14 de marzo de 1963, dirigido por el Gobernador del Estado, Lic. Agustín Arriaga Rivera a la LVII Legislatura se precisaba que se hacía para "tonificar el presupuesto de la Universidad" y "evitar que la juventud inexperta que ocurre a las secundarias sea aprovechada como frecuentemente lo ha sido, por los agitadores incrustados en nuestra Universidad". Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán, en adelante APEM, Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del Estado de Michoacán de Ocampo, Tomo LXXXVIII, Morelia, sábado 15 de octubre de 1966, núm. 80.
[43] Véase Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio. Ensayo y Testimonio sobre el movimiento estudiantil nicolaita en los 80,Morelia, Ediciones Rumbo Nuevo, Movimiento Patria Libre, 2002, p. 50.
[44] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante del Frente Estudiantil Universitario (Escuela de Biología; Escuela de Químico- Farmacobiología; Escuela de Ingeniería Civil; Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia; Escuela Preparatoria José María Morelos; Escuela de Historia; Comité de Universitarios en Lucha; Casa del Estudiante Nicolaita, Casa Emiliano Zapata -de Uruapan-; Consejo Estudiantil Nicolaita; Facultad de Agrobiología, de Uruapan, y Frente Estudiantil Independiente en Lucha, de la E.P.C.A. y E.P.L.E.R de esa misma ciudad). Abril de 1978.
[45] AHIIHUM/FGSD. Chispa, Órgano de la sección sindical del SPUM. Preparatoria Núm. 4 Isaac Arriaga, Núm. 5, 16 de junio de 1978.
[46] Ibid.
[47] Ibid
[48] Breve esbozo histórico de la Coordinadora de Universitarios en Lucha. Comisión de Prensa y Propaganda de la CUL, junio de 1987 Véase también el testimonio de J. Carlos Hernández Sarmiento, en Luis Sánchez Amaro, Op. Cit., p. 262.
[49] Testimonio de Humberto Arróniz Reyes, ex morador de la Casa del Estudiante Camilo Torres, en Luis Sánchez Amaro, Op. Cit., p. 249. Véase también Jaime Álvarez Cabrera, Op. Cit., p. 185.
[50] El porrismo es de naturaleza fascista. Su equivalente más cercano son los mazzieri (de maza, porra), que fueron sus antecedentes mussolinescos, los Arditi. Véase Amoldo Martínez Verdugo, "Porrismo con etiqueta socialista", en Crítica, revista de la Universidad Autónoma de Puebla, Núm. 9. octubre de 1976, pp. 45-47.
[51] Véase Lucio Rangel Hernández, Op. Cit., p. 82.
[52] Especialmente, el ingeniero Carlos Ávila Figueroa es señalado como uno de los principales impulsores que tuvo el porrismo, porque actuaba con el interés personal de allanarse el camino a la rectoría a través de la presión que podrían ejercer esos grupos violentos, dirigidos y controlados por dirigentes adictos a él. Jaime Álvarez Cabrera, Op. Cit., p. 169; véase también: "Manifiesto a la Comunidad Universitaria de los Consejos Estudiantiles de Odontología, Enfermería, Medicina y Medicina Veterinaria", en La Voz de Michoacán, 25 de agosto de 1979.
[53] AHIIHUM/FGSD, Convocatoria, 20 de abril de 1979.
[54] Ibid.
[55] AHIIHUM/FGSD. Crepúsculo, Órgano Universitario de Información, Análisis y Crítica, Núm. 6, junio de 1979.
[56] Ibid. Miranda Román, quien además era miembro del Consejo Universitario (y como tal integrante del Tribunal Universitario), el12 de julio de 1979 agredió físicamente a la secretaria académica de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia, al negarse ésta a expedirle una ficha de ingreso para una aspirante del estado de Guerrero (la Convocatoria de ingreso a la Universidad Michoacana en esos años excluía a los aspirantes de otros estados para ingresar a la Universidad Michoacana). Esta actitud de prepotencia e influyentismo adoptada por Miranda Román fue condenada por el Consejo Estudiantil de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia, por el Comité Ejecutivo del SUEUM y por los consejos estudiantiles de Odontología y Medicina, que pedían su expulsión definitiva de la Universidad Michoacana; también el director de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia envió al rector interino, licenciado Fernando Juárez Aranda, el Acta levantada con motivo de ese incidente, solicitando a la vez que se separara a Miranda Román del Tribunal Universitario.AGUM/FCU. Oficio 86/979 del 12 de julio de 1979. Documentación del H. Consejo Universitario, t. 3, agosto de 1979. Pero a pesar de la petición pública de sancionar los actos de Miranda Román, el presidente del Consejo Universitario no sometía el caso al pleno de ese órgano colegiado para su análisis. Por esta razón, los organismos estudiantiles antes citados acusaron a la rectoría de proteger a Miranda Román y a su "organización fantasma que se autonombraba FEUM (organismo creado por las actuales autoridades para mediatizar al movimiento estudiantil)"; y consignaron: ¡Acabemos de una vez con el Solapamiento de las Autoridades Hacia los Porros en la Universidad!". Véase La Voz de Michoacán, 7, 14, 18,20 Y 25 de agosto de 1979. Fue hasta la sesión del 28 de agosto cuando, a propuesta del consejero alumno de la escuela en cuestión, se examinó el caso y determinó que, según la documentación comprobatoria exhibida, Miranda Román había concluido su período como miembro del Consejo Universitario el
17 de mayo del año en curso, por lo que, por mayoría de votos, quedó excluido formalmente de ese órgano a partir del 18 de junio. AGUM. Sesión permanente del H. Consejo Universitario del 29 de agosto de 1979, iniciada el 28 del mismo mes y año. Acta Núm. 3, t. 3. Fernando Miranda Román finalmente solicitó de motu propio su retiro provisional del Tribunal Universitario "para que éste pueda deliberar libremente". AGUM. Documento dirigido por Fernando Miranda Román al ingeniero Carlos Ávila Figueroa, secretario general de La Universidad Michoacana, si! Documentación del H. Consejo Universitario, t. 3, agosto de 1979.
[57] En su momento la FEUM respaldó el nombramiento del doctor Fernando Juárez Aranda como rector definitivo. Por su parte, los Consejos Estudiantiles de las Escuelas de Medicina, Odontología y Medicina Veterinaria y Zootecnia se manifestaron tácitamente en contra. Véase La Voz de Michoacán de los días 21 y 24 de agosto de 1979.
[58] Véase AHIIHUM/FGSD. Lucha Popular, Órgano de Información y Combate de la Prepa Popular VI. Lenin. Núm. 8, febrero de 1978. Era una práctica común (en virtud de la gran demanda estudiantil y la incapacidad infraestructural de la Universidad Michoacana para darle cabida, y ante la estricta selección del ingreso que comenzó a aplicar), que los comités ejecutivos de los consejos estudiantiles cobraran por asegurar o conseguir una matrícula (especialmente en las preparatorias). Esta práctica corrupta de dichos grupos porriles contaba con la tolerancia de los directores de las escuelas, ya que eran ellos los que les asignaban los espacios educativos. Lucha Popular, Órgano de información y combate de la Preparatoria VI. Lenin, Núm. 6, enero de 1978. AHIIHUM/FGSD.
[59] Ibid.
[60] Ibid. Véase también La Voz de Michoacán, 6 de mayo de 1979.
[61] Véase testimonio de Humberto Arróniz Reyes, en Luis Sánchez Amaro, Op. Cit., p. 249.
[62] AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Órgano de difusión y análisis del Consejo Estudiantil de Filosofía, suplemento núm. 1, mayo de 1980.
[63] Sobre las Casas del Estudiante autodenominadas democráticas, para diferenciarlas de las Casas del Estudiante Espartaco (de línea pro-gobiernista), que fueron creadas en la Universidad a partir de 1980 por la Federación Nacional de Organizaciones Bolcheviques (FNOB), véase Juan Manuel Salceda Olivares, Las Casas del Estudiante en Michoacán (1915 -200 1). Conquistas populares por defender, Morelia, Jitanjáfora, 2002, p. 283.
[64] Testimonio de Humberto Arróniz Reyes, en Luis Sánchez Amaro, Op. Cit., p. 250.
[65] Ibid., p. 251.
[66] Ibid., p. 250.
[67] Ibid., p. 252.
[68] Manifiesto de la CUL, Morelia, 24 de marzo de 1983, en Luis Sánchez Amaro, Op. Cit., pp. 96-97.
[69] ldem.
[70] Véase Cuauhtémoc Olmedo Ortiz, Op. Cit., p. 74.
[71] Véase Luis Sánchez Amaro, Op. Cit., p. 146.
[72] Ibid., p. 130.
[73] AHIIHUM/FGSD. Adelante. Por una universidad crítica democrática y popular; Órgano oficial del Consejo Estudiantil de Ingeniería Mecánica, Núm. 1,15 de enero de 1978.
[74] Ibid.
[75] AHIIHUM/FGSD. Joven Guardia, Órgano de difusión político universitario, Núm. 1, julio de 1975.
[76] Ibid.
[77] AHIIHUM/FGSD. Véase El Oportunista, Órgano de difusión de las Casas del Estudiante y del Comité Universitario en Lucha,Núm. 11, abril de 1977.
[78] AHIIHUM/FGSD. Véase V.I. Lenin, "Sobre las huelgas", en Cuadernos Obreros, Núm. 2, 1977, Casa del Estudiante Camilo Torres (Serie "Lenin organizador"); V.I. Lenin, "Carta de un camarada sobre nuestras tareas de organización", en Cuadernos Obreros, Núm. 1, 1977.
[79] Ibid.
[80] AHIIHUM/FGSD. Et Búho Consciente, suplemento Núm. 1, mayo de 1980, Comisión de Prensa y propaganda del Consejo Estudiantil de la Escuela de Filosofía.
[81] APHB. Hoja volante, "Llamado a los estudiantes michoacanos", Comité de Lucha por la Libertad de los presos políticos, 2 de octubre de 1967; "Manifiesto al Pueblo, de Estudiantes de Michoacán", Juventud Popular Socialista Revolucionaria de Michoacán, octubre de 1967.
[82] APHB. "Manifiesto", FEUM, CEN y Mesas Directivas de la Escuelas Universitarias, Morelia, 20 de abril de 1967.
[83] APHB. "Manifiesto al Rector de la Universidad Michoacana", Sociedad de Alumnos de la Escuela Secundaria de la Universidad Michoacana, en Melchor acampo, Núm. 1, Morelia, julio de 1967.
[84] APHB. "Manifiesto a las Autoridades Universitarias, a los estudiantes y al pueblo de Michoacán", Sociedad de Alumnos de la Escuela Secundaria y FEUM, Morelia, 20 de junio de 1968.
[85] Con los presupuestos de las Secundarias Varonil y Femenil, así como con lo más selecto de su planta docente, se creó, en el mismo edificio de una de ellas, la Escuela Preparatoria Núm. 2 de la Universidad Michoacana, "Ingeniero Pascual Ortiz Rubio", en agosto de 1967. Véase testimonio del licenciado Juan Díaz Ponce, encargado de la dirección de esa dependencia universitaria, en Luis Sánchez Amaro, Breve Historia de la Preparatoria "Ingeniero Pascual Ortiz Rubio", Morelia, Universidad Michoacana, 2004, pp. 38-39.
[86] APHB. Hoja volante, "Invitación", Comité de Lucha por la Libertad de los Presos Políticos, Morelia, 15 de junio de 1967, e "Invitación", Hoja Volante, Mesa Directiva del CEN (presidente, Alfonso Castañeda), Morelia, 22 de junio de 1967.
[87] APHB. "La situación de los ex moradores de las Casas del Estudiante se agudiza", en El Nicolaita, Órgano oficial del CEN,Núm. 1, Morelia, 30 de enero de 1968.
[88] Testimonio de Pedro Estrada Gámez, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio... Op. Cit., p. 237.
[89] APHB. Hoja volante. "Información al estudiantado", FEUM, CEN y Casa del Estudiante Nicolaita, Morelia, mayo de 1970.
[90] Ibid.
[91] Ibid.
[92] Juan Manuel Salceda Olivares, Op. Cit., pp. 234-235.
[93] AHIIHUM/FGSD. Rueda y Tornillo, voz del estudiantado de ideología proletaria, órgano de combate, crítica y análisis de la Casa del Estudiante "Camilo Torres", Núm. 3, Morelia, 16 de 1979.
[94] Véase Juan Manuel Salceda Olivares, Op. Cit., p. 236
[95] Ibid., p. 240.
[96] La Voz de Michoacán, 8 de abril de 1978; véase también AHIlHUM/FGSD. "Manifiesto en Defensa de las Casas del Estudiante de Provincia". Coordinadora Estudiantil del Valle de México (CNEEP) y Comisión Nacional Promotora de la Organización Nacional Estudiantil (ONE), Marzo de 1978.
[97] Véase La Voz de Michoacán, 8 de abril de 1978.
[98] "¡YA BASTA!", Frente Moreliano de Defensa Popular, Morelia, 5 de abril de 1978, en La Voz de Michoacán, 6 de abril de 1978; "Manifiesto a la Opinión Pública, Al Gobierno del Estado y Al Ayuntamiento de Morelia", Frente Moreliano de Defensa Popular, Morelia, 6 de abril de 1978, en La Voz de Michoacán, 7 de abril de 1978.
[99] "Manifiesto a la Opinión Pública, Al Gobierno del Estado y Al Ayuntamiento de Morelia", Frente Moreliano de Defensa Popular, Morelia, 6 de abril de 1978, en La Voz de Michoacán, 7 de abril de 1978.
[100] Ibid.
[101] Ibid.
[102] AHIIHUM/FGSD, "Manifiesto a la Opinión Pública", Frente Moreliano de Defensa Popular, Morelia 13 de abril de 1978.
[103] AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto", Coalición Obrero-Campesino-Estudiantil-Magisterial, Morelia, 13 de abril de 1978. Estos organismos eran considerados sindicatos "charros", pues sus comités ejecutivos se valían del Estado para controlar a los trabajadores afiliados a ellos, y por lo mismo, no respondían a los auténticos intereses de éstos.
[104] AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto a la opinión pública", Casas del Estudiante Camilo Torres, lsaac Arriaga Nicolaita, Morelia, 6 de abril de 1978.
[105] La Voz de Michoacán, 14 de abril de 1978.
[106] Véase La Voz de Michoacán, 28 de abril de 1978.
[107] Véase Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio..., p. 55.
[108] AHIIHUM/FGSD. ll1isiri, Órgano de Difusión del Taller Experimental de Periodismo de la Secundaria Popular, Morelia, noviembre de 1979.
[109] Pueden verse las protestas de consejos estudiantiles de varias escuelas, especialmente de las preparatorias, en La Voz de Michoacán de los días 5, 9,10 y 16 de octubre de 1979. El CEN anunció un paro indefinido de labores en el Colegio de San Nicolás, a partir del 16 de octubre.
[110] Véase Cuauhtémoc Olmedo Ortiz, Op. Cit., p. 1.5. Sobre la proliferación de las Casas del Estudiante en esa década, véase Juan Manuel Salceda Olivares, Op. Cit., pp. 255-259.
[111] Ibid., p. 255.
[112] Véase testimonio de Norma Guadalupe Hernández Ávila, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio..., pp. 274-276.
[113] Ibid. p. 51.
[114] Luis Sánchez Amaro. Universidad y Cambio... Op. Cit., p. 61.
[115] Idem.
[116] Ibid. pp. 121-127; Véase también Juan Manuel Salceda Olivares, Op. Cit., pp. 241-242.
[117] La Voz de Michoacán, 17 de enero de 1985.
[118] Testimonio de Humberto Arróniz Reyes, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio..., p. 249.
[119]  Junta de Gobierno de la Universidad Michoacana, Op. Cit., p. 128
[120] Véase Breve Esbozo de la Coordinadora de Universitarios en Lucha, Op. Cit., p. 3, así como Luis Sánchez Amaro,Universidad y Cambio...Op. Cit., pp. 88-91.
[121] Aunque sólo uno de sus miembros ocupó la Rectoría de la Universidad, y por un tiempo muy breve, su hegemonía le permitió obtener puestos clave en la Junta de Gobierno, y mantener en sus manos las direcciones de las escuelas de la División de Ingenierías.
[122] "Manifiesto de la CUL". Morelia, 24 de marzo de 1983, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio...Op. Cit., pp. 96 y 97.
[123] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 22 de septiembre de 1983. Acta Núm. 2, t. 19.
[124] Véase testimonio de Humberto Arróniz Reyes, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio..., Op. Cit., p. 253.
[125] AIIHUM/FGSD. El Zoológico, Órgano de Difusión de los alumnos del 5° año de Ingeniería Mecánica, Núm. 7, Morelia, septiembre de 1976.
[126] Ibid.
[127] AHIIHUM/FGSD. El Zoológico, Órgano de Difusión de los alumnos del 5° año de Ingeniería Mecánica, Núm. 12, Morelia, febrero de 1977.
[128] Ibid.
[129] En el ciclo escolar 1977-1978 se inscribieron 12 561 alumnos en las diferentes preparatorias de la Universidad Michoacana, cuando sólo tenía capacidad para 9 580. Oficio dirigido por los directores de las Escuelas Preparatorias al rector J. Genovevo Figueroa Zamudio, el 28 de agosto de 1978. AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, Exp. Núm. 209.
[130] Véase La Preparatoria Popular TACUBA del D.F., en lucha por la Verdadera Educación POPULAR, F.N.O.B., Organización Regional. Morelia. Hoja volante. En AHIIHUM/FGSD.
[131] AHIIHUM/FGSD. Panfleto: "La Reacción en la Universidad y la Prepa Popular". CEN, Preparatoria 4, Tendencia Democrática del SPUM, Casa del Estudiante Nicolaita, Casa del Estudiante Isaac Arriaga, Colonia Popular Solidaria, Frente Democratizador de la Preparatoria 3, Escuela de Economía, Consejo Estudiantil de Historia, Casa del Estudiante Camilo Torres, Preparatoria Popular V.I. Lenin y Frente Popular de Michoacán. Morelia, 24 de junio de 1978.
[132] AHIIHUM/FGSD. Manifiesto: "A la Opinión Pública, A la Comunidad Universitaria". Profesores de las Escuelas de Ingeniería Mecánica, Eléctrica y Química. Morelia, 29 de junio de 1978.
[133] AHIIUM/FGSD. Manifiesto: "A la Comunidad Universitaria y a la Opinión Pública". Rectoría, Directores de Escuelas, Facultades e Institutos y Jefes de Departamento de la Universidad Michoacana, Morelia, 29 de junio de 1978.
[134] Ibid.
[135] AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto A la Comunidad Universitaria". Casas del Estudiante, Escuelas y Organismos solidarios. Morelia, 30 de junio de 1978.
[136] AHIIHUM/FGSD. Chispa, Órgano de la sección sindical del SPUM, Preparatoria Núm. 4. Núm. 6, Morelia, 8 de julio de 1978.
[137] Ibid.
[138] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante. "Comunicado de las Casas del Estudiante Nicolaita, Isaac Arriaga Camilo Torres";Tendencia Democrática del SPUM, Preparatoria Popular, CEN, Activistas de Filosofía e Historia y Grupo de Estudios Federico Engels.
[139] AGUM. Sesión permanente del H. Consejo Universitario del 6 de septiembre de 1978. Acta Núm. 14, Exp. Núm. 192.
[140] APLR. "Manifiesto a los Universitarios, a la Opinión Pública y a las Autoridades Universitarias". CCU (Consejos Estudiantiles de las Preparatorias 1, 2, 3, 4 y 5. Consejo Estudiantil de Leyes, Consejo Estudiantil de Biología, Consejo Estudiantil de Agrobiología, Consejo Estudiantil de Enfermería, CUL, Activistas de la Escuelas de Economía, Activistas de la Escuela de Historia, Grupo estudiantil de Filosofía, Sociedad de Alumnos de Veterinaria, Corriente Sindical del SPUM). Morelia, 8 de julio de 1982.
[141] APLR. Hoja volante. "Manifiesto a la Comunidad Universitaria y a la Opinión Pública", CCU, Morelia, 14 de julio de 1985; Hoja Volante. "Manifiesto a la Comunidad Universitaria ya la Opinión Pública". CCU, Morelia, 17 de julio de 1985.
[142] APLR. Hoja volante: "Manifiesto a las Autoridades Universitarias, a los Estudiantes y a la Opinión Pública", Consejo General de Representantes del SPUM. Morelia, 5 de julio de 1985; Hoja Volante: "Manifiesto a los Profesores Universitarios y a la Opinión Pública", Corriente Sindical Democrática del SPUM; Hoja volante: "Manifiesto a los Obreros, al Sector Estudiantil y al Pueblo en general", Guardia permanente, Normal de Tiripetío; Hoja volante: "Manifiesto al Pueblo en general y a los Universitarios", Consejo Técnico de la Escuela de Biología.
[143] "Manifiesto a la Comunidad Universitaria y a la Opinión Pública", Directores de Escuelas, Facultades e Institutos y Jefes de Departamento, en La Voz de Michoacán, 14 de julio de 1985.
[144] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 13 de agosto de 1985. Acta Núm. 14, t. 34.
[145] AGUM/FCU. Oficio 145/1985, fechado el 12 de agosto de 1985 por el Director de la Escuela de Ciencias Físico-Matemáticas. Documentación del H. Consejo Universitario, t. 35, agosto de 1985.
[146] AGUM/FCU Acuerdo del Consejo Técnico de la Escuela de Historia, fechado el 13 de agosto de 1985, firmado por su presidente, licenciado Jaime Hernández Díaz. Documentación del H. Consejo Universitario, t. 35, agosto de 1985.
[147] AGUM/FCU. Resultado de los trabajos de la Comisión Especial nombrada por el H. Consejo Universitario para determinar el costo de los exámenes extraordinarios y de regularización en la Universidad Michoacana. 16 de agosto de 1985. Documentos del H. Consejo Universitario. t. 35, agosto de 1985.
[148] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 22 de agosto de 1985. Acta Núm. 15, t. 35.
[149] AHIIHUM/FGSD. Adelante, Por una universidad crítica, democrática y popular, Órgano oficial del Consejo Estudiantil de Ingeniería Mecánica, Núm. 1, 15 de enero de 1978.
[150] Ibid.
[151] AHIIHUM/FGSD. Construye, Órgano de difusión, información y análisis del Consejo Estudiantil Democrático de la Escuela de Ingeniería Civil, Núm. 3, agosto de 1979.
[152] Ibid.
[153] Ibid.
[154] AHIIHUM/FGSD. Construye, Órgano de difusión, información y análisis del Consejo estudiantil Democrático de la escuela de Ingeniería Civil, Núm.2, marzo de 1979.
[155] Ibid.
[156] Ibid.
[157] AHIIHUM/FGSD. Lucha Popular, Órgano de información y combate de la Preparatoria Popular V.I. Lenin, Núm. 4, diciembre de 1977.
[158] AHIIHUM/FGSD. Revolución, Órgano de difusión del grupo Revolución de la Escuela de Biología, octubre de 1978.
[159] Ibid.
[160] Véase AHIIHUM/FGSD. Revolución, Órgano de difusión del grupo Revolución de la Escuela de Biología, 10 de marzo de 1978.
[161] AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto del grupo cultural Federico Engels", s/f.
[162] AHIIHUM/FGSD. Véase Suplemento del Búho Consciente, Órgano político de información, análisis y discusión de la Escuela de Filosofía, suplemento especial, septiembre de 1979.
[163] lbid.
[164] En la Escuela de Economía, el director se quejaba de que el asambleísmo, practicado casi cotidianamente, iba en detrimento de las labores académicas, a causa de las suspensiones que las reuniones traían consigo. AHIIHUMIFGSD."Manifiesto a la comunidad universitaria y al público en general, del Frente Progresista y Consciente de la Escuela de Economía", 3 de enero de 1979.
[165] Véase AHIIHUM/FGSD. Revolución, Escuela de Biología, 3 de octubre de 1978.
[166] Véase AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Órgano político de información, análisis y discusión de la Escuela de Filosofía,suplemento especial, septiembre de 1979.
[167] Véase AHIIHUM/FGSD. Revolución, Escuela de Biología, octubre de 1978.
[168] AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Comisión de prensa y propaganda del Consejo Estudiantil Nicolaita de la Escuela de Filosofía, suplemento Núm. 6, junio de 1980.
[169] Véase AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto a la comunidad universitaria y al público en general", Frente Progresista y Consciente de la Escuela de Economía, 3 de enero de 1979.
[170] APHB. "Anteproyecto de la Ley Orgánica". FEUM y CEN, Morelia, abril de 1969.
[171] AGUM/FCU. Acta de la Sesión del H. Consejo Universitario del 14 de abril de 1972. Acta Núm. 17, Exp. Núm. 135.
[172] Ibid.
[173] AGUM/FCU. Documentación del H. Consejo Universitario, Exp. Núm. 156, julio de 1974. Convocatoria para el nombramiento de delegados, emitida por el rector Luis Pita Cornejo, el 7 de mayo de 1974.
[174] Ibid.
[175] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 16 de mayo de 1974. Acta Núm. 1, Exp. Núm. 155.
[176] AGUM/FCU. Sesión del Poder Constituyente Permanente del 7 de junio de 1974. Acta Núm. 5, Exp. Núm.155.
[177] Véase AGUM/FCU. Actas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 del Poder Constituyente Permanente, correspondientes a los días 16, 17, 20 y 29 de mayo; 7 y 28 de junio; 3 de julio; y 8 de julio de 1974, Exp. Núm. 155.
[178] AGUM/FCU. Sesión del Poder Constituyente Permanente del 7 de junio de 1974, Exp. Núm. 155.
[179] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 20 de febrero de 1975. Acta Núm. 5, Exp. Núm. 165.
[180] AGUM/FCU. Sesión del H Consejo Universitario del 23 de enero de 1976. Acta Núm. 1, Exp. Núm. 174.
[181] Véase Jaime Álvarez Cabrera, Op. Cit., p. 175.
[182] "Boletín de La Junta de Gobierno", en La Voz de Michoacán, 24 de marzo de 1983.
[183] Véase La Voz de Michoacán, 25 de marzo de 1983.
[184] Véase "Manifiestos del Movimiento Democrático Nicolaita de Transformación Universitaria", en La Voz de Michoacán, los días 13, 18, 21 y 24 de marzo de 1983.
[185] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 22 de septiembre de 1983. Acta Núm. 2, t. 19.
[186] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 22 de noviembre de 1983. Acta Núm. 2, t. 19.
[187] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 12 de abril de 1984. Acta Núm. 3, t. 22.
[188] Pueden verse, tanto los anteproyectos como las observaciones y sugerencias, en AGUM/FCU. Documentación del H. Consejo Universitario t. 21, noviembre de 1983; y t. 24 y 25, junio de 1984.
[189] AGUM/FCU. Anteproyecto de Ley Orgánica de la CUL y Puntos Negociables que debe contener. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 21, noviembre de 1983.
[190] AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 21, noviembre de 1983.
[191] Véase supra 177.
[192] AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 21, noviembre de 1983.
[193] Ibid
[194] AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 25, junio de 1984. Anteproyecto de Ley Orgánica de la Sociedad de Ex alumnos Nicolaitas.
[195] Véase AGUM/FCU. Documentación del H. Consejo Universitario, t. 25, junio de 1984. Apartado "El Gobierno de la Universidad Michoacana", en Conceptos Básicos para un Proyecto de Ley Orgánica, Profesores de la Escuela de Ingeniería Civil, Núm. 14, junio de 1984.
[196] Ibid.
[197] Ibid. Véase apartado "F", "Los Alumnos".
[198] Véase inciso "D" del Capítulo III, "De los Fines", Anteproyecto de Ley Orgánica del SPUM, en AGUM/PCU., t. 24, junio de 1984.
[199] Ibid. Véase el Capítulo V, "Del Gobierno".       
[200] Ibid. Véase Capítulo VII, "De los Alumnos y el Servicio Social".
[201] Ibid.
[202] Documento enviado a los miembros del H. Consejo Universitario por el ingeniero Miguel Ángeles Arizpe, p. 2, Op. Cit.
[203] Ibid., p. 7.
[204] AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 21, noviembre de 1983. Opinión del Comité Ejecutivo de la FEUM, enviada a la H. Comisión Especial de Legislación Universitaria
[205] Ibid.
[206] Véase opinión del ingeniero Antonio Canedo Flores sobre los Anteproyectos de Ley Orgánica, en Correo Educativo, Op. Cit., pp. 21-22; también su propuesta Sobre el Capitulado del Proyecto de Ley Orgánica. AGUMIFCU. Documentos del Consejo Universitario, t. 24, junio de 1984, p. 6.
[207] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 7 de junio de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[208] Integraron también esta comisión: el licenciado Salvador Tamayo Sánchez (que la presidía); el licenciado Florentino Espitia Cabrera y el doctor Faustino García Tinajero. AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 27 de junio de 1984.
[209] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 21 de junio de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[210] Véase propuesta de la CUL al H. Consejo Universitario y a la Opinión Pública, fechada el 21 de junio de 1984. EnAGUM/FCU., t. 24, junio de 1984.
[211] Breve Esbozo Histórico de la Coordinadora de Universitarios en Lucha, Op. Cit., p. 7. De hecho la CUL propuso que la discusión y el análisis de la reforma a la Ley Orgánica se diera en todas las escuelas, en los sindicatos y Casas del Estudiante, y finalmente se convocara a un Congreso Universitario, donde, con todas las opiniones, se integrara un anteproyecto de Ley Orgánica. Pero como esta propuesta no fue apoyada por otros organismos universitarios, fue sustituida por las propuestas arriba mencionadas. Ibid., p. 6.
[212] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 4 de julio de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[213] Véase los Directorios del Boletín del Consejo Universitario Núm. 2, octubre de 1984. Formalmente se presentaron ante el Consejo Universitario como representantes por parte de la CUL los alumnos Carlos Hernández Sarmiento, Humberto Arróniz, Paulino Rojas Pérez y Miguel Guardado, así como los profesores José Mendoza Lara, Rosario Herrera y Laura Solís Chávez.AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 19 de septiembre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[214] El licenciado Florentino Espitia Cabrera ha aclarado que él no mencionó el término unipersonal, sino universal, lo que indica que su consignación en el acta fue un error de la secretaria de actas del Consejo Universitario. Véase Jaime Álvarez Cabrera. Op. Cit., p. 226.
[215] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 25 de octubre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[216] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 31 de octubre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[217] Ibid.
[218] Ibid.
[219] Ibid.
[220] Ibid.
[221] Pueden consultarse los Acuerdos de los consejos técnicos en el AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 25, junio de 1984. Algunos de ellos se manifestaban abiertamente por apoyar la propuesta del SPUM como base del Anteproyecto de Ley Orgánica. Ibid. La CUL, desde el inicio del análisis, se manifestó por que la propuesta del SPUM se tomara como base de las discusiones para conformar un proyecto único. "Puntos fundamentales que debe contemplar la nueva Ley Orgánica", en Boletín de la CUL, Núm. 14, 9 de julio de 1983.
[222] Oficio 114/984 enviado al Consejo Universitario por el presidente del Consejo Técnico de la Escuela Preparatoria 4, "Isaac Arriaga", M.C. Horacio Barbosa García, fechado el13 de noviembre de 1984. En AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 25, junio de 1984.
[223] Oficio firmado por la presidenta del Consejo Técnico de la Escuela de Ingeniería Química, ingeniera Teresa Alanís Ugarte, fechado el 21 de noviembre de 1984. AGUM/FCU. Documentos del H. Consejo Universitario, t. 25, junio de 1984.
[224] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 14 de noviembre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[225] AGUM/FClJ. Sesión del H. Consejo Universitario del 21 de noviembre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24. En la exposición de motivos del Proyecto de Ley Orgánica de enero de 1985 se argumenta: "De conformidad con las opiniones recibidas, en la conformación del Consejo Universitario, por las características propias de la Institución, no permite que busquemos su integración exclusivamente en función de lo que se ha denominado paridad numérica. La representación democrática de los sectores universitarios en este Cuerpo Colegiado, no puede ser un mero problema cuantitativo. Concretamente, cantidad sin representatividad, nada significan para la verdadera representación de los sectores de la Universidad en su gobierno". Op.Cit.,p. III.
[226] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 21 de noviembre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[227] Véase "Anteproyecto de Ley Orgánica de la CUL", Op. Cit., y "Puntos Fundamentales que debe contemplar la nueva Ley Orgánica", Op. Cit. 228 Véase AGUM/FCU: Sesión del H. Consejo Universitario del 28 de noviembre de 1984. Acta
Núm. 5, t. 24.
[228] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 5 de diciembre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24.
[229] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 5 de diciembre de 1984. Acta Núm. 5, t. 24. Jaime Hernández Díaz señala que al interior del Consejo Universitario prevaleció la idea de que la Ley Orgánica debía ser un documento que marcara las directrices generales de la institución, mientras las particularidades debían plasmarse en el Estatuto Universitario, producto de un ejercicio democrático. Participación en la mesa redonda "La Reforma Jurídica", Op. Cit. Véase también la exposición de motivos del "Proyecto de Ley Orgánica de 1985", Op. Cit.
[230] AGUM/FCU: Sesión del H. Consejo Universitario del 23 de enero de 1985. Acta Núm. 5, t. 24.
[231] ALRH. Fotocopia de la Iniciativa de Ley Orgánica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, turnada al congreso estatal por el Gobernador Constitucional del Estado de Michoacán de acampo, ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el19 de diciembre de 1985.
[232] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 9 de enero de 1986. Acta Núm. 1, t. 38.
[233] Breve Esbozo Histórico de la Coordinadora de Universitarios en Lucha. Op. Cit., p. 8.
[234] ALRH. Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Michoacán de acampo. Núm. 41, t. CIX, lunes 3 de febrero de 1986.
[235] Ibid.
[236] Este aspecto de la historia de la Universidad Michoacana ha sido tratado por Gerardo Baltasar Chávez, Reforma y Conflicto en la Universidad Michoacana, 1986. Tesis de Licenciatura, Escuela de Historia, Universidad Michoacana, 2003.
[237] AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Órgano de información y análisis de los alumnos de la Escuela de Filosofía, Núm. 4, marzo de 1979.
[238] Véase AHIIHUM/FGSD. El Oportunista, 6rgano de difusión de las Casas del Estudiante y del Comité de Universitarios en Lucha, Núm. 11, abril de 1977; Fuerza Obrera. Por la unidad y movilización combativa de la clase obrera, Núm. 1, Morelia, marzo de 1977 y Núm. 2, abril de 1977.
[239] AHllHUM/FGSD, "Manifiesto a Los Obreros de CEPAMISA. A la Clase Trabajadora. Al Pueblo en General", Comité Ejecutivo del Sindicato Independiente de CEPAMISA.
[240] La Voz de Michoacán, 21 de junio de 1977.
[241] Véase AHIIHUM/FGSD. El Oportunista, Núm. 11. Op. Cit.
[242] La Voz de Michoacán. 6 de agosto de 1977.
[243] Ibid.
[244] Véase AHIIHUM/FGSD. Lucha Popular, Órgano de información y combate de la Preparatoria V.I. Lenin, Núm. 5, 6 y 7, enero y febrero de 1978; Hoja volante. "Manifiesto a los Trabajadores en general", Preparatoria Popular V.I. Lenin y Movimiento Estudiantil Revolucionario (MER).
[245] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante. "Manifiesto a los Trabajadores, Campesinos y Estudiantes de Michoacán", Comité de Lucha de la Colonia U.P.S; M.L.P.S.S.N.T.E; Escuela Secundaria para Trabajadores "Melchor Ocampo"; Casa del Estudiante Isaac Arriaga;Consejo Estudiantil de la Preparatoria Núm. 4 y Consejo Estudiantil de la Escuela de Filosofía, Morelia, 28 de abril de 1979.
[246] AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto". Consejo Directivo de la Casa del Estudiante Camilo Torres, en Rueda y Tornillo, 6rgano de combate, crítica y análisis de la Casa del estudiante Camilo Torres, Núm. 3, 16 de abril de 1979.
[247] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante. "Manifiesto a los Campesinos y a los Trabajadores", Comité de San Pedro Piedras Gordas y Casa del Estudiante Isaac Arriaga.
[248] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante. "Manifiesto a las bases que integran todos los organismos sindicales, estudiantiles, campesinos y populares. A todo el pueblo michoacano", Comunidades de: Felipe Tzintzún, Piedras Gordas, San Gregorio y Tingambato; Corriente Democrática del SNTE, Escuela Normal de Tiripetío; Activistas de Filosofía; Casas del Estudiante: Isaac Arriaga, Camilo Torres, Nicolaita Emiliano Zapata; Tingambato en pie de lucha..., Comunidad Indígena de Santiago Tingambato, febrero de 1978; Hoja volante. "Manifiesto a los Obreros, Campesinos, Estudiantes y al Pueblo en general", 22 de abril de 1978.
[249] Véase Declaración del subprocurador de Justicia del estado, licenciado Jesús Reyna García, a La Voz de Michoacán, 18 de noviembre de 1979. Véase también Gerardo Alberto Hernández Cendejas, La Ideología y el Liderazgo de Elpidio Domínguez Castro en Santa Fe de la Laguna, 1979-1989, Morelia, Tesis de Licenciatura, Escuela de Historia, Universidad Michoacana, 2003.
[250] Idem.
[251] AHIIHUM/FGSD Hoja volante. "Manifiesto a los Universitarios Democráticos y al Pueblo en General", Escuela de Filosofía, Morelia, 28 de noviembre de 1979.
[252] "Manifiesto a la Opinión Pública", Frente Moreliano de Defensa Popular, en La Voz de Michoacán, 29 de noviembre de 1979.
[253] AHllHUM/FGSD. Hoja volante. "Manifiesto a los Universitarios Democráticos y al pueblo en general", Escuela de Filosofía, Morelia, 28 de noviembre de 1979.
[254] Gerardo Alberto Hernández Cendejas. Op. Cit., pp. 73-75 y 82.
[255] AHIIHUM/FGSD. Hoja volante. "Manifiesto a las bases que integran todos los organismos sindicales, estudiantiles, campesinos y populares. A todo el pueblo michoacano", Comunidades de: San Felipe Tzintzún, Piedras Gordas, San Gregorio y Tingambato; Corriente Democrática del SNTE; Escuela Normal de Tiripetío; Activistas de Filosofía y Casas del Estudiante Isaac Arriaga, Camilo Torres, Nicolaita Emiliano Zapata; Hoja volante. "Manifiesto a los Trabajadores, Campesinos y Estudiantes", Morelia, 21 de febrero de 1979.
[256] "Manifiesto de la CUL", en Luis Sánchez Amato, Universidad y Cambio... Op. Cit., p. 96.
[257] Ibid., p. 109.
[258] Testimonio de José Antonio Aguilazocho Montoya, Ibid., pp. 270- 271.
[259] Testimonio de Norma Guadalupe Hernández Ávila, Ibid., p. 278.
[260] Idem.
[261] Véase testimonios de Ricardo Hernández Vázquez y Guillermo Rivas Guerrero, Ibid., pp. 288-289.
[262] Jaime Álvarez Cabrera, Op. Cit., p. 186.
[263] La Voz de Michoacán, 4 de octubre de 1966.
[264] La Voz de Michoacán, 23 de enero de 1974.
[265] La Voz de Michoacán, 3 de junio de 1977.
[266] La Voz de Michoacán, 14 de junio de 1977.
[267] Véase La Voz de Michoacán, 15 de noviembre de 1977.
[268] Véase AHIIHUM/FGSD. "El CEN, la mano de gato de la burguesía en el Colegio de San Nicolás", en Espartaco, Periódico de análisis, denuncia y combate, Núm. 3, Morelia, 18 de enero de 1978, y Núm. 4, Morelia, 10 de abril de 1978; La Voz de Michoacán, 31 de marzo de 1978.
[269] AHIIHUM/FGSD. Lenin, Órgano político-informativo del Movimiento Estudiantil Universitario (MER), Núm. 6, Morelia, 6 de febrero de 1978; Hoja volante. "Manifiesto al Pueblo en general y a todo el estudiantado", Casas del Estudiante Camilo Torres, lsaac Arriaga Nicolaita; Preparatoria Popular V.I. Lenin, Morelia, febrero de 1978; Hoja volante. "Denunciemos a los líderes charros que jinetean al movimiento estudiantil y a sus comparsas de izquierda", Casas del Estudiante Camilo Torres, lsaac Arriaga Nicolaita, Morelia, 27 de enero de 1978.
[270] La Voz de Michoacán, 28 y 30 de agosto de 1978.
[271] AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Periódico de Información y análisis de los estudiantes de Filosofía, Núm. 8, Morelia, octubre de 1981.
[272] Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio..., p. 58. Esta acci6n radical fue tomada por las Casas del Estudiante ante la tibieza del Frente Democrático Popular (encabezado por el Bloque de Lucha Popular, BLP), para oponerse al aumento: únicamente amenazaba con ponchar las llantas de los camiones que se atrevieran a circular cobrando la nueva tarifa. En esta determinaci6n influyeron las diferencias ideo16gicas con Abel Nonato Vargas, principal líder del BLP. Véase AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Periódico de información y análisis de los estudiantes de Filosofía, Núm. 8, octubre de 1981.
[273] Ibid.
[274] Ibid
[275] J. Aurelio Cuevas Díaz. Op. Cit., p. 55.
[276] Ibid., p. 56.
[277] Ibid., p. 66.
[278] Ibid., p. 72.
[279] 279 Ibid., p. 73; véase también Verónica Oikión Solano, "El Movimiento de Acción Revolucionaria. Una historia de radicalización política", en Verónica Oikión Solano y Marta Eugenia García (Editoras), Movimientos Armados en México, Siglo XX, Zamora, El Colegio de Michoacán/CIESAS, 2006, t. ll, p.427.
[280] J. Aurelio Cuevas Díaz, Op. Cit., p. 75.
[281] Ibid., p. 90. En la movilización estudiantil del 2 de octubre de 1966 contra el alza de las tarifas a los camiones urbanos, Joel Caro (uno de los líderes del movimiento y miembro de la JC), fue llamado por el dirigente estatal del PCM para ordenarle suspender el movimiento, porque "era una provocación". Testimonio de Joel Caro Ruiz, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio... p. 233.
[282] J. Aurelio Cuevas Díaz, Op. Cit., p. 91.
[283] Después del conflicto de 1963, éstos ya eran minoría, pues su presencia en la Universidad Michoacana fue cuestionada. Su dirigencia fue acusada de haber traicionado al movimiento degortarista, y de ahí en adelante el PPS sería calificado como una falsa izquierda. Véase APHB. "Llamamiento de la Liga Leninista Espartaco a los Universitarios Nicolaitas de Michoacán", México, D.F., marzo de 1963.
[284] Véase Apéndice III, Entrevista con el doctor Ángel Bravo Cisneros, en Margarita Rodríguez Morales, Op. Cit., pp. 173 y 178-179.
[285] Testimonio de Pedro Estrada Gámez, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio... p. 22.
[286] Natalio Vázquez Pallares había contendido en 1962 por la candidatura del PRI a la gubernatura de Michoacán, pero la decisión del gobierno de Adolfo López Mateos de apoyar a Agustín Arriaga Rivera, lo dejó al margen. Véase Verónica Oikión Solano, Los hombres del poder en Michoacán, 1924­-1962, Zamora, El Colegio de Michoacán/Universidad Michoacana, 2004, pp. 480 y 481.
[287] Testimonio de Joel Caro Ruiz, en Luis Sánchez Amaro, Universidad y Cambio...Op. Cit., p. 229.
[288] Idem.
[289] Testimonio de Pedro Estrada Gámez, Ibid., p. 238.
[290] La Voz de Michoacán, 13 de abril de 1973. En el año de 1975 el licenciado Jesús Reyna García ya se desempeñaba como secretario auxiliar del gobernador, licenciado Carlos Torres Manzo, y en 1978 ocupaba el cargo de subprocurador de Justicia del Estado de Michoacán, La Voz de Michoacán, 6 de marzo de 1975 y 21 de agosto de 1978.
[291] Véase La Voz de Michoacán, 14 de diciembre de 1979.
[292] Véase Barry Carr, La izquierda mexicana a través del siglo XX, México, Era, 1996, p. 264.
[293] Ibid., p. 266; Véase también AHIIHUM/FHRAC. Ysaías Rojas Delgado., "Desde Chihuahua habla a Por Qué? un miembro del Comando Guerrillero. (entrevista con Pablo Martínez Pérez)", en Por Qué? Revista Independiente, Núm. 217, agosto 24 de 1972, pp. 11-13. El entrevistado señaló: "nosotros hemos surgido de la crisis producida por el movimiento de masas de 1968. Ninguno de los partidos (políticos), grupos o grupúsculos de la izquierda en México fue capaz de dar una dirección correcta al movimiento. El PCM buscó el diálogo, la transa, las ventajas para su organización bajo la línea pacífica al socialismo. Los demás grupos se dedicaron a atacar al movimiento...otros más permanecieron al margen".
[294] Barry Carr, Op. Cit., p. 270.
[295] Gustavo Hirales Morán, La liga comunista 23 de septiembre, orígenes y naufragio, México, Ediciones de Cultura Popular, 1977, p. 13.
[296] lbid., p. 12.
[297] Véase Barry Carr, Op. Cit., p. 239.
[298] Ibid., p. 240.
[299] AHIlHUM/FGSD. Joven Guardia, Órgano de difusión política universitaria, Núm. 1, julio de 1975; véase también Octavio Rodríguez Araujo, Op. Cit., pp. 187-188. El PST apoyó en el año de 1980 la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la gubernatura del Estado de Michoacán, por considerarlo "como candidato propio". Véase La Voz de Michoacán, 10 de marzo de 1980.
[300] Ibid., pp. 208-209.
[301] AHIlHUM/FGSD. Rueda y tornillo, Voz del estudiante de ideología proletaria, Órgano de combate, crítica y análisis de la Casa del Estudiante Camilo Torres, Núm. 3, 16 de abril de 1979.
[302] Ibid.
[303] AHIIHUM/FGSD. Rueda y tornillo, Voz del estudiante de ideología proletaria, Órgano de combate, crítica y análisis de la Casa del Estudiante Camilo Torres, Núm. 2, 15 de enero de 1979.
[304] Ibid. En la tradicional marcha-mitin celebrada el 2 de octubre de 1980 se le negó el uso de la palabra a un miembro del PCM, bajo el argumento de que era un partido oportunista. AHIIHUMI/FGSD. El Búho Consciente, Periódico de información y análisis de los estudiantes de Filosofía, Núm. 6, diciembre de 1980.
[305] Ibid.
[306] AHIIHUM/FGSD. Manifiesto del Co. Co., de la Escuela de Historia.
[307] Ibid.
[308] AHIIHUM. El Búho Consciente (suplemento). Comisión de Prensa y Propaganda del Consejo Estudiantil de la Escuela de Filosofía, Núm. 5, junio de 1980.
[309] Ibid
[310] Ibid.
[311] AHIIHUM. Frente, Periódico de estudiantes universitarios de Michoacán, Núm. 5, octubre de 1977.
[312] Ibid.
[313] Ibid.
[314] AHIIHUM/FGSD. Manifiesto del Grupo Cultural "Federico Engels".
[315] Para conocer en detalle estos hechos consúltese la obra: José Santos Valdés Madera, Razón de un Martiriologio, México, edición del autor, 1968.
[316] Consúltese Luis Suárez, Lucio Cabañas, el guerrillero sin esperanza, México, Roca, 1976.
[317] Para mayor información sobre la transformación de la ACG en organización armada con.sú1tese: Armando Bartra,Guerreo bronco. Campesinos, ciudadanos y guerrilleros en la Costa Grande, México, Era, 2000.
[318] Fernando Pineda Ochoa, Op, Cit., p, 37.
[319] Ibid., pp. 34, 38 y 43
[320] Ibid., pp. 42-43.
[321] Nahuel Moreno, El internacionalismo y las internacionales, México, Ediciones ¡Uníos!, 1997, p. 185.
[322] Respetaban la línea comunista oficial. Los soviéticos habían abandonado desde fines de la década de 1950 la postura doctrinal de que la victoria del comunismo en el mundo habría de lograrse a través de la guerra. Kruschev sostenía para esos momentos el principio de la coexistencia pacífica, constituyéndose en el fundamento básico de la política exterior de la URSS. Véase Juan Carlos Pereira, Historia y presente de la Guerra Fría. Madrid, Istmo, 1989, pp. 59-61.
[323] Fernando Pineda Ochoa, Op. Cit., p. 121. Según John Barron, KGB, la labor clandestina de los agentes secretos soviéticos,México, Diana, 1976, en el capítulo 11 "La conjura para destruir a México", en realidad la KGB, o Comité de Seguridad del Estado Soviético, fue quien dictó, dirigió y manejó cada uno de los actos del MAR. Con el objeto de ocultar que patrocinaba a la guerrilla, creó la ilusión de que los estudiantes mexicanos habían decidido espontáneamente conformar una organización guerrillera y que por su propia iniciativa habían encontrado patrocinador en Corea del Norte, que no tenía relaciones diplomáticas con México. Por esta razón, cuando a principios de 1971 fueron aprehendidos los principales líderes del MAR, Estados U nidos exigió al gobierno mexicano la expulsión de cinco funcionarios de la Embajada Soviética en México, por haber violado el pacto tácito de no intervención en la zona hegemónica estadounidense.
[324] Éste finalmente desistió de incorporarse al movimiento. Fernando Pineda Ochoa. Op. Cit., p. 123.
[325] Se integraron posteriormente los hermanos Amafer y Abdallán Guzmán Cruz, también estudiantes de la Universidad Michoacana. Ibid., p. 50.
[326] Ibid., pp. 122-124.
[327] Ibid., p. 55.
[328] Varios de los familiares de los guerrerillos fueron aprehendidos torturados y posteriormente asesinados o desaparecidos, al tratar de obligarlos a delatar sus escondites. Véase el caso de la Familia Guzmán Cruz, de la cual hasta la fecha no se sabe nada del padre y tres de sus hijos, tras haber sido secuestrados por la Brigada Blanca. Véase testimonio de Abdallán Guzmán Cruz, en Provicia, el diario grande de Michoacán, 30 de marzo de 2003.
[329] Sobre este aspecto, Saúl López de la Torre, Op. Cit., p. 67, señala: "Los guerrilleros que habíamos llegado de la ciudad coincidíamos en que el fututo de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento nunca sería una revolución y descartamos cualquier posibilidad de alianza táctica, aún efímera con Lucio...También ubicamos, sin dudarlo más a Carmelo (Cortés), como un simple asesino, sediento de sangre, notoriedad y poder, disfrazado de revolucionario socialista". Esta conclusión se derivaba, a su vez, del siguiente razonamiento del mismo autor: "Para los habitantes de la sierra guerrerense nada significaban los conceptos más comunes del marxismo-leninismo, ni las lecciones de Mao, Stalin, Ho Chi Minh o el Che Guevara. En la mente de este pueblo maravilloso, heredero por generaciones de costumbres y enseñanzas rebeldes, únicamente había lugar para comprender las diferencias entre clase rica y clase pobre, las injusticias que se derivaban de semejante división social y el papel redentor que había asumido Lucio Cabañas". Ibid., p. 58; sobre este último aspecto, véase Carlos Montemayor, "El Guerrillero", Enrique Florescano, Mitos Mexicanos, México, Nuevo Siglo Aguilar, 1995, p. 89.
[330] APHB. Hoja Volante. Declaración del Partido Obrero Revolucionario (Trotskista), Sección Mexicana de la IV Internacional, Octubre de 1971.
[331] Ibid.
[332] El castrismo es la característica propia que le imprimió Fidel Castro al Estado socialista cubano; y guevarismo, la teoría revolucionaria desarrollada por Ernesto "Che" Guevara, consistente en que la revolución socialista latinoamericana debía llevarse a cabo a partir de la acción de una pequeña vanguardia.
[333] Véase Nahuel Moreno, Che Guevara. Héroe y mártir de la revolución, México, Ediciones ¡Uníos!, 1997, p. 43.
[334] Nahuel Moreno, El internacionalismo y las internacionales...p. 185.
[335] Nahuel Moreno, Che Guevara. Héroe y mártir de la revolución...p. 82.
[336] Ibid., p. 88.
[337] Ibid., p. 78.
[338] AHIIHUM/FGSD. Frente, Periódico de estudiantes universitarios de Michoacán, Núm. 4, enero de 1977.
[339]AHIIHUM/FGSD. Joven Guardia, 6rgano de difusión y política universitaria, Núm. 1, julio de 1975.

[340] Véase AHIIHUM/FGSD. El Oportunista, Núm. 11, abril de 1977.
[341] La Voz de Michoacán, 15 de octubre de 1973. "Más de Medio Millón de Mexicanos se Congregó (sic) en el Zócalo a Testimoniar su solidaridad a L.E. Medio millón de obreros, campesinos y representantes de sectores populares ponderaron hoy (octubre 14) al Presidente Echeverría como el más preclaro defensor de los pobres y se dijo que nunca como ahora, en toda la historia de México había cobrado tanta vigencia el derecho de huelga. En nombre del sector obrero del país, el Presidente del Congreso del Trabajo Antonio]. Hernández, afirmó que nada detendrá la marcha del pueblo organizado; ni la inquietud artificial, ni la calumnia, ni los actos aislados y despreciables de violencia criminal, somos celosos de nuestras libertades y estamos decididos a heredar una patria mejor a las futuras generaciones".
[342] Richard Clurterbuck, Guerrilleros y Terroristas, México, F.C.E., 1981, p. 33.
[343] Klare, Michael y Peter Kombluh (Coords.), Contrainsurgencia, proinsurgencia y antiterrorismo en los 80. El arte de la guerra de baja intensidad, México, Grijalbo, 1990, pp. 37 y 41. Bajo este enfoque se consideraba a las naciones tercermundistas como simples fichas del juego Este-Oeste.
[344] Algunos, después de haber sido amnistiados fueron asesinados por la Brigada blanca, como el caso de Felipe Peñaloza García, quien fue ejecutado ocho meses después de haber salido de la cárcel, el 28 de julio de 1978. Fernando Pineda Ochoa.Op. Cit., p. 121.
[345] "Nosotros comenzamos primero con la concepción de querer cumplir tareas que nunca han correspondido a los estudiantes, en el mundo, en la historia; de tratar de sustituir actores sociales, clases sociales; entonces nosotros no éramos más que un pequeño grupo, así que estaba condenado a fracasar, independientemente de si era justo o no, claro que nosotros creemos que era justo y que sigue siendo justo, pero el camino que escogimos, hasta (sic) contrario a lo más elemental de la teoría, la revolución la hacen las clases sociales, la hacen los pueblos, no un grupo de pequeños burgueses desesperados, pero, bueno, no entendíamos en ese momento y nos fuimos y (sic) algunos les costó la vida y a otros nos costaron muchos años de cárcel; a mí me tocaron siete". Margarita Rodríguez Morales, Apéndice III, Entrevista con Ángel Bravo Cisneros, Op. Cit., pp. 186-187.
[346] AHIIHUM/FGSD. El Activista, Periódico del grupo político-cultural Sandino A.C., N° 1, octubre 15 de 1978.
[347] AHIIHUM/FGSD. Rueda y Tornillo, Órgano de combate, crítica y análisis de la Casa del Estudiante Camilo Torres, Núm. 3, 16 de abril de 1978.
[348] AHIIHUM/FGSD. El Universitario, Órgano oficial de información de la Universidad Michoacana, Núm. 46, 4 de noviembre de 1978, pp. 8-9.
[349] AHIIHUM/FGSD. El Universitario, Órgano oficial de información de la Universidad Michoacana, s.n., 10 de junio de 1979, p. 9.
[350] Véase AHIIHUM/FGSD. El Universitario, Órgano oficial de información de la Universidad Michoacana, Núm. 61,12 de abril de 1980. El Programa se llamó "Nicaragua Hoy", y fue conducido por Mauricio Malamund.
[351] lbid.
[352] AHIIHUM/FGSD. El Búho Consciente, Periódico de información y análisis de los estudiantes de Filosofía, Núm. 6, diciembre de 1980.
[353] La Voz de Michoacán, 9 de mayo de 1980.
[354] La Voz de Michoacán, 28 de marzo de 1984.
[355] Testimonio del licenciado Belisario Piña Martínez, secretario general fundador del SPUM (1976-­1979), en Amalia Ávila Silva (Coord.), Historia del SPUM 1976-2001, Morelia, SPUM, 2001., pp. 91-92 y 94; en La Voz de Michoacán del 19 de octubre de 1978, puede leerse en un desplegado firmado por esta asociación, que sus objetivos fundamentales eran, entre otros: "de abierta oposición a toda aquella acción que vaya a perjudicar el objetivo académico que la Universidad debe alcanzar", y "políticamente participaremos en la organización política (sic) y desarrollo de la misma (sic) en la Universidad, exigiendo que haya dirigentes honestos, enfrentándonos a los grupos políticos universitarios que tiendan a desvirtuar la política sana que debe existir en la Universidad, haciendo (sic) los adeptos necesarios para la defensa de las causas universitarias",
[356] Véase "Manifiesto del Comité Directivo del STAUM a la Autoridad Universitaria, a los Afiliados, Simpatizantes y Miembros del STAUM; a la Comunidad Universitaria y al Público en General", en La Voz de Michoacán, 30 de agosto de 1.980; véase también el "Manifiesto de los Profesores de la Escuela de Ingeniería Civil", en La Voz de Michoacán, 5 de agosto de 1980, y el "Manifiesto de la Asociación de Profesores de la Escuela Preparatoria Melchor acampo Núm. 5 .., en La Voz de Michoacán, 6 de agosto de 1980.
[357] La Voz de Michoacán, 20 de agosto de 1980.
[358] Ibid.
[359] Véase desplegado firmado por los Directores de las Escuelas, Facultades e Institutos, en La Voz de Michoacán, 21 de agosto de 1980.
[360] La Voz de Michoacán, 20 de agosto de 1980.
[361] Véase desplegado: "A los Profesores y Empleados que tienen paradas las actividades de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo", firmado por los consejos estudiantiles de Odontología, Enfermería, Medicina, Medicina Veterinaria y Farmacobiología y la Sociedad de Alumnos de Medicina, en La Voz de Michoacán, 23 de agosto de 1980.
[362] Véase el Convenio firmado por el SPUM y la Universidad Michoacana en La Voz de Michoacán, 15 de septiembre de 1980. El reconocimiento lo había hecho público la rectoría el 28 de agosto; véase "Manifiesto a la Comunidad Universitaria y al Pueblo de Michoacán", firmado conjuntamente por el rector y el secretario general del SPUM, en La Voz de Michoacán, 30 de agosto de 1980.
[363] Amalia Ávila Silva, Op. Cit., pp. 56-57.
[364] Véase Boletín Informativo del Comité Ejecutivo del SPUM, en La Voz de Michoacán, 18 de diciembre de 1980.
[365] Véase testimonio del ingeniero Eric Zaldívar Medina, secretario general del SPUM (1981-1983), en Amalia Ávila Silva, Op. Cit., p. 129.
[366] AHIIHUM/FGSD. Chispa, Órgano de difusión de la sección sindical del SPUM. Preparatoria Núm. 4 Isaac Arriaga, Núm. 1, febrero de 1978.
[367] AHIIHUM/FGSD. "Manifiesto a la comunidad universitaria y a la opinión pública de la sección sindical de la Preparatoria Núm. 4", s.f.
[368] AHIIHUM/FGSD. Véase, "Manifiesto al pueblo en general y a la comunidad universitaria de la Asamblea de Alumnos, Trabajadores y Profesores de la Preparatoria Núm. 4 Isaac Arriaga ", en Chispa, Órgano de difusión de la sección sindical del SPUM, Núm. 2, 13 de abril de 1978.
[369] AHIIHUM/FGSD. Véase, "Manifiesto a la opinión pública y a la comunidad universitaria, del Consejo general de Representantes del SPUM, del 20 de abril de 1978", en Boletín Informativo del SPUM, Núm. 1, mayo de 1978
[370] AHIIHUM/FGSD. Comunicado de la sección sindical democrática de la Preparatoria José María Morelos, s.f.
[371] Ibid.
[372] Ibid.
[373] Ibid.
[374] Ibid.
[375] Ibid.
[376] AHIIHUM/FGSD. Véase "Manifiesto del Frente Democratizador de la Prepa 3",10 de junio de 1978.
[377] AHIIHUM/FGSD. "Informe del Frente Democratizador de la Preparatoria 3", hoja volante, 17 de junio de 1978. Véase también el "Manifiesto del STAUM: los universitarios combatientes de la corrupción", s.f.
[378] Véase "Manifiesto A la Comunidad Universitaria", Comité Ejecutivo del SPUM y la CUL, en La Voz de Michoacán, 24 de marzo de 1983.
[379] Véase Jaime Álvarez Cabrera, Op. Cit., p. 196; La Voz de Michoacán, 10 y 3 de marzo de 1984.
[380] Breve Esbozo Histórico de la Coordinadora de Universitarios en Lucha, Op. Cit., p. 7.
[381] ALRH. "Manifiesto a los Profesores Universitarios y a la Opinión Pública de Michoacán", Corriente Sindical Democrática del SPUM, Morelia, 5 de julio de 1985.
[382] AGUM/FCU. Sesión del H. Consejo Universitario del 19 de septiembre de 1984 (sesión permanente iniciada el7 de junio de 1984). Acta Núm. 5, t. 24.
[383] Véase Breve Esbozo Histórico de la Coordinadora de Universitarios en Lucha, Op. Cit., p. 6.
[384] La Voz de Michoacán, 5 de marzo de 1977. Al término de esta manifestación se entrevistó al rector, quien manifestó: "Lo más inoperante es que todo lo resuelva la Junta de Gobierno y nosotros queremos que todos los asuntos sean revisados con la participación de los representantes magisteriales, estudiantes y trabajadores"; y el líder del SPUM, licenciado Belisario Piña Martínez, por su parte declaró: "si bien la manifestación es de repudio a la represión que se ha dado en Oaxaca a la Universidad, también lo es para hacer saber la exigencia de una nueva Ley Orgánica para la Universidad Michoacana". Ibid.
[385] La Voz de Michoacán, 3 de mayo de 1973.

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